Creating the coronopticon. Countries are using apps and data networks to keep tabs on the pandemic

Cita: 

The Economist [2020], "Creating the coronopticon. Countries are using apps and data networks to keep tabs on the pandemic", The Economist, London, 28 de marzo, https://www.economist.com/briefing/2020/03/26/countries-are-using-apps-a...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Marzo 28, 2020
Tema: 
Esfuerzo de distintos países para utilizar los datos de teléfonos inteligentes en la lucha contra el Covid-19
Idea principal: 

El texto empieza haciendo alusión sobre cómo Hong Kong siguió el proceso de cuarentena con ciudadanos que regresaban desde otros sitios. Con el ejemplo de Elvis Lui, quién después de pasar la cuarentena en el norte de China con sus padres, regresó a Hong Kong para ser puesto en confinamiento dos semanas, se le obligó añadir como contacto el teléfono de la oficina fronteriza, además de mantener siempre activa la localización de su celular. A diferencia de su primer confinamiento en el que estaba acompañado, al terminar el segundo, decidió emprender camino hacia la isla de Lamma, en donde recorrió 30 kilómetros. A pesar de terminar exhausto y seguir con problemas para dormir, quedó listo para volver a trabajar, lo que dejó a las autoridades felices al no poner en riesgo a otros ciudadanos.

A diferencia de la China continental, Hong Kong y otros pequeños estados como Singapur y Taiwán que no padecieron de una primera ola de contagios, sin embargo, al contemplar la posibilidad de contagios al relajarse las medidas estos gobiernos han decidido hacer uso de la tecnología de la información. Por esta razón The Economist menciona las herramientas que son utilizadas y las organiza en tres partes:

1. Documentación: por medio de la tecnología se busca saber dónde se ubica la población, dónde han estado y su estado de salud actual.
2. Modelos: muestra cómo se da la expansión del virus.
3. Seguimiento: permite identificar a las personas que han tenido contacto con otras que están infectadas.

Llegado el momento de la documentación se menciona que la mayor parte del proceso se lleva en cuarentena, por ello el texto menciona el caso el uso del chequeo virtual. En el caso de Corea del Sur, 42 por ciento de las 10 mil 600 personas bajo cuarentena usaron una aplicación que permitía alertar a las autoridades cuando estaban extraviadas, y se han aplicado fuertes multas por violar la cuarentena, hasta contemplarse la opción de castigar con prisión. Por otro lado, en Taiwán se utilizó la información de celulares para saber cuando alguien está fuera de lugar, mientras dejar tu celular durante la cuarentena resultaría en multas. En China, además de ser el gobierno quién maneja los datos de celulares, Alipay y WeChat han generado aplicaciones para identificar lugares que estén libres de contagio (verde), 7 días en cuarentena (naranja) o 14 días en cuarentena (rojo) y a pesar de desconocerse la precisión, de acuerdo a Alipay, se ha utilizado en 200 ciudades para moverse con mayor libertad.

Una aplicación similar también está siendo desarrollado por la organización mundial de la salud y que en el momento que una vacuna esté disponible, dicha información podría ser utilizada para conocer los resultados en determinados lugares. Lo que podrá ser de gran ayuda cuando se utilice esta información para realizar modelos, también, quienes elaboran modelos sobre la expansión del virus podrán hacerlo con mayor precisión de emplear la información obtenida por las compañías de celulares y de Internet.

Por otro lado, The Economist señala que los gobiernos podrán utilizar la misma información para saber el desempeño de los policías, y pone el ejemplo de Alemania, en donde la compañía Deutsche Telekom ha brindado información al instituto gubernamental Robert Koch de manera que no se identifica a los individuos. También, el gobierno británico se encuentra en pláticas para poder tener acceso a esa información y el Acta de Poderes de Investigación de 2016 permite tomar en secreto la información de cualquier empresa en su territorio con el fin de luchar contra el virus.

Google por su parte ha expresado que está buscando formas para ayudar a los gobiernos y a los diseñadores de modelos con información, The Economist opina que un ejemplo sería el apoyo hacia autoridades de salud para conocer el impacto que ha tenido en la población el distanciamiento social, empleando la información recabada mediante Google Maps.

Mientras científicos sociales computacionales que se dedican a estudiar el comportamiento humano con base en información de los sistema digitales, reflexionan sobre cómo esta información puede ayudar a los modelos epidemiológicos. Sune Lehmann, de la universidad de Copenhagen, señala que un problema de los modelos es que asumen que las personas interactúan de manera idéntica. Lehmann junto a su grupo de investigación han creado un software de aprendizaje automático, con la capacidad de examinar grabaciones de proveedores de celulares para diagnosticar y explorar cómo es que el tipo de relación afecta las interacciones. Siendo así que las interacciones entre amigos en una cafetería no impacta de la misma manera en la expansión del virus a como lo hace las entregas de paquetes, algo que durante la pandemia podría ayudar a los gobernantes a saber qué áreas de la economía mantener en movimiento.

El uso de información genera tensión cuando se decide rastrear a individuos en específico con el fin de saber cómo es que obtuvieron el virus, no obstante, podría ser una importante herramienta para la salud pública. Mike Braken, socio de la consultora Public Digital, dice que la tecnología para rastrear es utilizada por gobiernos alrededor del mundo, pero añade que nadie sabe si sólo se está utilizando contra el covid-19. Además, señala que la razón por la que gobiernos mantienen en secreto los medios y las formas por las que consigue la información, no es convincente cuando se trata de salud pública, y explica que esto dejaría de manifiesto el poder que tiene sobre ello cada gobierno.

Otros gobiernos emplean el uso de sistemas digitales para rastrear el contagio: el gobierno israelí, autorizó al servicio de seguridad interno Shin Bet y a la policía para rastrear además de acceder a los celulares de aquellos que han sido infectados por el virus. A pesar de que la Suprema Corte israelí en primera instancia limitó esta acción, al ser revisado por el parlamento se continuó con ello. También, Corea del Sur ha utilizado sistemas digitales para rastrear el contacto humano, el Centro coreano para la Prevención y Control de Enfermedades (KCDC, por sus siglas en inglés) envió solicitudes de localización a la policía, sin embargo, la KCDC expresó la lentitud del sistema por lo que automatizó el proceso para que los rastreadores extraigan la información a través de un tablero inteligente de la ciudad. Lo que redujo el tiempo de 24 horas a 10 minutos.

The Economist agrega que bien podría aplicarse el procedimiento de abajo hacia arriba, de tal manera que se utilice una aplicación que envíe datos sobre salud y viajes a una matriz central como se pretende en China, para después añadir un procesador de números inteligentes para encontrar los lugares en donde dos personas se coinciden y poder avisar a los otros usuarios cuando alguien con quien se cruzaron se enfermó. Lo que The Economist expresa sería más confiable. Sin embargo, esto acarrea una problemática al ser menores los contagiados que la población en general. Sean McDonald, experto en salud pública y gobernanza digital, señala que un sistema que alerte de esta manera podría saturar la capacidad de países para realizar pruebas.

Por otro lado, la epidemióloga Annie Sparrow, señala que los diseñadores de modelos sin experiencia en el campo malinterpretan la psicología de las pruebas, ya que el estigma de una enfermedad puede superar el impulso racional de mantenerse a salvo. Tanto Sparrow como McDonald coinciden en que cualquier medida basada en celulares y acceso a Internet olvida a la mitad de la población en el planeta.

Ante los señalamientos de epidemiólogos, Google ha dicho que no está planeando en utilizar los datos de localización para hacer un rastreo de contacto. Esto, debido a que tanto Android como Google Maps no fueron diseñados para proveer una cantidad tan grande y de alta precisión para propósitos médicos. Mientras Facebook menciona algo similar, por lo que The Economist menciona que ambas empresas piensan que hablar explícitamente sobre lo que pueden hacer podría aumentar los problemas sobre privacidad. Sin embargo, lo que no han hecho estas compañías si lo ha hecho Singapur por medio de su Ministerio de Salud y la Agencia de Tecnología Gubernamental, al crear la aplicación TraceTogether, para identificar a las personas que han contraído el Covid-19. La cual permite grabar encuentros que duren más de 30 minutos, al vincularse por Bluetooth, y encriptarlos en la memoria caché para que al identificar que alguien ha sido infectado, el ministerio de salud ordene vaciar la información a los rastreadores que informan a la otra parte de lo ocurrido.

Los creadores han intentado evadir problemas de privacidad y seguridad, debido a que los teléfonos no son revelados a otros usuarios al ser guardados en un servidor de seguro, y la geolocalización no es recolectada. Además, que planean publicar el código fuente de la aplicación, para que otros lo puedan descargar y consolidar este esfuerzo. Ante esto, los ciudadanos de Singapur mantienen su confianza en el gobierno y no tienen la intención de frustrar el esfuerzo de las autoridades. También Israel ha buscado evitar escándalo por la cuestión de los servicios de seguridad de rastreo, por ello, el Ministerio de Salud israelí lanzó una aplicación que permite saber si alguien con quién has interactuado ha sido infectado, sin la necesidad de compartir esta aplicación con las autoridades debido a que maneja un software de fuente abierta.

La variedad de sistemas existentes muestra la problemática implícita sobre como hacer para que exista una comunicación entre ellos que permita una acción global, algo que menciona Yves-Alexandre de Montjoye, estudiante de seguridad computacional en Imperial College, debido a que los gobiernos le dan más relevancia a encontrar equipo médico que a acordar protocolos para compartir datos sobre Covid-19. The Economist menciona que ese es el punto de fricción, ya que la situación actual demanda dos cosas: una acción drástica e inmediata y una forma de pensar la situación más allá de las próximas dos semanas. La red de computadoras para el entretenimiento ha mostrado ser de ayuda de distintas maneras en la cotidianidad, pero a la vez para poder coordinar una respuesta de manera individual y colectiva a un nuevo grado. Algo que los países están aprendiendo a aprovechar y que no debería perderse de vista.

Datos cruciales: 

1. De acuerdo con información del gobierno de Singapur, desde el 20 de marzo de 2020 que se publicó la aplicación TraceTogether, ha sido descargada por 735 mil personas que representan el 13 por ciento de la población en Singapur.

Gráfica 1. Muestra cómo fue el proceso de expansión de casos de coronavirus desde el 10 contagio en China, Corea del Sur, Singapur, Hong Kong y Taiwán, tomando como base desde diciembre de 2019 hasta el 25 de de marzo de 2020. En el caso de China se muestra como se dispararon los contagios aún con el cierre de la región de Hubei y se continuó hasta quedarse en los 100 mil casos. Corea del Sur muestra un incremento en pocos días, pero en tres semanas se llegó a más casos recuperados que contagios manteniéndose entre los 10 mil contagios al final del período. Mientras Singapur, Taiwán y Hong Kong que llegaron a las 10 casos en la misma semana que Corea del Sur, mantuvieron un contagio mínimo. Singapur cerró su frontera a China desde finales de febrero, Taiwán no permitió la llegada de estudiantes y maestros desde el extranjero desde el 16 de marzo, Hong Kong tuvo su día de mayor contagio el 20 de marzo con 48 casos. Ninguno de los últimos tres rebasó los 1000 casos.

Gráfica 2. Muestra el número de población por país que ha sido confinada por la pandemia, tomando el lapso de tiempo desde enero hasta marzo de 2020. Después de que en enero y febrero la mayor cantidad es de China, en marzo Italia tomó la delantera con más de 500 millones, unos días después España agregaría hasta 600 millones, Malasia y Francia aumentaron la cifra a casi 700 millones, Argentina y Jordania podrían la cifra 800 millones, Reino Unido aportaría para mil millones hasta llegar a los 2.5 billones con la población de India y los 191 millones de Estados Unidos.

Tabla 1. Muestra las herramientas utilizadas contra la pandemia de Covid-19, contemplando la aplicación, el propósito, el recurso empleado para extraer los datos, el riesgo de libertades civiles y lo que está ocurriendo a partir de ello. Tomando en cuenta 4 aplicaciones: Cuarentena impuesta, rastreo de contacto, modelado y toma de gráficos sociales.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La manera en que muchos países actúan por separado y han preferido darle mayor relevancia a la compra de material médico sobre la realización de protocolos comunes para compartir información sobre el covid-19, evidencia la lógica de competencia que prevalece en el escenario internacional. No obstante, los avances realizados en el ámbito de las aplicaciones que utilizan información de celulares para combatir la pandemia, puede ser un campo en el cual las fronteras de capital encuentren su expansión si contemplamos que desde este punto tanto el Estado, como las corporaciones, pueden favorecerse en situaciones de emergencia nacional como en el caso actual.