Sobre los autores: Jonathan Watts, es editor de la sección de cambio climático y medio ambiente en el diario The Guardian, Jillian Ambrose y Adam Vaughan son corresponsales sobre temas relativos a energía en el mismo diario.

Los autores presentan los resultados de una investigación encargada por The Guardian a la consultora noruega Rystad Energy en la cual se pronostica que Shell y ExxonMobil estarán entre los líderes con un aumento de producción de petróleo proyectado en más de 35% entre 2018 y 2030, un aumento mayor que en los últimos 12 años. La aceleración avanza en el sentido opuesto a la reducción de 45% en las emisiones de carbono para 2030 que los científicos consideran necesaria para tener alguna posibilidad de mantener el aumento en la temperatura global en un nivel relativamente seguro de 1.5ºC.

La consultora basa su trabajo en los activos de las empresas y en un precio del petróleo a largo plazo de 65 dólares por barril, similar al nivel actual. El pronóstico muestra un aumento de casi 8% en la producción proyectada de las 50 principales compañías de petróleo y gas entre 2018 y 2030, lo que representaría casi dos quintos del presupuesto de carbono necesario para que la temperatura global no se eleve más allá de 1.5ºC y aumentaría el riesgo de olas de calor, huracanes, incendios forestales e inundaciones. Este aumento en la producción de petróleo se llevará a cabo principalmente por empresas en Estados Unidos y Canadá, según las proyecciones.

La expansión se realizará principalmente en la cuenca pérmica en Texas. BP, Chevron y ConocoPhillips estarán involucrados, así como empresas privadas más pequeñas y de más rápido crecimiento que juntas están impulsando a este único estado de Estados Unidos a producir más petróleo y gas que toda Arabia Saudita para 2030. De igual manera se están planificando nuevos y masivos proyectos de perforación en el noroeste de Argentina, frente a las costas caribeñas de Guyana, en el campo petrolero Kashagan de Kazajstán, en la península de Yamal en Siberia y en el Mar de Barents.

En el artículo se incluyen opiniones de expertos como Lorne Stockman, analista senior de investigación de Oil Change International, que supervisa a las compañías petroleras: “En lugar de planificar una disminución ordenada de la producción, [...] están actuando como si no hubiera una crisis climática. Esto nos presenta una opción simple: ponerles un freno o enfrentar una disrupción climática extrema”. Richard Heede, investigador del Instituto de Responsabilidad Climática de Estados Unidos considera que las compañías se pondrían a sí mismas, y a la civilización humana, en riesgo, a menos que cambien a energía renovable y compensen la nueva producción con emisiones netas iguales a cero a mediados de siglo. Por su parte Dieter Helm, académico de la Universidad de Oxford, dijo que los gigantes del petróleo estaban planeando una "cosecha" final de combustibles fósiles.

La gigante anglo-neerlandesa Shell no reveló planes de producción futuros, pero señala que está en camino de mantener la producción para satisfacer la demanda, lo que requería una inversión continua. La compañía ha sido elogiada por su liderazgo ambiental entre las grandes compañías petroleras, debido a su apoyo al acuerdo climático de París y a los objetivos de intensidad de carbono, principalmente a través de un mayor énfasis en el gas que en el petróleo, y sus incursiones en proyectos con bajas emisiones de carbono. La compañía planea expandirse a las energías renovables, pero solo de 1 mil millones a 2 mil millones de su gasto anual total de 30 mil millones se asignan a proyectos con bajas emisiones de carbono, una cifra que espera duplicar.

Según la investigación, Shell no es la única de las compañías internacionales que planea bombear más petróleo y gas. Se espera que la empresa estadounidense ExxonMobil aumente su producción de combustibles fósiles en 35% para 2030, BP en 20% y la francesa Total en 12%. Espen Erlingsen, analista de Rystad, mencionó que: “Entre las más grandes, vemos que el mayor potencial de crecimiento proviene de Shell. Aquí, los proyectos de aguas profundas, gas de esquisto bituminoso y petróleo shale están impulsando el crecimiento potencial de la producción ”. Pero dijo que Shell había vendido algunos de sus activos más intensivos en carbono, como los campos de arenas bituminosas canadienses.

Por otra parte un portavoz de ExxonMobil dijo: “Creemos que el cambio climático es un problema grave y que las empresas, los gobiernos y los consumidores requerirán esfuerzos para tomar medidas significativas. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero es un problema global y requiere participación y acciones globales”. La francesa Total considera que está aumentando la eficiencia de sus instalaciones pero menciona que no es responsable de cómo los consumidores usen sus productos.

Finalmente el artículo señala que entre 2018 y 2030 se planea producir petróleo y gas equivalentes a 27 mil millones de toneladas métricas de dióxido de carbono, casi todos los cuales eventualmente llegarán a la atmósfera y se sumarán al problema del calentamiento global. Esto llevado a cabo por Gazprom, la Iranian National Oil Co, ExxonMobil, la rusa Rosneft, Shell, PetroChina y BP. Las 50 principales empresas juntas producirán el equivalente a 225 mil millones de toneladas métricas de dióxido de carbono durante este período de 12 años, señala un análisis separado realizado por Oil Change International: 38.8% del presupuesto de carbono 1.5ºC. Algunos de los pocos descensos de la producción proyectados corresponden a Argelia, México y Venezuela.