Shale oil. There will be blood. The ingenuity of America’s shale industry is admirable, the state of its finances awful

Cita: 

The Economist [2015], “Shale oil. There will be blood. The ingenuity of America’s shale industry is admirable, the state of its finances awful”, The Economist, London, 4 de julio, http://www.economist.com/news/leaders/21656707-ingenuity-americas-shale-...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Julio 4, 2015
Tema: 
Comportamiento de las empresas de shale por la caída del precio del petróleo
Idea principal: 

No es ninguna sorpresa que la lucha sobre las finanzas de la industria de petróleo shale en Estados Unidos se haya vuelto desagradable. Por un lado, unos argumentan que el fracking es un pozo sin fondo en el cual se ha lanzado mucho dinero. Y por otro lado están los pioneros de petróleo, que afirman que la fractura hidráulica puede prosperar a pesar de que el precio del petróleo estadounidense se haya reducido de $100 a $57 dólares el barril. Los petroleros están siendo respaldados por muchos inversores que siguen inyectando dinero a las empresas de shale: unos $35 mil millones de dólares de acciones y bonos desde diciembre.

La industria se ha vuelto enorme, se ha invertido más de medio billón de dólares de capital. Gran parte de ese capital ha sido introducido a través de los bonos basura: si se incluyen empresas privadas, la deuda de las empresas de shale es casi del tamaño de la deuda de Grecia. Estas empresas, representan el 5% de la producción mundial de petróleo.

El optimismo hacia el shale se debe a que la industria respondió de manera inteligente a la caída del precio del petróleo. La producción aumentó entre 2011 y 2014 debido al aumento del gasto, donde pidieron prestado como locos, pujaron derechos de tierra y perforaron de manera indiscriminada. Ahora, en cambio, las cuencas de shale de Estados Unidos están realizando ajustes. Los jefes de las empresas shale dicen que se están concentrando en sus mejores perspectivas y succionando más petróleo de éstas. Menores costos y mayor selectividad significan que las nuevas inversiones deberían hacer más dinero. Además, la agilidad de la industria vista hasta la fecha sugiere que los costos podrían bajarán aún más.

Las principales 60 empresas de shale están haciendo con esfuerzo un retorno casi nulo en el grueso de las acciones del capital que ofrecen. A pesar de eso, los inversores las sitúan muy por encima de su valor contable, lo que sugiere que el precio de sus acciones está inflado. En el primer trimestre de 2015, 31% de los flujos de capital vino de los derivados cuando el precio del petróleo era alto. Estas coberturas vencen el próximo año en adelante, por lo que el flujo de efectivo caerá.

Esto pone en problemas a quienes dicen que pueden continuar la producción sin futuros endeudamientos. Con un menor flujo de efectivo, las empresas shale necesitan recortar sus inversiones por encima de dos tercios si quieren balancear sus hojas contables. Si el gasto cae, la producción también caerá. Muchos jefes del shale están apostando a que serán rescatados por precios más altos. Pero si los precios no aumentan habrá un ajuste de cuentas, con más empresas que incumplirían sus pagos, serían compradas o venderían sus acciones. Ello conduciría a pérdidas de corto plazo entre los bancos y los inversores.

Algo del cinismo liberal: "America’s shale industry needs to drill through its past if it is to emerge leaner and meaner than ever before."

Datos cruciales: 

Desde diciembre, los costos se han reducido en una quinta parte, principalmente exprimiendo a los proveedores.

En Texas se han perdido 20,000 empleos. La mayoría de las empresas tienen el potencial de generar rendimientos anuales de 25% o más en los nuevos pozos aun cuando el precio del petróleo sea de $60 dólares el barril.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Las empresas de fractura hidráulica han creado un importante elemento de flexibilidad en el mercado mundial de los energéticos, recomponiendo la posición de Estados Unidos. La baja de precios ha puesto en dificultades a estas empresas, muchas de las cuales pueden desaparecer. Sin embargo, el hecho de ser una actividad de alta y rápida rentabilidad, se prevee que la fractura hidráulica continuará existiendo. Este tipo de explotación es prototipo de las formas exacerbadas de la competencia, guiadas por el cortoplacismo; la clave de esta situación está en la posibilidad de realizar la depredación ambiental en nombre de la ganancia: el "modelo de negocios" es viable en ausencia de resistencias sociales y acciones estatales que lo frenen.