Khorgos se ha convertido en la puerta de entrada de China a Asia Central y Europa. En la frontera de China con Kazajstán se construyó esta nueva ciudad de 200 mil habitantes y ha crecido a tal velocidad, que Google Earth apenas ha comenzado a registrar los rascacielos que ahí existen.

En Khorgos se han desarrollado dos pueblos paralelos: una zona libre de impuestos para bienes chinos, y uno que acoge a los puertos más importantes del mundo. Khorgos Gateway es una terminal de contenedores, construida en 2014 y pretende ser un enlace crítico, llamado por el presidente Xi Jinping "puente terrestre eurasiático" (ver Dato crucial 1).

De esta manera, se remodela la geografía de la mayor masa terrestre del planeta: la distancia física y psicológica entre Europa y Asia Oriental se está reduciendo porque la extensión escasamente poblada en el centro de Eurasia se vuelve manejable gracias a la construcción de infraestructura. Cabe mencionar que dicha transformación no se está construyendo utilizando los esquemas de occidente ni sus reglas.

Asia viene a Europa, no al revés

Lo anterior es parte de la expansión china que se conoce como la Iniciativa del Cinturón y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), como parte de la política exterior china. La nota cuestiona si es algo parecido al Plan Marshall o si sólo es un ejercicio para el ascenso internacional de chino.

La nota cita al Banco Mundial que define al BRI como un esfuerzo liderado por China para mejorar la conectividad y la cooperación regional y transcontinental a través de inversiones a gran escala; mientras que ayuda a los países del sur global a construir infraestructura (ver Dato crucial 2).

El informe del Banco Mundial también argumenta que el Partido Comunista Chino está utilizando la BRI para remodelar el orden mundial a su conveniencia, y así, crear un bloque geopolítico emergente en un momento en el que el orden hegemónico estadounidense es inestable.

La nota señala que se debe entender a la BRI desde un punto de vista histórico, retomando el sistema tributario chino de antaño. En este sistema, China ejerce su poder en su cercanía, presentándose como una potencia benefactora, en contraste con el proyecto occidental. Así, quienes compartan estas ideas, recibirán la generosidad de Beijing; por lo que se perfila como una estratégica política y económica.

Uno si la tierra, dos si Xi

La palabra cinturón o belt, implica no sólo transporte, energía o nodos, sino una red interconectada de infraestructura que devendría en zonas industriales y corredores económicos con manufactura, logística y construcción.

Además, se presentaron otros componentes del proyecto:

-Componente marítimo. Una ruta de la seda marítima del siglo XXI, incluyendo una red de ciudades portuarias en el Mar Meridional de China, el Océano Índico y el Mediterráneo.

-Componente polar. Se pretende desarrollar rutas de envío en el Ártico.

-Componente digital. Una ruta de la seda digital constituida por cables submarinos, telecomunicaciones 5G y computación en la nube e incluso, un corredor de información espacial para abrir las capacidades de lanzamiento satelital.

Las discusiones e interpretaciones sobre la BRI pueden analizarse en distintos niveles:

1. El proyecto del siglo XXI es resultado de la trayectoria china, que tiene como elementos la relación con sus principales proveedores de recursos en todo el mundo y, por otro lado, la relación con los mercados europeos.

2. Es una respuesta a la crisis financiera mundial de 2007-2009, porque ésta eliminó una gran fuente de demanda de productos chinos; así, China entendió que en el futuro tenía que hacer sus propios mercados en el extranjero.

3. Representa una internacionalización de la política industrial china: frente al exceso de capacidad productiva de acero, cemento, etc., el estado-partido (que se legitima mediante la creación de empleos e inversiones) difícilmente podría detener esta capacidad. En consecuencia, debe exportarla.

4. Por último, en la coyuntura actual (que se caracteriza por la crisis hegemónica estadounidense liberal), aparece una oportunidad histórica que China aprovechará para intervenir en la sociedad internacional (ver Dato crucial 3).

En China no se ha publicado alguna cifra autorizada sobre las inversiones. Una suposición señala que se han destinado 400 mil millones de dólares en financiamiento (subvenciones y préstamos), monto gastado o por gastarse en más de 160 países. En términos reales, esta cifra supera el Plan Marshall que costó 130 mil millones de dólares.

Sin embargo, los proyectos pueden quedarse cortos: la prioridad es estratégica, ya que se aseguran recursos naturales para generar crecimiento económico localmente. China ahora obtiene gas natural de Turkmenistán. Con esa infraestructura, China evita el dilema del Estrecho de Malaca, es decir, que el suministro de petróleo y gas por vía marítima sea fácilmente atacado en tiempos de guerra.

Al desplegar la infraestructura en toda la masa terrestre de Eurasia, China se consolida como el poder indispensable en un supercontinente emergente: los beneficios estratégicos podrían provenir de desarrollar puertos y consolidar el dominio en la industria naviera global, lo cual tendría grandes implicaciones para Japón, el resto de países del sudeste asiático y la India, ya que dependen de las rutas marítimas más concurridas del mundo.

Al respecto, la Estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos afirma que la BRI significa pedir dinero prestado a China y, por lo tanto, caer en una trampa. Adam Boehler, jefe de la Corporación financiera de desarrollo internacional de Estados Unidos, señaló que las inversiones en el extranjero de China eran frágiles, debido a las grandes deudas, la infraestructura mal construida, la corrupción y la falta de transparencia.

La nota señala que esa declaración es exagerada; si bien China aplica criterios de préstamo más dudosos que los miembros del Club de París no hay un plan maestro nefasto. China sabe que la flexibilidad sirve mejor a su imagen y genera una estrategia que ofrece dinero para el desarrollo y apoyo diplomático. De esta manera, atrae a los países en desarrollo ofreciendo mejores opciones.

Laptops vía Asia Central

Finalmente, se señala que la ruta que va desde Khorgos hasta Londres se ha vuelto popular gracias a su rapidez y eficacia. Por ejemplo, la empresa HP ha trasladado sus fábricas de ordenadores a la ciudad de Chongqing (China) y ha construido su modelo de negocios de entrega de trenes a través de Khorgos hacia Países Bajos.

El artículo finaliza señalando que, a pesar de la nueva conectividad que se está construyendo, aún muchas cosas pueden salir mal.