One in the AI. America blacklists China's best artificial-intelligence firms. The move, linked to repression in Xinjiang, strikes at the heart of China's technological ambitions

Cita: 

The Economist [2019], "One in the AI. America blacklists China's best artificial-intelligence firms. The move, linked to repression in Xinjiang, strikes at the heart of China's technological ambitions", The Economist, London, 10 de octubre, https://www.economist.com/business/2019/10/10/america-blacklists-chinas-...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Jueves, Octubre 10, 2019
Tema: 
Desarrollo tecnológico y disputas comerciales entre Estados Unidos y China
Idea principal: 

Después de que se diera a conocer el encarcelamiento masivo de ciudadanos musulmanes pertenecientes a la etnia Uighur y otras minorías en la provincia de Xianjiang, así como la naturaleza policial del Estado que las autoridades chinas implementan sobre aquella población, el Departamento de Comercio norteamericano prohibió a las empresas norteamericanas la venta de software y hardware para veinte órganos públicos de seguridad y ocho empresas chinas encargadas de facilitar la tecnología que permite aplicar una “vigilancia orweliana” sobre la provincia de Xianjiang.

El anuncio del veto se produjo tres días antes de la celebración de la 13va ronda de negociaciones para dirimir las disputas comerciales entre Estados Unidos y China. Para The Economist esto podría representar un golpe duro a las ambiciones de desarrollo de inteligencia artificial del país asiático. Entre las empresas vetadas se encuentran las enfocadas al desarrollo de tecnologías para reconocimiento facial (Megviil, SenseTime, Yitu), las enfocadas al desarrollo de reconocimiento de voz (iFlytek), las enfocadas al desarrollo de tecnología digital forense (Xiamen Meiya Pico), al desarrollo de equipo de fabricación de chips (Yixin), así como las encargadas de brindar los servicios de videovigilancia (Hikvision, Dahua).

Sin embargo, la magnitud del golpe parecería ser relativamente menor para las empresas involucradas, al menos en el corto plazo. Aunque la mayoría de las empresas citadas requieren en mayor o menor medida de los componentes norteamericanos, el acaparamiento previo de componentes presagiando un posible veto, así como la cercanía a los componentes que empresas como Huawei requieren, son factores que contribuyen a que las empresas chinas recurran a mercados secundarios como el de las empresas DeePhi, Horizon y HiSilicon, las cuales fácilmente pueden suplir la ausencia de los chips necesarios.

En el mismo sentido se pronunciaron las empresas involucradas, como Xiamen Meiya Pico, iFlytek, Hikvision y Dahua, las cuales minimizaron las implicaciones del veto al declarar que la mayoría de las fabricaciones no contenían componentes norteamericanos sofisticados y que el hardware utilizado era en su mayoría “hecho en casa” y altamente reemplazable.

Pese a estas aparentes fortalezas, los efectos a largo plazo son tal vez los más relevantes. Las firmas occidentales que colaboraban con estas empresas para desarrollar adelantos tecnológicos han empezado a cortar lazos con las firmas asiáticas, como en el caso del Instituto Tecnológico de Massachusetts, el cual cortó lazos con Huawei a principios del presente año y reciente amagó con hacer lo mismo con SenseTime. En el mismo sentido podrían pronunciarse aquellas empresas proveedoras que meses atrás abogaron por continuar las ventas a Huawei, si llegan a tomar en cuenta las sospechas de abusos de derechos humanos por parte de las firmas compradoras.

De igual manera, tanto los clientes como las inversionistas extranjeros podrían ser afectados. Tal es el caso de la empresa Hikvision, la cual reportó que un cuarto de sus ganancias provino del extranjero. En el 2018, Hikvision entró a índice de MSCI sobre acciones de mercados emergentes; no obstante, la firma china resintió gravemente la retirada del banco suizo UBS, quien estaba entre los diez principales inversores. Asimismo, tras el anuncio del veto la banca de inversión Goldman Sachs anunció que estaba repensando su participación en la firma Megviil. Al respecto, la firma asiática indicó que el veto se trataba de un malentendido, pues las ventas a la provincia de Xianjiang no representaron mas del 1 por ciento de sus ganancias durante el año anterior al anunció.

Decretado a pocos días del inicio de la ronda de negociaciones, el veto podría representar una moneda de cambio lanzada por el presidente Donald Trump y su equipo negociador. No obstante, también podría ser un intento de los halcones de la seguridad nacional establecidos en Washington DC, en aras de desmantelar los lazos comerciales que unen a ambos países. Por lo pronto, habrá que esperar las posibles retaliaciones que China pueda implementar en caso de que considere que la movida norteamericana representa un intento de interferir en sus asuntos internos.

Datos cruciales: 

1. El precio de las acciones de la empresa norteamericana Ambarella, especializada en el desarrollo de chips para equipo que procesa imágenes y video, cayo 10 por ciento luego de que se diera a conocer el anuncio del veto. Tal situación sugiere que las empresas chinas representaban clientes importantes.

2. Tras su inclusión en la misma lista negra, el gigante chino de las telecomunicaciones, Huawei, espera perder cerca de 10 mil millones de dólares durante el presente año, principalmente en los respectivo a la venta de teléfonos inteligentes.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La búsqueda de la hegemonía en al ámbito del desarrollo tecnológico, es una de los aspectos principales que subyacen en la guerra comercial entre China y Estados Unidos. En este sentido, el articulo resulta de utilidad al mostrar los mecanismos de financiamiento privados con que se desarrollan estas innovaciones tecnológicas y como las empresas transnacionales especializadas en este campo resultan ser los actores principales durante la gestación de los cambios geopolíticos dirigidos y diseñados por los Estados en disputa.