A mediados del mes de marzo de 2020, los estadounidenses comenzaron a recibir mensajes alarmantes que insinuaban que Trump confinaría (lockdown) al país entero como respuesta a la pandemia por coronavirus. Después de 48 horas, el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca emitió un anuncio a través de Twitter en el que declaraba que estos mensajes eran falsos. Las agencias de inteligencia de Estados Unidos concluyeron que los agentes chinos ayudaron a transmitir los mensajes a través de las plataformas.

Las llamadas “técnicas de amplificación” son alarmantes para estos funcionarios porque la desinformación aparece masivamente en los teléfonos celulares de los estadounidenses, una táctica que no se había visto antes. Esto ha estimulado a agencias, como la CIA, a investigar las nuevas formas en que China, Rusia y otras naciones están utilizando las plataformas digitales para difundir la desinformación durante la pandemia.

Aunque el origen de los mensajes no está claro, dos funcionarios estadounidenses enfatizaron que no creían que los agentes chinos crearan los mensajes del lockdown, pero es probable que hayan contribuido a su amplificación. Estos esfuerzos permitieron que los mensajes captaran la atención de tantas personas que luego se difundieron por su cuenta. Los mensajes parecían ganar una atracción significativa en Facebook.

Los funcionarios también señalaron que los agentes chinos parecen estar usando textos y aplicaciones de mensajería cifradas como parte de sus campañas, lo cual hace difícil más rastrear la desinformación difundida por estas vías que en las plataformas de redes sociales.

Los oficiales de inteligencia también están examinando si los espías chinos en las misiones diplomáticas en Estados Unidos ayudaron a difundir los mensajes falsos del lockdown. Las agencias estadounidenses han aumentado recientemente su escrutinio de diplomáticos chinos y empleados de medios de comunicación del país oriental.

Funcionarios estadounidenses dijeron que China, tomando prestadas las estrategias de Rusia, ha estado tratando de ampliar las divisiones políticas en Estados Unidos. A medida que el disenso del público discute sobre las políticas de confinamiento en varios estados, los funcionarios temen que sea fácil para China y Rusia amplificar los desacuerdos partidistas en Estados Unidos.

Los esfuerzos de propaganda van más allá de mensajes de texto y publicaciones en redes sociales dirigidos a estadounidenses. En China, los altos funcionarios han emitido directivas a las agencias para participar en una campaña de desinformación global sobre el virus, según los funcionarios.

Una guerra informativa

El artículo continúa apuntalando la idea de la guerra informática entre Estados Unidos y China en el contexto de la pandemia, agregando una nueva dimensión a su rivalidad. Trump y sus asesores se concentran en China, ya que enfrentan intensas críticas por su respuesta a la pandemia, que ha matado a más de 40 000 personas en Estados Unidos.

Tampoco está clara la forma y el alcance en que Estados Unidos podría estar participando en una guerra informativa encubierta en China. El artículo menciona que la CIA ha tratado de apoyar a las figuras de la oposición pro democracia en algunos países, pero los oficiales de la contrainteligencia china desarticularon la red de informantes de la CIA en ese país hace una década, perjudicando su capacidad para realizar operaciones allí.

También se menciona que los estrategas republicanos han decidido que atacar a China aumentará el apoyo a Trump y a otros políticos conservadores antes de las elecciones de noviembre: los analistas de política exterior están preocupados de que la administración de Trump pueda politizar el trabajo de inteligencia sobre los orígenes del virus para promover una narrativa anti-China. Como se llevó a cabo en la presidencia de George W. Bush antes de la guerra en Irak.

Según funcionarios estadounidenses, las agencias chinas probablemente están adoptando estrategias en línea utilizadas durante mucho tiempo por los agentes rusos, un fenómeno que también ocurrió durante las protestas de Hong Kong el año pasado.

También dijeron que algunos operativos chinos han promovido la desinformación que se originó en sitios web alineados con Rusia. El objetivo aparente de difundir los mensajes del cierre del país sería sembrar el caos y socavar la confianza entre los estadounidenses en su gobierno.

No hay cierre nacional

La primera amplificación de los mensajes falsos apareció el 13 de marzo de 2020 cuando algunas autoridades estatales estaban promulgando políticas de distanciamiento social. Esta versión decía que Trump estaba a punto de invocar la Ley Stafford para cerrar el país. A lo largo de los días, cientos de publicaciones idénticas aparecieron en Facebook, en la plataforma de mensajes en línea 4chan, entre otros lugares.

Los mensajes generalmente atribuían su contenido a algún conocido en el Pentágono, el Departamento de estado, el Departamento de seguridad nacional, el FBI o la CIA.

Otra versión del mensaje apareció el 15 de marzo de 2020 y éste mencionaba que Trump estaba a punto de desplegar a las unidades militares y los servicios de emergencia en todo Estados Unidos. Desde enero de 2020, los estadounidenses han compartido muchos otros mensajes que incluían desinformación: que el virus se originó en un laboratorio del ejército en Fort Detrick en Maryland, que se puede matar con agua de ajo, vitamina C o plata coloidal, que prospera con el ibuprofeno, entre otros. A menudo, las publicaciones se atribuyen a una fuente no identificada en el gobierno estadounidense o a una institución como la Universidad Johns Hopkins o la Universidad de Stanford.