Geoingenieros realizan prueba de ingeniería planetaria en Australia: el experimento viola la moratoria de 193 países de la ONU

En un comunicado de prensa de ETC group, se menciona que un grupo de geoingenieros australianos violó una moratoria internacional contra la geoingeniería: presentaron esta tecnología de geoingeniería (blanqueamiento de nubes para reflejar la energía solar), como si fuera un plan para salvar la Gran Barrera de Coral.

Lo anterior fue realizado por la Universidad de Southern Cross en Nueva Gales del Sur y es un intento de reducir las temperaturas locales del océano y frenar el blanqueamiento de los arrecifes de coral. Esta prueba sienta un peligroso precedente para legitimar el despliegue de tecnologías de geoingeniería solar, que podrían tener efectos altamente perjudiciales e impredecibles sobre el clima.

Este tipo de pruebas pretenden implementar la manipulación tecnológica del clima. El experimento fue financiado con recursos gubernamentales y ya se han programado más ensayos, también con financiamiento público. De esta manera, se pretende plantear que existen soluciones tecnológicas para contrarrestar el cambio climático, lo cual, permitiría a las empresas de combustibles fósiles seguir extrayéndolos e incluso crear nuevas oportunidades de ganancia.

La técnica probada en Australia se llama “blanqueamiento de nubes marinas” y se basa en la idea de que el agua de mar rociada en las nubes aumentará la cantidad de luz que reflejan de vuelta al espacio. Si se desplegara a escala masiva, en teoría la técnica reduciría la temperatura, pero también podría tener efectos negativos a nivel local, regional y mundial.

Los estudios de modelización muestran que, por ejemplo, si el blanqueamiento de nubes marinas se desplegara en California, donde se está llevando a cabo otro proyecto similar al de Australia, podría causar sequías en el Amazonas. Entre otras, esta es la razón, por la que 193 países que forman parte del Convenio sobre diversidad biológica (CDB) acordaran una moratoria sobre la geoingeniería en 2010.

Geoingeniería disfrazada

El comunicado de prensa oficial de la Universidad de Southern Cross no menciona a la geoingeniería ni el intento de enfriar el planeta y la mayor parte de la cobertura mediática tampoco hablaron de ello. Sin embargo, el líder del equipo, Daniel Harrison, incluye dentro de sus temas de investigación “la ecoingeniería y la geoingeniería”. Harrison ha investigado varias técnicas de geoingeniería durante casi 10 años.

Según el Instituto de Ciencias Marinas de Sydney, las pruebas fueron financiadas por los gobiernos de Queensland y de Australia como parte del desafío para impulsar la abundancia de corales, y está previsto que las futuras pruebas de blanqueamiento de nubes marinas se financien a través de la misma iniciativa.

De esta manera, en Australia, los geoingenieros han encontrado una manera de conseguir financiamiento y aprobación para sus proyectos, afirmando que podrían salvar la Gran barrera de coral y ocultando el objetivo final de las tecnologías que están desarrollando.

Sobre el blanqueamiento de nubes marinas y la geoingeniería

El blanqueamiento de los corales no se genera sólo por el calentamiento de los mares; sino que la acidificación de los océanos, la mala calidad del agua debido al escurrimiento de sedimentos, la contaminación procedente de la agricultura, la acuicultura y los desarrollos costeros e industriales son todos factores de la destrucción de los corales, pero este experimento no los toma en cuenta.

Asimismo, la geoingeniería solar no hace nada para abordar el gran problema de la acidificación del océano, que se debe a que los océanos absorben el exceso de CO2 de la atmósfera. Así, la ingeniería solar está asociada con un profundo riesgo e incertidumbre, incluyendo mayores perturbaciones del clima global, efectos de retroalimentación desconocidos e inundaciones y sequías en el sur global.

Además existe la preocupación de que pueda ser utilizada como arma por países poderosos para promover agendas geopolíticas. Las empresas de combustibles fósiles han financiado durante décadas la investigación de geoingeniería solar. Y recientemente, el Fondo para la investigación innovadora del clima y la energía (FICER, por sus siglas en inglés) respaldado por Bill Gates, ha financiado investigaciones de geoingeniería solar, incluyendo el Proyecto de blanqueamiento de nubes marinas con sede en California.

Oposición y moratoria internacional

La moratoria internacional de Naciones Unidas establece que no se deben llevar a cabo actividades de geoingeniería mientras no exista un mecanismo regulatorio y de control de base científica, global, efectivo y transparente para salvaguardar el principio precautorio.

La decisión, aprobada por el Convenio sobre la diversidad biológica en 2010, permite excepciones para “experimentos en pequeña escala” con varias condiciones, entre ellas que se lleven a cabo en “entornos controlados” — lo que no fue el caso en Australia.

En consecuencia, 195 organizaciones y movimientos nacionales e internacionales de la sociedad civil de 45 países han firmado el manifiesto “¡No Manipulen la Madre Tierra!” que exige específicamente que se ponga fin a los experimentos unilaterales como este caso de blanqueamiento de nubes en Australia.