High unemployment is a symptom of South Africa's economic malaise. More than 40% of 15- to 24-year-olds grow up in houses without anyone in employment

Cita: 

The Economist [2019], "High unemployment is a symptom of South Africa's economic malaise. More than 40% of 15- to 24-year-olds grow up in houses without anyone in employment", The Economist, London, 27 de abril, https://www.economist.com/special-report/2019/04/25/high-unemployment-is...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Abril 27, 2019
Tema: 
La crisis del desempleo en Sudáfrica.
Idea principal: 

El desempleo en Sudáfrica es un factor central para entender las problemáticas de su economía. Se ha vuelto común que una gran parte de la población económicamente activa actualmente esté desocupada. En los tiempos del apartheid (1948-1994) las personas “no blancas” eran obligadas a buscar trabajo fuera de los lugares más céntricos, el costo de su traslado era bastante grande y ocasionaba que gran parte de su salario se destinara a pagar su transporte. En la actualidad parece ser que la situación para los africanos no ha mejorado.

Sin embargo para los sudafricanos no todo está perdido. Existe una empresa social llamada Harambee que desde 2011 funciona como intermediario entre las empresas y los desempleados. Su misión es conectar a los empleadores con los trabajadores, además de capacitar a la población económicamente activa para hacer su fuerza de trabajo más apegada a las necesidades de los empresarios. Aunque su esfuerzo ha sido sobresaliente, Harambee no ha logrado disminuir significativamente el desempleo.

Es difícil encontrar la fecha de inicio de esta desgracia, la tasa de desempleo comenzó a crecer de manera significativa desde las últimas dos décadas del apartheid. Esta fue una época considerada por algunos estudiosos como un capitalismo feudal para los afrodescendientes, pero un socialismo con comodidades para los blancos. Durante este periodo de racismo exacerbado los afrodescendientes no contaron con una educación adecuada para el mercado laboral; además, esta época de la historia de Sudáfrica también significó un aislamiento de la economía sudafricana respecto a la economía mundial, esto acompañado de cambios estructurales en la minería, la manufactura y la agricultura que ocasionaron que el crecimiento económico disminuyera junto con la demanda de mano de obra no calificada.

Luego de que el Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés) tomara la dirección del país en el año 1994, el desempleo comenzó a crecer aún más, alcanzando una tasa de 25% al finalizar el mandato de Nelson Mandela. Según Abhijit Banerjee, un economista del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), el desempleo es causado por una lluvia de problemas que tienen su origen en el apartheid. Debido a que los “no blancos” tenían muchas trabas para encontrar trabajo y capacitarse para el mundo laboral -en especial las mujeres, que después del apartheid comenzaron a ingresar al mercado de mano de obra no calificada de manera masiva- la gran cantidad de afrodescendientes desempleados lograron sobrepasar la demanda de los empleadores ocasionando que miles de personas no tengan oportunidad de trabajar.

Siguiendo la teoría económica, la solución al desempleo sería facilitar y abaratar la contratación de personas, sin embargo para el ANC esa no es la solución. Basándose en su ideología izquierdista y en brindar protección a los sindicatos, el Congreso Nacional Africano legisló un mercado laboral altamente regulado. Así el ANC autorizó sindicatos y consejos de negociación salarial; en el mismo sentido obligó a que las empresas que estuvieran conformadas por más de 50 personas contratarán una proporción mínima de trabajadores no blancos; además implementó subsidios en efectivo para padres y pensionistas pobres.

Fueron esas decisiones las que colocaron al gobierno de Sudáfrica en medio de una crisis de desempleo. Esa misma legislación alejó a fabricantes dedicados al campo de la exportación y la manufactura, mismos que habían obtenido buenos resultados en mercados emergentes como el sudafricano. Esta situación ha sido nombrada por Gordhan -ex ministro de finanzas de Sudáfrica, ahora encargado de administrar las empresas propiedad del Estado- como una economía de adentro hacia afuera en la que las personas que consiguen un trabajo estable son las únicas que gozan de una vida digna.

De 1994 el presidente Mandela y su sucesor Thabo Mbeki, construyeron una estrategia macroeconómica que les permitió mantener baja la inflación, las tasas de interés y la deuda pública. Sin embargo, durante el mandato del ex presidente Jacob Zuma (presidente de Sudáfrica en los años 2009-2018) el desempleo se disparó, las causas principales del problema fueron las prácticas políticas que se describen en los párrafos anteriores.

Además de las decisiones gubernamentales respecto al trabajo que causaron muchos problemas para las empresas, el periodo presidencial de Jacob Zuma estuvo marcado por la crisis económica de 2008. Esta problemática fue un gran golpe para los precios de la producción minera de la economía sudafricana. En el mismo sentido, una mala legislación sobre la regulación de visas, ocasionaron que las ganancias por turismo disminuyeran gravemente. A esto hay que sumarle las propuestas que se hicieron en el borrador de la carta de minería de 2017, donde se expresa que el gobierno dispondrá de mayor capital a los inversionistas mineros que sean de origen africano.

También, durante la presidencia del Jacob Zuma, el sector privado no resultó privilegiado. Por el contrario, Zuma expandió el estado: aumentó el número de trabajadores en los servicios comunitarios y sociales. De la misma manera, la factura salarial de los funcionarios públicos ha aumentado en promedio 10% desde 2009. Si se continúa así, para 2026 el gasto de la burocracia y los servidores sociales representara todos los ingresos gubernamentales.

Durante los periodos de 2005 a 2006 y de 2008 a 2009 se registraron excedentes, sin embargo, desde entonces el aumento del gasto público y el bajo crecimiento económico ha dejado un déficit fiscal cada año. Además, existe descontento entre los funcionarios públicos debido a diferentes actos de corrupción dentro del Servicio de Impuestos de Sudáfrica, esta situación se refleja en la dependencia muy grande hacia un grupo pequeño de contribuyentes.

Desde 2018 un nuevo presidente dirige Sudáfrica: Cyril Ramaphosa. Públicamente asegura que el desempleo y el crecimiento económico son dos retos que atacará su administración. Para lograrlo, ha viajado al extranjero para reunirse con jefes de estado de diferentes naciones y así atraer a los inversionistas hacia su país. Sin embargo, si Ramaphosa no decide cambiar la estructura interna y externa de la economía nacional, no podrá solucionar efectivamente el problema del desempleo.

Según la economista Ann Bernstein, del Centro de Desarrollo y Empresa, la nueva política salarial que está funcionando en Sudáfrica desde enero de 2019, dificultará que la mano de obra no calificada encuentre empleo. De tal manera, demuestra que la administración gubernamental está funcionando mal al entender las cualidades particulares de la población económicamente activa del país africano.

Datos cruciales: 

1. En Sudáfrica, en promedio los graduados de secundaria no obtienen su primer trabajo hasta los treinta años.

2. Un estudio publicado en 2016 encontró que los jóvenes desempleados gastaban 560 rand (38 dólares) por mes en busca de empleo.

3. Al rededor de 40% de sudafricanos que tienen entre 15 y 24 años, crece en un hogar donde ningún integrante de la familia tiene empleo.

4. La población de Sudáfrica es de 38.1 millones de personas de entre 15 y 64 años. Solo 16.5 millones tienen empleo.

5. Al finalizar la presidencia de Nelson Mandela la tasa de desempleo era de 25%.

6. Durante la presidencia de Mandela y su sucesor Thabo Mbeki, el Producto Interno Bruto alcanzó 3.6% en promedio. En la administración de Jacob Zuma el crecimiento económico fue de 1.6%.

7. En 2018 la economía Sudafricana entró en recesión y en total creció solo 0.8%.

8. Durante la presidencia de Jacob Zuma, el número de trabajadores en "servicios comunitarios y sociales" aumentó de 2.7 millones a 3.6 millones.

9. Los pagos de intereses de la deuda pública representaran 13% de los ingresos del gobierno de Sudáfrica para 2021 y 2022, más de lo que se gasta en salud o educación.

10. La relación entre la deuda pública de Sudáfrica y su Producto Interno Bruto alcanzará 60% en 2023 y 2024.

11. En Sudáfrica solo 1% de los contribuyentes paga 61% del impuesto sobre la renta personal.

12. Gráfica: Bloated Sout Africa. Ilustra el crecimiento de la deuda pública en proporción con el Producto Interno Bruto. Para el 2018 la deuda pública representa 55% del Producto Interno Bruto.

13. Gráfica: Non-farm payrolls. Esta ilustra las nóminas no agrícolas a través del tiempo. Destaca el crecimiento de la nómina pública desde 2007 hasta 2018.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La situación de económica de Sudáfrica más sus recursos minerales le hacen ser un país altamente atractivo para las inversiones extranjeras. La reproducción del capitalismo a nivel global se encuentra estancada y el hecho de que Sudáfrica ponga límites al nivel salarial representa una barrera para las inversiones y creación de empleos. ¿Cuál es el margen de maniobra que tiene el país africano para negociar con las corporaciones a realizar inversiones con salarios "dignos"?

La concentración de capital de las grandes corporaciones en el capitalismo de siglo XXI les pone en una ventaja respecto los Estados donde destinan sus operaciones. La otra cara de la moneda indica que si existe sobreproducción es necesario buscar nuevos territorios donde invertir, producir y generar mercados, no obstante la lucha por menores costos es fuerte.