Jeff Bezos' Blue Origin to Partner With 3 Companies on NASA Moon Lander

Cita: 

Chang, Kenneth [2019], "Jeff Bezos' Blue Origin to Partner With 3 Companies on NASA Moon Lander", The New York Times, New York, 23 de octubre, https://www.nytimes.com/2019/10/22/science/blue-origin-jeff-bezos.html

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Miércoles, Octubre 23, 2019
Tema: 
La participación de Blue Origin y otras empresas con la NASA
Idea principal: 

La compañía  aeroespacial de  Jeffrey P. Bezos, Blue Origin, concursará en asociación con Lockheed Martin, Northrop Grumman y Draper Laboratory en un proyecto conjunto para diseñar y fabricar el vehículo espacial con el que la NASA se propone realizar un alunizaje en 2024. La agencia espacial planea usar la ayuda de compañías privadas para cumplir con el adelanto del plazo realizada por Trump, pues considera que harán el trabajo de forma más rápida y barata.
 
La nueva asociación podría poner a Bezos al frente de la carrera espacial, pues sus nuevos socios podrían aportar a Blue Origin la experiencia y el expertise técnico del que la strat-up espacial adolece. De la misma forma, Space X, del millonario Elon Musk, ha anunciado su intención de colaborar con el proyecto lunar de la NASA.
 
Aunque las grandes corporaciones siempre ayudaron a moldear los programas espaciales, proyectos como el de Blue Origin y Space X ponen de manifiesto cómo unos cuantos individuos muy ricos, en sociedad con grandes corporaciones, han empezado ganar influencia en el desarrollo de estas misiones oficiales.
 
En los últimos años, el influjo de dólares provenientes de grandes multimillonarios, capitalistas de riesgo e inversores institucionales han transformado la industria espacial. Ahora, por medio de contratos de precio fijo, la NASA está aprovechando el que algunas empresas tengan el capital suficiente para diseñar y construir sistemas enteros, como un sistema modular de alunizaje, mientras la agencia se encuentra ocupada en desarrollar la cápsula Orion y un gran cohete para el sistema de lanzamiento espacial.
 
Para la próxima misión a la luna la NASA está desarrollando un sistema más complejo que el de las misiones Apolo, llamado Artemisa, que permitirá a dos astronautas permanecer una semana en la luna. La nueva estrategia consiste en lanzar a los astronautas dentro de una cápsula Orion, sobre un cohete del sistema de lanzamiento espacial, hasta una estación de aproximación y transferencia llamada Gateway que estará orbitando la luna; desde ahí los astronautas abordarán un sistema tri-modular de alunizaje, previamente enviado al Gateway, que los conducirá a una órbita más cercana a la luna desde donde, finalmente, un módulo de descenso los llevará a la superficie lunar. Se espera que el alunizaje se efectúe cerca del polo sur de la luna, desde donde un módulo de despegue los conducirá de vuelta a la estación Gateway una semana después al concluir la misión.
 
Aunque Blue Origin no tiene experiencia en transportar personas al espacio (apenas ha llevado unos pocos turistas al borde de este) lleva varios años trabajando en un prototipo del alunizador pensado originalmente para transportar carga. Por su parte, Lockheed Martin, también encargada de la cápsula Orion, se ha concentrado en el módulo de salida de la luna que aprovechará los desarrollos tecnológicos aplicados de la cápsula. Northrop Grumman, quienes poseen la experiencia de haber participado en las misiones del Apolo, consideran que la nave Cygnus podría ser adaptada para funcionar como el módulo orbital de transferencia. Otras compañías también se encuentran trabajando en propuestas para la NASA, como Boeing que ha declarado estar desarrollando sistemas de alunizaje.
 
Aunque muchas compañías podrían no tener lista aún una propuesta consistente, la fecha límite para remitir los proyectos a la NASA es el primero de noviembre. Blue Origin confía en que junto a sus nuevos socios pueda superar todos los retos antes de la fecha límite, pero se ha negado a revelar más detalles debido a que el concurso aún se encuentra en marcha.

Es probable que más de un equipo avance a la siguiente etapa ya que la NASA ha declarado que busca seleccionar tres propuestas que pasarán a la etapa de desarrollo el próximo año. De estas, dos serán finalmente construidas, una para el alunizaje del 2022 y otra para volver a la luna un año después. Sin embargo, el Congreso de los Estados Unidos aún se encuentra trabajando en el presupuesto fiscal del 2020 y falta que apruebe 1 600 millones de dólares adicionales necesarios para empezar a trabajar en el módulo que realizará el alunizaje.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Durante el siglo XX la carrera espacial estuvo comandada por estados nacionales, los únicos sujetos que entonces disponían del capital suficiente para financiar este tipo de proyectos. Actualmente, las grandes firmas privadas se han convertido en el sujeto mejor posicionado para liderar la misión a la luna debido al tamaño que han alcanzado y los recursos de que disponen. Si bien, por el momento los estados nacionales aun dirigen dichos proyectos. La tendencia a la entrada de firmas privadas a la carrera sideral parece que conducirá a la privatización del espacio y sus recursos, en un momento en que dichos recursos estratégicos para el capitalismo han comenzado a agotarse en la Tierra.
 
 
La exploración del espacio profundo significa la extensión de las propias fronteras del capitalismo. No solo en un plano espacial, sino que, en sí misma, la carrera espacial desgarra las fronteras de la ciencia, la tecnología y del modo de producción actual. Las tecnologías desarrolladas, ahora por corporaciones privadas, tendrán aplicaciones militares, industriales y sociales insospechadas que seguramente serán puestas al servicio de la acumulación de capital.