ByteDance. ByteDance is going from strength to strength

Cita: 

The Economist [2020], "ByteDance. ByteDance is going from strength to strength?", The Economist, London, 18 de abril, https://www.economist.com/business/2020/04/18/bytedance-is-going-from-st...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Abril 18, 2020
Tema: 
Byte dance, una empresa de tecnología China está alcanzando extraordinarios niveles de alcance y de ingresos
Idea principal: 

En este artículo se analiza el éxito alcanzado por ByteDance una empresa de tecnología china.

El confinamiento en la que la pandemia ocasionada por el nuevo Coronavirus ha orillado a segmentos importantes de la población en varios países del mundo a recurrir al uso de plataformas digitales como TikTok como fuente de entretenimiento. La popularidad de esta aplicación ha crecido exponencialmente durante los últimos dos años, por lo que ha puesto a la empresa desarrolladora ByteDance en el ojo público.

ByteDance es una empresa de tecnología china fundada en Beijing por Zhang Yiming en 2011. Desde su fundación no ha parado de crecer y de crear aplicaciones. En la actualidad tiene a 60 000 personas trabajando en sus oficinas y a medida que otras empresas despiden trabajadores en medio del COVID-19, ByteDance está contratando a 10 000 más en todo el mundo. Además de eso, planea emplear 30 000 este año.

Esta empresa china se ha posicionado a nivel mundial al lanzar además de Tiktok, un servicio mundial de software corporativo (Lark), una aplicación de transmisión de música similar a Spotify (Resso) y un rival de mensajería de la aplicación estrella china WeChat, solamente el año pasado.

La búsqueda de mercados fuera de China por parte de ByteDance no es única en su tipo, múltiples empresas chinas desde la década de 1990 están comprando reservas extranjeras y haciéndose de activos de empresas trasnacionales; lo que diferencia a ByteDance de las otras empresas es que ha construido su imperio haciendo productos no solo para la población china, sino para gente fuera del país.

Para su funcionamiento ByteDance utiliza la “estructura Sina”, que le permite aceptar dinero del exterior. De hecho, alrededor del 80% de los inversores de ByteDance no son chinos y cuatro de los cinco miembros de la junta de directores tampoco lo son. Lo anterior garantiza que la empresa no se encuentre en problemas con sus competidores chinos. La mayoría de sus ingresos en el país asiático proviene de la venta de anuncios publicitarios en sus aplicaciones.

Se espera que la empresa genere 25 000 millones de dólares este año a pesar de la pandemia del COVID-19, logrando alcanzar esa cifra tres años antes que Facebook. La importancia de ByteDance y sus aplicaciones es tal que sus rivales estadounidenses están tratando de restarle terreno, sobre todo por la preocupación de que el gobierno chino tenga acceso a la información de usuarios estadounidenses.

Los políticos en Washington temen que los datos recabados por aplicaciones chinas sean vendidos al gobierno; que los diseñadores de algoritmos estén introduciendo propaganda comunista disfrazada a los jóvenes occidentales; y que el contenido de ByteDance sea censurado por el Partido Comunista Chino. Temores que si bien no son infundados, ya que la empresa china continúa su expansión por Occidente y especialmente por Estados Unidos, sí son exagerados. Mientras tanto, en marzo dos senadores republicanos presentaron un proyecto de ley que prohibiría TikTok de todos los dispositivos gubernamentales.

En diversas declaraciones, TikTok ha tratado de aplacar a los críticos argumentando que almacena todos los "datos de usuarios estadounidenses en los Estados Unidos" y que sus operaciones estadounidenses "no están influenciadas por ningún gobierno extranjero, incluido el gobierno chino". Además el mes pasado abrió un “centro de transparencia” en Los Angeles, donde promete compartir información sobre su moderación de contenido, controles de privacidad y seguridad, dejando de usar servidores ubicados en China.

Las medidas tomadas por la empresa pueden empezar a generar un sentimiento de confianza. Igualmente, la elección de un sucesor ejecutivo no chino podría hacerlo, sin embargo, resulta muy difícil afirmar que Zhang se retirará del medio, apenas tiene 37 años.

Datos cruciales: 

1. La aplicación TikTok fue descargada por 115 millones de usuarios solamente el mes de marzo del presente año. Actualmente los usuarios activos de esta aplicación suman aproximadamente mil millones de personas.

2. Los vídeos de TikTok etiquetados con #coronavirus han sido vistos 53 mil millones de veces.

3. La popular aplicación TikTok actualmente está valuada entre 90 mil a 100 mil millones de dólares.

4. Al ser una empresa privada que no cotiza, ByteDance no publica sus cuentas por lo que no es claro a cuánto ascienden sus ganancias. Sin embargo, de acuerdo a información filtrada y declaraciones de sus inversores, sus ingresos del año pasado se sitúan entre 104 000 y 140 000 millones de yuanes (entre 15 000 y 20 000 millones de dólares), más que Uber, Snapchat y Twitter juntos.

4. De acuerdo con Bernstein, una empresa dedicada a la investigación de mercados, la participación de ByteDance en la publicidad nacional china aumentó del 9% al 17% en 2019.

5. En 2018, ByteDance adquirió la aplicación Musical.ly, la cual hasta entonces contaba con alrededor de 60 millones de usuarios registrados en Estados Unidos y Europa.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Lo interesante resulta en que para el público general poco importa el origen de las aplicaciones, da igual si son estadounidenses o chinas mientras cumplan con la función de satisfacer las necesidades recreativas. Por lo que aprovechando esta ignorancia, muchas aplicaciones chinas se están posicionando rápidamente en el mercado estadounidense, generando ganancias grotescas.
Es cierto que si bien la nacionalidad de las aplicaciones más populares se ha volcado a ser de origen chino, el despliegue del capital con el que se formaron no lo es por completo, por lo que poco se puede hablar de un nuevo dominio sino más bien de la continuidad del capital como el gran eje rector de las sociedades.