Summary for policymakers of the global assessment report on biodiversity and ecosystem services – unedited advance version

Cita: 

Díaz Sandra, J. Settele, E. Brondizio, H. T. Ngo, M. Gueze, J. Agard, A. Arneth et al., “Summary for policymakers of the global assessment report on biodiversity and ecosystem services – unedited advance version”, inédito.

Fuente: 
Artículo científico
Tema: 
Impacto de la pérdida de biodiversidad y ecosistemas en las contribuciones de la naturaleza a los seres humanos.
Idea principal: 

El documento es una evaluación de las implicaciones climáticas de la actividad humana de los últimos años, los riesgos para la existencia de la humanidad y soluciones posibles para evitar la catástrofe ambiental. Es un esfuerzo de integración del trabajo de una amplia lista de científicos e investigadores: figuran 29 autores, 19 miembros del comité administrativo que dieron guía para la producción del escrito y 3 revisores editoriales.

El documento consta de cuatro mensajes clave (A, B, C y D), cada uno subdividido en una serie de proposiciones (A1, A2, A3...), que competen a la relación entre la población y la naturaleza a escala mundial. El problema en torno al cual gira el conjunto de los mensajes es la cuestión de la biodiversidad y los servicios del ecosistema, es decir, aquellos procesos de los ecosistemas naturales que benefician a los seres humanos: descomposición de desechos, disposición de agua potable, etcétera. Asimismo, el documento está acompañado de una amplia sección de contenido específico o background (datos, estadísticas, cuadros, definiciones técnicas, etcétera) que sirve de trasfondo a cada una de las proposiciones de los mensajes clave. El siguiente análisis se limita a presentar las principales tesis del documento, sin embargo, anexamos los registros completos para que el lector interesado en profundizar y/o consultar un dato en particular tenga la información disponible.

A. La naturaleza y sus contribuciones vitales a la gente, que juntos constituyen la biodiversidad y las funciones y servicios del ecosistema, se están deteriorando a nivel mundial

El mensaje clave A comienza señalando una situación paradójica en el comportamiento humano contemporáneo. Es un hecho que se produce mayor cantidad de alimentos, energía y materiales que antes, sin embargo, esto incrementa los costos de la naturaleza para proveer de tales contribuciones materiales en un futuro. Asimismo, existe poca valoración de otro tipo de contribuciones de la naturaleza, por ejemplo, la regulación de la calidad del agua. La realidad es que la biósfera está siendo fuertemente alterada y la biodiversidad está sufriendo una decadencia inédita en la historia de la humanidad.

El mensaje clave A se constituye de la siguiente 8 proposiciones:

A1) “La naturaleza es esencial para la existencia humana y una buena calidad de vida. La mayoría de las contribuciones de la naturaleza no son completamente remplazables, y otras son irremplazables”. Por "contribuciones de la naturaleza" debe entenderse la noción arriba explicada de "servicios de ecosistema". La naturaleza tiene un papel importante en la provisión de alimentos, energía, remedios, recursos genéticos y una gran variedad de materiales fundamentales para el mantenimiento físico y cultural de la población. A través de sus procesos ecológicos y de evolución, la naturaleza mantiene la calidad del aire, el aire, el agua y los suelos de los que la humanidad depende. La distribución natural del agua en el planeta sirve para regular el clima, prevenir la contaminación, las plagas y reducir el impacto de peligros naturales. Por otra parte, los ecosistemas marinos y terrestres funcionan como sumideros para las emisiones de carbono que resultan de la actividad humana; aproximadamente 5.6 gigatoneladas (mil millones de toneladas métricas) de carbono anuales son absorbidas por dichos sumideros, esto es, el 60% de las emisiones de carbono humanas a nivel mundial. La naturaleza también contribuye al desarrollo de la calidad de vida humana en aspectos no materiales como inspiración, aprendizaje, integridad cultura, experiencias psicológicas, entre otros. Aunque muchas contribuciones de la naturaleza dependen de su relación con el ser humano, no debe dejar de subrayarse la existencia de algunas contribuciones irremplazables. Las instituciones, el conocimiento, la infraestructura tecnológica y las inversiones de capital pueden mejorar o reemplazar algunas de las contribuciones naturales, pero no todas.

A2) “Las contribuciones de la naturaleza son, en general, distribuidas inequitativamente a lo largo del espacio y el tiempo de los distintos segmentos de la sociedad. Suele haber compensaciones en la producción y el uso de las contribuciones de la naturaleza” (p. 2). Es evidente que los grupos sociales, países y regiones experimentan de distinta manera las consecuencias de la distribución, co-producción y uso de las contribuciones de la naturaleza. Los cambios ecológicos se producen por la actividad humana que prioriza unas pocas contribuciones naturales en lugar de otras. En consecuencia, los beneficios de esas elecciones no serán generales sino destinados a cierto sector de la población. Nótese el caso de la producción de alimentos, fibra y bioenergía; la alta expansión productiva de dichas actividades se ha hecho en detrimento de otro tipo de contribuciones como la regulación de la calidad del aire, agua y el clima o la provisión de hábitat. Ciertamente, también existen casos de sinergia como las prácticas de agricultura sustentable donde se mejora la calidad del suelo.

A3) “Desde 1970 la producción agrícola, pesca, bioenergía y cosecha de materiales se han incrementado. Sin embargo, 14 de las 18 categorías de contribuciones de la naturaleza evaluadas, sobre todo contribuciones no-materiales y regulaciones, han disminuido” (p. 2). Los datos proporcionados en el documento indican que el valor de los cultivos agrícolas se ha triplicado desde 1970, dando un estimado de 2.6 billones de dólares en 2016; la cosecha de madera en bruto se incrementó 45%, dando 4 mil millones de metros cúbicos en 2017; y la industria forestal ha generado 13.2 millones de empleos. Pero, al mismo tiempo, tal crecimiento está acompañado de una caída de los indicadores de contribuciones reguladas por procesos humanos como el cuidado de la diversidad de polinizadores o el carbono orgánico del suelo. Es decir, las ganancias en volumen de materiales producidos no se traducen en práctica sustentables. Es más, la productividad del suelo actual se ha reducido en 23% en el área terrestre del planeta y entre 235 y 577 mil millones de dólares de los cultivos globales anuales se encuentran en riesgo por la pérdida de polinizadores.

A4) “La mayor parte de la naturaleza del planeta ha sido significativamente alterada por múltiples motivos humanos, de manera que la mayoría de los indicadores de ecosistemas y biodiversidad presentan una rápida caída” (p. 3). Aproximadamente 75% de la superficie terrestre ha sido significativamente alterada; 66% del área oceánica presenta impactos acumulativos; y más de 85% del área de humedales se ha perdido. Desde el año 2000 se ha reducido la tasa de pérdida de bosques, sin embargo, la distribución de dicha tasa en el planeta es desigual. Por ejemplo, entre 2010 y 2015 los bosques de los trópicos de gran biodiversidad sufrieron pérdidas de 32 millones de hectáreas en sus bosques primarios o en recuperación. Aunque las acciones de restauración de bosques naturales y la siembra de monocultivos contribuyen a incrementar la tasa de reforestación, lo cierto es que los efectos para la biodiversidad y contribuciones para las personas son muy diferentes.

Un caso de pérdida en la superficie marítima es el de los corales. Se menciona que desde 1870 se ha perdido la mitad de la cobertura de coral vivo en los arrecifes. Asimismo, los procesos de los ecosistemas se han visto afectados desde 1900 por la pérdida de 20% de las especies nativas de los principales biomas terrestres. Hay reducciones de biodiversidad nativa, especies de vertebrados silvestres y de insectos.

A5) “Las acciones humanas son una amenaza para las especies hoy más que nunca” (p. 3). Aproximadamente 25% de las especies de animales y plantas evaluados están en amenaza (véase en el documento la figura SPM.3, pp. 12-14). La conclusión de la información es que 1 millón de especies se encuentran en fase de extinción. La actual tasa global de extinción de especies es de al menos de diez a cientos de veces más alta que la de los pasados 10 millones de años.

A6) “A nivel global las variedades y razas locales de plantas y animales domesticados están despareciendo. Esta pérdida de diversidad, incluyendo diversidad genética, significa un enorme riesgo para la seguridad alimentaria mundial por eliminar la resistencia de muchos sistemas agrícolas a amenazas como plagas, patógenos y cambio climático” (p. 3). Para 2016 un estimado de 559 de las 6 mil 190 razas de mamíferos domesticados, es decir, más de 9%, que se utilizan para la alimentación y la agricultura ya estaban extintas y al menos mil se encontraban en peligro de extinción. Lo mismo sucede con la diversidad de los cultivos, los parientes silvestres de los mamíferos domesticados y las aves. Tal reducción es un golpe a la resistencia de los agroecosistemas.

A7) “Las comunidades biológicas se están volviendo muy similares entre sí, tanto en los sistemas administrados como en los no administrados dentro y entre las regiones” (p. 3). Este proceso de homogeneidad de las especies causa pérdida de la biodiversidad local de las especies endémicas, las funciones de los ecosistemas y las contribuciones de la naturaleza.

A8) “Los cambios inducidos por el ser humano están propiciando condiciones para una rápida evolución biológica, tan rápido que sus efectos pueden verse en unos pocos años. Las consecuencias pueden ser positivas o negativas para la biodiversidad de los ecosistemas, pero pueden crear incertidumbre sobre la sustentabilidad de las especies, funciones de ecosistemas y la entrega de contribuciones de la naturaleza a las personas”. (p. 3). Es de suma importancia monitorear esos cambios evolutivos biológicos. Una administración sustentable de estrategias podría influir en las trayectorias evolutivas para proteger especies vulnerables o reducir el impacto de especies indeseables.

B. Impulsores de cambios directos o indirectos han acelerado el cambio climático en los últimos 50 años

El mensaje clave B trata de sobre el promedio del cambio global de la naturaleza en los últimos 50 años. Los impulsores directos del cambio de mayor impacto en la naturaleza son: cambios en tierra y mar, explotación directa de organismos, cambio climático, contaminación e invasión de especies exóticas. Tales cambios surgen de causas indirectas que dependen del comportamiento social: valores, patrones de producción y consumo, población humana, comercio, innovaciones tecnológicas y gobierno.

B1) “Para los ecosistemas terrestres y de agua dulce, los cambios del uso de suelo han tenido un impacto relativamente negativo en la naturaleza desde 1970, seguido por una directa explotación, particularmente sobreexplotación, de animales, plantas y otros organismos a través de la cosecha, tala, caza y pesca. En los ecosistemas marítimos, la directa explotación de organismos (principalmente por la pesca) ha tenido el mayor impacto relativo, seguido por el cambio del uso de suelo y mar” (p. 4). Un tercio de la superficie terrestre se usa para el cultivo o la cría de animales. Esta expansión ganadera del uso del suelo está acompañada con una duplicación del área urbana desde 1992 y una expansión de la infraestructura vinculada al consumo y el crecimiento de la población. El costo ha sido la tala de bosques tropicales y destrucción de humedales y pastizales. Los ecosistemas de agua dulce han sido afectados por la extracción, explotación, contaminación, cambio climático y la invasión de especies. Los ecosistemas marítimos, por su parte, han sido afectados por la sobreexplotación de peces y mariscos, la contaminación de las vías fluviales y la invasión de infraestructura en zonas costeras.

B2) “El cambio climático es un impulsor directo que está aumentando el efecto de otros impulsores sobre la naturaleza y los seres humanos” (p. 4). En 2017 se observó que la temperatura del planeta ha incrementado 1 grado centígrado (°C) en comparación con la época preindustrial de la actividad humana. La temperatura promedio ha aumentado 0.2 ℃ por década en los últimos treinta años. Desde 1900 ha aumentado el nivel del mar de 16 a 21 centímetros en un promedio de más de 3 milímetros por año en las últimas dos décadas. Por ello, en los últimos 50 años se ha incrementado la intensidad de desastres naturales como incendios e inundaciones.

B3) “Muchos tipos de contaminación, así como de especies invasivas, se están incrementando con impactos negativos en la naturaleza” (p. 4). Desde 1980 ha aumentado la contaminación plástica de los océanos, afectando 267 especies (86% de las tortugas marinas, 44% de aves marinas y 43% de mamíferos marítimos). De igual manera, en el mismo periodo, se ha incrementado la acumulación de especies extrañas en 40% debido a la contaminación humana color=red>¿se definen las especies extrañas?. Aproximadamente una quinta parte de la superficie del planeta está en riesgo de una invasión de planetas y animales, asunto que afectaría especies nativas, funciones de ecosistemas y las contribuciones de la naturaleza a las personas.

B4) “En los últimos 50 años, la población humana se ha duplicado, la economía mundial ha crecido cerca de cuatro veces y el comercio cerca de 10 veces, incrementando la demanda de energía y materiales” (p. 4). El documento insiste en mencionar que los diferentes niveles de desarrollo económico de los países han conllevado una experiencia diferente de los niveles de deterioro de la naturaleza. Conflictos e inestabilidad social se deben también a la exclusión y distribución desigual de las contribuciones de la naturaleza. De la misma manera, los conflictos armados tienen un impacto en los ecosistemas, desestabilizan los efectos en las sociedades y el rango de impactos indirectos como el desplazamiento de personas y actividades.

B5) “Los incentivos económicos generalmente han favorecido la expansión de la actividad económica, y con frecuencia daños al medio ambiente, a través de la conservación o restauración. La incorporación de consideraciones sobre los múltiples valores de las funciones de los ecosistemas y las contribuciones de la naturaleza a los seres humanos en los incentivos económicos ha demostrado una mejora ecológica, social y económica” (p. 4). El gobierno local, nacional, regional y mundial ha diseñado políticas para la eliminación de subsidios perjudiciales y la mejoría de administración del uso de suelo terrestre y marítimo. Sin embargo, gran parte de las políticas económicas se mantienen usando prácticas no sustentables en la pesa, agricultura, minería, bosques y energía.

B6) “La administración de la naturaleza por pueblos indígenas y comunidades locales se encuentra bajo una creciente presión. La naturaleza se está deteriorando más lentamente en las tierras de pueblos indígenas que en otras, pero sigue deteriorándose. Al menos un cuarto de la superficie terrestre del planeta es administrada, usada y ocupada por pueblos indígenas” (p. 4). Tales áreas abarcan aproximadamente 35% de áreas protegidas y otro 35% de territorio con poco o nada de intervención humana. De los indicadores correspondientes a los pueblos indígenas, 72% muestran tendencias negativas en lo que respecta a la naturaleza que sustenta los bienes y medios de vida locales. Esto se explica en gran parte por el enfrentamiento que dichos pueblos tienen con la extracción de recursos, la producción mercantil, la edificación de infraestructura de energía y transporte, la minería, etcétera. Asimismo, existen algunos impactos del cambio climático en la zona: deforestación, pérdida de humedales, contaminación del agua, entre otros. La actual situación en los pueblos indígenas pone en aprietos la gestión tradicional de sus modos de vida.

C. Los objetivos para la conservación y el uso sustentable de la naturaleza y el logro de la sustentabilidad no pueden ser alcanzados con las trayectorias actuales; los objetivos para el 2030 en adelante sólo se pueden lograr a través de transformaciones en los factores económicos, sociales, políticos y tecnológicos

El mensaje clave C trata sobre las metas sociales y medioambientales internacionales de los Objetivos de Biodiversidad Aichi y la Agenda para el Desarrollo Sustentable 2030. El documento afirma que éstas no podrán alcanzarse con las tendencias actuales. En consecuencia, otros acuerdos tampoco podrán realizarse: el Acuerdo de París adoptado por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y la Visión para la Biodiversidad 2050.

C1) “La implementación de políticas y acciones para conservar la naturaleza y gestionarla de manera sustentable ha progresado, produce resultados positivos en relación con los escenarios de no intervención, sin embargo, no ha sido suficiente para frenar los factores directos e indirectos de deterioro de la naturaleza. Es por ello que la mayoría de los Objetivos de Biodiversidad Aichi para 2020 no serán cumplidos” (p. 6). Algunos de los objetivos del programa serán parcialmente cumplidos, sobre todo los relacionados con políticas de extensión espacial de las áreas protegidas terrestres y marinas; la identificación de especies exóticas invasoras; las estrategias y planes de acción sobre biodiversidad biológica; y el Protocolo de Nagoya. Este último entró en vigor en octubre de 2014, es un acuerdo complementario al Convenio sobre la Biodiversidad Biológica cuya meta es asegurar los mismos beneficios derivados utilizar de recursos genéticos. Aproximadamente 15% de la superficie terrestre y 7% de áreas de aguas dulces pertenecen a áreas protegidas, sin embargo, todavía no se trata de una muestra ecológicamente representativa.

C2) “La naturaleza es esencial para alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sustentable. Sin embargo, teniendo en consideración que los Objetivos de Desarrollo Sustentable son integrales e indivisibles, así como implementados a nivel nacional, las tendencias negativas actuales en la biodiversidad y los ecosistemas deteriorarán el progreso en 80% (35 de 44) de las metas evaluadas de los objetivos relacionados con la pobreza, el hambre y la salud, agua, ciudades, clima, océanos y tierra” (p. 6). Hubo importantes sinergias positivas entre la naturaleza y los objetivos de educación, igualdad de género, reducción de desigualdades y promoción de la paz y justicia. Sin embargo, existen omisiones al examinar algunos fenómenos en su relación con la naturaleza. Por ejemplo, la inseguridad sobre la propiedad de la tierra o los recursos tiene un mayor impacto en mujeres y niñas. Debido a estos casos existe una necesidad de elaborar críticamente los futuros objetivos políticos e indicadores de datos.

C3) “Se proyecta que las áreas del mundo experimenten efectos negativos significativos por el cambio climático, la biodiversidad, las funciones del ecosistema y las contribuciones de la naturaleza a las personas, también albergan grandes concentraciones de pueblos indígenas y muchas de las comunidades más pobres del mundo” (p. 6). Dada la fuerte dependencia de las comunidades pobres a las contribuciones de la naturaleza, padecerán los efectos más graves del cambio climático. La política regional y global carece, en general, de perspectivas sobre derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales.

C4) “Con excepción de escenarios que incluyen transformaciones, se proyecta que las tendencias negativas de la naturaleza, las funciones del ecosistema y en muchas contribuciones de la naturaleza a las personas continúen hasta 2050 y más allá, debido a los impactos proyectados del aumento del cambio en el uso de la tierra y mar, la explotación de organismos y el cambio climático” (p. 6). Probablemente los casos más agudos en los años venideros sean el incremento de contaminación y la invasión de especies extrañas a otros ecosistemas. Además, tales cambios negativos están segregados por grandes diferencias regionales. Las regiones tropicales se enfrentan a riesgos combinados: interacciones de cambio climático, cambios de uso de suelo y explotación pesquera. La biodiversidad marina y terrestre en las regiones boreales, subpolares y polares disminuirá debido al derretimiento del hielo marino y la mayor acidificación de los océanos.

C5) “Se proyecta que el cambio climático será el más importante impulsor directo de los cambios en la naturaleza y sus contribuciones a las personas en las próximas décadas. Los escenarios muestran que cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sustentable y la Visión 2050 para la Biodiversidad depende de tomar en cuenta los impactos del cambio climático en la definición de las metas y objetivos futuros” (p. 8). El calentamiento del planeta de 1.5 °C a 2 °C significará que la mayoría de los rangos de especies terrestres se reduzcan drásticamente. Tal disminución puede afectar negativamente las áreas terrestres protegidas para conservar especies, aumentar la rotación de las especies locales y el riesgo de extinciones globales.

D. La naturaleza se puede conservar, restaurar y utilizar sustentablemente al mismo tiempo que se alcanzan otros objetivos sociales globales a través de esfuerzos urgentes que fomenten un cambio transformador

El mensaje D trata sobre la implementación de instrumentos políticos y nuevas iniciativas que dirijan con mayor eficiencia las acciones individuales y colectivas para un cambio transformador que pueda lograr el cumplimiento de objetivos sociales (comida, agua, energía, salud, etc.). El documento señala la necesidad de contar con un apoyo de acciones locales de las comunidades, nuevas relaciones entre el sector privado de inversión e innovación, acuerdos gubernamentales inclusivos, planeación multisectorial y estrategia política.

D1) “El medio ambiente global puede salvaguardarse a través de una mayor cooperación internacional y medidas vinculadas a nivel local. La revisión y renovación de los objetivos y metas internacionales acordados sobre el medio ambiente, basados en el mejor conocimiento científico disponible y la adopción y financiación generalizada de acciones de conservación, restauración ecológica y uso sustentable por parte de todos los actores, incluidos los individuos, son fundamentales para esta salvaguarda” (p. 7). La adopción generalizada de tales medidas significaría un avance en los esfuerzos de sustentabilidad a nivel local, nacional e internacional. Asimismo, supone una integración total de la biodiversidad y medidas regulatorias a los sectores extractivos, productivos (minería, pesca, silvicultura, agricultura). Los cambios transformadores de las tendencias actuales también deben abordar los impulsores indirectos del cambio climático.

D2) “Cinco intervenciones principales (‘palancas’) pueden generar un cambio transformador al abordar los impulsores indirectos del deterioro de la naturaleza: 1) incentivos y capacidad, 2) cooperación intersectorial, 3) acción preventiva, 4) toma de decisiones en contexto de resiliencia e incertidumbre, 5) legislación y aplicación ambiental” (p. 7). Cada una de estas palancas involucra realizar lo siguiente: 1) generalizar una responsabilidad ambiental y eliminar incentivos puramente lucrativos, 2) reformar los sectores y los segmentos de toma de decisiones para promover una integración, 3) tomar precauciones en la regulación y gestión de las instituciones y los negocios para evitar el deterioro de la naturaleza, 4) gestión para sistemas sociales y ecológicos resistentes ante situaciones de incertidumbre, 5) fortalecer las leyes y las políticas medioambientales.

D3) “Las transformaciones hacia la sustentabilidad son más probables cuando los esfuerzos se dirigen a los siguientes puntos clave, donde los esfuerzos producen efectos excepcionalmente grandes: 1) proyecciones de una buena vida, 2) consumo total y residuos, 3) valores y acción, 4) desigualdades, 5) justicia e inclusión en la conservación, 6) externalidades y telecomunicaciones, 7) tecnología, innovación e inversión, 8) educación y generación de conocimiento e intercambio” (p. 8). Se trata de cambios mutuamente incluyentes: 1) proyectar formas de buena vida que no incentiven el consumo material, 2) reducir el consumo total y el desperdicio, abordar el crecimiento de la población y el consumo per cápita en distintos contextos, 3) fomentar valores de responsabilidad para nuevas normas sociales de sustentabilidad, 4) examinar la desigualdades en relación al ingreso y el género, 5) distribución equitativa de los beneficios de adherirse a los derechos humanos en decisiones de conservación, 6) tener presente el deterioro de la naturaleza debido a las interacciones socioeconómicas y ambientales a distancia, 7) asegurar un desarrollo tecnológico amigable con el ambiente, 8) promover educación acorde a la conservación y uso sustentable de la naturaleza.

D4) “El carácter y la trayectoria de la transformación variará según los contextos, con desafíos y necesidades distintos, entre otros, en los países en desarrollo y desarrollados. Los riesgos relacionados con las incertidumbres y complejidades inevitables en las transformaciones pueden reducirse a través de enfoques de gobernanza que sean integradores, inclusivos, informados y adaptables” (p. 8). Estas estrategias se logran con sinergias e intercambios entre metas sociales y caminos alternativos que reconocen la pluralidad de los valores, la diversidad de condiciones económicas, inequidades, poder e intereses sociales. Se requiere coordinar políticas entre los sectores. El sector privado podría desempeñar funciones en asociación con gobiernos nacionales y subnacionales, es decir, asociaciones público-privadas para financiar los Objetivos de Desarrollo Sustentable.

D5) “Reconocer el conocimiento, innovaciones y prácticas; instituciones y valores de los pueblos indígenas y comunidades locales; su inclusión y participación en la gobernanza ambiental mejora su calidad de vida, así como la conservación de la naturaleza, la restauración, el uso sustentable, que es relevante para la sociedad en general” (p. 8). Las contribuciones positivas de las prácticas sustentables de las comunidades locales y pueblos indígenas pueden facilitar el reconocimiento nacional del territorio, dar derecho de acceso y recursos según la legislación nacional, una mejor colaboración, distribución justa de los beneficios derivados el uso de la naturaleza y acuerdos de gestión conjunta con las comunidades locales.

D6) “Alimentar la humanidad y mejorar la conservación de la naturaleza y el uso sustentable de la naturaleza son objetivos complementarios y estrechamente interdependientes que se pueden lograr a través de sistemas agrícolas y ganaderos sustentables, la protección de especies nativas, diversidad, razas, hábitat y restauración ecológica” (p. 8). Necesariamente se debe proyectar la realización de acciones específicas: prácticas agroecológicas, planeación multifuncional del paisaje, gestión intersectorial integral, conservación de la diversidad genética asociada con biodiversidad de agricultura. Asimismo debe considerarse la seguridad alimenticia, la inclusión de conocimiento de la ciencia, prácticas de los pueblos indígenas, evitar desperdicios de comida y agua, fomentar dietas saludables basadas en cadenas alimenticias sustentables.

D7) “El mantenimiento y conservación de la pesca y las especies marinas y ecosistemas marinos se puede lograr a través de una combinación coordinada de intervenciones en tierra, agua dulce y océanos, incluida la coordinación multinivel entre las partes interesadas en el uso de océanos abiertos” (p. 9). Deben seguirse acciones específicas: gestión de la pesca basada en los ecosistemas, planeación espacial, áreas marinas protegidas, reducir contaminación, trabajar de cerca entre productores y consumidores, promover medidas de conservación con financiamiento y responsabilidad social corporativa. Desarrollar nuevos instrumentos legales.

D8) “Las actividades de mitigación del cambio climático en la superficie terrestre pueden ser efectivas y apoyar los objetivos de conservación. Sin embargo, el despliegue a gran escala de plantaciones de bioenergía y la forestación de ecosistemas no forestales puede tener efectos secundarios negativos para la biodiversidad y las funciones de los ecosistemas” (p. 9). Está proyectado que las soluciones basadas en la naturaleza con salvaguardas proporcionen 37% de la mitigación del cambio climático hasta 2030. Las acciones sobre el uso de la tierra son, por tanto, indispensables. Su principal servicio es la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. No obstante, un despliegue a gran escala de plantaciones de bioenergía intensiva podría tener impactos negativos en la biodiversidad, la seguridad alimentaria y el agua.

D9) “Las soluciones basadas en la naturaleza pueden ser rentables para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sustentable en las ciudades, que son cruciales para la sustentabilidad global” (p. 9). Debe incrementarse el uso de infraestructuras verdes y otro tipo de desarrollo urbano basado en conservación de ecosistemas. La biodiversidad existente en algunas áreas urbanas debe conservarse. Crear mantenimiento de áreas verdes y cuerpos de agua, agricultura urbana, jardines de azotea, regulación de la temperatura, limpieza de aire y agua, tratamiento de aguas residuales, suministro de energía renovable, alimentos de origen local, etcétera.

D10) “Un componente clave de las vías sustentables es la evolución de los sistemas financieros y económicos globales para construir una economía global sustentable, alejándose del paradigma limitado actual del crecimiento económico” (p. 9). Para ello es menester incorporar al programa la reducción de las desigualdades en los países en vías de desarrollo, reducir el consumo excesivo y desperdicios, abordar las cuestiones ambientales en la política nacional. Debe surgir una combinación de políticas y herramientas (programas de incentivos, certificación y estándares de desempeño); una tributación consistente a nivel internacional apoyada en instituciones multilaterales; mejoras en el monitoreo de la evaluación ambiental y, sobre todo, emprender un cambio de los indicadores económicos estándar para incluir otros con una visión holística de largo plazo de la economía y la calidad de vida.

El documento es seguido por un grueso aparato estadístico y cuadros que fundamentan el conjunto de las proposiciones de los cuatro mensajes clave. Dejamos el registro completo de los documentos para el lector dispuesto a profundizar en el tema.

Datos cruciales: 

1. Más de dos mil millones de personas satisfacen sus necesidades energéticas primarias a través del combustible de madera (p. 2).

2. Se estima que 4 mil millones de personas dependen de medicinas naturales para el cuidado de su salud y aproximadamente 70% de los medicamentos utilizados para el tratamiento del cáncer son naturales o productos sintéticos de inspiración natural (p. 2).

3. Más de 75% de los cultivos alimentarios y comerciales del mundo, desde las frutas y verduras hasta el café y el cacao, dependen del efecto de la polinización animal (p. 2).

4. Aunque la producción total de alimentos es suficiente para alimentar a todas las personas del planeta, aproximadamente 11% de la población mundial está en situación de desnutrición. Por otra parte, las enfermedades relacionadas con la dieta explican 20% de casos de mortalidad prematura, relacionado con casos tanto de desnutrición como de obesidad (p. 2).

5. Existe un incremento de la asistencia oficial para el desarrollo en el Convenio sobre la Biodiversidad Biológica y el financiamiento por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial. La ayuda para la biodiversidad alcanza 8.7 mil millones de dólares anuales. (p. 6).

6. La fracción de especies en riesgo de extinción relacionada con el clima es de 5% a 2°C, con un aumento del 16% a 4.3°C (p. 7).

7. Los arrecifes de coral son vulnerables al cambio climático. Se estima que disminuyan de 10 a 30% de la cobertura anterior a 1.5 °C (p. 7).

Nexo con el tema que estudiamos: 

El cambio climático es el escenario en que se despliega la disputa por la hegemonía del mercado mundial. La atención que nuestra investigación sobre la economía de la guerra debe poner en las tendencias contemporáneas de devastación ambiental es imprescindible. Si bien interesa atender la correlación de fuerzas entre las distintas corporaciones por tomar control del mercado bélico, no puede negarse que ese tipo de procesos no son ajenos a los acontecimientos climatológicos. Gran parte de la disputa de los recursos naturales estratégicos, por citar un caso, depende de un conocimiento de este tipo de procesos.