No questions asked. Chinese money is behind some of the Arab world's biggest projects. The region's autocrats appreciate Beijing's no-strings approach

Cita: 

The Economist [2019], "No questions asked. Chinese money is behind some of the Arab world's biggest projects. The region's autocrats appreciate Beijing's no-strings approach", The Economist, London, 20 de abril, https://www.economist.com/middle-east-and-africa/2019/04/20/chinese-mone...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Abril 20, 2019
Tema: 
Las inversiones comerciales de China en los Estados árabes
Idea principal: 

Duqm es una ciudad portuaria en Omán donde el gobierno quiere capturar una parte del comercio marítimo entre Asia, África y Europa. Y es justo en esta ciudad que un consorcio de empresas chinas quiere invertir 10 mil millones de dólares para construir una zona industrial de mil hectáreas. Cerca de la mitad del petróleo de China proviene de los Estados árabes e Irán. En 2008, la región obtuvo menos de 1% de la inversión extranjera directa (IED) neta de China. Una década después, las inversiones de China están en todas partes: puertos en Omán, fábricas en Argelia, rascacielos en la futura capital de Egipto. Las entradas anuales de IED han caído en dos tercios desde 2008 y están muy por detrás de otros mercados emergentes. En enero de 2019, China prometió 2.1 mil millones de libras egipcias (121 millones de dólares) para construir fábricas textiles ubicadas fuera de El Cairo. Los funcionarios esperan que el proyecto genere más de 100 mil empleos.

Desde 2005 China ha firmado acuerdos de construcción valuados en 148 millones de dólares con los estados árabes, afirma el American Enterprise Institute, un think-tank. Más de un tercio de esta suma se destinó a proyectos de energía, un sector que no empleará a muchos locales, afirma The Economist. La Corporación de Ingeniería y Construcción del Estado chino ha construido un resort Sheraton de cinco estrellas en Argel y una prisión al sureste de la capital de Argelia. En estos proyectos, junto con otros en Argelia han combinado un valor estimado en 16 mil millones de dólares y 40 mil trabajadores chinos son los que han estado involucrados.

Los gobiernos árabes han sido más cautelosos respecto del modelo que ha agobiado a algunos estados asiáticos y africanos con una deuda paralizante. Argelia, luchando contra los bajos precios del petróleo y el alto déficit presupuestario, dejó de firmar grandes acuerdos con chinos hace dos años. Los estados ricos del Golfo como los Emiratos Árabes Unidos no tienen problemas para pagar grandes préstamos.

Aunque los estados de la región desean atraer la inversión de China, también están preocupados por sus ambiciones. Los funcionarios de DP World, un operador portuario en su mayoría propiedad de Dubái, afirman que su red de puertos y centros ferroviarios formará parte de la iniciativa de la franja y la ruta (BRI, por su siglas en inglés), un programa de proyectos de infraestructura global de China. Pero este tipo de proyectos representa una amenaza. Casi dos tercios de las exportaciones chinas a Europa, Medio Oriente y África se mueven a través de los puertos de Emiratos Árabes Unidos.

Otros países activos en la región se preocupan por la seguridad. Una empresa china ganó la licitación para operar un nuevo puerto en Haifa, la tercera ciudad más grande de Israel, a la que suelen acudir los buques de guerra estadounidenses. Estados Unidos quiere que Israel revierta la decisión. Omán recibió una advertencia similar sobre Duqm. "Pueden tener un pedazo de la zona industrial, pero estamos dispuestos a mantenerlos fuera del lado militar", dice un diplomático estadounidense en Mascate. Omán ha firmado acuerdos que permiten a las armadas estadounidense y británica operar en Duqm. China no recibió tales privilegios. La política china de “no interferencia” le permite construir vínculos incluso con enemigos mortales: Arabia Saudí e Irán, Israel y Siria.

Pero la falta de compromiso estratégico tiene un inconveniente. Sin barcos en el Mediterráneo, China necesitaba la ayuda de Grecia para extraer a sus ciudadanos de Libia, devastada por la guerra. La apertura de la primera base militar de ultramar de China, en Djibouti, en 2017 puede ser un signo de ambiciones más amplias. Los funcionarios árabes que una vez ignoraron a China la consideran una potencia regional en ascenso, con mayor moderación que Estados Unidos o Rusia. Pero China parece tener poco interés en resolver la guerra civil que se encuentra justo al otro lado de la frontera con Siria. El mercantilismo es la prioridad de China, no los problemas de la región.

Datos cruciales: 

1. Gráfica 1. Cuantifica la inversión China en los Estados árabes (Egipto, Bahrain, Kuwait, Qatar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos) a partir de 2008. China prometió 23 mil millones de dólares en préstamos y ayuda a los estados árabes y firmó otros 28 mil millones en inversiones y acuerdos de construcción.

2. En 2017, Túnez importó productos por un valor de 1.9 millones de dólares procedentes de China, 9% de sus importaciones locales.

3. Los préstamos de infraestructura de China a Medio Oriente se multiplicaron casi por diez de 2015 a 2016, a 3.5 mil millones de dólares. Pero más de la mitad fue para Emiratos Árabes Unidos para financiar proyectos como la expansión de los aeropuertos de Dubái.

Nexo con el tema que estudiamos: 

China ha decidido construir su posición internacional en base a la inversión y el comercio, no se presenta como una alternativa a Estados Unidos o Rusia, sino más bien como otra opción. China en su carrera por la disputa hegemónica ha contribuido en el contexto de las aspiraciones de los países del Golfo, no sólo para motivar su alianza, sino también para confirmar que China apuesta fuerte por la cooperación con los árabes. Esta situación es la proyección de la fortaleza del país asiático con objetivos económicos que posiciona el mercantilismo como un principio que mantiene China en un estatus netamente comercial y por lo tanto, respeta la soberanía y se abstiene de interferir en los asuntos internos de otros Estados.