The green swan. Central banking and finantial stability in the age of climate change

Cita: 

Bolton, Patrick et al. [2020], The green swan, Basel, Banco Internacional de Pagos, enero, https://www.bis.org/publ/

Fuente: 
Libro electrónico
Fecha de publicación: 
2020
Tema: 
Desafíos que el cambio climático impone a los bancos centrales, reguladoras y supervisores financieros.
Idea principal: 

Patrick Bolton es doctor por la London School of Economics y se desempeña como profesor de negocios en la Columbia Business School. Sus áreas de investigación son las teorías de contrato en las finanzas corporativas y la organización industrial.

Morgan Despres es jefe de la Secretaría Network for Greening the Financial System del Banco de Francia.

Luiz Awazu Pereira Da Silva es gerente general adjunto del Banco de pagos internacionales y responsable de funciones sobre riesgo bancario y auditorías.

Romain Svartzman es investigador del Instituto global de prosperidad sostenible, candidato a doctor en la Universidad McGill, Canadá, e investigador invitado en el programa de Economía para el antropoceno.


Resumen ejecutivo

El documento del Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés) tiene como objeto presentar los desafíos que el cambio climático impone a los bancos centrales, las reguladoras y los supervisores financieros y algunas propuestas para poder enfrentarlos.

La tesis principal del BIS es que "el cambio climático es una fuente de inestabilidad financiera (y de los precios)" (p. 1), de manera que la creación de entidades mundiales como la Red para ecologizar el sistema financiero (NGFS, por sus siglas en inglés) es indispensable para vincular las prácticas de los bancos centrales y los supervisores financieros en acciones que gestionen los riesgos del cambio climático, principalmente, aquellas que competen a la movilización del capital hacia inversiones "verdes" y de bajos niveles de carbón.

Los fenómenos del cambio climático involucran riesgos físicos y riesgos de transición cuyos efectos son complejos, de largo plazo, no lineales y con reacciones en cadena. El impacto del cambio climático puede conducir a eventos que algunos investigadores denominan "cisne verde", esto es, eventos con altas dosis de incertidumbre, impactos extremos y no previsibles (para más detalle sobre el término véase abajo "Cuadro A"). Las dinámicas que involucra el cambio climático es la interacción del medio ambiente con el ámbito social, económico y geopolítico.

Por tales razones, el BIS afirma que es necesario consolidar, siguiendo a Bachelard, una "ruptura epistemológica" al interior de la comunidad financiera. La metodología de los análisis de escenarios para evaluar situaciones de riesgo o incertidumbre al momento de tomar decisiones de inversión son, en opinión del BIS, soluciones parciales. Deben desarrollarse perspectivas más amplias que permitan reconocer los riesgos sistémicos futuros del cambio climático.

Los bancos centrales tendrán que explorar sus posibilidades de acción en la era del cambio climático. Ciertamente, los bancos centrales no pueden suplantar las acciones de los gobiernos o las entidades privadas para compensar sus insuficientes, sin embargo, pueden mejorar las políticas de mitigación del cambio climático. Deben intervenir directamente en la problemática y abandonar el papel seguido hasta ahora de "esperar y ver".

Una segunda "ruptura epistemológica" consiste, continua el BIS, en tornar proactivos a los bancos centrales para impulsar acciones coordinadas que mitiguen el cambio climático. Se trata de las "cinco C": contribuir a la coordinación del combate al cambio climático. Las tres problemáticas que comprometen la estabilidad financiera y que deben ser abordadas desde perspectivas no tradicionales son: 1) el riesgo, 2) el horizonte temporal y 3) enfoques de resiliencia del sistema.

En opinión del BIS, la coordinación de los bancos centrales con los gobiernos o entidades privadas para mitigar el cambio climático no implica establecer una incompatibilidad en sus prácticas. En realidad, pueden realizarse monitoreos de la estabilidad financiera y regulaciones prudentes que promuevan una integración de los riesgos relacionados con el cambio climático. Asimismo, se puede promover la coordinación de visiones de largo plazo en la toma de decisiones de las entidades financieras.

Puesto que tal coordinación involucra al gobierno, el sector privado, la sociedad civil y la comunidad internacional debe asumirse un enfoque transdisciplinario. Con este enfoque habría que explorar nuevas mezclas de políticas públicas cuyo presupuesto sea considerar la estabilidad climática como un bien público. Dicho en otras palabras, se trata de integrar la sustentabilidad en los marcos de operación de las corporaciones y las naciones.

Finalmente, el documento termina su resumen ejecutivo advirtiendo que las consecuencias del cambio climático no se distribuyen equitativamente en el planeta. Los riesgos y los costos de adaptación a los cambios del clima son más profundos en los países pobres y en los barrios pobres de los países ricos. Es por ello que las estrategias de mitigación del cambio climático tienen que ser distribuidas con justicia.

Cuadro A: De los cisnes negros a los cisnes verdes

La expresión "cisne verde" se inspira en la expresión "cisne negro" elaborada por el investigador y financiero árabe Nassim Nicholas Taleb. Este término es utilizado para nombrar acontecimientos con las siguientes características: 1) imprevistos y raros; 2) impactos de largo alcance o extremos; y 3) sólo pueden ser explicados una vez que han sucedido. "No pueden ser predichos confiando en enfoques probabilísticos retrospectivos asumiendo distribuciones normales" (p. 3).

El documento señala que los acontecimientos "cisne negro" requieren epistemologías alternativas encargadas de pensar la incertidumbre o también desplegar lógicas de pensamiento contrafactual. El punto crucial es que tales posiciones epistemológicas sirven para proveer estrategias de análisis de los acontecimientos extremos, pero no sirven para hacerlos desaparecer.

De esta manera, la expresión "cisne verde" alude a acontecimientos similares a los de "cisne negro". Los riesgos físicos y de transición relacionados con el cambio climático cuentan con altas dosis de incertidumbre y siguen una lógica no lineal; las posibilidades de su manifestación no puede ser prevista en análisis de datos pasados; y existe la posibilidad de que conduzcan a situaciones extremas. Por tales razones, también el estudio de los acontecimientos "cisne verde" necesitan el ejercicio de una "ruptura epistemológica".

Ahora bien, la diferencia específica de los acontecimientos "cisne verde" radica en tres circunstancias: 1) los efectos del cambio climático son inciertos, pero sí existe certeza de que la combinación de riesgos físicos y de transición se van a materializar en un futuro próximo; 2) las catástrofes climáticas, a diferencia de otros acontecimientos, pueden convertirse en una amenaza real para la existencia de la humanidad; y 3) la cadena de reacciones y los efectos de cascada del cambio climático presenta mucho más complejidad que otros acontecimientos (p. e., crisis financieras o ataques terroristas).

Cuadro B: Las cinco C - Contribuir a la coordinación para combatir el cambio climático: riesgo, horizonte temporal y sistema de resiliencia

Identificar y administrar los riesgos relacionados con el clima implica concentrarse en los riesgos, integrar las estrategias de combate en regulaciones prudentes y monitoreo de la estabilidad financiera, y participación del sector privado en la transición hacia "actividades verdes".

Interiorizar las externalidades prestando atención en el horizonte temporal. Debe generarse la discusión en términos de largo plazo en dos aspectos: 1) integrar en los portafolios de los bancos centrales consideraciones medioambientales, sociales y de gobierno; 2) explorar los potenciales de la vinculación de las políticas de estabilidad financiera y las dinámicas sustentables.

Transformación estructural a través de un sistema económico global de bajo carbono. Debe concentrarse la atención en la capacidad adaptativa de la sociedad para enfrentar la incertidumbre. Tiene que examinarse: la coordinación prudente de políticas fiscales y monetarias "verdes"; análisis a través de modelos de des-equilibro con tratamientos cualitativos; y reformas al sistema monetario y financiero para determinar la estabilidad financiera y el clima como bienes públicos interrelacionados.

1. Introducción "El planeta Tierra está enfrentando una emergencia climática"

El documento señala que el desafío que el cambio climático plantea para la gobernanza financiera y socio-económica del mundo no tiene precedentes. La emisión de gases de efecto invernadero por el ritmo de producción y consumo actual es insostenible. Ya comienzan a verse las consecuencias negativas en los ecosistemas y sistemas socioeconómicos por el incremento de la temperatura mundial.

Aunque la recomendación por parte de la comunidad científica mundial es reducir desde ya la emisiones de gases invernadero, esto no ha sucedido y tampoco se dan señales de que vaya a suceder en los años venideros. Es más, los países han planeado su producción futura de carbón, petróleo y gas. Hay una gran brecha entre las alternativas para virar hacia una economía no fósil y los planes de producción del gobierno.

Se menciona que los efectos del cambio climático van a romper con el horizonte temporal tradicional de los hacedores de políticas públicas y de los tomadores de decisiones en materias financieras y económicas. Esta "tragedia del horizonte" se debe a que los planes políticos, económicos y financieros se juegan en un horizonte de tiempo muy corto respecto a las consecuencias climatológicas masivas, con impactos civilizatorios y de largo plazo.

Por tales razones, el documento determina el problema del cambio climático como un "cisne verde", esto es, "un nuevo tipo de riesgo sistemático que involucra lógicas interactivas, no lineales, fundamentalmente impredecibles y dinámicas medioambientales, sociales, económicas y geopolíticas, que son irreversiblemente transformadas por la creciente concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera" (p. 6).

No es suficiente implementar impuestos al carbón para solucionar los estragos del cambio climático. El documento presenta tres limitaciones de esto: 1) los impuestos al carbón no han sido implementados en niveles suficientes para relocalizar el capital hacia la inversión en "activos verdes", el gobierno ha fracasado para inducir a la sociedad civil y los negocios a un cambio político; 2) el cambio climático no es meramente una falla de mercado sino "la falla de mercado más grande que el mundo ha visto"; 3) la magnitud del cambio climático es tan grande que no debe tratarse desde la perspectiva de la economía de mercado sino de lógicas de la incertidumbre, riesgo, transformaciones profundas potenciales en los estilos de vida y priorizar decisiones éticas de largo plazo sobre decisiones económicas de corto plazo. En suma, se apuesta por un enfoque transdisciplinario.

Desde el punto de vista de las finanzas, el cambio climático presenta amenazas muy graves: los riesgos físicos alterarían la estabilidad financiera a través de pérdidas irreversibles de capital. Los agentes financieros no serían capaces de proteger sus activos ante tales shocks provocados por el clima. Fallas financieras en los mercados de créditos y relocalizaciones abruptas de activos en "actividades verdes" pueden limitar la capacidad de estabilizar las finanzas en corto plazo. Por tales razones, combatir los efectos financieros del cambio climático exigen implementar prudentemente combinaciones complejas de políticas monetarias e instrumentos fiscales.

Garantizar una exitosa transición a la producción baja en carbón exige la emergencia de nuevas tecnologías, nuevos acuerdos institucionales y nuevos marcos culturales. Tiene que ser un combate multidimensional.

Revisando la estabilidad financiera en la era del cambio climático

Los análisis sobre la relación entre el sistema financiero y el cambio climático son de reciente aparición. Tres desarrollos han podido llamar la atención sobre los riesgos financieros relacionados con el cambio climático.

1) El Acuerdo de París, cuyo artículo 2.1(c) señala que debe procurarse que el flujo financiero sea compatible con la transición hacia una economía de bajas emisiones de gases de efecto invernadero y al desarrollo de estrategias que mitiguen el cambio climático.
2) El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, afirmó en un comunicado de prensa la posibilidad de existencia de una crisis en el sistema financiero vinculada por los fenómenos del cambio climático.
3) Se creó en diciembre de 2017 el Network for Greening the Financial System para la gestión de riesgos climáticos en el sector financiero, así como para generar soportes financieros para la transición hacia una economía sustentable.

La situación entre el sistema financiero y los riesgos del cambio climática es muy complicada. Una rápida transición a una economía baja en carbón no permitiría que los bancos centrales rescaten a los accionistas y tenedores de activos en las compañías petroleras o de carbón. Actuar de manera contraria eliminaría cualquier tipo de credibilidad a los bancos centrales y limitaría las posibilidad de crear relaciones de sustentabilidad entre las finanzas y el capital natural.

Se advierte, por último, que la propuesta no es descargar el conjunto de los problemas en las arcas de los bancos centrales. En realidad, estos no podrían sustituir al conjunto de áreas implicadas por el cambio climático. Más bien se trata de abrir el espacio para realizar acciones coordinadas por todos los sectores de la economía.

Esquema

Finalmente, la introducción y capítulo 1 terminan con una presentación de los contenidos del resto de capítulos del documento.

Capítulo 2. Presenta una vista panorámica de cómo los riesgos relacionados con el cambio climático intervienten en las actividades socioeconómicas, sobre todo, aquello que compete a la capacidad de los bancos centrales para generar estabilidad financiera y monetaria.

Captíulo 3. Presenta metodologías alternativas para analizar el escenario de la estabilidad financiera en la época del cambio climático. Principalmente, se muestran las virtudes de las metodologías que estudian la incertidumbre en un horizonte de largo plazo.

Capítulo 4. Presenta la exigencia de tornar a los bancos centrales más proactivos para enfrentar los riesgos del cambio climático. La política monetaria no es suficiente para integrar acciones de mitigación de tales riesgos.

Capítulo 5. Presenta la tesis de considerar la estabilidad financiera y la estabilidad climática como dos bienes públicos. El mantenimiento de ambos es recíproco.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El documento del Banco Internacional de Pagos presenta una serie de propuestas para la integración coordinada de acciones del sector financiero en el combate del cambio climático. La pertinencia de analizar la problemática en el marco del proyecto consiste en examinar los nuevos desafíos del capitalismo contemporáneo y, sobre todo, de uno de sus principales protagonistas: el capital financiero. Las estrategias planteadas para el actuar de los bancos centrales y las compañías financieras privadas resultan altamente cuestionables pues tienen como punto de partida otorgar la estabilidad financiera y no generar políticas para mitigar directamente la catástrofe climática.