The Global Corporate Elite and the Transnational Policy-Planning Network, 1996-2006: A Structural Analysis

Cita: 

Carroll, William K. y Jean Philippe Sapinski [2010], “The Global Corporate Elite and the Transnational Policy-Planning Network, 1996-2006: A Structural Analysis”, International Sociology, julio, https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/0268580909351326

Fuente: 
Artículo científico
Fecha de publicación: 
Julio, 2010
Tema: 
La consolidación de una élite global transnacional con eje en las juntas de planificación política.
Idea principal: 

William K. Carroll es profesor de sociología en la Universidad de Victoria, Canadá. Algunas de sus obras son Organizing the 1%: How Corporate Power Works (2018), The Making of a Transnational Capitalist Class (2009), Corporate Power in a Globalizing World (2004) y Corporate Power and Canadian Capitalism (1986).

Jean Philippe Sapinski es profesor adjunto en estudios ambientales en la Universidad de Moncton, en Canadá. Sus trabajos abordan temas de sociología ambiental, política ambiental y climática, corporaciones transnacionales y métodos cuantitativos.


William Carroll y Jean Philippe Sapinski presentan un análisis de red de los entrelazamientos entre las 500 corporaciones más importantes del mundo así como de una muestra de las juntas transnacionales de planificación política [transnational policy boards].

Introducción

Los órganos de planeación de política transnacional [transnational policy-planning bodies] han servido para la construcción de consensos entre la comunidad de negocios. “Estos grupos comprenden un campo multiorganizacional, dentro de la denominada sociedad civil global, de la cual emanan decisiones y propuestas de política profundamente neoliberales” (p. 501).

Las comunidades internacionales de negocios pueden rastrearse desde la Primera guerra mundial con la Cámara Internacional de Comercio. La formación de estos cuerpos se aceleró en la década de los años setenta con la fundación del Foro Económico Mundial (1971), el Foro Europeo de Gestión (1971) y la Comisión Trilateral (1972). Este tipo de órganos, junto con las corporaciones transnacionales y las instituciones de gobernanza mundial, conforman un bloque histórico que busca promover y consolidar el proyecto de globalización neoliberal.

Uno de los elementos más importantes del bloque histórico es la red formada por los directores de las principales corporaciones del mundo y las juntas transnacionales de políticas [transnational policy boards]. Estas redes conectan los centros del poder corporativo con los centros de decisiones políticas. Como otras redes que facilitan la acción colectiva, estas permiten la identificación de los directores corporativos como una categoría social capaz de acción política. Al conectar a las élites corporativas, esas redes fomentan una visión del mundo compartida. Además, construyen una minoría organizada políticamente que participa en la disputa por la hegemonía que se desarrolla en el terreno de la sociedad civil global. Las juntas de decisión política [policy boards] funcionan como espacios de actividades de la élite corporativa de diversas formas:

• Son lugares de discusión, planeación estratégica, producción de discursos y formación de consenso en temas específicos.
• Son espacios donde se elaboran las respuestas a la crisis de legitimidad (democráticas o, más recientemente, ambientales).
• Promueven proyectos de integración regional.
• Son un puente entre las élites corporativas, los actores políticos y los intelectuales orgánicos en diversos campos (organizaciones internacionales, militar, medios de comunicación, academia).

Aunque varios estudios señalan que desde mediados de la década de los años noventa del siglo XX los entrelazamientos corporativos transnacionales se han incrementado al tiempo que las redes nacionales se han debilitado, los autores reconocen que son pocos los trabajos que toman en cuenta los entrelazamientos entre las corporaciones y los boards transnacionales de políticas. En un trabajo de Carroll y Carson (2003), que analiza la red de 5 grupos globales de política [global policy groups] y 350 corporaciones en 1996, se encontró que: 1) la red está dirigida por un puñado de directores corporativos, algunos de los cuales que sirven en múltiples consejos directivos; 2) los consejos de toma de decisiones políticas están fuertemente interconectados entre sí y con grandes corporaciones con sede en Europa y América del Norte; y 3) los entrelazamientos de las juntas corporativas y las de política contribuyen a la integración global de la élite corporativa.

Tomando este ejercicio como referencia, Carroll y Sapinski realizan un estudio que extiende el análisis hasta 2006, amplían su análisis de 350 a 500 corporaciones y amplifican la muestra de 5 a 11 órganos de planeación y toma de decisiones políticas [policy-planning boards]. En este caso, se considera que los consejos de política tienen agendas globales y regionales. Las dos preguntas centrales de su análisis son: ¿cómo la trayectoria reciente de la red entre corporaciones y centros de tomas de decisiones transnacionales contribuye a la formación de una clase capitalista transnacional?, y ¿qué papel juega el regionalismo en la estructura de la red global corporativa y política y cuáles son sus implicaciones para la hegemonía estadounidense?

Once consejos transnacionales de política

Los tres criterios para determinar a los 11 consejos de política seleccionados fueron: 1) sus proyectos son transnacionales, en tanto, abordan cuestiones político-económicas internacionales relevantes para los intereses de las empresas, 2) son transnacionales y corporativos en su composición, es decir, participan principalmente directores y ejecutivos de grandes corporaciones con sede en varios países, y 3) estuvieron activos en 1996 y/o 2006. Carroll y Sapinski clasifican a las 11 organizaciones en 2 grandes tipos: grupos de política global (7) y consejos transnacionales de negocios (4) (Dato crucial 1).

Los 7 grupos clasificados como “política global” difieren en su tamaño, en las prioridades de su agenda, en la forma organizacional, en los requisitos para la membresía, y en su alcance geopolítico. Sin embargo, todos buscan incorporar intereses más amplios que los exclusivos de la clase capitalista, como los de los líderes políticos y los intelectuales. Por su parte, los consejos transnacionales de negocios han trasladado el modelo de los consejos de negocios nacionales al terreno transnacional: cada uno se compone de cerca de una docena de directores ejecutivos de las corporaciones más importantes de cada país sede. Estos órganos están menos interesados en incorporar a la sociedad civil y más enfocados en agencias y políticas estatales que afectan sus intereses corporativos. En su agenda incluyen el impulso al libre mercado, la desregulación del mercados y de las reglas para los inversionistas a nivel transnacional. Otra diferencia con los grupos de política global, es que los consejos de negocios buscan asegurar las condiciones para la acumulación dentro de espacios políticos regionales, por lo que no es de extrañar el profundo acercamiento que tienen con los gobiernos de los países sede. Según Carroll y Sapinski, esos estrechos vínculos regionales tienen fuertes implicaciones para el proceso de formación de una clase capitalista transnacional, pues pueden poner en tensión la construcción de un proyecto de clase homogéneo.

Método y datos

En el caso de la membresía a los consejos de política, los autores utilizaron la información proporcionada por las propias organizaciones. Para los consejos corporativos, primero se utilizó la lista de las 500 corporaciones globales más importantes reportadas por Fortune en 1996 y 2006 y, posteriormente, se consultó la conformación de sus consejos directivos en los sitios oficiales de cada corporación o en la base de datos Mergent Online. La información fue procesada con el software de redes sociales UCINET.

Hallazgos
Una élite político-corporativa global

Los autores concluyen que la red político-corporativa tiene una estructura dual que relaciona organizaciones e individuos. En términos individuales, esta red está compuesta por individuos que: 1) dirigen una o más de las 500 corporaciones globales -lo que Carroll (2009) denomina élite corporativa global-, 2) individuos que pertenecen a múltiples juntas políticas, o 3) personas que ocupan un lugar en el consejo directivo de una de las 500 y una junta política. “Estas son las personas cuyas afiliaciones organizacionales forman la red corporativa-política” (p. 513).

En comparación con el estudio de Carroll (2009) que ofrecía datos para 1996 se encontraron los siguientes cambios:

1. En una década, el total de individuos con participación en más de un consejo directivo –corporativo o político- cayó 27.3%, a 6 785 en 2006.
2. La caída más grande se verificó en los individuos con participación en una de las 500 corporaciones globales, debido a la reducción mundial del tamaño promedio de los consejos directivos asociada con la gobernanza corporativa.
3. Se incrementó 50% el número de individuos que tienen un puesto en al menos 1 consejo de decisiones políticas lo que se explica por el mayor número de órganos considerados y una extensión de sus consejos directivos.
4. El grupo de interés, los individuos que participan en múltiples juntas, cayó 11.3% a 887. Esta élite puede dividirse en diversos tipos: a) entrelazamiento corporativo, es decir, una persona con participación en 2 o más consejos directivos de las 500 globales (-19.3%), b) entrelazamiento corporativo con 1 posición en juntas de política (-20.8%), c) entrelazamientos políticos sin participación en alguna corporación (+23.1%), d) lugar en una junta política y un consejo corporativo (+6.6%), e) múltiples entrelazamientos políticos y múltiples vínculos corporativos (sin cambios).

Para Carroll y Sapinski, la élite está compuesta por distintos tipos de entrelazamientos que van desde los tipos corporativos “puros” a los políticos “puros”. Aunque los datos proporcionados señalan que el peso de los entrelazamientos corporativos es más importante, los autores señalan que la composición de la red ha cambiado: los entrelazamientos corporativos “puros” cayeron de 75.7 a 68.9%, al mismo tiempo que los individuos miembros de consejos de política creció de 24.3 a 31.1%.

En términos de su alcance, los autores concluyen que la élite corporativa global está compuesta por segmentos nacionales y transnacionales. El segmento nacional se refiere a los directores que participan en dos o más consejos directivos de empresas con sede en un solo país. Por el contrario, el segmento transnacional está compuesto por miembros de consejos directivos de corporaciones con sede en múltiples países. Desde 1996, la composición de la red corporativa-política cambió: mientras que los miembros del segmento nacional se redujo de 58 a 43, los participantes transnacionales aumentaron de 31 a 38. En 2006 casi la mitad de los entrelazamientos político-corporativos eran transnacionales. Estas cifras permiten a los autores señalar que la élite de las juntas político-corporativas se han vuelto más cosmopolitas en dos sentidos: 1) en los entrelazamientos corporativos, sus miembros se ha vuelto más transnacionales, y 2) un creciente segmento de la élite está conformado por individuos que tienen una o más membresías a consejos de política transnacional.

Con la disminución de redes corporativas estrictamente nacionales, las redes transnacionales juegan un papel más importante en la integración de la élite. Por región sede, Carroll (2009) reporta que la mayoría de los miembros de juntas corporativas globales están afiliados a corporaciones con sede en Europa o Norteamérica (Canadá y Estados Unidos), y que la mayoría de los entrelazamientos transnacionales ocurren en Europa o en el Atlántico Norte (Europa y Norteamérica). En general, las tasas de participación de los miembros corporativos en las juntas políticas se incrementan ligeramente entre 1996 y 2006. Los datos señalan que los miembros transnacionales con participación en los consejos directivos de corporaciones con sede en Europa y el Atlántico Norte participan ampliamente en los consejos de política. Los autores recuperan cuatro hallazgos importantes: los miembros transnacionales de los órganos europeos aumentan mientras que los del Atlántico Norte son cada vez menos; los miembros nacionales corporativos de Japón y Australia participan crecientemente en consejos de política; el Sur Global comienza a participar en la red de la élite global.

Círculo interno

Con la información obtenida, los autores señalan que existen 27 directores que participan en más de dos juntas corporativas y políticas, lo que denominan el círculo interno, con predominio de las empresas europeas y de europeos, por su participación en la Comisión Trilateral y a las conferencias Bilderberg. En 1996 y 2006 sólo tres individuos del Atlántico Norte se mantuvieron en este círculo: los mexicanos Ernesto Zedillo (ex presidente y director en las juntas directivas de dos corporaciones estadounidenses) y Lorenzo Zambrano (director de CEMEX y miembro del consejo directivo de IBM), y el japonés Yotaro Kobayashi (director ejecutivo de Sony Corp, miembro del consejo directivo de la Comisión Trilateral y del EU–Japan Business Round Table).

Se identificó que en 2006 algunos de los directores con participación en el círculo interno eran: Klaus Kleinfeld (Siemens, Bayer, Alcoa, Comisión Trilateral (TC), International Advisory Board of the Council on Foreign Relations (IABCFR), European Round Table of Industrialists (ERT)); Bertrand Collomb (Lafarge, Unilever, TABD, TC, ERT, la EU–Japan Business Round Table (EJBRT), conferencias Bildelberg)); Mark Moody Stuart (Shell, Anglo-American Corpo, HBSC, Accenture, UN Global Compact (UNGC),TC, World Business Council for Sustainable Development (WBCSD)); Gerhard Cromme (ThyssenKrupp, ERT, IABCFR); Jorma Ollila (Nokia, Royal Dutch Shell, Ford Company, ERT, EJBTR); Andrew Liveris (Dow Chemical Company, Citigroup, WBCSD, TABD); Paul Desmarais Jr (Power Corporation, North American Competitiveness Council (NACC), conferencias Bildelberg).

Estos ejemplos revelan la existencia de un círculo interno estrechamente entrelazado compuesto por miembros de juntas corporativas y de planificación de políticas, predominantemente hombres europeos. Además, de las 60 corporaciones representadas en este núcleo, 42 tenían su país sede en Europa, 13 en Norteamérica, 4 en Japón y 1 en México. Este análisis también proporciona evidencia de que la red de capitalistas se está transnancionalizando ya que cada vez participan más en los grupos de planeación de políticas.

Regionalismo y red interorganizacional

En este apartado, los autores exploran la organización espacial de la red político-corporativa. Una pregunta central es cómo las juntas de política están incrustadas en la red de los entrelazamientos corporativos. Los resultados indican que hay 5 sectores principales en la red político-corporativa: 1) las juntas de planificación de políticas, 2) las corporaciones con sede en Europa, 3) las corporaciones con sede en Norteamérica (incluye a Canadá y Estados Unidos), 4) las corporaciones con sede en Asia Pacífico (Japón y Australia), y 5) las corporaciones con sede en la semi periferia (resto del mundo). Asimismo, el análisis espacial arrojó que los boards de política se encuentran en el centro de estos sectores, lo cual no es sorprendente dados los vínculos que cada junta establece con las corporaciones. Sin embargo, resalta el hecho de que las juntas de planificación de política tienden a agruparse en el lado europeo del espacio social. Este último resultado se explica, en parte, por un incremento de la integración transnacional europea.

Estas conclusiones son reforzadas por los siguientes datos: en 2006, las 11 juntas políticas analizadas compartieron en promedio 3.5 miembros y las juntas corporativas europeas sólo 0.0362 integrantes. Esto indica que la red de juntas de planificación política “proporciona un núcleo duro de cuadros política y socialmente activos pertenecientes a la élite corporativa global” (p. 522). Además, se encontró que en 1996, 76% de las corporaciones con más de 5 entrelazamientos con los boards políticos tenían su sede en Europa y el resto en Norteamérica, y hacia 2006 la proporción era 80%-20.

¿Una estructura núcleo-periferia?

Carroll y Sapinski indican que los resultados presentados dan cuenta de un una red con estructura centro-periferia, cuyo núcleo son los boards políticos. Las 10 juntas con mayor grado de centralidad en 2006 son: la Comisión Trilateral, la conferencia Bilderberg, European Round Table of Industrialists, World Business Council Sustainable Development, TransAtlantic Business Dialogue, EU–Japan Business Round Table, CFR International Advisory Board, World Economic Forum, Allianz Aktiengesellschaft Holding, y Suez SA.

Como se ve, las primeras 8 son juntas de planificación política (5 de las cuales tienen sede en Europa) y las últimas dos son corporaciones con sede en Europa. Cabe señalar que de las juntas políticas listadas, sólo 4 mantuvieron su lugar en el listado, dotando a la red de una estabilidad relativa: la Comisión Trilateral, la conferencia Bilderberg, European Round Table of Industrialists y World Business Council Sustainable.

De las 30 corporaciones que se localizaron en el núcleo de la red, resalta la presencia de las corporaciones con sede en Europa (24), le siguen las estadounidenses (4), una con sede en Japón y una con sede en Bermudas. Por sectores, es evidente la predominancia de las instituciones financieras (8) e industriales.

Juntas de planificación política como corredores: la estructura de mediaciones

De acuerdo con Carroll y Sapinski, la red de entrelazamientos globales corporativos funcionan a través de intermediarios o brokers. En un contexto de sectores corporativos nacionales y transnacionales que permanecen divididos, el papel de los brokers es “mediar las relaciones entre las élites dentro y a través de las macro regiones, proporcionado una capa adicional de la organización política y social de la élite corporativa local” (p. 526).

Los autores calcularon el número de instancias en las que cada junta política funciona como intermediaria entre organizaciones sin entrelazamientos en cada red. Los hallazgos indican que la mayoría de los consejos políticos registran aumentos en sus acciones como intermediarios. La Comisión Trilateral, el WBCSD, ERT y las conferencias Bildelberg son los intermediarios más comunes al interior de la red.

Las juntas políticas atraviesan las principales regiones del sistema mundial, jugando una función de integradoras globales. Carroll y Sapinski encontraron que las juntas políticas realizan tareas de intermediación entre corporaciones en dos tipos principales: entre las empresas con sede en Europa, y entre las corporaciones de cada lado del Atlántico. Por regiones, los boards políticos median en mayor proporción las relaciones entre corporaciones con sede en Europa, y en menor medida de las corporaciones con sede en Norteamérica y Asia Pacífico. En este caso resalta que las empresas con sede en la semi periferia se vincula cada vez más con la comunidad global de negocios a través de los consejos políticos.

Discusión

El análisis de red propuesto por Carroll y Sapinski concluye que existe un proceso de consolidación estructural en el que las juntas políticas se están convirtiendo en nodos de la estructura de poder corporativo global. De hecho, la red político-corporativa se ha vuelto más densa y amplia desde mediados de los años noventa del siglo XX: en el centro se ubican las juntas políticas, en su mayoría con alcance transnacional. Otro resultado de este análisis apunta a una red fuertemente centralizada en individuos y organizaciones (círculo interno). Las relaciones entre distintas organizaciones, por países o regiones, suelen ser mediadas por las juntas políticas. No obstante, persisten “diferentes formas organizativas, circunscripciones y posiciones en la red de las juntas política y los consejos empresariales que dan lugar a una ecología organizativa compleja, unificada por un consenso neoliberal pero diferenciada por cuestiones e intereses regionales y de otro tipo” (p. 530). Para los autores, dado que la red representa la vanguardia de una clase capitalista transnacional, puede sugerirse que esta formación es una expresión de esa clase para actuar como una clase para sí.

El círculo interno de la élite tiene un sesgo a favor de Europa y en detrimento de Norteamérica. Esto se explica por dos razones: 1) un cambio en el control del capital corporativo: tomando como referencia el país sede de las 500 corporaciones globales las corporaciones con sede en Europa aumentaron entre 1996 y 2006 (de 170 a 192), mientras que las estadounidenses y las japonesas disminuyeron (de 167 a 154 y de 124 a 69, respectivamente); y 2) las diferencias en los sistemas empresariales: mientras Europa mantiene un régimen de capitalismo organizado, los estadounidenses giraron desde los años ochenta a un régimen accionario, que funciona en torno al mercado y los entrelazamientos.

Aunque hay un viraje claro hacia Europa, los autores notan que hay una participación modesta pero creciente de las élites corporativas del Sur Global. Este resultado es reflejo del número creciente de corporaciones con sede en la semiperiferia que se incorpora a las 500 más grandes, sin embargo, la participación de los directores ejecutivos en la red de la élite global aún es minúsculo.

Finalmente Carroll y Sapinski reflexionan en torno a las consecuencias de la crisis financiera de 2008 y sus implicaciones para la formación de la élite global. En primer lugar, señalan que los procesos de fusiones y adquisiciones implican una reorganización del mapa corporativo. En segundo lugar, anuncian que la ola de nacionalizaciones parciales bancarias podría conducir a cambios en la gobernanza que afecten la composición de las juntas y los entrelazamientos de directores. En último lugar, el descredito de las políticas neoliberales redundarán en la redefinición del consenso transnacional que tenía lugar desde los años ochenta del siglo XX y, por tanto, en la definición que jugarán las élites en la construcción de un nuevo régimen.

Datos cruciales: 

1. Los once grupos transnacionales de política estudiados, según el tipo, año de fundación y país sede, son:

- Grupos de política global: International Chamber of Commerce (1919, París), Conferencia Bildenberg (1952, Leiden), Trilateral Comission (1972, Washington, París y Tokio), World Economic Forum (1971, Génova), International Advisory Board of the Council on Foreign Relations (1995, Nueva York), World Business Council for Sustainable Development (1995, Génova) y UN Global Compact (2000, Nueva York).
- Consejos transnacionales de negocios: European Round Table of Industrialists (1983, Bruselas), EU–Japan Business Round Table (1995, Bruselas y Tokio), TransAtlantic Business Dialogue (1995, Washington) y North American Competitiveness Council (2006, Ottawa, México y Washington DC).

Trabajo de Fuentes: 

Carroll, William K. y Carson, Colin [2003], “Forging a New Hegemony? The Role of Transnational Policy Groups in the Network and Discourse of Global Corporate Governance”, Journal of World-Systems Research, 9(1):67–102.

Carroll, William K. [2009], “Transnationalists and National Networkers in the Global Corporate Elite”, Global Networks, 9(3): 289–314.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La decadencia que atraviesa el capitalismo se caracteriza por la concentración de capital en grandes corporaciones y de ingresos en un puñado de multimillonarios. El texto aporta elementos para caracterizar la élite corporativa y el papel protagonista que juegan los órganos con influencia política para discutir, promover y negociar la aplicación de políticas y valores que están en el interés de la élite.

El texto aporta elementos empíricos para discutir los mecanismos que dan cohesión a la élite global o en términos de William Robinson, de contribuir a la formación de una clase capitalista transnacional.