Geopolitics. Governments are erecting borders for data

Cita: 

The Economist [2020], "Geopolitics. Governments are erecting borders for data", The Economist, London, 20 de febrero, https://www.economist.com/special-report/2020/02/20/governments-are-erec...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Jueves, Febrero 20, 2020
Tema: 
Reglas globales para la gobernanza y protección de datos.
Idea principal: 

The Economist reporta que en Microsoft existe un servicio de computación en la nube llamado Azure que funciona como un centro de operación de red. Por su parte, el Cloud Collaboration Centre (CCC), también en Microsoft, cumple los objetivos de brindar a los clientes una idea sobre las capacidades funcionales de Azure y, más importante, sirve a los empleados de Microsoft para discutir modos de adaptación de la nube frente a los cambios legales en la economía de datos internacional.

En 2018 Estados Unidos implantó la General Data Protection Regulation (GDPR), una ley de protección de datos, que comprometió las actividades del CCC. La legislación en torno a la privacidad sobre la información es una tendencia a nivel internacional. Son límites virtuales erigidos para que determinada información no entre o salga de un país. De continuar estas prácticas legales, Microsoft tendrá que ampliar sus estrategias sobre la capacidad de acción del CCC.

Por eso, continua The Economist no resulta exagerado señalar que nos estamos adentrando a un tiempo de, como dice el empresario británico Ian Hogarth, “IA nacionalista” o “proteccionismo digital”. La información económica de los países está siendo bloqueada por los gobiernos para proteger la soberanía de su población. Esto rompe con el supuesto del “ideal cosmopolita” de la libre circulación de la información para su administración más eficiente.

¿El ideal cosmopolita de quién?

Las reglas de la economía de datos sirven de advertencia frente a la concentración estadounidense de las nubes de información más grandes del mundo. Tan sólo en el campus de Quincy, Washington, hay dos docenas de grandes centros de datos en funciones, la mayoría operados por Microsoft.

El caso de Edward Snowden en 2013 reveló uno de los grandes problemas de las nubes digitales: la fuga de información de seguridad. Es por ello que no se ha hecho esperar la necesidad de implementar una infraestructura global de protección para la economía de datos. Además de la seguridad ciudadana, se trata de evitar la revelación de información de defensa de los países.

De esta manera, la GDPR permite que información personal salga de Estados Unidos únicamente si las empresas tienen garantías de seguridad y si el país destino cuenta con un “nivel adecuado de protección”. En otros países como India, Rusia o China se han tomado medidas similares.

Con la finalidad de generar mecanismos coordinados de protección de datos a nivel internacional, el G20 ha lanzado la iniciativa “Ozaka Track”, por haberse realizado en esa ciudad, que consiste en establecer reglas globales para la “gobernanza de datos” guiada por el concepto de “libre flujo de información con confianza”. The Economist opina que es poco claro a dónde conducirá tal iniciativa.

Es poco probable que las reglamentaciones y las medidas proteccionistas de datos gesten un corte total de flujo de información. Para ello no habría otra opción que cortar la conexión de internet, algo que no va a suceder. Por otra parte, construir una nube digital nacional es un proyecto costoso.

Resulta más plausible que se generen coaliciones de distintos tipos de información a través de acuerdos que permitan el intercambio de datos entre países. Un ejemplo de ello, actualmente en curso, es el Cloud Act de 2018 que permite a Estados Unidos negociar con países la circulación recíproca de información. La propia Ozaka Track puede decantar en una coalición de datos alternativa, su propuesta original es permitir el libre flujo de datos entre Japón, Estados Unidos y la Unión Europea y limitar el acceso de información a países como China. El problema que detecta The Economist en este tipo de medidas es que empujan a China a crear su propio club de información con otros países.

Otro caso es el de la firma alemana GAIA-X, una iniciativa para el libre flujo de información entre países europeos y, de esa manera, romper con la dependencia de nubes digitales estadounidenses. El ministro federal de economía alemán refiere la iniciativa como una “infraestructura federativa de datos”. Para The Economist se trata de una propuesta atractiva que puede frenar el dominio estadounidense y chino de la infraestructura global de datos. Hasta el momento sólo Francia ha manifestado su apoyo a la iniciativa, pero más de 100 firmas privadas la respaldan, incluyendo proveedores de nubes digitales, con la excepción de Microsoft.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La IA y la creación de nubes digitales representan unos de los proyectos de vanguardia tecnológica de las corporaciones mundiales. La hegemonía estratégica de Microsoft en ese campo ha impulsado una disputa internacional sobre las reglas de operación del flujo de información. Para el proyecto resulta relevante notar el ámbito de seguridad que se juega en dicho intercambio de datos. Además del compromiso de la información de los civiles, se abren posibilidades para la fuga de estrategias vinculadas a la economía de guerra.