The gated globe. The forward march of globalisation has paused since the financial crisis, giving way to a more conditional, interventionist and nationalist model. Greg Ip examines the consequences

Cita: 

The Economist [2013], “The gated globe. The forward march of globalisation has paused since the financial crisis, giving way to a more conditional, interventionist and nationalist model. Greg Ip examines the consequences”, The Economist, London, 12 de octubre, http://www.economist.com/news/special-report/21587384-forward-march-glob...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Octubre 12, 2013
Tema: 
El avance de la globalización ha bajado el ritmo.
Idea principal: 

Desde la crisis financiera el avance de la globalización se detuvo dando paso a un modelo más condicional, intervencionista y nacionalista. En la primera cumbre del G-20 (2008) hubo compromiso por parte de los líderes asistentes a no repetir la época del aislacionismo y rechazando el proteccionismo. Las promesas han sido cumplidas parcialmente ya que la economía mundial no se encuentra en el proteccionismo de los años de 1930 pero hoy es menos abierta que antes de la crisis.

Se levantan barreras al comercio, los gobiernos escogen cada vez más quienes participan en el comercio; qué tipo de inversiones son bienvenidas y qué tanta libertad se da para hacer negocios en el extranjero. La mayoría de los países quieren disfrutar de los beneficios de la globalización, pero evadir sus desventajas, como los flujos de capital volátil o las crecientes importaciones.

La globalización ha hecho una pausa, que se percibe en las exportaciones mundiales como proporción del PIB, aumentaron de manera constante desde 1986 hasta 2008, pero a partir de ahí se estancaron. La inversión extranjera y las inversiones transfronterizas tuvieron comportamientos similares. Las recientes crisis desincentivan la inversión internacional, aunque una parte se trata de ciclos y de decisiones políticas, por ejemplo, la facilidad de préstamos transfronterizos hizo posible que países de América y algunos del sur de Europa acumularon déficit de cuenta corriente cada vez más grandes.

Se ha evitado el proteccionismo convencional (por ejemplo, restricciones a las importaciones), pero existe un proteccionismo oculto bajo el disfraz de la promoción de las exportaciones o de política industrial. Por ejemplo, India, impone requisitos de contenido nacional en compras gubernamentales de tecnología de la información, comunicaciones y equipo de energía solar. Brasil, hace más de una década obligó a Petrobras a comprar más equipos de empresas locales. En América y Europa impusieron o intentaron imponer aranceles a los paneles solares chinos, al mismo tiempo que ofrecen subsidios para la energía verde en casa. Los controles de capital también están recuperando lugar, como el control impuesto por Brasil a los flujos de capitales especulativos. El mundo no ha renunciado a la liberalización del comercio, pero ha cambiado su enfoque multilateral de la OMC a los acuerdos regionales y bilaterales. La inversión extranjera directa también se mueve hacia la liberalización, pero los datos muestran que las restricciones están aumentando. El flujo de personas entre países se está gestionando con mayor cuidado que antes de la crisis, las fronteras no se han cerrado a los inmigrantes, pero los criterios de admisión se están restringiendo.

Hay un claro patrón: más intervención del Estado en el flujo de bienes y dinero, regionalización del comercio (los países tratan con vecinos de ideas afines) y hay mayor fricción ya que interés nacional prevalece sobre la cooperación internacional. Todo esto equivale a una nueva clase de globalización limitada (“gated globalisation”), que tiene como atractivo un capitalismo de Estado, que permitió a China, India, Brasil y Rusia a salir de la crisis de mejor forma que los países desarrollados. Ellos de manera orgullosa proclamaron su marca de capitalismo de Estado como superior al "consenso de Washington". Sin embargo, este sistema también tiene defectos estructurales: en China, las empresas estatales y los préstamos dirigidos por el Estado han desviado crédito destinado al sector privado y han alimentado una burbuja inmobiliaria. En India y Brasil, la insuficiente inversión de infraestructura se ha traducido en el aumento de la inflación y la desaceleración del crecimiento.

La globalización en Occidente hasta 2008 también tenía defectos: la apuesta por mercados sin regulación permitió la acumulación de inversiones altamente apalancadas y opacas, la ausencia de barreras entre las economías facilitó la difusión de la crisis. Ahora con el nuevo patrón, se considera viable imponer ciertas límites a los flujos de capital, aunque también se deben considerar los costos ocultos derivados de las decisiones de los reguladores al “escoger” las inversiones o apoyar importaciones e innovación: “La apertura antes de la crisis había hecho maravillas para la canalización de capital a las mejores oportunidades de inversión, la reducción de los precios para los consumidores y promover la competencia. Interferir con este proceso reduce el potencial de crecimiento de un país”.

Ante tal situación caben dos preguntas ¿La globalización limitada sólo es una pausa hacia una mayor apertura, o llegó para quedarse? ¿Ésta nueva globalización es buena o mala?

Datos cruciales: 

Mapa con montos y cambio porcentual de las entradas de capital por regiones de 2007 a 2012.
Gráfica de las exportaciones mundiales como porcentaje del PIB de 1980 a 2013.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La visión liberal reafirma su convicción de que la liberalización es el mejor camino hacia el "crecimiento", pero toma en cuenta la emergencia de modalidades híbridas del proceso económico y su regulación, ligadas al capitalismo de estado y sus grandes empresas. El artículo describe la trayectoria reciente de la economía mundial y propone la idea de una globalización limitada. Destaca la idea de crisis como episodio cíclico, siempre superable. El estado recupera un papel protagónico y es puesto en cuestión con los argumentos de los años 1980s.