Technology and politics. Huawei has been cut off from American technology. The ban will be excruciating at best, and fatal at worst

Cita: 

The Economist [2019], “Technology and politics. Huawei has been cut off from American technology. The ban will be excruciating at best, and fatal at worst”, The Economist, London, 25 de mayo, https://www.economist.com/business/2019/05/25/huawei-has-been-cut-off-fr...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Mayo 25, 2019
Tema: 
El conflicto entre el gobierno de Estados Unidos y Huawei
Idea principal: 

Huawei es la mayor empresa de alta tecnología de China. El nombre de la empresa significa “logro chino”. Sus ingresos, que en 2018 ascendieron a 105 mil millones de dólares, son equivalentes a los de Microsoft. Sólo la empresa coreana Samsung vendió más teléfonos móviles que Huawei en 2018. Además, Huawei tiene patentes clave en el área de redes móviles 5G.

Desde hace varios meses, los oficiales estadounidenses han insistido en que los teléfonos y equipos de redes de la empresa Huawei podrían ser los caballos de Troya del espionaje chino en Estados Unidos.

El 15 de mayo de 2019, el conflicto entre Estados Unidos y Huawei escaló. El presidente Donald Trump prohibió a las empresas estadounidenses que utilicen equipo de telecomunicaciones fabricado por empresas que representen una “amenaza a la seguridad nacional”. Aunque no mencionó a ninguna empresa, su objetivo era claro. Según The Economist, la prohibición para importar no tiene gran importancia, pues los equipos de Huawei han estado vetados en la práctica en Estados Unidos desde hace tiempo. Lo realmente significativo fue el anuncio hecho ese mismo día por el Departamento del comercio de Estados Unidos en el que Huawei fue añadida a una lista de empresas con las cuales las empresas estadounidenses no pueden hacer negocios sin autorización oficial. Eso equivale a una prohibición para exportar tecnología estadounidense a Huawei.

La decisión anunciada por el Departamento de comercio es de gran envergadura, pues en la industria electrónica las cadenas de suministro son altamente especializadas y están interconectadas globalmente. El uso de la interdependencia como un arma puede provocar graves disrupciones: cuando la empresa china ZTE recibió sanciones similares, estuvo al borde de la ruina.

El impacto de la prohibición comenzó a sentirse con claridad el 20 de mayo de 2019, cuando Google anunció que su sistema operativo Android dejaría de funcionar en los equipos de Huawei. Por otra parte, algunos fabricantes estadounidenses de chips, como Intel, Qualcomm y Micron también dejaron de vender sus productos a la empresa china. Ese mismo día, el Departamento del comercio suavizó un poco la sanción; anunció que las empresas podrían seguir abasteciendo a Huawei por 90 días, pero únicamente para los productos existentes. Las nuevas ventas, de las cuales dependen los ingresos futuros de Huawei, siguen estando prohibidas.

Pero la interdependencia es mutua y afecta no sólo a Huawei, sino también a las empresas que le venden al gigante chino. Las acciones de las empresas tecnológicas estadounidenses cayeron después del anuncio, pues Huawei es un cliente importante. Un informe del think tank Information Technology & Innovation Foundation estima que los controles a la exportación costarían más de 56 mil millones de dólares a las empresas estadounidenses a lo largo de los próximos cinco años. Además, a diferencia de otras empresas tecnológicas como Intel o Qualcomm, Huawei no cotiza en bolsa, razón por la cual las acciones de la empresa no están sujetas a tanta inestabilidad y volatilidad.

Funcionarios de Huawei han dicho que activaron un “plan B” diseñado para mantener la empresa a flote a pesar de las sanciones estadounidenses. La empresa ha acumulado componentes cruciales durante los últimos meses y ha hecho un esfuerzo consciente para ser menos dependiente de la tecnología estadounidense.

No obstante, hay tres áreas en particular que parecen ser muy vulnerables: 1) sin la cooperación de Google, los teléfonos de Huawei en occidente no tendrán el sistema operativo Android ni podrán ejecutar aplicaciones populares como Gmail o Maps; 2) sus negocios de telecomunicaciones necesitan de los microprocesadores que fabrica Intel; 3) habría mayores dificultades para el diseño de software vinculado a esos chips y redes. Aunque Huawei está desarrollando reemplazos para las carencias en estas áreas, aún falta mucho para que estén listos.

Si Huawei puede o no salir bien librado de esta tormenta depende de cuánto tiempo dure la prohibición y de qué tan dura sea. Otro factor que determinará si Huawei puede seguir a flote es si las empresas tecnológicas que no tienen su sede en Estados Unidos (como la británica Arm, cuyos chips están presentes en virtualmente todos los teléfonos celulares del mundo) pero que utilizan propiedad intelectual de empresas estadounidenses acatan la prohibición de vender componentes a Huawei. Algunas personas con información privilegiada consultadas por The Economist afirman que los oficiales estadounidenses han presionado a empresas como Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) para que deje de abastecer a Huawei. Ese sería un duro golpe para Huawei, pues las empresas chinas de microprocesadores no están listas para suplir los diseños sofisticados de las empresas extranjeras.

Incluso si los optimistas tienen razón y la prohibición se levanta a cambio de concesiones comerciales de China a Estados Unidos, parece poco probable que se regrese a la normalidad comercial previa. El gobierno de Estados Unidos ha demostrado más de una vez su pretensión de estrangular a las grandes empresas chinas. En ese contexto, los oficiales y empresarios chinos están convencidos de que no les queda otra opción que desarrollar una industria doméstica de microprocesadores y tecnologías relacionadas. El gobierno chino ya está invirtiendo miles de millones de dólares para lograr ese objetivo.

Datos cruciales: 

Gráfica 1. Principales proveedores de Huawei por ventas al tercer trimestre de 2018. Todas las cifras están en miles de millones de yuanes (mmy). Foxconn Industrial Internet (China), 9 mmy; BDY (China), 4.5 mmy; TSMC (Taiwán), 3.8 mmy; O-Film (China), 3 mmy, FIH Mobile (China), 3 mmy; Flex (Estados Unidos), 2.5 mmy; SK Hynix (Corea del Sur), 2.3 mmy; Broadcom (Estados Unidos), 2 mmy; Qualcomm (Estados Unidos), 1.5 mmy.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos a la empresa china Huawei se enmarcan en la disputa por el liderazgo tecnológico mundial y esta, a su vez, en la disputa por la hegemonía mundial entre Estados Unidos y China. La utilización de las patentes y del acceso a las tecnologías de vanguardia como un arma amenaza con convertirse en un recurso común en la guerra comercial por venir.