Under attack. The trade war is leading some firms to crimp investment. Much depends on whether hostilities between America and China intensify

Cita: 

The Economist [2019], "Under attack. The trade war is leading some firms to crimp investment. Much depends on whether hostilities between America and China intensify", The Economist, London, 17 de agosto, https://www.economist.com/finance-and-economics/2019/08/15/the-trade-war...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Agosto 17, 2019
Tema: 
La dinámica empresarial estadounidense ante la incertidumbre comercial
Idea principal: 

Una gran variedad de empresas estadounidenses evalúan cómo salir bien librados de la creciente tensión comercial entre China y Estados Unidos, toda vez que los pronósticos más pesimistas anticipan una caída en los niveles de inversiones, e incluso, una posible recesión. Desde vendedores de juguetes, pasando por gestores de fondos y corredores de bolsa, todos analizan cómo adaptar sus estrategias de inversión a largo plazo, en un contexto en el que prima un panorama de incertidumbre comercial.

El anuncio realizado por el presidente Donald Trump el primero de agosto respecto a la imposición de aranceles a productos chinos por 300 mil millones de dólares provocó nerviosismo entre los inversionistas, que se manifestó en una corrida hacia los bonos, así como en la venta de acciones durante toda la semana posterior al anuncio. Y aunque el 13 de agosto la Oficina del Representante de Comercio (USTR) anunció el retraso en la imposición de aranceles sobre algunos productos como computadoras y teléfonos celulares hasta el 15 de diciembre, la incertidumbre continúo haciendo estragos en la bolsa de valores un día después del aviso.

Si bien los efectos de tal escalada parecerían no tener consecuencias significativas sobre la economía estadounidense, la cual creció a un respetable 2.1% durante el segundo trimestre del 2019, la situación es más complicada para las empresas y el comportamiento corporativo, acostumbrados a realizar planes e inversiones en horizontes temporales que rondan entre los 5 y 20 años. Con cada nuevo anuncio de aranceles, aumenta el panorama de inestabilidad e incertidumbre, situación que luce más caótica si se suma la expansión de la guerra comercial al terreno de las divisas y los bienes con contenido tecnológico.

En un esfuerzo por cuantificar los niveles de incertidumbre en las políticas, Scott Baker de la Universidad de Northwestern, Nick Bloom de la Universidad de Standford y Steven Daris de la Universidad de Chicago, realizaron un estudio en el año 2016 donde se demuestra que el incremento en los niveles de incertidumbre mantiene una correlación directa con la reducción en los niveles de inversión, al igual que con el decrecimiento en el ritmo de creación de nuevos empleos. Sobre la misma línea se pronunció Ryan Sweet, analista de la firma Moody´s Analitics, al indicar que la confianza comercial y la inestabilidad político-económica, ejercen una influencia importante en la manera en cómo se ejerce el gasto a nivel gerencial.

Para analizar el peso específico que la guerra comercial ejerce al momento de invertir, por sobre otras variables como factores específicos de las industrias en cada sector, las tendencias económicas locales o el ciclo global en la manufactura,The Economist analizó a 4 200 empresas provenientes de 42 sectores, tomando en cuenta tanto sus niveles de inversión como la dependencia de cada sector respecto de los componentes chinos. El resultado arrojó que, mientras los 20 sectores más dependientes de los componentes chinos registraron una caída en el capital total de 1%, los otros 22 sectores menos expuestos registraron aumentos en la inversión de hasta 14%. De acuerdo con esto, aunque otros factores bien pudieron haber desempeñado un rol importante, los efectos en el ritmo de inversiones son patentes en aquellos sectores vinculados a la exportación.

De igual manera, una encuesta realizada en el mes de enero por el Banco de la Reserva Federal de Atlanta puso de relieve a las tensiones comerciales como un factor que comprimió la inversión en 1.2%. La compañía de datos financieros FactSect apuntó en el mismo sentido, al dar a conocer que el tema de las tarifas estuvo presente en la cuarta parte de las entregas de resultados financieros de compañías pertenecientes al índice S&P 500, celebradas durante el segundo trimestre del 2019.

Asimismo, Goldman Sachs modificó su postura escéptica sobre el peso de la incertidumbre comercial en el comportamiento empresarial, al encontrar que aquellos sectores que vendían más a China registraban crecimientos de inversión más lentos que aquellos sectores menos vinculados. A esto, se suma el nexo entre los anuncios arancelarios y el empeoramiento en las condiciones financieras, como costos más altos de endeudamiento, precios bajos en acciones o un dólar más fuerte.

Con todo, la panorámica general pareciera confirmar que la guerra comercial ejerce una acción negativa directa en el ritmo de inversión de algunas empresas. Ahora la preocupación ronda en torno a si esta situación se expandirá al resto de la economía, lo cual afectaría los niveles de productividad en largo plazo y tendría consecuencias negativas en el ritmo de contrataciones en el corto plazo, situación que tendría implicaciones directas en la confianza del consumidor.

Mucho de lo que suceda dependerá de si el conflicto entre Estados Unidos y China se intensifica. Si bien se tendrá que esperar para ver la evolución del conflicto, pocos apuestan a una reconciliación definitiva, por lo que aun en el caso de que se logre un acuerdo la amenaza de las tarifas continuará en el aire. Tal como el semanario lo menciona, los intentos por golpear a China podrían volverse contra el propio Estados Unidos. Si el debilitamiento que se muestra en la mayoría de los sectores de exportación llega a expandirse al resto de la economía, eso desencadenaría una espiral descendente que no podría revertirse aun levantando las tarifas arancelarias.

Datos cruciales: 

1. El efecto directo de las tarifas debería ser pequeño: en 2017, antes de que las hostilidades comenzaran, el intercambio de bienes con China representaba el 3.2% del PIB estadounidense. Aun incluyendo los gravámenes previstos para el mes de diciembre, estos representan una compensación contributiva de tan solo una quinta parte de los recortes introducidos por la Ley de Reducción de Impuestos y Empleo de 2017.
2. Uno de los sectores mas relacionado con China es el de los químicos. Jim Fitterling, jefe ejecutivo de la empresa Dow, comentó que mantendría el gasto de capital apretado en tanto hubiera mejor visibilidad, añadiendo que un acuerdo comercial sería algo necesario para inyectar algo de confianza en el mercado.
3. En general, los analistas consideran que, incluyendo los efectos indirectos, el golpe para el PIB estadounidense sería del 0.6%. Considerable, pero no suficiente para llevar a Estados Unidos hacia una recesión.
4. Cuadro 1. Volviéndose Real. Estados Unidos
1.1 Índice de incertidumbre respecto a las políticas 1985-2019. El cuadro muestra una métrica respecto de los grados de incertidumbre, tanto en la política comercial como en la política económica, a lo largo de 34 años. En el primer caso se compara el panorama actual con el vivido en la década de los años 90, cuando la política comercial dio un giro significativo durante el año 1993, año en que Bill Clinton entró a la presidencia. Respecto a la política económica, la métrica no muestra grandes variaciones, manteniéndose prácticamente igual a lo largo de los 34 años.
1.2 Relación promedio de gastos de capital y ventas 2002-2019. El cuadro muestra una comparación entre el desempeño de aquellos sectores con más ventas relacionadas con China y aquellos sectores que no. Mientras que ambos sectores mostraban una relativa tendencia al alza a partir del año 2010, el sector mas vinculado empieza a declinar hacia el año 2016. Entretanto, el sector menos vinculado registra igualmente una ligera caída, aunque muestra signos de recuperación hacia el año 2018.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Ante el reordenamiento que se viene produciendo como resultado de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, vale la pena preguntarse acerca de las estrategias de reacomodo y de búsqueda de factores estratégicos que desplegaran las empresas transnacionales de ambos países para compensar, tanto la falta de dinamismo como la pérdida de protagonismo. Tal situación, pareciera mostrar que las empresas transnacionales han visto mermada su capacidad para imponer y administrar el ritmo de las dinámicas globales.