Neighbourly love-in. Japan Inc has thrived in China of late. Can it last?

Cita: 

The Economist [2019], "Neighbourly love-inJapan Inc has thrived in China of late. Can it last?", The Economist, London, 9 de noviembre, https://www.economist.com/business/2019/11/09/japan-inc-has-thrived-in-c...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Noviembre 9, 2019
Tema: 
¿Que tanto puede durar la relación comercial entre Japón y China?
Idea principal: 

El artículo describe que en 1977, cinco años después de que China y Japón restablecieron relaciones diplomáticas, Miyakoshi, un fabricante de productos electrónicos, se convirtió en la primera empresa japonesa en recibir un permiso comercial del Partido Comunista para fabricar grabadoras de cassette en territorio chino. En 2017, alrededor de 32 000 empresas japonesas tenían inversiones por valor de 117 mil millones de dólares en el continente, una de las mayores participaciones corporativas extranjeras. El año pasado, invirtieron cerca de 11 mil millones de dólares en China, un aumento de 50% desde 2010.

The Economist señala que la relación entre la segunda y tercera economía más grandes del mundo nunca ha sido mejor. El año pasado, los funcionarios chinos visitaron Panasonic, Canon y Toyota en Japón para reunirse con ejecutivos y atraer a sus empresas a nuevas zonas de libre comercio. Hace un año, Shinzo Abe, primer ministro de Japón, viajó a China, a un foro al que asistieron 1 000 empresarios. Durante el viaje, los dos países anunciaron 500 tratos por valor de más de 18 mil millones de dólares.

A pesar de lo anterior, las empresas japonesas no pasan por un buen momento en la República Popular de China. La primera razón es la naturaleza cambiante de las relaciones comerciales entre una China enriquecida y el mundo; por ejemplo, Uniqlo, un fabricante japonés de prendas de vestir, es uno de los que se aferra al Asia sudoriental. Al mismo tiempo, muchas de las mismas compañías se han convertido con éxito en marcas deseables en China. Los compradores chinos codician la ropa bien hecha de Uniqlo. Hartos de los escándalos de seguridad de los productores locales, prefieren bocadillos y bebidas de marca japonesa de Asahi o Yoshinoya o productos médicos fabricados por Kobayashi. Kao, una firma japonesa de bienes de consumo, recientemente comenzó a hacer una versión premium de sus pañales Merries solo para el mercado chino.

Las mercancías japonesas atraen no solo a los consumidores de China sino también a sus corporaciones. En abril, Toyota acordó vender tecnología de automóviles eléctricos a Singulato, un fabricante chino de vehículos de bajas emisiones. En junio, anunció asociaciones para construir baterías con CATL, una compañía china de tecnología, y ByD, un fabricante de automóviles. Las empresas japonesas enfrentan los mismos obstáculos que otras que intentan hacer negocios en China. Los jefes en Tokio se hacen eco de las quejas occidentales sobre las reglas estrictas y forzadas, un sistema fiscal sesgado hacia las empresas chinas, los tribunales poco confiables y el robo de propiedad intelectual. Pero el gobierno de Japón y los grupos de la industria pueden estar haciendo más para ayudarlos que los de Estados Unidos o Europa por ellos. Su embajada en Beijing y la Organización de Comercio Exterior de Japón, una agencia gubernamental independiente, han contratado expertos para ayudar a las empresas.

Finalmente el artículo señala que a pesar de su reciente éxito en China, Japón aún debe caminar con cuidado allí. Una razón son los encuentros hostiles históricos como los del Japón Imperial o las disputas por islas del Pacífico. Luego está el espectro de la rivalidad sino-estadounidense. Las empresas japonesas se han beneficiado durante mucho tiempo de la proximidad geopolítica a Estados Unidos y la cercanía geográfica a China. Los dos son los mercados más importantes para muchas empresas japonesas, cuyas cadenas de suministro entrecruzan ambas. A medida que las superpotencias luchan por todo, desde el comercio hasta la tecnología, esta bendición se parece cada vez más a una maldición. Debido a que las empresas de Japón están más expuestas a China que las estadounidenses (China es el mayor socio comercial de Japón), les resultaría más difícil renunciar al mercado chino.

Datos cruciales: 

1. Las grandes empresas japonesas cotizadas obtuvieron 17% de sus beneficios en el extranjero de China, según los cálculos de Jesper Koll, un gestor de fondos en Tokio.

2. Toyota invirtió, este 2019, 600 millones en Didi Chuxing, un gigante chino de transporte.

3. En mayo de este año, Rakuten, un gigante japonés de comercio electrónico, abrió una oficina en Dalian, una ciudad costera china que ahora alberga a unas 1.500 empresas japonesas.

Nexo con el tema que estudiamos: 

En la actualidad podemos notar que existe una gran cantidad de empresas provenientes de Japón y China que figuran entre las empresas más grandes en algunos sectores de mercado. Ciertamente la relaciones comerciales entre ambos países les resulta beneficioso, pero no cuando Estados Unidos entra en escena, ya que la disputa comercial que mantiene con Chida puede afectar su relación con Japón ante esta cooperación económica que mantienen.