Creative self-destruction: corporate responses to climate change as political myths

Cita: 

Wright, Christopher y Daniel Nyberg [2014], “Creative self-destruction: corporate responses to climate change as political myths”, Environmental Politics, 23(2):205-223, https://doi.org/10.1080/09644016.2013.867175

Fuente: 
Artículo científico
Fecha de publicación: 
2014
Tema: 
Mitos corporativos como estrategias discursivas frente al cambio climático.
Idea principal: 

Christopher Wright esprofesor en la Escuela de negocios de la Universidad de Sydney y New South Wales Australia.

Daniel Nyberg, profesor de la Escuela de negocios de la Universidad de Nottingham, Reino Unido.


Introducción

El impacto humano sobre el entorno ambiental amenaza varios umbrales geofísicos de reproducción material en el planeta [Rockström, et. al. 2009; Whiteman, et. al. 2013]. De acuerdo con los autores, tal fenómeno de destrucción ambiental es un rasgo esencial de la dependencia al crecimiento económico y la expansión del consumo ilimitados. Los autores argumentan que el carácter dinámico del capitalismo que conlleva procesos constantes de innovación tecnológica, o bien “destrucción creativa” en términos de Schumpeter [1942], que son al mismo tiempo procesos de destrucción ambiental.

El artículo sostiene que la aceptación social de la destrucción ambiental es en parte conducida por las estrategias de las corporaciones frente cambio climático. Para ello, se parte de la idea de que el cambio climático es una construcción social [Hulme, 2009] la cual es útil y apropiada por las corporaciones para justificar la perdurabilidad del capitalismo corporativo. Wright y Nyberg retoman el enfoque de las teorías políticas sobre el mito [Flood, 2002; Bottici, 2007] para analizar cómo las corporaciones se inscriben en la producción de narrativas que justifican la continuación de un proceso que, los autores bautizan como “auto-destrucción creativa” [Carroll y Teo, 1996].

Se identifican tres mitos políticos interrelacionados para argumentar el papel central de las corporaciones para encarar al cambio climático: i) el mito del ambientalismo corporativo, ii) el mito de la ciudadanía corporativa y iii) el mito de la omnipotencia corporativa. En conjunto, los tres mitos, construyen una narrativa común de un capitalismo imaginario, racional y eficiente, que orienta las condiciones políticas en la sociedad. El análisis demuestra como el espíritu del capitalismo se actualiza mediante la apropiación de las críticas en su contra.

El objetivo central del artículo es evaluar analíticamente cada uno de los mitos en función de su significado como respuestas al cambio climático. Su estudio vislumbra la problemática intersección entre degradación ambiental y crecimiento económico.

La crítica al capitalismo y las funciones políticas de los mitos

Retomando a Boltanski y Chiapello [2005] la perpetuación del capitalismo depende de la existencia y reinvención de sus críticas. La interacción entre capitalismo y sus críticas es lo que mantiene vivo el espíritu y la legitimidad de la ideología capitalista. En la discusión con la crítica ecológica, las corporaciones son capaces de expandir los principios del mercado para evadir las regulaciones y garantizar el crecimiento económico de sus ganancias.

En el capitalismo maduro de las democracias liberales con instituciones sociales se crean mitos que dotan de significado a ciertas prácticas y actividades resultando en la institucionalización del espíritu capitalista. El mito se define como una narrativa particular que responde a una necesidad de significancia y funciona como un discurso común que orienta condiciones políticas [Bottici, 2007]. Los mitos son procesos continuos de discursos y acciones que están abiertos a repetirse bajo circunstancias socio-históricas particulares. Los mitos son políticos en tanto tienen la función de guiar individuos, grupos y sociedades enteras proveyendo de significados sobre las experiencias y las condiciones políticas. Además, sirven para validar acciones y producir identidades en las cuales los sujetos se reconocen mediante sus interacciones.

Estudio de investigación

La investigación se basó en un estudio extenso de las estrategias provenientes de empresas australianas para enfrentar el cambio climático durante 2010 y 2012. Se recopiló y analizó información cualitativa (entrevistas y documentos) de 25 corporaciones relacionadas con recursos naturales, energía, manufactura, transporte, finanzas y comercio. De la información obtenida se identificaron los tres mitos políticos clave.

El mito del ambientalismo corporativo

El concepto de “ambientalismo corporativo” ha sido desarrollado a lo largo de los últimos 40 años como respuesta a la creciente crítica social sobre el impacto ambiental de las corporaciones. El mito promueve la idea de que el crecimiento económico y el bienestar ecológico son mutuamente complementarios. Este mito ha sido institucionalizado por: los nuevos estándares de las actividades voluntarias, una mayor atención de los inversionistas en el actuar ambiental de las corporaciones y la creación de funciones especializadas en sustentabilidad dentro de las principales corporaciones.

El mito incluye dos elementos: i) las empresas se asumen con un papel central para solucionar el cambio climático mediante la innovación tecnológica y el desarrollo de productos y servicios “verdes” (biocombustibles, granjas de carbono, etc.), y ii) promueve acciones prácticas que sostienen y refuerzan el mito (procesos productivos más eficaces y reducción de costos mediante la disminución de los desperdicios, el uso adecuado de los materiales y las emisiones de carbono).

Se resaltan los beneficios competitivos que emergen por la innovación y los nuevos productos que cuidan al ambiente y generan nuevos mercados. El mito dota de significado a las experiencias individuales para continuar el crecimiento económico y la expansión del consumismo capitalista. Crea nuevas identidades y significados para los individuos y grupos, tanto a los empleados como a los consumidores por distinguirse dentro de un mercado “verde” y por ende responsable con el ambiente. En este sentido, el cambio climático se convierte en un elemento del consumo responsable, desplazando cualquier intento de cambio institucional y político de fondo. Así las corporaciones hacen uso de una crítica al capitalismo como una oportunidad para incrementar ganancias.

El mito de la ciudadanía corporativa

El mito personifica a la corporación como un ciudadano moral comprometido con el mejoramiento de la sociedad civil. Esto extiende los ámbitos económicos de las actividades corporativas al mundo de la política. La corporación se concibe como actor no sólo de sus accionistas, sino también mediante el actuar de sus empleados, clientes, proveedores y comunidades [Crouch, 2011]. La ciudadanía “buena” se ha involucrado en la distribución de un creciente rango de servicios sociales (salud y educación) y de seguridad.

El mito se ha convertido en un discurso común en muchos reportes anuales, sitios de internet y en muchas de las corporaciones más grandes del mundo que participan en los comités internacionales de Naciones Unidas y similares. El mito legitima el amplio alcance de la actividad política de la corporación [Barley, 2007]: auto-legislación, intrusión corporativa en agencias regulatorias, prácticas de lobbying, alianzas con políticos, financiamiento de centros de investigación [think tanks], y la privatización de las funciones del gobierno en todos los niveles de la sociedad. El mito enfatiza el rol político de las corporaciones en moldear la política climática. Las corporaciones se pintan como los modelos ideales de prácticas y capacidades requeridas para garantizar el bienestar presente y de las futuras generaciones, presentando sus iniciativas voluntarias como las mejores soluciones al cambio climático. La legitimidad de las corporaciones se adquiere mediante la auto-regulación, la mercadotecnia y las relaciones públicas. El mito también produce identidades políticas y la significación de ciudadanos ordinarios haciendo que el discurso de la ciudadanía corporativa sea finalmente retransmitido por ciudadanos ordinarios.

El mito de la omnipotencia corporativa

El mito defiende el capitalismo corporativo como la forma inevitable y superior de la organización económica basada en estrategias administrativas racionales y efectivas. Explica el desarrollo exitoso del capitalismo corporativo y señala la inevitabilidad del capitalismo en el futuro y la lógica del mercado como respuesta al cambio climático. El mito toma varias formas: desde la internalización de las externalidades mediante soluciones de mercado, donde los mercados son los mecanismos más eficientes para alcanzar los mejores resultados económicos y políticos, hasta poner precio a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), que podría conducir a un cambio en la tecnología e innovación hacia energías renovables. El gobierno debe limitarse únicamente a proveer la arquitectura general de las políticas. Por otra parte, mediante la aplicación racional de los procesos de "riesgo de gestión" se supone que la incertidumbre queda controlada y asegurada mediante los cálculos matemáticos y los análisis de estimación estadística. Entonces, el mito de la omnipotencia corporativa presenta la incertidumbre del cambio climático como un tema manejable y al mismo tiempo como una oportunidad empresarial.

Discusión

El propósito del análisis ha sido identificar los mitos políticos clave que son narrados por las corporaciones y sus actores como respuesta al cambio climático; ubicando su propósito, su función y los significados políticos de cada uno. Cada mito tiene características particulares pero todos son interdependientes y se yuxtaponen para ampliar el imaginario del capitalismo corporativo.

Ambientalismo corporativo como una solución demanda para el cambio climático

El mito destaca como las corporaciones asumen voluntariamente reducciones de GEI y fabrican productos y servicios “verdes” como solución al cambio climático. La significancia política del mito radica en presentar a las corporaciones como las mejores posicionadas para responder al cambio climático, mediante el fortalecimiento de la lógica empresarial expandiéndose a los empleos y consumidores “verdes”. El mito dota de significado para continuar el consumo como un ideal democrático y expresión de libertad de la propiedad privada. Sugiriendo una respuesta individual (el consumo de cada uno) como solución a un problema colectivo.

Ciudadanía corporativa como demanda de legitimidad y moralidad para ofrecer soluciones

El mito provee la significación política a la corporación como una entidad moral y legítima en el debate público. Las corporaciones presuponen que hablan por la gente, alineando sus intereses con las identidades sociales. Nuevamente el consumo adquiere una identidad política; donde además, la ciudadanía es subvertida bajo los intereses corporativos de la ganancia y del valor accionario.

La omnipotencia corporativa como una demanda de autoridad corporativa por ser la única respuesta posible

En el centro de este mito está la suposición de que, dada la experiencia racional de las corporaciones, éstas pueden domesticar la naturaleza. El mito postula que los estados solo deben crear y atender a los mercados para que enfrenten el cambio climático mediante actividades corporativas. La lógica es que cualquier acción que responda al cambio climático debe primero demostrar su existencia como negocio. Por ende, las soluciones corporativas son una solución posible al cambio climático. El mito de la omnipotencia corporativa logra hacer de la corporación una figura mítica. La función del mito es presentar al cambio climático como un problema que tiene solución mediante la experiencia corporativa.

Mitos políticos y la auto-destrucción creativa del medio ambiente

En su conjunto estos mitos refuerzan la jerarquía moderna del poderío humano sobre la naturaleza. La postulación de la corporación racional como modelo profundiza la bifurcación entre cultura y naturaleza, insistiendo además en técnicas prácticas corporativas para solucionar o reparar el cambio climático.

De fondo este capitalismo social imaginario oscurece la destrucción ambiental. Lo importante es observar que los mitos corporativos resaltan el carácter de auto-destrucción creativa del propio sistema económico, en la medida de que se aferra a buscar más innovaciones para producir o consumir el ecosistema. El mito político provee, además, una justificación e identidad del proceso de auto-destrucción y su poder simbólico se convierte en una habilidad casi hegemónica para moldear las actitudes, el comportamiento y las asunciones de sentido común.

Conclusión

El rol central de las corporaciones en la economía mundial de siglo XXI genera preocupaciones sobre el alcance viable de las políticas de reducción de emisiones globales de GEI, en un contexto en que las grandes corporaciones continúan con un crecimiento económico y la expansión del consumo capitalista. Los mitos políticos aquí señalados crean una imagen del progreso humano que bloquea cualquier tipo de acción que vaya en contra sentido de dicho camino. Los mitos corporativos sostienen una narrativa común, un imaginario social de la racionalidad y la eficiencia del capitalismo y de la supremacía de la humanidad sobre la naturaleza. Sirven además para dotar de significado al papel de la corporación como un salvador de la destrucción del medio ambiente, resguardando la ciudadanía y la autoridad. Crea también identidades para las experiencias de la gente frente al cambio climático, sobre el cómo es que deben enfrentarse al problema mediante la innovación, el consumo y la estimación de los riesgos.

El espíritu del capitalismo se renueva mediante sus críticas, resignifica funciones, experiencias y actividades. El artículo se ha encaminado a entender el propósito y el proceso narrativo mediante el cual se interrelacionan los mitos corporativos para hacer del problema del cambio climático una mera cuestión de racionalización corporativa.

Trabajo de Fuentes: 

Rockström, J., et al., [2009], "A safe operating space for humanity", Nature, 461 (7263), 472–475.

Whiteman, G., Walker, B., y Perego, P., [2013], "Planetary boundaries: ecological foundations for corporate sustainability", Journal of Management Studies, 50 (2), 307–336.

Schumpeter, J.A., [1942], Capitalism, socialism, and democracy, New York: Harper & Brothers.

Hulme, M., [2009], Why we disagree about climate change: understanding controversy, inaction and opportunity, Cambridge: Cambridge University Press.

Flood, C.G., [2002], Political myth: a theoretical introduction, New York: Routledge.

Bottici, C., [2007], A philosophy of political myth, Cambridge: Cambridge University Press.

Carroll, G.R. and Teo, A.C., [1996], "Creative self-destruction among organizations: an empirical study of technical innovation and organizational failure in the American automobile industry, 1885–1981", Industrial and Corporate Change, 5 (2), 619–644.

Boltanski, L. y Chiapello, E., [2005], The new spirit of capitalism, London: Verso.

Crouch, C., [2011], The strange non-death of neoliberalism, Cambridge: Polity.

Barley, S.R., [2007], "Corporations, democracy, and the public good", Journal of Management Inquiry, 16 (3), 201–215.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El poder corporativo desborda las actividades económicas invadiendo la esfera de lo político, social y cultural. De esta manera moldean y generan narrativas que sirven para producir subjetividades con base en una cultura material corporativa. El calentamiento global no representa en sí mismo el más grande reto del capitalismo contemporáneo, también los miradores uni-disciplinarios pueden ser otra barrera a su solución.