Supple supplies. Businesses are proving quite resilient to the pandemic

Cita: 

The Economist [2020], "Supple supplies. Businesses are proving quite resilient to the pandemic”, The Economist, London, 16 de mayo https://www.economist.com/briefing/2020/05/16/businesses-are-proving-qui...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Mayo 16, 2020
Tema: 
El Coronavirus ha sido una prueba para que las empresas se replanteen sus estrategias ante situaciones adversas
Idea principal: 

La pandemia causada por el Coronavirus no ha detenido las industrias. A pesar de que hay una baja considerable de la demanda de las empresas, aún no es posible hablar de una crisis de los negocios.

Son cuatro elementos los que brindan cierto grado de seguridad a las empresas: proveedores diversificados, la capacidad de reserva, el inventario y el efectivo.

No está en duda que las empresas se encuentran en apuros sobre sus cadenas de suministro; sin embargo lo que las ha mantenido a flote es ampliar su base de proveedores y mantenerla tan diversa como sea posible, a la par que se mantiene la capacidad de fabricación adicional para que esta no decaiga o disminuya considerablemente. Así mismo, mantener buenos números en lo que inventarios concierne es una buena estrategia para las empresas y los inversores.

Desde la crisis financiera de 2007-09, las compañías han estado aumentando la cantidad de acciones que tienen disponibles. También se ha optado por expandir los espacios de los almacenes para conseguir aumentos en las ganancias de las empresas, ya sea porque en los últimos años se han multiplicado las ventas por internet y por lo tanto se requieren más espacios donde almacenar la mercancía o porque las empresas quieren establecer cada vez más sucursales físicas aunque tengan que pagar más por el espacio arrendado.

Otra forma de resiliencia que han encontrado las empresas es el amortiguamiento en las cifras sobre capital de trabajo, que se calcula restando lo que las empresas deben a los proveedores del valor de sus inventarios más lo que los clientes les debe, con el objetivo de obtener más efectivo. Aunque, en realidad esta medida ha sido poco implementada.

Aunque las empresas cuenten con los puntos descritos, no es seguro que sobrevivan a la pandemia. Es posible que aquellas que se dedican a la industria de los viajes aéreos, cruceros oceánicos o cines nunca se recuperen.
¿Cómo podrían estar mejor preparados los negocios para enfrentar situaciones extraordinarias como la actual? Primero autoasegurándose contra una caída general sacrificando márgenes de acumulación, convenciendo a los inversionistas de los beneficios de este enfoque, que aunque ha demostrado dar buenos resultados, su implementación es costosa. Asegurarse contra muchos riesgos raros nunca puede ser barato.

Enderezar
Otra preocupación es que una empresa que gasta en resiliencia puede terminar en desventaja si otros sobreviven sin tomar tales disposiciones, por ejemplo, extrayendo concesiones de proveedores o rescates de los gobiernos. Dichas empresas obtendrían los beneficios del seguro sin haber pagado las primas.

Hoy en día, haber acumulado herramientas que mantienen las cosas en funcionamiento parece inteligente. Pero con el tiempo, las atracciones de recortar comenzarán a reafirmarse nuevamente. Como dice ManMohan Sodhi de la Cass Business School en Londres, "Nada en el mundo operativo está libre de riesgos".

En la era del COVID-19 se está optando por regresar a la producción nacional; sin embargo, esta opción puede que no sea tan viable debido a que no todos los países cuentan con la capacidad de operaciones y producción. Por ejemplo, en Estados Unidos, muchas fábricas están cerradas o funcionan a baja capacidad, o en el peor de los casos están reabriendo las plantas de producción desafiando las medidas de salud pública.

Después de esta pandemia, se espera que las compañías vuelvan a sus viejas formas de pensar sobre el equilibrio entre eficiencia y resiliencia, hasta que vuelva a presentarse otra situación extraordinaria.

Nexo con el tema que estudiamos: 

A pesar de la crisis por Coronavirus, las empresas no paran. La competencia mundial sigue su curso y en lugar de idear nuevos escenarios para enfrentar integralmente la crisis civilizatoria, la atención se ha volcado a reinventar las formas para continuar con la acumulación de capital.