Departure of the founders. Who will control Alphabet once Sergey Brin and Larry Page are gone?

Cita: 

The Economist [2019], "Departure of the founders. Who will control Alphabet once Sergey Brin and Larry Page are gone?", The Economist, London, 5 de diciembre, https://www.economist.com/leaders/2019/12/05/who-will-control-alphabet-o...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Jueves, Diciembre 5, 2019
Tema: 
La estrategia, la administración y el rol en la sociedad de Alphabet son preguntas incómodas que permanecen abiertas tras la partida de sus fundadores
Idea principal: 

Hace 21 años Sergey Brin abandonó su carrera académica para concentrarse en Google, la empresa que formó con Larry Page. La nueva empresa, incorporada en 1998, desarrolló PageRank como una forma de catalogar el boyante mundo de internet. Ahora, tanto Brin como Page se retiran del gigante que crearon y que domina el negocio de los buscadores. Su firma, ahora bajo el nombre de Alphabet, es la cuarta compañía mejor cotizada del mundo y es valorada en 910 mil millones de dólares. Sin embargo, a pesar de su éxito indiscutible, para The Economist la partida de sus fundadores deja a la compañía enfrentando 3 preguntas incómodas: ¿cuál será su estrategia?, ¿cuál será su rol en la sociedad?, y ¿quién está realmente en control?

Cabe señalar que la historia del éxito de Google, y Alphabet, es extraordinaria aun para Silicon Valley. Desde el principio su buscador aprovechó un círculo virtuoso, entre más se usa y entre más información recaba más efectivo se vuelve. Su modelo de negocios, en el que los anunciantes pagan para atraer la atención del usuario, ha sido muy exitoso. En tan solo ocho años, 1998 a 2006, sus ventas anuales alcanzaron 10 mil millones de dólares, mientras que sus pérdidas acumuladas máximas fueron de 21 millones, muchos menos que los 15 mil millones que ha perdido Uber. Es decir, Alphabet goza de buena salud. Su buscador tiene miles de millones de usuarios que lo consideran una herramienta valiosa, un estudio encontró que se le tendría que pagar al usuario típico 17 530 dólares para aceptar dejar de usarlo durante un año, mientras que para dejar de usar las redes sociales aceptaría 322 dólares. Muchas empresas han tratado de imitar el modelo de Google de tener una extensa base de datos de clientes y explorar los efectos de red, sin embargo, solo unos pocos, como Facebook, han tenido éxito a esa escala.

Sin embargo, algunas incertidumbres permanecen. En cuanto a la estrategia, para empezar, otras compañías de tecnología se han diversificado exitosamente. Amazon pasó del comercio electrónico a la computación en la nube y el gigante chino Tencent ha pasado de los videojuegos ha una gran variedad de servicios. Aunque Alphabet incorporó a YouTube en 2006 y entró al negocio de los teléfonos inteligentes con Android, aún sigue percibiendo 85% de sus ganancias de las ventas de publicidad por búsqueda. Si bien, ha apostado por los autos de conducción automática, aún no recibe los dividendos de dicha inversión.

Otra incertidumbre tiene que ver con la regulaciones de que pueda ser objeto. Su monopolio en el negocio de los motores de búsqueda ha levantado preocupación por la manera en que se pudiera aprovechar de otras compañías. Su enorme base de datos levanta también preocupaciones relacionadas con la privacidad. De la misma forma, al ser un conducto para la información y las noticias, su influencia sobre la política ha sido objeto de un creciente escrutinio público. Todo esto hace pensar que la compañía podría ser regulada más estrictamente, tan solo el año pasado pagó 9 mil millones en multas impuestas por la Unión Europea, mientras que la clase política en Estados Unidos está a favor de una regulación más estricta. Si se llegara a regular como una empresa de servicios públicos (utility), las utilidades de la empresa podrían caer abruptamente.

Sobre quién estará al control de la empresa, aunque Page y Brin se han alejado de sus roles ejecutivos, cediéndole la batuta a Sundar Pichai, gracias a un esquema de acciones de clase dual permanecen con 50% de los derechos de voto sobre la compañía. Aunque este tipo de esquema son populares en Silicon Valley, no garantiza su fiabilidad. De las grandes empresas de tecnología, dos se han enfrentado a sucesiones similares: Microsoft y Apple. Ambas han sido exitosas en parte porque sus fundadores, o sus familias, no han conservado el control sobre las decisiones de la compañía después de su retiro. En ese sentido The Economist considera que los fundadores de Alphabet deberían de renunciar a sus prerrogativas de decisión y vender paulatinamente sus acciones, para dar a alguien más la oportunidad de responder las preguntas que enfrenta la compañía.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Los grandes oligopolios tecnológicos, como Alphabet, utilizan como materia prima la información que les es regaladas por sus usuarios y que luego procesan y mercantilizan, una parte se destina a publicidad pero no toda, mucha de esta información es usada para la modelación y adaptación del comportamiento y las relaciones sociales de la sociedad en pos de los objetivos de estas compañías, tanto económicos, como políticos y culturales. En ese sentido, el estado podría jugar un papel fundamental, aunque más conflictivo, limitando el poder de estos oligopolios tecnológicos y terminar con las prácticas abusivas con las que estas empresas han logrado abrir nuevos espacios de valorización, pues es poco probable que, como señala The Economist, un cambio en las juntas directivas de estas empresas sea suficiente para que renuncien a los jugosos dividendos que estas prácticas significan.