The role of the State in the internationalization of Latin American firms

Cita: 

Finchelstein, Diego [2017], “The role of the State in the internationalization of Latin American firms”, Journal of World Business, 52(4): 578-590, Ámsterdam, Elsevier, junio.

Fuente: 
Artículo científico
Fecha de publicación: 
Junio, 2017
Tema: 
El proceso de internacionalización de las grandes empresas latinoamericanas a través de la intervención de acciones estatales. Un estudio comparativo de Chile, Argentina y Brasil.
Idea principal: 

Diego Finchelstein es economista y sociólogo por la Universidad de Buenos Aires.


Introducción

El artículo es un estudio comparativo de las políticas públicas de Argentina, Brasil y Chile que impulsaron la internacionalización de las grandes empresas de estos países.

Contando la introducción, el artículo se compone de siete secciones cuyo análisis se centra en las acciones directas e indirectas de los estados argentino, chileno y brasileño. Se considera a las acciones directas cuando “el Estado interviene activamente y ejecuta políticas públicas que se desvían de las reglas del mercado” (p. 578). En cambio, las acciones indirectas “se caracterizan por políticas estatales que fortalecen las condiciones del mercado y tienen en efecto en las firmas a través del mercado” (Ibidem.).

Finchelstein presenta un breve estado del arte de los análisis sobre el influjo de las instituciones para el despegue de los negocios internacionales. Sin embargo, en su opiniónes poco nutrida la investigación sobre los mecanismos específicos de la acción estatal para desarrollar la internacionalización de firmas locales poco desarrolladas. De manera que su artículo se propone contribuir a enmendar la situación. El artículo, como ya se mencionó, es un estudio comparativo cualitativo. Tiene como referente los trabajos de estudios comparativos realizados en las academias de ciencia política. La finalidad consiste en identificar la red de relaciones complejas entre las políticas públicas y los procesos de internacionalización de las empresas.

Finchelstein denomina “campeones nacionales” a las grandes empresas creadas por un importante apoyo económico y político estatal. Para el autor, el asunto decisivo de los “campeones nacionales” es el financiamiento, sobre todo porque en América Latina las “contracciones de capital han sido uno de los principales obstáculos tanto para el desarrollo de las firmas como de los países” (p. 579). Ahora bien, según Finchelstein, tanto las acciones directas como indirectas del estado pueden influir positivamente en el proceso de internacionalización de las firmas, aunque sus efectos pueden ser distintos según el momento en que se encuentre dicho proceso. Por ejemplo, las acciones directas diversifican con mayor amplitud los sectores productivos de las empresas; en cambio, las acciones indirectas impactan la expansión de las empresas en una escala menor de actividades en las que el país tiene ventajas competitivas.

En opinión de Finchelstein, Chile ha logrado la internacionalización de importantes firmas de relevancia regional gracias al seguimiento de acciones indirectas. En cambio, Argentina tiene un peor desempeño en la internacionalización de sus firmas por la inconsistencia de políticas públicas, esto es, un cambio constantemente del tipo de acciones ejecutadas por el estado. Por otra parte, Brasil ha utilizado acciones directas que han resultado favorables para la internacionalización de varias empresas diversificadas y líderes.

Marco teórico

Finchelstein recurre a una perspectiva “Estado-centrada” para analizar la internacionalización de las firmas. Menciona que generalmente los estudios del mismo fenómeno recurren a perspectivas “agenciales”, es decir, más atentas a las características individuales, emprendedoras y gestoras de las capacidades que permiten sobresalir a las firmas. De cualquier manera, más que rechazar este último enfoque, Finchelstein se propone complementarlo. Asimismo, indica que las investigaciones que sí consideran las acciones estatales para la internacionalización sólo consideran las acciones directas y no las indirectas, de manera que la contribución del artículo también va en este último sentido.

Según Finchelstein, su clasificación entre acciones directas y acciones indirectas se deriva de las características de las “variedades del capitalismo”, ya sea como “economía de mercado liberal” (LME por sus siglas en inglés) o “economía de mercado coordinada” (CME por sus siglas en inglés). Las acciones del estado se distinguen, por tanto, según la posición que tengan respecto al mercado. “Mientras las interacciones de mercado y sus reglas dirigen los asuntos institucionales de las LME, las CME usa otras alternativas fuera del mercado” (p. 279-280). Las CME distorsionan las reglas del libre mercado a través de intervenciones específicas, las LME siguen incentivos del mercado para vigilar sus relaciones con el sector privado. Las acciones directas no consisten en meras empresas estatales sino en políticas públicas como subsidios, préstamos estatales y todo tipo de regulaciones que buscan beneficiar una empresa local en particular. Las acciones indirectas, por el contrario, consiste en la exclusiva promoción y regulación de las instituciones del mercado como fortalecimiento del mercado de capitales o el impulso a inversores privados institucionales. La dificultad de analizar las acciones indirectas, continua Finchelstein, consiste en que no tienen un efecto directamente observable sobre el proceso de internacionalización de las empresas.

Los principales efectos de las acciones directas del estado son: a) producir una mayor diversificación sectorial, pues proveen ayuda en negocios donde las condiciones existentes del mercado no ofrecen la posibilidad de una consolidación y expansión global automática, y b) acelerar la transición a la internacionalización de las empresas, ya que ayudan al mantenimiento y financiamiento de la empresa (sobre todo de industria pesada) en lo que madura su condición en el mercado. Por su parte, las acciones indirectas del estado promueven instituciones pro-mercado cuyos efectos sean más o menos predecibles para el impulso de ciertas industrias competitivas. En cuanto las acciones indirectas se orientan hacia sectores de servicios o de pocas mercancías, tiene mayores oportunidades de internacionalizar a sus respectivas firmas. Al respecto, Finchelstein señala tres proposiciones:

1) “Acciones directas del estado promueven una amplia diversificación sectorial y aceleran el paso a la internacionalización de las firmas”. “Acciones indirectas del Estado promueven la internacionalización de las firmas en sectores en que el país ya está consolidado y/o tiene ventajas competitivas creando una diversificación sectorial más limitada. Asimismo, el proceso de expansión internacional tiene un paso más lento en un inicio por concentrarse dentro de su región” (p. 580). Muchas áreas pueden influenciar el proceso de internacionalización: políticas laborales, políticas comerciales, privatización y marcos regulatorios de servicios públicos, políticas fiscales, subsidios, asistencia tecnológica, regulación instrumental, etcétera. Los “campeones nacionales” son firmas locales especializadas que son líderes en su sector, su tamaño facilita su expansión al extranjero, cadenas globales de valor e inversiones y adquisiciones nuevas.

2) “La promoción de los campeones nacionales incrementa la diversificación sectorial y el paso al proceso de internacionalización de las grandes firmas” (p. 581). Son políticas relacionadas con la disponibilidad de capital que crean distintos incentivos para la expansión de las firmas. Las políticas públicas para mejorar la disponibilidad de capital pueden ser directas o indirectas. Las políticas directas son: financiamiento estatal a las firmas locales, ofrecimiento de créditos a sectores estratégicos a través de bancos nacionales de desarrollo y dirección de recursos estatales en distintos tipos de actividades que requieren grandes inversiones. Las políticas indirectas, en cambio, funcionan cuando el estado se muestra comprometido con las reglas del mercado de manera que se reducen los costos de transacción y da legitimidad y confianza a las inversiones.

3) “En una relación de disponibilidad de capital, las políticas directas permiten una internacionalización más diversificada sectorialmente en las grandes firmas, mientras las políticas indirectas ponen atención a un tipo concentrado de internacionalización” (p. 581). El tipo de acción estatal determina, por tanto, el tipo de internacionalización de las firmas locales.

Datos y métodos

Finchelstein se detiene a indicar el proceso de su investigación. Menciona que la complejidad del fenómeno de las relaciones entre el proceso de internacionalización y la acción estatal debe analizarse a través de estudios cualitativos.

Una de las distintas herramientas de las que se sirven estos estudios es el análisis comparativo entre países. Finchelstein menciona que el “realismo crítico” es una vía seguida para los estudios comparativos y, sobre todo, en el ámbito de gestión. Por “realismo crítico” se entiende que las relaciones de causalidad no se reducen a meras pruebas observacionales, sino que exigen una “profunda estrategia de investigación” (p. 581) más involucrada en los detalles del objeto de estudio. Por otra parte, las “explicaciones contextualizadas” consisten en un esfuerzo de conciliar la teoría con el contexto a través de los análisis empíricos; de ello resultan teorías menos generales.

Para determinar las firmas que deberían ser incluidas en su análisis, Finchelstein consultó distintos rankings de empresas y revistas especializadas de negocios. Asimismo, consultó la información de los estados financieros de tales firmas, según dice, aproximadamente mil 50 reportes anuales. Con esa base de datos, Finchelstein ubicó las 51 firmas más grandes de Argentina, Brasil y Chile en 2015. También menciona que realizó más de 30 entrevistas a funcionarios de agencias públicas y asociaciones de negocios.

El proceso de analizar la información recolectada de las firmas implicó la búsqueda de patrones como el seguimiento de indicadores clave: ventas, países de operación, actividades y posición en el mercado local, relación con el estado y con cualquier agencia pública, entre otros.

Los criterios más precisos de la investigación son como sigue. Finchelstein considera como grandes firmas internacionalizadas aquellas que tienen ventas globales por mil millones de dólares. Las grandes firmas son las que a mediano plazo tienen posibilidad de convertirse en empresas líderes mundiales. La hipótesis de Finchelstein es que a través de éstas se puede acceder con mayor facilidad a las acciones del gobierno. El caso de Brasil es el que cuenta con más firmas grandes internacionalizadas, a partir de su seguimiento se identifican los patrones de préstamos bancarios y conexiones políticas con el gobierno brasileño.

Finchelstein elige los casos de Argentina, Brasil y Chile porque durante la mayor parte de los años noventa y 2000 fueron los más grandes contribuyentes sudamericanos de flujos de inversión extranjera directa (OFDI por sus siglas en inglés).

El proceso de internacionalización en Argentina, Brasil y Chile

Finchelstein comienza advirtiendo que los caminos de internacionalización de las firmas de Argentina, Brasil y Chile siguieron caminos distintos.

Argentina fue el primer país en iniciar el proceso de internacionalización desde el siglo XIX y hasta la mitad de los años noventa del siglo XX, fue líder regional de dicho proceso. Brasil inició el proceso de internacionalización en la década los años sesenta del siglo XX, pero se consolidó a principios de los años 2000. Es más reciente la experiencia de Chile: la expansión de sus firmas inició en los años setenta del siglo XX, pero se consolidó hasta los años noventa y sigue creciendo hasta la fecha.

Brasil es el país de la región latinoamericana con más firmas grandes internacionalizadas. Son 29 firmas con ventas superiores a mil millones de dólares. Chile ha crecido notoriamente con 14 firmas grandes internacionalizadas. Argentina cuenta con 8 firmas con esas características, situación comparable con la de mediados de los años noventa.

Al compararlas, el tamaño de cada firma presenta importantes contrastes. La suma de las ventas de las 4 firmas más grandes de Brasil supera el total de las ventas de todas las firmas de Chile y Argentina juntas. Una causa de esta situación es la diferencia de tamaño de cada país, sin embargo, no es la única explicación. Argentina es más grande territorialmente que Chile y, no obstante, se encuentra en niveles muy inferiores a los chilenos en términos de OFDI. Según Finchelstein, la explicación se juega en el análisis de la variación de las políticas públicas (véase dato crucial 1).

Otro contraste es la diversificación sectorial. Brasil tiene 35% de firmas de productos básicos e industrias directamente relacionadas, 30% de otro tipo de industrias y 35% de actividades orientadas a servicios. Chile concentra sus inversiones en pocos sectores: las ventas al por menor y los transportes son de las principales firmas grandes internacionalizadas; la industria ocupa 19% y actividades relacionadas con productos básicos, 31%. También la silvicultura, la celulosa y el petróleo ocupan lugares importantes, son actividades con las cuales Chile tiene “ventajas competitivas”. La diversificación de las firmas argentinas es comparativamente muy reducida: 63% para productos básicos e industrias directamente vinculadas (37.5% en petróleo y gas), 25% en servicios y 13% en otro tipo de industrias.

Brasil presenta el mejor ritmo de internacionalización porque 38% de sus firmas se encuentran entre las más grandes del mundo (como líderes mundiales) en sus respectivos mercados. Chile tiene un importante crecimiento de OFDI, pero un modesto papel en el proceso de internacionalización: sólo 14% de sus firmas comienzan a tomar un lugar como líderes mundiales en su respectivo sector. Sin embargo, la mayoría de las grandes firmas chilenas son “multilatinas”, es decir, con una posición consolidada en el mercado latinoamericano. Argentina no tiene participaciones en este sentido.

El gobierno brasileño y el banco central han apoyado firmas privadas locales para su consolidación como unas de las grandes firmas del país (Sadia, Perdigao, Itaú-Unibanco, Ambev). En Chile no se ha fomentado el apoyo directo de las firmas (con excepción del sector de silvicultura), de manera que los sectores se concentraron en los recursos naturales y las industrias básicas y no en las manufacturas o industria desarrolladas que requieren un mayor capital. Tampoco en Argentina se ha impulsado la formación de “campeones nacionales”, las políticas públicas de los años noventa se destinaron más a atraer la inversión extranjera directa de grandes multinacionales y la privatización de varias empresas.

Otro asunto es la disposición de capital de las firmas. Las grandes multinacionales acceden a créditos baratos, de manera que tienen una ventaja respecto a las grandes firmas latinoamericanas. Los países en cuestión han tomado distintas medidas al respecto. Brasil y Chile desarrollaron su sector financiero. Brasil lo emprendió a través de acciones estatales directas que proveyeran de créditos al mercado de capitales. También el desarrollo del banco nacional de desarrollo de Brasil fue fundamental para brindar asistencia a las firmas (principalmente de infraestructura) en expansión; desde mediados de los años noventa se otorgó importantes créditos a estas firmas, algo sin precedentes en la región latinoamericana. Fue un apoyo financiero a las firmas privadas que no se dio en Chile ni en Argentina. Como acciones indirectas del estado se procuró la estabilidad de los mercados de capitales a través de la creación de Novo Mercado en 2001 para atraer inversionistas con mejores prácticas de gestión corporativa. El Novo Mercado es una iniciativa presentada por la bolsa de valores de São Paulo en el año 2000 para que las compañías adoptaran voluntariamente prácticas adicionales de gobierno corporativo que permitieran dar protección a los accionistas minoritarios.

Por su parte, Chile no tiene un banco nacional de desarrollo; cuenta con CORFO, una agencia pública dedicada a atender las capacidades crediticias de las firmas. Las acciones indirectas del estado chileno están más encaminadas a la liberalización del mercado financiero y el control del mercado accionario para mejorar las condiciones del mercado de capitales, en términos de certidumbre. Un caso particular de Chile es el uso de fondos de pensiones para financiar inversiones locales privadas: 93% de las grandes firmas internacionalizadas de Chile tienen a los fondos de pensión como accionistas menores.

Argentina ha realizado reformas que desmantelaron la acción directa del gobierno en la disponibilidad de capitales (por ejemplo, el cierre del banco nacional de desarrollo, BANADE). El número de firmas en el mercado de acciones se redujo 40% entre 1990 y 2003.

Ejemplos que soportan la teoría

Finchelstein indica una serie de ejemplos que ilustran su teoría sobre la influencia de las acciones estatales en el proceso de internacionalización de las grandes firmas locales.

JBS, empresa de alimentación brasileña, es uno de los casos más representativos de una firma financiada con recursos públicos. El banco nacional de desarrollo de Brasil (BNDES) otorgó 85% de los fondos necesarios para que JBS comprara la firma argentina Swift-Armour, de esta manera JBS duplicó sus ventas. También el BNDES apoyó financieramente a JBS para comprar la firma estadounidense Swift Food Company, de manera que JBS se convirtió en la empresa líder mundial de carne procesada.

IMSA, industria metalúrgica, estuvo en la lista de las grandes firmas internacionalizadas de Argentina. En los años noventa fue una de las principales empresas productoras proyectos de infraestructura, particularmente, sistemas portuarios. Sin embargo, en esos mismos años sufrió una falta de financiamiento local que no pudo ser solucionada.

En Chile la industria al por menor es un caso particular. Es el sector chileno más dinámico de internacionalización y pudo competir ventajosamente con grandes empresas multinacionales como Home Depot. Este sector ganó prácticas internacionales de primer nivel. También influyó el sistema financiero chileno que permite a las firmas obtener recursos con bajas tasas de interés en comparación con el resto de la región latinoamericana.

Conclusión

Finalmente, Finchelstein reitera sus tesis iniciales. Los casos de Argentina, Brasil y Chile muestran que el manejo de las políticas públicas tiene consecuencias distintas en la diversificación de los sectores y la extensión y número de las grandes firmas internacionalizadas. Brasil es el país con más acciones estatales directas y sus resultados han sido positivos. Chile tiene firmas muy dinámicas apoyadas con acciones indirectas del estado, sin embargo, esas firmas son multilatinas y no mundiales. Argentina es el país con resultados más pobres, en los últimos 20 años no ha incrementado el proceso de internacionalización de sus firmas.

El trabajo contribuye a complementar los análisis únicamente centrados en los estudios de las agencias privadas. El análisis comparativo entre países, instituciones públicas y empresas privadas permitió, afirma Finchelstein, ofrecer una “explicación contextualizada” del proceso de internacionalización.

Datos cruciales: 

1. Figura 1. Variación anual de los flujos de inversión extranjera directa como porcentaje del PIB. Después de mediados de los años noventa Chile y Brasil tuvieron mejores resultados que Brasil. Proporcionalmente, Chile ha tenido mejores resultados que Brasil y Argentina desde mediados de los años 2000.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El análisis de las corporaciones del mundo no debe dejar de atender la particularidad de las mismas en nuestras latitudes latinoamericanas. El análisis de Finchelstein ofrece una perspectiva analítica muy útil para pensar la vinculación entre las instituciones públicas y el desarrollo de algunas grandes firmas locales. Ciertamente el artículo no analiza el asunto de las corporaciones militares, sin embargo, su contribución para el proyecto radica en que la perspectiva metodológica de Finchelstein puede complementar y revisar lo que se ha hecho hasta ahora.