Eco-Fascisms and Eco-Socialisms

Cita: 

Ajl, Max [2019], "Eco-Fascisms and Eco-Socialisms", Verso, 12 de agosto, https://www.versobooks.com/blogs/4404-eco-fascisms-and-eco-socialisms

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Lunes, Agosto 12, 2019
Tema: 
Ecosocialismos como respuestas ante el ecofascismo y sus consecuencias
Idea principal: 

El texto comienza por hacer referencia al biólogo Garret Hardin, quien apoyando las políticas nacionalistas blancas, expuso la teoría de que la tendencia humana a la cría excesiva llevaría a una disputa desenfrenada por los bienes comunes, por lo que su solución fue el derecho a la propiedad privada, Hardin había retomado el concepto de sobrepoblación de Malthus al que Marx dedicó fuertes críticas al notar el desprecio que este blandía sobre los necesitados. Marx observó que el imperialismo conforme avanzaba estiraba las divisiones conformadas en las ciudades y el país con el fin de dejar las consecuencias ambientales hacia los más pobres, en aquel momento Irlanda y Estados Unidos. Mientras durante la década de 1980 al surgir la política ecológica se llevó esto todavía más allá, debido a que el daño ecológico funcionó mediante clase y el intercambio desigual ecológico demostró que la clase tiene un carácter nacional llamado división centro-periferia, por lo que algunas ecologías reciben un mayor daño que otras.

Así como los reportes del Grupo Intergubernamental sobre Expertos del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) muestran un diagnóstico hacia el armagedón, argumentos ecológicos han vuelto a la agenda, sin embargo la ecología y la política son cosas distintas, y como sucedió con la política ecológica, la política aparece en los diagnósticos y prescripciones para las soluciones. Desde conservacionistas nativistas de base ecofascista, ecofascismo autoritario moderno, ecosocialismo basado en el intercambio medioambiental desigual de medios de vida y reproducción social, ecosocialismo que pone en el centro del escenario a pequeños propietarios, y eco-manifiestos modernistas que prevén lanzamientos a la luna o minería en estrellas, cada solución propuesta ubica el poder social o su ineficiencia, así como una manera de señalar la culpabilidad o la inocencia y cada una al enfocarse en problemas sociales por una transición justa o injusta implica una política diferente.

Al comenzar con las malas políticas propuestas por parte de ecofascistas se encuentra el Manifiesto de los tiradores de "El paso" que junto a la teoría del gran reemplazo, representan una solución a la crisis ambiental basada en la limpieza étnica, siendo ideas que no son nuevas como lo muestran los trabajos de Hardin y Malthus. Aunque este ecofascismo debe ser enfrentado, se encuentra lejos de ser la forma como llegue a Estados Unidos de manera institucional.

Después el texto hace referencia a lo que es y no es el fascismo, y como son y no son los crímenes cotidianos del capitalismo no fascista, por lo que especifica que el fascismo es una extensión e intensificación del capitalismo que tiene históricamente como núcleo un colonialismo o un expansionismo. Para el autor el ecofascismo llegará como una nueva máquina sociotécnica, una especie de fortaleza eco nacional en la que mediante una emisión de dióxido de carbono de cero la población entera de los países ricos se quedarán tras límites y paredes marítimas militarizadas. El escenario de ensueño para los tiradores de "El paso" es uno en el que los recursos sean atesorados por la reducida población estadounidense después de la expulsión de latinos, en el que a causa de la gran cantidad de dióxido de carbono desprendido por la lenta transición provocará la transformación de las antiguas colonias en zonas apenas habitables donde desaparecerán bosques y campos orillando no sólo a poblaciones a huir sino también al resto de la fauna hacia el norte acaudalado.

Las migraciones también se llevarán a cabo porque los recursos físicos para la renovación industrial descansarán en destruir pedazos del resto del mundo mediante minas a cielo abierto y estanques llenos de toxinas, también huirán debido a la proliferación de sequías ya que 25 por ciento del mundo sufrirá estrés hídrico. Los Think Tank de derecha observan el reto y convergen en un acercamiento militar a la transformación socioeconómica, en una obsesión por mantener el capitalismo industrial, desdeñando la sustentabilidad y preocupados por los flujos migratorios que consideran imposibles de manejar.

La teoría del intercambio ambiental desigual (UEU, por sus siglas en inglés) mostró que los precios, el capitalismo y los paquetes tecnológicos no son fáciles de desenredar, los precios son el sistema simbólico impuesto políticamente mediante el cual la toxicidad ambiental de la mano con la tecnología se concentra en la periferia mientras que los beneficios se quedan en el centro, y al ocurrir la concentración a nivel mundial la población del centro deja fuera del consumo a la periferia. Incluso aunque la noción del UEU sea incoherentemente percibida, anima al manifiesto de "El paso" en cuanto a que su autor se encuentra alerta de que el estilo de vida estadounidense descansa en ciertos recursos que no pueden ser compartidos con el resto del mundo.

Sin embargo la crisis ecológica no se va detener mediante fronteras humanas, y la proliferación de gripe porcina o aviar, bacterias resistentes a fármacos y super hongos fatales hará que se preste menos atención a los puestos fronterizos, haciendo de la cuarentena una quimera.

La idea del Green New Deal ha sido expandida recientemente, y fue Alexandria Ocasio-Cortez quien comenzó con la discusión sobre la respuesta a la cuestión climática de sectores que anteriormente no han entrado a la discusión, sin embargo, reducir el ecosocialismo a la visión de Ocasio-Cortez tiene sus consecuencias debido a que una vez que todo ha sido sintetizado se pierden las marcas de distinción entre los diferentes tipos de ecosocialismo. Como ejemplo está el ecosocialismo con nociones de apartheid climático funciona como slogan pero no brinda información sobre lo que tenemos qué hacer y su cómo hacerlo; tampoco logra recordar que muchos países que sufren sequías también son afectados por sanciones impuestas por el imperialismo. Además la legislación promovida por Ocasio-Cortez no hace distinción entre la propuesta de la gente y aquella que el congreso intenta implementar influida por el dinero. De ahí que la asociación basada en una renovación industrial de una empresa estatal tenga más en común con el ecofascismo que con el ecosocialismo internacional.

Por ello el autor expone que debemos pensar en herramientas analiticas como el EUE, lo que no significa que promueva el castigo del consumo del norte sino que sirva como mapa de batalla que haga hincapié en que todo cambio social debe tomar en cuenta a los más desposeídos y sus demandas, o partir desde la explotación y extracción de los más pobres. También en el EUE hace referencia a alianzas, por un lado, el ambientalismo de la pobreza en la periferia donde se encuentran: pequeños propietarios agroecológicos, habitantes de la ciudad y de barrios marginales; y por otro, el primer mundo en conjunto con su periferia interna. No obstante a que no sé niegue la necesidad de la alianza, varios intentan mordisquear su lógica socio ecológica imaginando que el mundo pobre puede emular el camino occidental de prosperidad, aunque si el luchar contra el ecofascismo significa ecosocialismo ello significa que dicho programa debe permitir la unidad en la diversidad.

También significa tomar en serio la necesidad del tercer mundo de efectuar una reforma agraria completa, contemplar que las frutas, vegetales y especias a las que el primer mundo está acostumbrado también tendrían que crecer en el primer mundo o ser comprado a precios justos, sobre minería significa que países que demandan su detenimiento puedan lograrlo y el cambio no acaba ahí, es necesario que ciudadanos canadienses o estadounidenses que desean fronteras abiertas reconsideren el modo de vida o de muerte que provoca estas migraciones, ya que los cambios en el tercer mundo y en el primero están interconectados.

Por otro lado en Estados Unidos existe un movimiento granjero que puede crecer, en el que hay mucho por hacer desde restauración ecológica, atención de policultivos intensos, inversión en reemplazos perennes para monocultivos, esfuerzos en comunidades negras e indígenas, reemplazo de industria insostenibles por manufacturas sostenibles, todo ello para lograr un cambio de una agricultura emisora de dióxido de carbono por una que lo absorba.

Finalmente el autor menciona que acabar con el ecofascismo significa que las cosas deben cambiar, lo que debería ser bien recibido por las personas que comprenden al mismo como un compromiso psicosocial hacia un estilo de vida a cualquier costo. Siendo que muchas personas están dispuestas a cambiar la modernidad capitalista por una vida con menos fruslería y alienación, pero con más aire fresco, áreas verdes aunque ello incurra en un poco más de esfuerzo, por un planeta en mejor estado para el futuro.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La crisis civilizatoria actual exige la revisión y restructuración del capitalismo moderno, en la dimensión ecológica, pensar en posibilidades distintas al actual ecofascismo en las que si se priorice el cuidado y preservación de la biota, se vuelve un imperativo al contemplar la imposibilidad de sostener el actual ritmo y forma de llevar a cabo la agricultura. No obstante, el desarrollo de los distintos tipos de ecosocialismo va empujar las fronteras del capital en su búsqueda por opciones sostenibles y más justas.