The spying business. Western firms should not sell spyware to tyrants

Cita: 

The Economist [2019], "The spying business. Western firms should not sell spyware to tyrants", The Economist, London, 14 de diciembre, https://www.economist.com/leaders/2019/12/12/western-firms-should-not-se...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Diciembre 14, 2019
Tema: 
Producción y uso de software espía como negocio.
Idea principal: 

Aunque la compra-venta de armas es bastante lucrativa (ver Dato crucial 1), este negocio tiene reglas diseñadas para prevenir “la proliferación y el mal uso”. Por ejemplo, en Gran Bretaña se ha impugnado la legalidad de la venta de armas a Arabia Saudita porque pueden haber sido utilizadas contra civiles en Yemen, y Alemania congeló las exportaciones al país árabe en 2018.

Sin embargo, hay una millonaria industria que exporta “software intrusivo” que está diseñado para espiar teléfonos inteligentes, computadoras de escritorio y servidores. The Economis apunta dos preocupaciones al respecto. En primer lugar, hay evidencia de que los regímenes opresivos están utilizando este tipo de software para espiar y hostigar a sus críticos. En segundo lugar, es probable que estas herramientas también se usen en y contra Occidente. Por ello, los gobiernos deben asegurarse de que este tipo de exportaciones no pase por la red.

Docenas de empresas involucradas en el ciber-espionaje (la más grande está valorada en mil millones de dólares), basan su éxito en la venta de herramientas de ciber-inteligencia a clientes extranjeros -como rastreo de terroristas o investigación de grupos criminales organizados. La nota señala que, en algunos casos, estas herramientas de vigilancia también han terminado en manos de gobiernos autocráticos. Por ejemplo, una demanda reciente de WhatsApp señala que más de 1 400 usuarios de su aplicación fueron atacados con un software creado por el NSO Group, una empresa israelí. Muchas de las presuntas víctimas eran abogados, periodistas y activistas. El régimen de Omar al-Bashir en Sudán también utilizó las herramientas de pirateo de otras empresas.

Según The Economist, los gobiernos occidentales deberían endurecer las reglas por tres razones.

1. Morales: no tiene sentido que los países democráticos se quejen de la exportación de tecnologías digitales represivas chinas, si las herramientas occidentales se pueden utilizar para los mismos fines.

2. Económicas: a diferencia de las ventas de armas convencionales, una reducción en las exportaciones de software espía no implicará grandes pérdidas de empleos.

3. Estratégicas: el software puede ser objeto de ingeniería inversa, copiarse indefinidamente y usarse para atacar a cualquier persona en el mundo. Las aplicaciones de teléfonos inteligentes a las que se dirige este tipo de spyware son utilizadas por ciudadanos comunes y podría existir el riesgo de que los regímenes opresivos adquieran capacidades que luego puedan ser utilizadas no solo contra sus propios ciudadanos, sino también contra empresas y aliados occidentales.

The Economist propone hacer más estrictas las licencias de exportación: si las empresas no pueden ofrecer garantías de que su software no se utilizará solo contra objetivos que se consideren legítimos, se les debe negar las licencias para venderlo. Además, los países ricos deberían hacer difícil que los ex espías sigan una segunda carrera como mercenarios digitales al servicio de los autócratas.

Datos cruciales: 

1. Los países occidentales exportan más de 80 mil millones de dólares en armas al año.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Esta nota señala la relevancia del desarrollo de la informática que puede ser utilizada para fines bélicos y ser parte de un servicio que empresas pueden dar a otros actores privados o estatales. Sin embargo, no solo se debería manifestar preocupación cuando regímenes “autocráticos” las utilizan, debería estudiarse también en qué medida pueden ser aplicadas para mantener el control social hasta en los países que se hacen llamar democracias.