Durante la última década, Amazon Web Service (AWS) atrajo a un número incalculable de consumidores y corporaciones a su nube de almacenamiento. Esta división de Amazon le generó a su matriz de comercio electrónico 7.3 mil millones de dólares en beneficios operativos en 2018. Amazon ha gastado en lobbying más que todas las empresas de tecnología en el primer trimestre de 2019 y está construyendo una segunda sede en Virginia, cerca del Pentágono.

Próximamente, el Departamento de Defensa otorgará un contrato de computación en la nube estimado en 10 mil millones de dólares. La iniciativa lleva el nombre de Joint Enterprise Defense Infraestructure (JEDI) tiene como objetivo crear una “nube de guerra” unificada para modernizar las redes y centros de datos existentes del Pentágono.

Las agencias federales de Estados Unidos tardaron adoptar la computación en la nube. La CIA fue una de las primeras al otorgar un contrato de 600 millones de dólares a Amazon en 2013. Bloomberg Government, un equipo de investigación, estima que el gasto anual en computación en la nube por parte de la burocracia federal aumentará de 2.5 mil millones de dólares en 2015 a 5.3 mil millones de dólares. Los federales pagarán 4.6 mil millones de dólares adicionales por servicios digitales. Sin embargo, los ánimos del gobierno de Washington D.C. se están volviendo en contra de las empresas tecnológicas. El presidente Donald Trump ha criticado a través de twitter a empresas como Amazon y Bezos. Bernie Sanders, senador y candidato a la nominación presidencial demócrata de 2020, presentó un proyecto de ley para recaudar fuertes impuestos sobre las empresas tecnológicas.

No obstante, los rivales de Amazon se están quejando. Oracle argumenta que el proceso de adquisición de JEDI estuvo sesgado. La demanda ante el Tribunal Federal cuestiona las reuniones entre altos funcionarios gubernamentales, incluido James Mattis, ex secretario de Defensa, y jefes de Amazon. AWS y el Pentágono niegan cualquier acusación.

Una complicación adicional es una posible reacción negativa sobre las relaciones de Amazon con el gobierno estadounidense. Algunos accionistas de Amazon solicitaron que dejara de vender software de reconocimiento facial a los gobiernos. AWS también ha sido criticado por apoyar la represión de inmigrantes de Trump.

En 2018, ante una confrontación entre empleados que se oponían a la venta de software de inteligencia artificial a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, Google retrocedió y se retiró de la licitación de JEDI. Amazon se mantiene firme.