Space travel. SpaceX's Starship is a new kind of rocket, in every sense. And it may beat its government rival into space

Cita: 

The Economist [2019], "Space travel. SpaceX's Starship is a new kind of rocket, in every sense. And it may beat its government rival into space", The Economist, London, 3 de octubre, https://www.economist.com/science-and-technology/2019/10/05/spacexs-star...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Jueves, Octubre 3, 2019
Tema: 
Iniciativa privada y desarrollo de tecnología aeroespacial
Idea principal: 

El 28 de septiembre, Space X develó su más reciente prototipo para el desarrollo de una nave interplanetaria, Starship Mk1, la cual tiene 50 metros de altura y está fabricada complemente a base de acero inoxidable. Aunque en el horizonte más cercano el desarrollo de la nave tiene como objetivos el transportar pasajeros a Marte y la Luna, la meta a largo plazo contempla no solo llegar hasta Saturno, sino el hacer realidad las posibilidades de colonización en cualquier parte del sistema solar, de acuerdo con el trabajo conceptual de Space X.

A lo largo de los 17 años de existencia de la firma, Space X ha conseguido acaparar gran parte del espectro comercial relacionado a la industria de los lanzamientos satelitales. La innovación de maquinaria reutilizable y los bajos precios que ofrece frente a competidores directos como Boeing, gigante aeroespacial estadounidense, la han colocado como todo un éxito comercial, permitiéndole ser la empresa encargada del transporte suministros para la Estación Espacial Internacional, y se espera que pronto pueda realizar también el transporte de astronautas.

Por ahora, el prototipo exhibido en Texas representa tan solo la mitad del proyecto. El desarrollo del cohete Falcon Super Heavy Booster, representa la parte complementaria que le permitirá ser el cohete más potente jamás construido, superando de esta manera al Saturno V, cohete utilizado en las misiones lunares durante las décadas de los años 60 y 70. Tal situación permitirá poner en órbita objetos con un peso de hasta 150 toneladas.

Entre las novedades que permiten calificar a este proyecto como audaz, se encuentran la sustitución de la fibra de carbono por el acero como material principal de fabricación; la capacidad futura de reutilizar la nave misma y el cohete de refuerzo (booster); así como el desarrollo de un nuevo motor llamado Raptor, el cual funcionará a base de metano frío. Con ello quedará desfasado el uso del keroseno, principal elemento con el que funcionan los actuales motores Merlin, también desarrollados por Space X. De tal suerte que la Starship Mk1 utilizará alrededor de 6 motores Raptor, mientras que el Falcon Super Heavy necesitará entre 24 y 37. Todo un reto de ingeniería.

Con un estimado de 6 meses para su primera prueba en órbita, Space X ha mostrado un frenético ritmo de desarrollo comparable tan solo con la rapidez de las prácticas implementadas en la industria del desarrollo de software. La fabricación en cuestión de meses, a cielo abierto y el uso de tan solo dos equipos que compiten entre sí por presentar las mejores propuestas e innovaciones, la han diferenciado considerablemente de las industrias consagradas y las dinámicas que giran en torno a los generosos contratos gubernamentales, tales como los relacionados con la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés ) y su Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS, por sus siglas en inglés).

Desde que fue aprobado en el año 2011, el costo estimado del SLS para los contribuyentes estadounidenses ha significado un gasto gubernamental cercano a los 14 mil millones de dólares; eso sin contar que la fecha estimada de lanzamiento podría alargarse más allá del año 2020. En contraposición, Ellon Musk ha indicado que el desarrollo de la Starhisp Mk1 no representa mas del 5 por ciento del total de los recursos con que cuenta Space X.

Sin duda, tal situación representará una buena oportunidad de vencer a la NASA y su SLS desde la órbita.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El artículo es claro es su postura sobre la conveniencia de dejar en manos de los privados la tarea de emprender nuevos desarrollos tecnológicos con miras a la conquista del espacio exterior: eficiencia, rapidez y practicidad, son algunos de los valorativos implícitos utilizados en el texto para exaltar el papel de la iniciativa privada frente a los actores gubernamentales. No obstante, el artículo no problematiza las consecuencias de dejar en manos privadas el diseño e implementación de tales innovaciones tecnológicas, así como la acumulación de ganancias y de poder que se derivan de tales implicaciones.

En clave civilizatoria, es relevante subrayar que así sea a tientas y en medio de grandes riesgos, los capitalistas de vanguardia abren brechas de salida a la crisis terminal del sistema. Aunque la exploración del espacio exterior pueda "salvar" islotes de capitalismo, surgen dos interrogantes cruciales:

¿Qué tanto podrían dinamizar un capitalismo en disgregación? La escala que tal actividad debe alcanzar para arrastrar a grandes segmentos de la economía es gigantesca y parece estar fuera del alcance de los actuales medios tecnológicos y financieros.

¿Por qué razones las colonias espaciales deben reproducir las relaciones sociales capitalistas? ¿Acaso tal escape no será una oportunidad para cambiar dichas relaciones?