The social contract in the 21st century. Outcomes so far for workers, consumers, and savers in advanced economies

Cita: 

Manyika, James, Anu Madgavkar, Tilman Tacke, Jonathan Woetzel, Sven Smit y Abdulla Abdulaal [2020], The social contract in the 21st century. Outcomes so far for workers, consumers, and savers in advanced economies, McKinsey Global Institute, febrero, https://www.mckinsey.com/industries/social-sector/our-insights/the-socia...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Febrero, 2020
Tema: 
Las transformaciones en la relación capital-trabajo en el siglo XXI.
Idea principal: 

James Manyika es miembro principal de McKinsey & Company, presidente del Instituto Global de McKinsey (MGI) y miembro de la junta directiva de McKinsey.

Anu Madgavkar es miembro del MGI, conduce el departamento de investigación de negocios y economía de McKinsey. Madgavkar se incorporó al MGI en 2011 y dirige equipos con sede en la India, que trabajan en investigaciones tanto mundiales como centradas en India.

Tilman Tacke es economista y miembro del MGI en Munich. Desde que se unió a McKinsey & Company en 2004, ha asesorado a gobiernos, agencias de desarrollo y fundaciones en asuntos relacionados con el crecimiento económico, el empleo y la atracción de inversiones.

Sven Smit es copresidente del MGI y ha dirigido el instituto en la región de Europa Occidental después de haber dirigido el departamento de Estrategia y Finanzas Corporativas globales durante 7 años. Es miembro del Consejo de Accionistas de McKinsey y del Consejo del MGI.

Jonathan Woetzel dirige la investigación sobre China, Asia y las tendencias económicas y empresariales mundiales, ayuda a las ciudades y regiones a crear un crecimiento sostenible y apoya la transformación de las empresas chinas en líderes mundiales.

Abdulla Abdulaal es candidato al doctorado en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos. Sus intereses de investigación incluyen la historia económica y la economía política de los estados árabes del Golfo.


Prefacio

El estudio del McKinsey Global Institute tiene un profundo interés por el contrato social ante los agitados cambios resultantes de las disrupciones en la tecnología, la globalización, la crisis económica de 2008, así como su recuperación, y el dinamismo en los mercados y las instituciones.

El estudio se centra en resultados para 22 naciones pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Entra las conclusiones más destacadas se indican:

• Las oportunidades laborales se han incrementado en todos lados, pero la seguridad laboral y el crecimiento del ingreso han declinado o se han expandido desigualmente (Dato Crucial 1).
• Las ganancias en el empleo fueron resultado principalmente del crecimiento en contratos alternativos de trabajo. Por su parte, los beneficios laborales como "vacaciones pagadas" han mejorado, pero los salarios se han estancado para muchos trabajadores (Dato Crucial 2).
• Como consumidores, los individuos se han visto beneficiados de mejoras en el acceso de bienes y servicios discrecionales (comunicaciones, vestimenta y recreación) de bajo precio. Sin embargo, el incremento de los precios en la vivienda, junto con mayores costos de salud y educación, han absorbido gran parte de los incrementos en los ingresos (Dato Crucial 3).
• Las tasas de ahorro de los hogares han caído al mismo tiempo que los individuos deben ahorrar mucho más para su retiro y asumir mayores responsabilidades de su ahorro (Dato Crucial 4).
• Cambios en los resultados individuales (como trabajadores, consumidores, ahorradores) han sido ocasionados por el papel cambiante de las instituciones, que amortiguan en un menor grado a los individuos por los efectos de las fuerzas económicas en el mercado de trabajo. Se observa un patrón creciente de "individualización" del contrato social que prevalece en la mayor parte de los países de la muestra del estudio (Dato Crucial 6).
• En la medida en que crece la individualización del contrato social, los diferentes grupos de individuos son afectados diferenciadamente: sea por su conocimiento, edad o género (Dato Crucial 7 y 8).
• El estudio identifica 10 cuestiones clave para mejorar los resultados y ser incluyentes. Estos incluyen: reducir la fragilidad laboral y el estancamiento salarial al mismo tiempo que cambiar los contratos laborales, abordar el incremento de los costos en la vivienda, salud y educación y mitigar el riesgo de ahorros deficitarios. Direccionar los retos en grupos vulnerables: jóvenes y hogares de bajos ingresos.
• La labor debe ser enfocada hacia dos frentes. Primero, sostener y expandir las ganancias logradas mediante el crecimiento económico y en la productividad, el dinamismo empresarial, inversión, tecnología e innovación, crecimiento en el empleo y la oportunidad de generación de empleos. El segundo, enfrentar los retos que asumen los individuos.

Resumen Ejecutivo

Las transformaciones en los resultados económicos para los individuos y los roles de las instituciones señalan una "evolución" en el contrato social, que hace referencia a “los acuerdos y las expectativas, usualmente implícitas, que gobiernan los intercambios entre individuos e instituciones”.
El estudio se centra en economías avanzadas, 22 naciones de la OCDE, que juntas constituyen 57% del PIB global. Estas son: Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Japón, Corea del Sur, Holanda, Nueva Zelanda, Portugal, España, Suiza, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos.

El "contrato social" es un concepto muy amplio, abarca múltiples facetas de la vida cotidiana, incluyendo nociones económicas, sociales y acuerdos políticos, así como valores, justicia y muchos otros aspectos de la sociedad a nivel local y global. El estudio se concentra en los aspectos económicos del contrato social, específicamente en tres roles económicos clave de los individuos: trabajadores, consumidores y ahorradores.

Para los trabajadores, el empleo ha aumentado en medio de la creciente polarización del mercado laboral y el estancamiento de los salarios

Los contratos laborales han cambiado. Un factor es el trabajo de medio tiempo que ha experimentado el mayor crecimiento entre 2000 y 2018 (Dato Crucial 9). Por otra parte, las mujeres se han incorporado a la fuerza laboral en números significativos (Dato Crucial 10). Además, los contratos laborales alternativos han ganado prominencia en las últimas dos décadas, principalmente en la forma de auto-empleo, trabajo temporal, medio tiempo, sin lugar fijo y/o contratos de cero horas.

Entre 2000 y 2018, el número de personas en trabajos de calificación media y ocupaciones de salarios promedio cayó 7 millones en 16 de las naciones europeas y en Estados Unidos, aunque esta tendencia se ha ido frenando, particularmente en este último país.

La polarización de las oportunidades laborales en calificación alta y baja se debe en parte a la transición de la manufactura al sector servicios; así como al proceso de la automatización y globalización. El estancamiento salarial ha sido un reto persistente para muchos trabajadores (Dato Crucial 11). Aunado a lo anterior, la innovación tecnológica ha creado también nuevos tipos de trabajo que previamente no existían, desde conductores privados, los interpretes del BigData hasta videojugadores profesionales e influencers de redes sociales.

Para el Instituto McKinsey, estas tendencias son una espada de doble filo. Por un lado, han traído favorables resultados en la contribución al crecimiento económico y la oportunidad de crear nuevos puestos. Esto ha beneficiado a los individuos de manera directa e indirecta ya sea como consumidores y ahorradores. Sin embargo, al mismo tiempo estas tendencias contribuyen a la polarización laboral donde los resultados no son tan positivos para algunos. Esto es más claro con la automatización creciente que es disruptiva para muchos trabajadores, especialmente en los sectores de la manufactura. De igual forma la globalización y el arbitraje de los costos laborales ha afectado ciertas ocupaciones y trabajadores en economías avanzadas.

Aunado a estas tendencias disruptivas, está el cambio en las contrataciones laborales que hacen más flexibles los mercados laborales e incrementan la responsabilidad de los trabajadores individuales por su propio empleo y el nivel de sus salarios. En las últimas dos décadas ha aumentado el despido de trabajadores regulares a costa de la contratación de trabajadores temporales. Una menor protección laboral hace que los trabajadores sean más vulnerables a los despidos laborales durante los tiempos económicos difíciles, lo cual puede conllevar a menores niveles de inversión en la fuerza laboral y por ende reducir el crecimiento de los buenos empleos.

Los mecanismos de negociación salarial también han estado cambiando: la participación de los trabajadores, organizada por contrataciones colectivas, ha declinado en 14 de 22 países en 5 puntos porcentuales en promedio, donde los más significativos son Alemania, Grecia e Irlanda.

Otros elementos que deben mencionarse son el nuevo balance entre capital y trabajo, el papel creciente de los bienes intangibles como los productos de propiedad intelectual, cambios en la estructura industrial, los efectos de las grandes empresas que retienen enormes ingresos, entre otros (Dato Crucial 14).

Para los consumidores, los bienes y servicios discrecionales son más baratos, pero el costo de la vivienda y otros elementos básicos ha aumentado

Mientras el costo de los bienes y servicios discrecionales ha ido cayendo creado excedentes para el consumidor, el costo de básicos (como vivienda, que representa 24% del consumo por hogar) ha aumentado mucho más rápido que los precios al consumidor en general y está absorbiendo una parte sustancial del ingreso de los hogares.

El precio de la vestimenta, las comunicaciones, la recreación y muebles ha estado cayendo relativamente al índice de precios al consumidor en todas las regiones. Manteniendo esto constante, significa que una persona promedio puede trabajar 6 semanas menos al año y aún, así consumir la misma cantidad de estos bienes consumidos en 2000 para la muestra de 10 naciones.

La tecnología ha contribuido a habilitar el consumo de nuevas categorías discrecionales. Algunos toman la forma de servicios "gratuitos" como las redes sociales, telecomunicaciones y servicios de información (aunque usualmente los consumidores los pagan mediante el otorgamiento de sus datos personales y consumo de mercadotecnia). La combinación de menores precios y mejoramiento de la calidad ha resultado en un mayor excedente del consumidor (la diferencia entre lo que el consumidor está dispuesto a pagar y lo que actualmente paga por los bienes y servicios).

La globalización ha incrementado la competencia en los bienes transferibles, como la vestimenta y los electrónicos, gracias a los centros manufactureros de bajos costos en China, Vietnam y otras economías emergentes. Esto ha tenido impactos significativos en mejoras de precios, mayores elecciones.

Los cambios institucionales por la desregulación de mercados en algunos bienes discrecionales y la reducción de barreras al comercio han permitido una mayor competencia mejorando el resultado para los consumidores (Dato Crucial 16).

La vivienda es la principal causa de pérdida de poder adquisitivo en la mayoría de las naciones, ya que representa cerca de una cuarta parte del gasto en promedio (en un rango entre 17 y 28%, ver Dato Crucial 17). Los precios de la salud se incrementaron notablemente en Australia y Estados Unidos (Dato Crucial 18). Los costos en educación se han incrementado en todas las naciones, a excepción de Japón, y casi se ha duplicado en Reino Unido parcialmente por la reducción de los subsidios a las universidades desde 2010; sin embargo, el gasto de la educación representa solo 2% del gasto promedio al consumo.

El incremento en los gastos en vivienda, salud y educación para los consumidores, absorbe las ganancias en el ingreso (Dato Crucial 19). Las mejoras en la calidad de los bienes y servicios es algo difícil de medir (Dato Crucial 20). La calidad muestra mejoras desde las innovaciones con algoritmos que mejoran la predicción de diagnósticos, implantes monitores de salud y la biología sintética; hasta la democratización del acceso al conocimiento gracias a las tecnologías de información y comunicación.

Los ahorros individuales e institucionales han disminuido en un momento en que son más importantes

El incremento de la longevidad y la caída en las tasas de natalidad hacen de los ahorros para el retiro un mayor imperativo y un gran reto. Aunque han aumentado el acceso y la variedad de opciones para el ahorro y la inversión, muchos hogares no están ahorrando y el crecimiento de la riqueza media ha estado cayendo.

Al mismo tiempo que la vida de la gente se prolonga gracias al progreso científico y tecnológico, el número de años destinados al retiro también se ha incrementado en las 22 naciones de la muestra (Dato Crucial 21 y 22).

Para compensar la extensión del periodo para el retiro y la baja institucional para el ahorro en la mayoría de las naciones, los hogares privados deberían aumentar su ahorro. Sin embargo, con el estancamiento salarial y con los crecientes costos en gastos básicos, han resultado en una caída de la tasa de ahorro de los hogares en la mitad de los países de la muestra por más de 5% desde 2000 (Dato Crucial 23). Actualmente los individuos necesitan incrementar sus ahorros privados en función de obtener la tasa neta de reemplazo proveída por el gobierno o las empresas a inicios del nuevo siglo. Muchos sistemas de pensiones han cambiado los planes definidos por beneficios, donde las instituciones garantizaban un retorno mínimo y así aguantar los riesgos de mercado, a planes definidos por contribuciones donde los individuos asumen el riesgo de mercado (Dato Crucial 24).

Para aquellos que pudieron ahorrar, el internet ha facilitado el ahorro, el monitoreo y la inversión de su riqueza. La tecnología y los mercados globales han creado más oportunidades, proveedores, productos y servicios disponibles, y usualmente a un menor costo. La banca digital, los ahorros digitales, y nuevos productos fintech como asesoramientos automatizados significan que la publicidad de inversión disponible se incrementa con depósitos mínimos cada vez más bajos y menores pagos. Sin embargo, las ganancias sobre las inversiones, han sido menores para muchos hogares, principalmente por el bajo crecimiento en la productividad y las bajas tasas de interés en la mayoría de los países avanzados (Dato Crucial 25 y 26).

El crecimiento en la riqueza neta promedio ha caído desde la crisis, el crecimiento anual ha estado cercano a cero para la mayor parte del periodo post-crisis (Dato Crucial 27). La proporción de individuos con valor neto cero o negativo se ha incrementado significativamente en las décadas recientes (Dato Crucial 28). Los más afectados son 180 millones de individuos jóvenes entre 15 y 30 años de edad (Dato Crucial 29).

Las instituciones han transferido la responsabilidad de los resultados a los individuos

En las tres dimensiones, los cambios en los resultados económicos de los individuos son impulsados no sólo por las tendencias globales disruptivas y un bajo crecimiento del PIB desde la crisis financiera global, sino también por la evolución misma del contrato social, mediante los roles cambiantes de los sectores públicos y privados, y las intervenciones que determinan la responsabilidad individual o institucional para los productos económicos.

McKinsey desarrolla dos índices compuestos para entender el rol de las instituciones en el contrato social y cómo ha cambiado en las dos últimas décadas. El primero, estima la extensión en que las instituciones intervienen en los mercados para gestionar los resultados para los individuos (Dato Crucial 30). Algunos de los grandes cambios en la intervención pública en los mercados son: una declinación en la protección del empleo para los trabajadores en contratos temporales, una sustancial reducción en las regulaciones de mercados por producto y una aguda caída en la tasa neta de remplazo para las pensiones.

El segundo índice mide cómo el gasto gubernamental suaviza los resultados económicos de los individuos (Dato Crucial 31). El mayor cambio en el gasto gubernamental está en las pensiones y en la salud.

En general, se observa una menor intervención estatal en los mercados, pero al mismo tiempo un incremento en el gasto público en 15 de 22 naciones. En función de su graduación se ordenan en 3 grupos de países (Dato Crucial 32). La tendencia general, de una menor intervención en los mercados, tiene implicaciones significativas para los individuos, especialmente como trabajadores y ahorradores. Los trabajadores se ven en la necesidad de buscar empleo en mercados cada vez más flexibles, negociar contrataciones en términos individuales y adaptarse a la fragilidad laboral. Al mismo tiempo que las instituciones proveen menos beneficios al retiro, los individuos tienen que prepararse activamente para su retiro y gestionar sus propios activos.

La mayor individualización del contrato social en cada una de las tres dimensiones ha conducido a una variación considerable entre los grupos sociales y económicos. McKinsey enumera los más importantes:

I. Individuos con altos ingresos y altamente calificados, les ha ido bien. Los resultados económicos para los primeros quintiles de la población (por niveles de ingreso y riqueza) en los 22 países ha mejorado desde 2000, particularmente para aquellos en el quintil más alto (Dato Crucial 33).
II. Trabajadores de ingresos medios con habilidades medias, han sido excluidos del mercado laboral. Aproximadamente, cerca de 120 millones de trabajos de ingresos medios con habilidades medias en Europa y Estados Unidos han sido "vaciados" como trabajos en un segmento declinante (Dato Crucial 34).
III. Individuos de bajos ingresos y baja capacitación han visto una degradación en su consumo y ahorros. Cerca de 95 millones de individuos con salarios bajos y poca calificación en Europa y Estados Unidos han sido afectados a pesar de que la participación de sus empleos ha aumentado (Dato Crucial 35). Como consumidores los grupos de bajos ingresos han sido perjudicados sobre todo por el mercado hipotecario (Dato Crucial 36). Ante un incremento en el costo de productos básicos, el deterioro más grande ha sido en su capacidad para ahorrar (Dato Crucial 37).
IV. A la gente joven le ha ido menos bien que a los ancianos. En general, la gente entre 15 y 30 años ha experimentado un deterioro en las tres dimensiones del estudio (trabajadores, consumidores y ahorradores), mientras que aquellas personas mayores a 65 años, salvo excepciones, se han visto ampliamente beneficiadas (Dato Crucial 38). Además, está presente el problema del aumento del costo en la vivienda (Dato Crucial 39).
V. Las mujeres han experimentado mejoras, pero siguen rezagadas por detrás de los hombres. Las mujeres han alcanzado significativamente las posiciones de los hombres en el mercado laboral, representando dos terceras partes del crecimiento del empleo de 2000 a 2018. Con un incremento de 175 a 206 millones. Aunque la paridad y la brecha salarial todavía no se logran (Dato Crucial 40).
VI. Las minorías continúan enfrentando retos. La riqueza de la familia blanca promedio fue 10 veces mayor que la familia negra promedio y 7.5 veces que la familia hispana promedio en 2016. La automatización podría ampliar la brecha racial de la riqueza y el ingreso.
VII. Las áreas rurales en Europa y Estados Unidos se quedan atrás. Las áreas urbanas experimentaron una recuperación del empleo mucho más veloz después de la crisis financiera global (Dato Crucial 41).

Adaptar el contrato social para el siglo XXI

De acuerdo con McKinsey los beneficios de todos estos cambios se pueden mantener y extender a más gente mediante el crecimiento productivo y económico, el dinamismo en los negocios y una mayor inversión en tecnología e innovación. A continuación, McKinsey indica 10 problemas clave que es necesario atender para lograr mejores resultados:

1. Estancamiento salarial y la persistente polarización del ingreso (Dato Crucial 42).
2. Fragilidad del empleo y soporte a una transición en evolución hacia mejores trabajos en el futuro (Dato Crucial 43).
3. Reto de vivienda asequible (Dato Crucial 44).
4. Costos crecientes con una demanda creciente del sistema de salud y educación (Dato Crucial 45).
5. El ahorro y el problema del retiro.
6. Múltiples presiones en individuos de bajos ingresos (Dato Crucial 46).
7. Una nueva era de retos para la gente joven.
8. La persistente brecha de género y raza.
9. Retos crecientes de locación, concentración urbana.
10. Riesgo insostenibilidad las finanzas gubernamentales.

Se menciona que actualmente algunas instituciones (públicas, privadas y sociales) junto con individuos están adaptándose y tomando acción frente a los retos. Las acciones del sector público incluyen nuevas leyes laborales en algunas naciones para proteger los contratos laborales alternativos. En la vivienda, en algunas ciudades se están repensando las leyes demográficas para asegurar una oferta, mientras en otras las políticas buscan limitar el incremento de las rentas. Mientras que en el sector privado varias empresas de tecnología han anunciado planes para construir viviendas para sus trabajadores, brindando condiciones para ellos. Por otra parte, muchos individuos están cambiando su comportamiento ante estos tres retos del contrato social. Muchos trabajadores están optando por trabajos independientes como fuente principal de ingreso o para complementarlo, además están aprovechando las oportunidades para aprender y mejorar sus habilidades.

Finalmente, el estudio deja claro que es necesario concentrar las acciones existentes hacia dos frentes: i) asegurar que las ventajas del siglo XXI sean sustentables y extensas, además de tener la potencialidad para generar más oportunidades en prosperidad económica y ii) asegurar que en los próximos 20 años los resultados para los individuos sean mejores y más incluyentes.

Datos cruciales: 

1. En las 22 naciones estudiadas, el empleo de la población económicamente activa fue 45 millones superior en 2018 respecto al año 2000. La tasa de empleo promedio de la muestra en 2018 fue 71% (Gráfica 1).

2. La polarización entre empleos de baja y alta calificación ha reducido en 7 millones los trabajos de calificación media en 16 naciones de la Unión Europea y en Estados Unidos (Gráfica 3).

3. El incremento en los precios de vivienda representa 37% de la inflación general y junto con los costos en salud y educación absorben entre 54 y 107% de las ganancias en ingresos del hogar promedio en Australia, Francia, Reino Unido y Estados Unidos desde 2002 (Gráfica 4).

4. Desde 2000, los niveles de pensión garantizados por el sector público o empresas ha declinado en promedio 11 puntos porcentuales. Además, las tasas de ahorro en los hogares disminuyeron en el mismo porcentaje en las 22 naciones. En 2017 más de la mitad de los individuos no ahorraron para su vejez.

5. Mientras que la riqueza individual media ha regresado a sus niveles previos a la crisis (2008) en 11 naciones de la muestra, la riqueza mediana sigue siendo en promedio 23% menor (Gráfica 5).

6. El gasto corriente en los salarios públicos y transferencias gubernamentales a los individuos se incrementaron de una participación de 38% del PIB en 2000 a 41% en 2008; esto principalmente por los mayores costos relacionados con el envejecimiento.

7. El resultado ha sido favorable para 115 millones de trabajadores altamente calificados, para quienes el consumo discrecional es relativamente alto en comparación con su gasto básico, y los ahorradores son capaces de acumular capital. Sin embargo, más de 120 millones trabajadores de calificación media, tanto en Europa como en Estados Unidos, experimentaron una baja en su empleo y el estancamiento de sus salarios al mismo tiempo que su gasto en bienes básicos aumentó mucho más rápido que la inflación promedio. Los individuos de bajos ingresos experimentaron desafiantes resultados en su papel como consumidores y ahorradores.

8. La gente joven tiene menos seguridad laboral, gasta más en necesidades básicas y posee una tercera parte de la riqueza media de un adulto comparado con dos o tres generaciones anteriores. Las mujeres en general y las minorías en algunas naciones, les ha ido menos bien en comparación con otros grupos sociales en las cuestiones de ingreso y ahorro.

9. El trabajo de medio tiempo se incrementó en 18 de las 22 naciones en promedio 4.1%, cifra equivalente a 29 millones de empleos, mientras que el trabajo de tiempo completo declinó 1.4%.

10. De los 45 millones de trabajos adicionales desde el año 2000, 31 millones son mujeres. El empleo femenil se incrementó 6.3% entre 2000 y 2018. Su expansión es notoria en todos los países salvo en Noruega y Estados Unidos donde declinó 1.3% y 2.2%, respectivamente.

11. Entre 2000 y 2018, los salarios en promedio aumentaron sólo 0.7% anualmente en las 22 naciones. Aunque el crecimiento salarial fue positivo en 20 de 22 naciones, la tasa de crecimiento promedio fue menos de 1% en los 18 años, menos que la mitad del crecimiento anual promedio del PIB de 1.6% en el mismo periodo.

12. El crecimiento de la mediana del ingreso es incluso más bajo que el de los salarios: sólo aumentó 0.4% anual entre 2000 y 2016, lo que indica un crecimiento salarial desigual entre los grupos por ingresos.

13. En Estados Unidos y 15 naciones europeas, entre 20 y 30% de la PEA, o más de 160 millones de personas, se emplean en trabajos independientes, con una participación crecientemente elevada por las plataformas digitales.

14. La participación laboral en los ingresos ha caído en las economías avanzadas; en Estados Unidos, cayó 5.4% entre 1998-2002 y 2012-2016.

15. Entre 2012 y 2017 el costo de la información se redujo cerca de 90% y su uso se incrementó 10 veces en 9 naciones de la muestra.

16. Entre 2000 y 2013, el índice de la OCDE sobre la regulación de mercados por producto disminuyó en las telecomunicaciones, transporte y generó utilidades de 33% en promedio en las 22 economías avanzadas.

17. El costo de las viviendas se ha incrementado significativamente en cerca de 20 naciones, sumando 39% en promedio para 15 naciones europeas y Estados Unidos entre 2002 y 2018. Japón y Corea del Sur son las excepciones pues el costo de vivienda aumenta a la par que la inflación en general.

18. En Estados Unidos los servicios médicos y de salud representan 9% del gasto y es el segundo factor más significativo en el cambio de los precios al consumidor, sumando 17%. En Europa la proporción es menor, constituye solo 3% de dicho cambio.

19. La pérdida de ganancias en los ingresos por el incremento de precios en el gasto de ciertos bienes y servicios (vivienda, salud y educación) varía de acuerdo a cada nación. En naciones donde los ingresos se incrementaron, la más grande erosión (107% del incremento del ingreso) fue en Reino Unido, lo que significa que las ganancias en ingresos han sido absorbidas enteramente por el incremento en bienes y servicios básicos. En Francia han absorbido 87%. En naciones donde los ingresos han declinado (Italia, Japón y España) el aumento en el gasto en básicos erosionó los ingresos de 6 a 29%.

20. Algunas mejoras en la calidad de bienes y servicios básicos. En el sistema de salud: las expectativas de vida han incrementado, la mortalidad por cáncer decreció 15% entre 2000 y 2016, y por diabetes en 20% entre 2000 y 2015. En el sistema educativo las tasas de educación se incrementaron de 28 a 42% para personas entre 25 y 64 años entre 2000 y 2017, equivalentes a más de 155 millones de personas. Los mayores incrementos fueron en Irlanda y Corea de Sur con 24%.

21. Más de la mitad de los países de la OCDE han incrementado la edad de retiro reglamentaria, y algunas, como Dinamarca, Finlandia, Italia y Suecia, explícitamente vinculan la edad de retiro con la expectativa de vida. Para 2060 la edad de retiro normal será cerca de 66, lo que representa un incremento de 1.5 años para hombres y 2.1 para mujeres, comparados con 2015.

22. La tasa de pensión neta que un trabajador promedio puede esperar recibir de su pensión imperativa ha decrecido 11% por persona promedio en la muestra de 22 países.

23. Más de la mitad de los individuos no ahorraron para su retiro en el año 2017, y un cuarto de la muestra no ha ahorrado nada de dinero. En Francia, Italia y España, cerca de dos terceras partes de los adultos no ahorraron para su retiro en el año 2017. Similarmente, 40% de los estadounidenses no pudieron ahorrar ni 400 dólares para alguna emergencia.

24. En 17 naciones, en promedio la participación de los activos bajo gestión en planes definidos por contribución se incrementó 2% entre 2007 y 2017. Entre las naciones que enfrentan las mayores caídas en la participación de los planes definidos por beneficios aparece Italia con una caída de 13% (de 30 a 17%) y Estados Unidos con una baja de 11% (de 53% a 42%).

25. El crecimiento de la riqueza personal ha sido menor o incluso negativo desde 2000 para aproximadamente cerca de 170 millones de personas (21% de la población mayor a 15 años) en la muestra de los 22 países.

26. Mientras la tasa individual promedio de la riqueza ha recuperado sus niveles previos a la crisis en muchas naciones, la riqueza neta mediana no se ha recuperado en 13 naciones desde la crisis financiera; al contrario, ha declinado en promedio de 104 371 dólares a 80 659 dólares en la muestra de las 22 naciones entre 2007 y 2018, y sólo recientemente ha empezado a crecer nuevamente.

27. En la muestra de las 22 naciones, entre 2015 y 2017 el crecimiento real de la tasa de la riqueza neta media fue de 1% anual y negativa en 7 naciones (Bélgica, Canadá, Finlandia, Japón, Holanda, Noruega y Reino Unido).

28. En Estados Unidos la participación de los hogares con valor neto cero o negativo aumentó a 23% en 2017 de 16% en 2001. En algunas naciones, la deuda ha adquirido mayor relevancia; en promedio, 13% de los hogares están altamente endeudados, con tasas de deuda sobre 75% en 2014. La riqueza neta real de la clase media declinó en Estados Unidos de -23 240 a -69 408 dólares entre 1999 y 2017.

29. En 1970, en Francia el ciudadano promedio de 30 años tenía 61% de la riqueza del adulto medio; para 2010 disminuyó cerca de la mitad a 32%. En Estados Unidos, fue de 69% en 1984 y de 31% en 2017. En Reino Unido, 53% de la gente entre 22 y 29 años no tiene ahorros y de los que tenían cerca de 40% solo sumaban 1 000 libras en el banco.

30. En 19 de 22 naciones, las instituciones están interviniendo menos en los mercados. En promedio, la intervención de las instituciones públicas en los mercados decreció 13%.

31. En 18 gobiernos de 22 se ha reforzado el gasto público. En promedio el sector público aumentó su gasto 3 puntos porcentuales del PIB. El gasto público gubernamental en las 22 naciones aumentó 1.9% en promedio para las pensiones (esto también ha sido gracias al cambio demográfico, principalmente por la extensión de la esperanza de vida). El gasto en salud se incrementó 1.1% (el envejecimiento explica 30% del incremento).

32. Grupo 1. Naciones donde la intervención en el mercado y el gasto público son altas: Austria, Bélgica, Francia y Escandinavia. Grupo 2. Naciones donde la intervención en el mercado es alta pero el gasto público es mediano: Alemania y Holanda. Grupo 3. Naciones donde la intervención en los mercados y el gasto público también es relativamente menor: Japón, Corea del Sur, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos.

33. Considerando los grupos ocupacionales, cerca de 115 millones de trabajadores con altos salarios y altamente calificados tanto en Europa como en Estados Unidos han visto un incremento en sus empleos, cerca de 4% entre 2000 y 2018; al mismo tiempo su retribución se incrementó. Las tasas de ahorro para grupos de altos ingresos como proporción de ingreso disponible entre 2010 y 2015, y la participación promedio de su riqueza total también se ha incrementado.

34. Los trabajadores del quintil de ingresos medios han experimentado resultados negativos en empleo, con una participación en descenso en más de 6% entre 2000 y 2018, especialmente en Bélgica, Francia y Grecia.

35. La participación total del ingreso de los últimos dos quintiles declinó cerca de 1.2% entre 2000 y 2017, de 20.4% a 19.2%.

36. El costo de una casa pequeña aceptable representa 43% del ingreso por hogar en el quintil de ingreso más bajo comparado con 7% de ingreso para los hogares más ricos.

37. La mediana del ahorro para el quintil de la riqueza más bajo como participación del ingreso disponible cayó 14% en promedio en Alemania, España, Suecia y Reino Unido.

38. La gente joven, cerca de 180 millones en los 22 países, difícilmente ha obtenido trabajos bien pagados con calificación alta, además con un clima mucho más difícil en la vivienda y con una riqueza mucho menor que sus iguales hace dos décadas.

39. El costo de una pequeña casa aceptable representa 23% de los ingresos de los jóvenes entre 15 y 30 años, en contraste al 14% de la gente mayor a 65 años.

40. La participación de las mujeres trabajadoras aumentó de 44 a 46% entre 2000 y 2018. La brecha salarial de género se ha reducido de 80 a 85 centavos por cada dólar que recibe un hombre en Estados Unidos; esto varía por nación: 96 centavos en Bélgica, 65 centavos en Corea del Sur.

41. En Estados Unidos, más de dos terceras partes del crecimiento del empleo después de 2007 ha estado concentrado en 25 ciudades en municipios particulares.

42. El estancamiento salarial ha afectado a cerca de 200 millones de personas en 22 naciones de la muestra.

43. El 28% de los trabajadores son trabajadores independientes y la proporción sigue en aumento. Con la automatización, entre 40 y 150 millones de trabajadores en economías avanzadas podrían cambiar de categorías laborales.

44. Cerca de 165 millones de personas en 22 países están sobrecargadas por los costos de la vivienda.

45. Más de 125 millones de individuos gastan más de 10% de su presupuesto en salud y educación, de igual forma cerca de 245 millones de personas dependen de los fondos públicos.

46. Cerca de 335 millones de individuos de bajos ingresos en las 22 naciones enfrentan dificultades como trabajadores, consumidores y ahorradores. Su posición ha sido crecientemente precaria desde el año 2000.

Trabajo de Fuentes: 

Hacker, Jacob [2019], The Great Risk Shift: The New Economic Insecurity and the Decline of the American Dream,

Hall, Peter y David Soskice [2001], Varieties of Capitalism

Shafik, Nemat [2018], A new social contract, Fondo Monetario Internacional

World Bank [2019], A new social contract

Snower, Dennis [2019], Toward human-centered capitalism: Exploring a new social contract

Milanovic, Branko [2019], Capitalism, alone: The future of the system that rules the world

McKinsey Global Institue [2016], Independent work: Choice, necessity, and the gig economy, october,

McKinsey Global Institute [2019], Tech for good: Smoothing disruption, improving well-being, May.

McKinsey Global Institute [2019], A new look at the declining labor share of income in the United States, May

Nexo con el tema que estudiamos: 

Las transformaciones capitalistas en escala global a finales del siglo XX y en curso en el presente siglo, implican un brusco cambio en las relaciones entre el capital y el trabajo. En general, el neoliberalismo culminó con el Estado de Bienestar impulsando la expansión de grandes corporaciones transnacionales que han podido sacar ventaja de un mercado internacional de trabajo a costa de abaratar su mano de obra como mercancía.