What Coronavirus teaches us About Climate Change

Cita: 

Wallace-Wells, David [2020], "What Coronavirus teaches us About Climate Change", Intelligencer, New York, 26 de febrero, https://nymag.com/intelligencer/2020/02/what-coronavirus-teaches-us-abou...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Miércoles, Febrero 26, 2020
Tema: 
La adaptación a los efectos del cambio climático como falsa solución.
Idea principal: 

David Wallace-Wells, es un periodista estadounidense conocido por sus escritos sobre el cambio climático. Escribió el ensayo "La tierra inhabitable" en 2017, que luego amplió al libro con el mismo nombre en 2019.


La nota comienza señalando que la temperatura en la península Esperanza de la Antártida llegó a los 19°C, más cálida que en San Diego o Nueva York. Unos días después, la temperatura en la isla Seymour del mismo continente alcanzó los 20 grados; mientras que el glaciar Pine Island perdió un trozo de hielo de 209 kilómetros cuadrados.

Poco después de estos registros, científicos de la Universidad de Nueva Gales del Sur de Australia señalaron que hace cien mil años el derretimiento de la capa de hielo de la Antártida occidental produjo 1.8 metros de elevación del nivel del mar, lo que tomó menos de 2°C para derretirlo. Actualmente, el planeta se dirige inevitablemente a un incremento de 2 grados.

En el contexto de la crisis humanitaria causada por el cambio climático, la cuestión de reducir el calentamiento mediante la descarbonización ha sido desplazada y actualmente se habla de "adaptación". Este cambio ha sido más pronunciado entre los conservadores, pero no se limita a éstos, ya que los liberales también apoyan medidas de este tipo. Por ejemplo, el New York Times planteó que debe considerarse el plan del cuerpo de ingenieros del ejército estadounidense que prevé la construcción de un muro marino que abarque todo el puerto de Nueva York y que se extienda por 9 kilómetros, cuyo costo será al menos de 100 mil millones de dólares. En el sur de Florida, también se habla de muros contra la inundación, pero se propone construirlos en el continente, dejando fuera toda la playa de Miami. En Europa, están hablando de represar todo el Mar del Norte con una barrera de 643 kilómetros.

A primera instancia, estas propuestas parecen buenas ideas ya que se plantea utilizar los conocimientos tecnológicos y los recursos financieros con el fin de proteger a los paises de los impactos en el corto y mediano plazo. Sin embargo, eso no significa que sean un sustituto de la descarbonización o mitigación.

En primer lugar, los proyectos de adaptación ya son muy caros y el retraso de la descarbonización los hará aún más. En segundo lugar, este tipo de proyectos son inevitablemente limitados, lo que significa que representan una elección sobre quiénes serán protegidos y quienes serán expuestos.

La adaptación puede parecer una solución al cambio climático y una forma de evitar la necesidad de una descarbonización rápida, pero no lo es: cuando se trata de la adaptación no hay buenas opciones porque implica priorizar unas comunidades sobre otras.

Se necesitarían 25 años para construir el malecón de la ciudad de Nueva York, lo que significa que las comunidades vulnerables del sur de Brooklyn y Queens podrían estar bajo el agua para cuando esté terminada.

Los países más pobres del mundo son los más afectados, a pesar de haber hecho lo mínimo para acercar al mundo a la catástrofe. Los países del sur global no cuentan con los recursos de las naciones ricas del mundo para protegerse. Pero estos problemas también son importantes dentro del norte global, donde las comunidades más pobres suelen ser las más afectadas.

Las fronteras que definen la forma de lo que se ha llamado "eco-fascismo" o "brutalidad climática" (una política de poder y exclusión en capas sobre desastres naturales y degradación ambiental), no existen sólo entre naciones, sino dentro de los países, entre comunidades y clases sociales. Los proyectos de adaptación no abordan estas desigualdades, sino que las exacerban.

La oposición local ha crecido tanto que el cuerpo de ingenieros del ejército suspenderá el trabajo en el proyecto del puerto de Nueva York. Pero en ausencia de medidas de mitigación significativas, emprendidas a nivel mundial, algún tipo de barrera contra inundaciones o diques comenzará a parecer necesaria.

Por otra parte, la presa del Mar del Norte es quizás una propuesta aún más problemática: incluso los autores del artículo dicen que esperan que las cosas no lleguen a eso. Mencionan que el objetivo principal de su artículo no es abogar por un proyecto de este tipo, sino simplemente usarlo para mostrar la escala de la amenaza del calentamiento.

Las propuestas desesperadas de adaptación de última hora se generalizan rápidamente cuando se trata del cambio climático. Por ejemplo, la tecnología de emisiones negativas, que permitiría eliminar el carbono de la atmósfera, se consideraba irresponsable hace aproximadamente una década y ahora forma la base de cualquier trayectoria capaz ofrecer un futuro relativamente habitable.

El desarrollo de las emisiones negativas es casi seguro, pero sólo debido a la inacción colectiva global en el pasado. Si se continúa produciendo carbono como se ha hecho en las últimas décadas, es casi seguro que también se construirán muchas presas y muros de contención, muchos de ellos inadecuados debido a las proyecciones del aumento del nivel del mar por la pérdida total de los cuerpos de hielo.

Una ilustración contemporánea sobre el dilema de la adaptación, o la falsa elección entre adaptación y mitigación, puede provenir del coronavirus: en las proyecciones más alarmantes, 70% del mundo podría estar infectado por COVID-19, con 2% muriendo a causa de la enfermedad, que en el peor de los escenarios es de aproximadamente 100 millones de muertes.

Las cuarentenas son herramientas imperfectas en la lucha contra enfermedades como esta, y sin embargo, es preferible contener el problema en lugar de verlo crecer. La infraestructura de salud que existe actualmente, es una de las razones por las cuales la tasa de mortalidad es tan baja como 2%, y la infraestructura de salud que está en desarrollo puede reducir esa cifra, tal vez incluso a cero. Pero esos hechos y la esperanza parcial que representan, no es una razón para renunciar a la acción actual.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La nota provee una postura crítica ante las idead de la adaptación como posible medida en contra de los efectos del cambio climático, en este caso, el incremento del nivel del mar y la problemática que puede generar en ciudades costeras. La nota es relevante porque pone de manifiesto que al pensar y crear este tipo de proyectos de adaptación, se deja de lado el enfoque interseccional debido a que no se toma en cuenta cómo las consecuencias de la crisis climática afectarían, en primera instancia, a los países del sur global y la clase trabajadora o desposeída de los países del norte global.