China v America. A new kind of cold war. How to manage the growing rivalry between America and a rising China

Cita: 

The Economist [2019], "China v America. A new kind of cold war. How to manage the growing rivalry between America and a rising China", The Economist, London, 18 de mayo, https://www.economist.com/leaders/2019/05/16/a-new-kind-of-cold-war

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Mayo 18, 2019
Tema: 
Algunas soluciones para la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Idea principal: 

La actual guerra comercial entre Estados Unidos y China se desarrolla en todos los campos de la producción, desde la construcción de semiconductores para submarinos hasta la creación de la película más taquillera sobre la exploración lunar.

Por un lado, el gobierno de Estados Unidos está convencido de que a través de la venta de alta tecnología, las empresas Chinas engañan al mundo robando su información personal; además de eso, el gobierno estadounidense observa que el gobierno de Xi Jinping se adentra en el Mar del Sur de China para acosar a países democráticos como Canadá y Suecia. Por su parte, a China le interesa recuperar su posición geopolítica en Asia, sin embargo, para lograr esto tiene que lidiar con los hostigamientos de Estados Unidos.

La guerra comercial entre Estados Unidos y China podría concluir como algunas experiencias pasadas de la historia universal, por ejemplo, la Segunda Guerra Mundial o la Guerra Fría. Aunque ese no sea el destino del conflicto actual, ya se están observando repercusiones que afectan a más Estados de los que están involucrados. Últimamente se ha observado que el crecimiento se desacelera; para resolver esta situación es necesario terminar con la guerra comercial y actuar cooperativamente porque de otra manera no se podrá obtener una respuesta efectiva.

Desgraciadamente Estados Unidos sigue tratando de excluir por completo el comercio con China. Ya demostró que es capaz de cortar negocios con Huawei -la empresa más importante de China- pero busca romper con cualquier vínculo que exista entre el país americano y el socialista asiático. Sin embargo este razonamiento no parece estar muy atinado, ya que actualmente las cadenas mundiales de suministros requieren en gran parte de China; los vínculos entre Estados Unidos y países europeos están relacionados también con China; de esta manera la ruptura de golpe con el país asiático generaría percances para el mercado internacional y la economía nacional de Estados Unidos.

En consecuencia no parece viable continuar con la guerra comercial, sino, comenzar a buscar soluciones que beneficien a ambos participantes del conflicto. En primer lugar, si Estados Unidos pretende no seguir siendo rebasado por los grandes pasos que da China en el campo de la industria tecnológica y armamentista, debería comenzar por abandonar algunas de las estrategias que ha adquirido últimamente, por ejemplo, con la migración. Los migrantes son vitales para la innovación, sin embargo la administración de Donald Trump les ha colocado múltiples obstáculos para colaborar con los nacionales.

Por otro lado, internacionalmente, Estados Unidos tiene una fortaleza que radica en instituciones y normas que se construyeron después de la Segunda Guerra Mundial. Esta fuerza se visualiza en una serie de aliados asiáticos como Japón, que podrían ayudarle a presionar al gobierno de China. Desafortunadamente el gobierno de Donald Trump no ha hecho el esfuerzo de cultivar y fortalecer sus relaciones con los países asiáticos que están de su lado.

De la misma manera, si Estados Unidos quiere hacer frente a China en la innovación científica, el gobierno estadounidense debería proteger su producción intelectual a través de un conjunto de normas que garanticen el resguardo a la propiedad intelectual y el flujo de ideas y personal. Por último, tanto China como Estados Unidos deberían de dejar verse como rivales por un momento y generar acuerdos en los que se privilegie el libre mercado, dejando de lado los estigmas y prejuicios que llevaron a que la guerra comercial llegara al punto en el que se encuentra ahora.

Datos cruciales: 

1. El comercio soviético-estadounidense a fines de la década de 1980 fue de 2 mil millones de dólares por año.

2. El comercio entre Estados Unidos y China actualmente es de 2 mil millones de dólares por día.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La actual rivalidad comercial entre las dos potencias económicas más importantes en el siglo XXI ha demostrado ser perjudicial para el crecimiento mundial capitalista. Analizar este tipo de hechos nos permite generar hipótesis sobre el futuro del sistema capitalista, pues como ya se ha demostrado, el crecimiento económico a nivel global va a la baja, en este contexto, acciones como las de Estados Unidos y China, únicamente nutren la premisa de que el capitalismo se encuentra en fase terminal.