Die Stunde der Killer- Clowns [La hora de los payasos asesinos]

Cita: 

Monbiot, George [2019], “Die Stunde der Killer- Clowns”, Der Freitag, Berlín, 8 de agosto, https://www.freitag.de/autoren/the-guardian/die-stunde-der-killer-clowns

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Jueves, Agosto 8, 2019
Tema: 
El capitalismo ya no necesita figuras tecnocráticas y políticos aburridos sino payasos como Trump o Bolsonaro
Idea principal: 

El artículo problematiza ¿cómo es que el capitalismo pasó de establecer figuras tecnocráticas y de tipo administrativo a figuras autoritarias y poco serias (hazmerreir) como Donald Trump, Jair Bolsonaro o Boris Johnson? La esfera política, que era tan aburrida hace unos años, hoy está poblada por exhibicionistas francamente grotescos. Esta tendencia no está limitada a Reino Unido, los killer-clowns han tomado el poder: Nigel Farage, Donald Trump, Narendra Modi, Jair Bolsonaro, Scott Morrison, Rodrigo Duterte, Matteo Salvini, Recep Tayyip Erdoğan y Viktor Orbán.

La esencia del capitalismo ha cambiado

En la década de los años noventa y a principios del siglo XXI, el sistema necesitaba gobiernos tecnocráticos: el capital demandaba personas que fueran competentes para mantener el aparato estatal seguro y proteger las ganancias del cambio democrático. La política diseñada para fomentar los negocios (recortar impuestos para los ricos, interrumpir las protecciones estatales y destruir los sindicatos), también estimuló una enorme espiral de creación de riqueza a través de la herencia.

Sin embargo, la mayor fortuna no se logra hoy a través de la brillantez empresarial sino a través de la herencia, el monopolio y la renta: se asegura el control exclusivo de activos cruciales como terrenos, edificios, servicios públicos privatizados y propiedad intelectual, ventas, software y servicios sociales. En Rusia, quienes se enriquecen así son llamados oligarcas; sin embargo, es un problema mundial. En el capitalismo catastrófico, los oligarcas aprovechan la situación de caos y la utilizan para beneficiarse multiplicando sus ganancias.

El teatro como distracción

Los killer clowns ofrecen a los oligarcas teatro y distracción: mientras los cleptócratas nos sangran, la población en general es entretenida gracias a su teatro más visto en redes sociales con las ocurrencias y los comentarios, como los de Trump, que no siguen la corrección política. Es la nueva retórica: rebelión en contra de los efectos del capital, financiada por los capitalistas, utilizando a los Killer clowns como portavoces que atacan a las élites, siendo éste el entretenimiento.

Así, los intereses de los capitalistas siempre están en el extranjero (en paraísos fiscales) y juegan un papel importante, y paradójicamente,son utilizados para financiar a los políticos nacionalistas. Existe un desplazamiento en la política hacia el extranjero: las reglas políticas, que deberían evitar que la política se financie con dinero del exterior, se han derrumbado y los principales beneficiarios son los autoproclamados defensores de la soberanía nacional que llegan al poder con la ayuda de anuncios de redes sociales financiados por extraños, así como grupos de expertos y cabilderos que se niegan a revelar sus financiadores.

El estado nación es un promotor y una carga al mismo tiempo

Las personas con identidad offshore viajan al extranjero, para ellos, el estado-nación es a la vez un promotor y una carga, una fuente de riqueza y recaudadores de impuestos, así como, fuente de mano de obra. Sin embargo, el estado-nación también puede servir para defenderse de la oligarquía aumentando los impuestos (aunque esta idea genera muchas discusiones). Este artículo señala que el estado sería una herramienta para detener la espiral de la acumulación riqueza por medio de la democracia. Por supuesto, el mundo offshore creado por los multimillonarios hace que una política tan audaz sea extremadamente difícil, porque uno de sus objetivos es dificultar el uso de las instituciones democráticas para crear políticas que contribuyan a distribuir la riqueza.

Para el autor de la nota, la democracia podría ser una forma de contrarrestar el poder de los oligarcas ya que esto solo se logra a través de la acción del gobierno. Esta es una de las razones por las cuales en la década de los años 40 la tasa impositiva máxima sobre los impuestos sobre la renta en los Estados Unidos aumentó a 94% y en el Reino Unido a 98%. Naturalmente, regular a los oligarcas usando instituciones democráticas es complicado, pero al menos se sabe cuál debería ser el objetivo y podemos comenzar a ver la escala del desafío. Para luchar contra algo, primero tenemos que entenderlo.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Es preciso indagar la relación entre las figuras grotescas y autoritarias (que se dedican a la política y tienen posiciones preponderantes), y la lógica actual en la que funciona el sistema capitalista. Aunque tales personajes pueden servir para distraer a las masas, mientras están coludidas con los intereses de los multimillonarios, y se considera que las nuevas figuras políticas nacionalistas y patriotas representan los intereses generales; el mejor ejemplo de ello es Trump.

¿Anomalía o producto típico del capitalismo en decadencia? Lo que parece hacer consenso es que estas figuras están acelerando la disipación del sistema.