China And the Zombies Of The Past

Cita: 

Black, Christopher [2019], "China And the Zombies Of The Past", New Eastern Outlook, New York, 14 de agosto, https://journal-neo.org/2019/08/14/china-and-the-zombies-of-the-past/

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Miércoles, Agosto 14, 2019
Tema: 
La intervención estadounidense en las protestas de Hong Kong
Idea principal: 

Christopher Black es abogado penal internacional y de derechos humanos. Es Presidente del Comité Jurídico del Comité Internacional para la Defensa de Slobodan Milosevic y participó como asesor principal en la defensa del jefe del Estado Mayor de la Gendarmería, general Augustin Ndindiliyimana, en el Tribunal de Crímenes de Guerra de Rwanda.


La guerra híbrida emprendida contra China por parte de Estados Unidos, en contubernio con Inglaterra, Canadá y Australia, ha alcanzado una nueva etapa. El historial reseñado de provocaciones es largo. El acoso militar que se dio como resultado del traslado de la flota aérea y naval en el Océano Pacifico, al igual que las provocaciones en el Mar del Sur de China y en el estrecho de Taiwán; la desinformación expandida sobre el tratamiento del gobierno central chino contra grupos minoritarios pertenecientes al Tíbet y al Oeste Chino; la propaganda emprendida contra el desarrollo económico chino, encarnado en la Organización de Cooperación de Shangai, la Iniciativa del Cinturón y la Ruta, los bancos de desarrollo y las iniciativas de intercambio comercial, acusándolos de tener pretensiones de dominación global; la guerra comercial emprendida por parte de Estados Unidos con el fin de arrodillar a China, aun cuando la imposición de tarifas tenga efectos negativos en sectores de la sociedad norteamericana; y finalmente, el acoso contra la directora financiera de la firma Huawei, Meng Wanzhou, quien permanece arrestada de manera ilegal en Canadá a petición del gobierno norteamericano, forman parte del complejo de estrategias desplegadas que tienen por fin la desestabilización del país asiático desde varios frentes.

Sin embargo, en opinión del autor, la fase mas reciente de la guerra híbrida se caracteriza por la intervención de Estados Unidos en las protestas que se llevan a cabo en Hong Kong. La presentación de un proyecto de ley de extradición por parte del gobierno hongkonés ha servido como justificación para la reedición de los viejos diferendos sobre la soberanía y autonomía de Hong Kong, problema derivado de la firma de los tratados entre Reino Unido y China en 1990, fecha en que se estipuló la devolución del control del territorio al país asiático para el año 1997. Bajo el principio de “un país, dos sistemas”, Hong Kong quedó establecida desde entonces como una región especial autónoma, en la cual el sistema socialista y las políticas implementadas por la República Popular de China no tienen efecto. Haciendo un uso político de la historia, la prensa internacional, particularmente el New York Times, ha apuntado que la causa de las protestas es la preservación de libertad ante las pretensiones de control de la China continental.

Apoyados por este tipo de retórica, actores como los senadores republicanos Mitch McConnell y Ted Cruz, han manifestado su apoyo hacía los disidentes radicalizados de Hong Kong, advirtiendo consecuencias importantes en caso de que se presente el escenario de la represión. Al conflicto también se ha sumado el Colegio de Abogados de Hong Kong, órgano que de acuerdo con Christopher Black, mantiene estrechas relaciones con firmas de abogados radicadas en Londres. Por su parte, el Civil Human Rights Front, encabezado por Jimmy Chan y el partido anti-China Civic Party, del cual forman parte Alvin Yeung y Steve Kwok, son dos organizaciones que han abogado abiertamente por la independencia de Hong Kong respecto de China, al mismo tiempo que han sostenido reuniones con el Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos.

Dichas referencias constituyen, en opinión del autor, evidencia de que existe una mano negra detrás de los eventos en Hong Kong tratando de forzar una salida en la cual el gobierno chino se vea obligado a utilizar la fuerza. Bajo pretextos vagos y argumentos sin fundamento, Estados Unidos y comparsas intentan avivar la confrontación entre las partes, incitando a preservar algo que nunca existió: Hong Kong es parte de China; no es un Estado independiente y nunca lo fue, incluso cuando Inglaterra se apoderó de ese territorio por la fuerza y lo ocupó. Por ello, los manifestantes que cargan con banderas inglesas y norteamericanas durante las protestas en Hong Kong, revelan quien realmente son: "la personificación viviente de una historia e ideas muertas; zombis del pasado".

Datos cruciales: 

1. Las reuniones con altos funcionarios del gobierno norteamericano han tenido como tema principal la cancelación de la llamada “Hong Kong Policy Act”, la cual faculta al presidente de los Estados Unidos a emitir una orden para suspender el tratamiento de Hong Kong como un ente independiente en cuestiones de comercio. Los efectos de dicha cancelación tendrían como objetivo principal dañar el comercio chino, dado que gran parte de sus ingresos provienen de Hong Kong.
2. El senador Ted Cruz presentó un proyecto de ley titulado “Hong Kong Revaluation Act”, el cual exige al presidente un informe sobre como China usa a Hong Kong para eludir las leyes de los Estados Unidos.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La intervención sobre la que da cuenta el autor, muestra que la guerra comercial entre Estados Unidos y China ha decantado hacia formas más intensas de confrontación, en la cual guerra y economía constituyen esferas de un mismo proyecto, fundamentado principalmente en la obtención de hegemonía y poder.