Bioeconomía: economía circular y sostenibilidad

Cita: 

Schmidt, Fabian [2020], "Bioeconomía: economía circular y sostenibilidad", Deutsche Welle, Bonn, 14 de enero, https://p.dw.com/p/3WCca

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Martes, Enero 14, 2020
Tema: 
La bioeconomía como posibilidad de resolución del predicamento capitalista
Idea principal: 

Fabian Schmidt es redactor del área de ciencias de Deustche Welle.


Luego de que la bioeconomía fuera seleccionada como el tema científico del año 2020 por el Ministerio de Investigación de Alemania, Fabian Schmidt realizó una entrevista a Christian Patterman, uno de los principales fundadores de la bioeconomía como concepto de investigación y uno de los principales responsables de introducirlo en los programas marco de investigación de la Unión Europea.

La bioeconomía es el uso de los llamados recursos biológicos (animales, insectos, plantas y microorganismos) en un contexto atravesado por las demandas que el crecimiento poblacional impone a los limites del planeta. A diferencia de los recursos fósiles y minerales, los recursos biológicos tienen la particularidad de que ciertas propiedades y habilidades de los organismos vivos pueden ser renovables. Es decir, el uso de tales recursos biológicos alberga el potencial de tener un efecto más neutral para el clima, dado que pueden ser reutilizados, degradados y utilizados nuevamente. Elementos que confirman el potencial de la economía circular que albergan los recursos biológicos.

Para Patterman, las ventajas que ofrecen los recursos biológicos no terminan ahí, pues de acuerdo al abogado y economista, el uso de recursos biológicos otorga a los productos nuevas funciones que son diferentes, y a menudo, mejores que los materiales convencionales. Esto gracias a que el agregado de componentes biológicos contribuye a que algunos productos sean más resistentes a la intemperie, a que se use menos agua en los procesos de producción, o que ciertos productos no requieran del uso de elementos tóxicos o cancerígenos.

Todo esto ha incentivado a más de 60 países en el mundo por implementar estrategias de bioeconomía, hojas de ruta y planes de acción, pues el uso de recursos biológicos y su integración en un sistema económico. Para dicha labor se requiere el trabajo conjunto de diversas disciplinas científicas y nuevas tecnologías en aras de que la industria, la investigación y la política, piensen y actúen para desarrollar cadenas de valor que puedan ser implementadas de manera sostenible.

Sin embargo, aunque la bioeconomía puede ayudar a expandir y fortalecer las vertientes sustentables de la economía, no representa en sí una varita mágica para reemplazar sectores altamente contaminantes, por ejemplo, el uso de recursos fósiles para la generación de energía. La razón de esto radica en que la bioeconomía depende, entre otras cosas, de las materias primas con que cuenta un país, de sus capacidades y potencial, de su infraestructura, incluida su logística.

Tomando en consideración esto, la bioeconomía tiene que moverse y probarse en los mercados, aún en los que están capturados y altamente regulados. Las oportunidades de negocio en torno al uso de recursos biológicos podrían resultar altamente lucrativo, incluso en aquellos nichos consolidados. A ello podrían ayudar enérgicamente los políticos, dado que podrían establecer que en las adquisiciones públicas se ordenara comprar productos biológicos en lugar de productos fósiles.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Cabe preguntarse por el potencial “auto-sustentable” que implica el desarrollo de la bioeconomía, dado que no pretende disputar cierto margen de operatividad, por ejemplo, el de la industria de los combustibles fósiles, principal contribuidora de las emisiones de gases de efecto invernadero. Tomando en cuenta esto, resulta interesante pensar el potencial conflictivo que podría derivarse de la opción de un desarrollo económico sustentable que tenga como base el uso de recursos biológicos y los cambios geopolíticos relacionados con la búsqueda de nuevos recursos estratégicos, así como de su control y su explotación. Tal como esta pensada, la bioeconomía no es más que la adaptación del sistema de acumulación capitalista ante la emergencia de un contexto critico como el del cambio climático.