Han pasado ocho años desde que la guerra en Siria comenzó, actualmente este conflicto parece estar llegando a su final. Las intenciones del gobierno estadounidense han ido cambiando, ahora desde Washington se piensan nuevas formas de controlar Damasco.

Desde el Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense (CNAS, por sus siglas en inglés) -organización financiada por el gobierno de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)- Nicholas Heras planteó que Washington podría negociar con sus aliados kurdos para restringir el suministro de trigo a Siria, de esta manera generaría presión al gobierno de Assad y lograría concesiones a través del gobierno de Rusia.

El trabajo más importante de Nicholas Heras, dentro del CNAS, ha sido un documento en el que explica la estrategia a seguir para armar a la “oposición moderada” que se encuentra en Siria. Antes de trabajar para esta organización, Heras fue investigador del Pentágono y supervisó proyectos de investigación financiados por la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado del país norteamericano. También es miembro de la fundación Jamestown, esta fue creada por el director de la CIA, William Casey, en 1984 y funciona brindando ayuda a los desertores del bloque soviético.

Mientras tanto, el Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense funciona como una puerta giratoria para los representantes de la política exterior del Partido Demócrata, además es un refugio para los miembros del Pentágono y el Departamento de Estado de Barack Obama mientras que el republicano, Donald Trump, ocupa la Casa Blanca.

Hasta febrero de 2019 CNAS fue dirigido por Victoria Nuland, una política clave del golpe de estado en Ucrania 2014. Esta organización está financiada por las principales empresas armamentistas de Estados Unidos: Northrop Grumman, Boeing, Lockheed Martin, Raytheon y BAE Systems. Además del gobierno estadounidense y de la OTAN, CNAS también recibe dinero de Japón, Alemania y Suiza; en el mismo sentido, la asociación Open Society Foundations (OSF por sus siglas en inglés) y algunas grandes empresas de la industria de los combustibles fósiles, también financian al Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense.

La estrategia de utilizar el suministro de trigo como arma contra Siria se hizo pública en una entrevista que Nicholas Heras tuvo en la agencia internacional de noticias AFP. Posteriormente el CNAS respaldó las palabras de su investigador a través de un tuit en el que colocó un enlace al informe del señor Heras.

Posteriormente, el 11 de junio de 2019, AFP publicó un artículo llamado In Syria’s breadbasket, Kurds and regime battle for wheat donde se describe el archivo de Nicholas Heras y cómo se ha llevado a cabo la estrategia que plantea. Dicho artículo fue reimpreso por Yahoo News y archivado en Amuda. En el documento se nombra a la ciudad siria, Hasaka, como la “región del granero”.

Hasaka es una ciudad étnicamente diversa pero se encuentra bajo el control del Partido de la Unión Democrática Kurda (PYD, por sus siglas en inglés), mismo que considera a Siria una región autónoma de Kurda a la que se le ha nombrado “Rojava”. Además, el sistema de seguridad de esta ciudad: las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés) ha estado aliado al ejército estadounidense durante años, de esta manera le han permitido al gobierno estadounidense construir una docena de bases militares en la zona.

El gobierno sirio tiene como presidente a Bashar al-Assad, su administración a los agricultores de Hasaka un buen precio por su trigo, sin embargo, según el informe de AFP, el gobierno kurdo de la ciudad ha decidido -influenciado por Estados Unidos- impedir la salida de trigo hacia Siria.

La base alimenticia de la población en Siria es el pan elaborado con trigo. El lugar más cercano y del que por años Siria ha obtenido este recurso básico es la ciudad de Hasaka. Con las decisiones del gobierno kurdo, los sirios viven una etapa de hambruna misma que según Nicholas Heras, solo se detendrá hasta que el régimen de Assad ceda y a través de concesiones del gobierno ruso se logre un proceso diplomático liderado por la Organización de las Naciones Unidas.