The History of Private Security and Its Impact on the Modern Security Sector

Cita: 

George, Bruce y Simon Kimber [2014], "The History of Private Security and Its Impact on the Modern Security Sector", Martin Gill (ed.), The handbook of security, New York, Palgrave Macmillan, pp. 21-40.

Fuente: 
Libro electrónico
Fecha de publicación: 
2014
Tema: 
Desarrollo histórico de la industria de seguridad privada.
Idea principal: 

Bruce George fue diputado laborista de Walsall South de 1974 a 2010. También fue miembro de la Organización para la seguridad y la cooperación en Europa (OSCE) y de las asambleas parlamentarias de la OTAN, sirviendo como el presidente del primero y vicepresidente del segundo. Durante su mandato en el parlamento, propuso la introducción de la regulación de la industria de la seguridad privada, lo cual se logró en 2001.

Simon Kimber fue investigador con Bruce George en la Cámara de los Comunes entre 2007 y 2010.


Introducción

Este capítulo trata sobre el desarrollo histórico de la seguridad privada, si bien se considera que este es un fenómeno moderno, este capítulo pretende demostrar que ha existido durante siglos. Por lo tanto, se analizan ejemplos de seguridad privada temprana previos al surgimiento gradual de la industria de seguridad privada de la actualidad. Según los autores, si se observan algunas de las primeras formas de seguridad privada, se podrá establecer paralelismos con la industria que existe en la actualidad.

¿Qué es la seguridad privada?

Los autores intentan dar una definición de "seguridad privada", sin embargo, reconocen que es complicado ya que existe una gran cantidad de roles y especialidades dentro de la industria, además de que hay concepciones muy diferentes de lo que constituye específicamente "seguridad". Por lo tanto, consideran que hay cuatro componentes de la industria en su estado actual: seguridad privada, seguridad corporativa/doméstica, seguridad nacional, y seguridad militar privada.

Los autores citan el diccionario de Oxford para probar la dificultad de establecer un significado de seguridad. De acuerdo con el diccionario, se puede entender como: "la condición de estar protegido o no estar expuesto al peligro. La condición de estar protegido contra el espionaje, ataque o robo. Además, la condición de estar bajo custodia segura. La provisión o ejercicio de medidas para garantizar dicha seguridad. También un departamento gubernamental u otra organización responsable de garantizar la seguridad. Ausencia de atención, ansiedad o aprehensión; un sentimiento de seguridad o libertad del peligro" (p. 22).

Dado el alcance demostrablemente amplio de la industria, este capítulo explora la historia de la seguridad privada de manera integral. Se utiliza el término "seguridad privada" como un término genérico para describir una amplia gama de actividades distintas que comparten un vínculo común entre su propósito y el trabajo que llevan a cabo.

La seguridad en la antigüedad

Según este apartado, los primeros ejemplos de "seguridad privada" se remontan a los intentos de los humanos de proteger sus tierras y sus familias. Citar la Biblia podría brindar ejemplos antiguos sobre cerraduras, mientras que las bóvedas de seguridad se remontan al Antiguo Egipto y las pirámides. El uso de cerraduras tiene 4 000 años de antigüedad y fue común en los imperios romano y griego, aunque su uso permaneció en gran medida fuera del alcance de las personas que no pertenecían a las clases altas debido a los costos asociados.

Pero no fueron solo las cerraduras las que marcaron el comienzo de la "seguridad privada". La Escocia prehistórica fue testigo de fuertes defensas en las colinas, asentamientos, empalizadas y guaridas. Los animales fueron utilizados como sistemas de alarma rudimentarios para disuadir a los posibles ladrones y alertar al propietario de un peligro inminente.

Mercenarios

Existe datos sobre mercenarios contratados en Sumeria, Babilonia, Persia, Roma, Cartago y Egipto durante miles de años. Por ejemplo, el Imperio Bizantino sobrevivió durante un milenio hasta que la ciudad de Constantinopla fue conquistada por los turcos otomanos en 1453. Las fuerzas armadas estaban compuestas por mercenarios de países diferentes, con la Gran Compañía catalana como la más famosa de las tropas mercenarias.

Si bien los mercenarios se usaban claramente en el mundo antiguo y la Edad Media, muchos escritores han argumentado que la contratación de mercenarios dejó de ser utilizada en los siglos XVIII y XX. Sin embargo, a finales del siglo XIX, el rey belga Leopoldo II adquirió Congo como ciudadano privado y mantuvo un ejército privado, la Force Publique, que era poco más que asesinos despiadados. Debido a la presión internacional, Leopoldo tuvo que "vender" Congo al gobierno belga.

Sin embargo, la contratación de mercenarios regresó claramente en la década de 1960. Los británicos desplegaron a los Gurkhas y los franceses y españoles a sus legiones extranjeras, aunque negaron enfáticamente la caracterización de estos grupos como mercenarios.

Prisiones en la Edad Media

Históricamente, las cárceles han sido en gran medida establecimientos brutales administrados con fines de lucro por particulares y empresas. Morris y Rothman (1998) se remontan hasta el año 2050 a.C. e identifican una amplia gama de prisiones que incluían encarcelamiento privado. Durante un largo período en la historia británica, las cárceles fueron prácticamente privatizadas. Aunque, en teoría, muchas de las cárceles operaban en nombre del monarca, en la época medieval la extorsión se practicaba ampliamente ya que las personas que dirigían las prisiones obtenían ganancias.

Espías tempranos

Bajo el reinado de Elizabeth I (1558–1603), se desarrolló una red secreta de espías cuyo trabajo era proteger a la reina que era amenazada constantemente. Con el control de varios consejeros privados, un grupo de "inteligencia" operaba en Inglaterra y Europa, descubriendo secretos y conspiraciones católicas para derrocar a la reina. El costo de operar este grupo de espías fue astronómico, pero logró su objetivo.

Esclavitud

La gestión de la trata de esclavos y su operación en Estados Unidos puede verse como un ejemplo temprano de seguridad privada: los esclavos eran capturados en África, colocados a bordo de los barcos, enviados a América, vendidos y luego explotados. Los supervisores y su personal eran centrales en el sistema de plantaciones de algodón, azúcar, tabaco, granos y arroz.

En la parte superior de la estructura de las plantaciones del siglo XVIII estaba la clase propietaria. En las plantaciones más grandes, la operación estaba a cargo de "supervisores". Éstos eran responsables de toda una gama de actividades, incluida la seguridad de la plantación y la propiedad. Las estadísticas confirmaron que en la década de 1850 el número de supervisores se duplicó en siete estados del sur estadounidense a 25 958. Los propietarios de plantaciones también emplearon cazadores de esclavos profesionales cuando los éstos huían a Canadá, donde la esclavitud había sido abolida.

Vigilando antes de que existiera la policia

En Gran Bretaña del siglo XVIII aparecieron roles de seguridad que se asemejan a los de la industria moderna. Dada la falta de un sistema policial centralizado o integral, el trabajo de perseguir criminales y ejecutar su castigo a menudo recaía en actores no estatales. La existencia de la policía era más evidente a nivel local; esto fue un reflejo del importante poder e influencia que tuvo el gobierno subestatal durante este período.

Seguridad de las diligencias

Las diligencias (mail coaches) en el siglo XVIII eran una forma popular de transporte para personas y mercancías; sin embargo, en muchos países eran vulnerables a ser robadas. De esa manera, compañías estadounidenses se fundaron para explotar la necesidad de transportar personas y bienes en todo el país, incluidos Wells Fargo y Adams Express.

En Gran Bretaña, estos transportes fueron robados repetidamente a manos de bandoleros hasta que se proporcionaron guardias armados. Estos guardias a menudo eran soldados retirados que estaban bien entrenados y bien remunerados.

Los Bow Street Runners

También en el siglo XVIII, se observa un ejemplo de una fuerza privada temprana: los Bow Street Runners. En esencia, se trató de una pequeña fuerza de 8–12 sofisticados "caza ladrones" que resolvían delitos menores a cambio de un pago. Recibían una pequeña remuneración de los Magistrados de Bow Street y complementaben su ingreso trabajando para el Banco de Inglaterra, que les pagaba 40 guineas al año.

La policía del río Támesis

Otro ejemplo de una fuerza de seguridad privada embrionaria temprana y de la policía moderna fue el Establecimiento de la Policía Marítima. Este cuerpo se creó como resultado de la pérdida de una cantidad significativa de carga desde el puerto de Londres, el puerto más ocupado del mundo en ese momento. Como fuerza privada, tuvo un éxito notable y el gobierno aprobó la Ley de Policía Marítima en 1800, misma que fue financiada por la Compañía de las Indias Occidentales durante algún tiempo. Después de la introducción de las reformas policiales de Robert Peel, la Policía del Río Támesis, como se les conocía, eventualmente se convirtió en parte de la nueva Fuerza de Policía Metropolitana.

La Compañía de las Indias Orientales

La Compañía de las Indias Orientales se formó para facilitar el comercio con las Indias Orientales, pero a través de sus fuerzas militares privadas terminó controlando gran parte del subcontinente indio. La Compañía era una empresa privada, sin acciones ni participación directa por parte del gobierno británico en su operación. El ejército y armada estaban controlados por la Compañía, pero estaban indirectamente influenciados por el gobierno británico.

Nuevos roles de seguridad en el siglo XIX

La era victoriana dio lugar a una serie de roles de seguridad relativamente nuevos. Debido a que el estado tenía una participación relativamente marginal en la vigilancia surgió un mercado para la seguridad: desde personas que actuaban como investigadores privados hasta personal para proporcionar seguridad para los lugares de entretenimiento (bares, hoteles de lujo y los grandes almacenes).

Mientras que la industria de seguridad privada estaba prosperando Estados Unidos, la industria británica se había establecido en el siglo XIX con unas pocas empresas pequeñas. A fines de la década de 1850, Sir Edward Walter, estableció una compañía que proporcionó trabajos en seguridad a ex soldados. Esta empresa continúa existiendo, como Corps Security, por lo que podría decirse que es una de las compañías de seguridad más antiguas del mundo.

El surgimiento de la industria moderna de seguridad privada

Los primeros detectives

La primera agencia de detectives privados fue la del francés Eugene Vidocq, quien en 1833 fundó su propia agencia en París: Le Bureau des Renseignments. Vidocq, él mismo un ex criminal, también había fundado anteriormente Surete Nationale, un grupo de agentes civiles que se incorporaron a la policía de París y se convirtieron en un modelo para la policía francesa.

Mientras que el ejemplo más antiguo de seguridad privada en Estados Unidos fue Allan Pinkerton y su Agencia nacional de detectives Pinkerton. En 1849, Pinkerton fue designado como el primer detective en la ciudad de Chicago, y en la próxima década formaría su propia agencia.

Las primeras agencias de detectives en Gran Bretaña comenzaron a surgir a mediados del siglo XIX. Se suministraron agentes para vigilar casas, fábricas y bares, pero los primeros detectives también se dedicaron a acuerdos de divorcio, gracias a la aprobación de la Ley de Causas Matrimoniales de 1857.

La industria de la seguridad privada en Gran Bretaña después de 1945

La industria de seguridad privada británica comenzó a despegar hasta el final de la Segunda guerra mundial. Muchos de los roles que había desempeñado el Estado pasaron a ser responsabilidad de compañías privadas que ofrecían sus servicios a otros, así como al mundo corporativo. Una de las primeras firmas especializadas que se estableció fue Night Watch Services, fundada en 1935 por Edward Shortt, que se especializó en servicios de vigilancia. Esta empresa fue luego llamada Securicor.

La década de 1950 vio un crecimiento significativo en la industria con la fundación de otro predecesor de las compañías de seguridad más grandes de la actualidad. Plant Protection Ltd. se estableció en 1951 en Macclesfield. Luego se convirtió en Group 4 Total Security Ltd. Finalmente en 2004, Group 4 y Securicor se fusionaron para crear Group 4 Securicor (mejor conocido como G4S), la compañía de seguridad más grande del mundo, opera en más de 120 países con más de medio millón de empleados y una facturación anual de 7.3 mil millones de libras en 2012.

En las décadas de 1960 y 1970 esta industria se consolidó con un aumento de ventas de 5 millones de libras en 1950 a 50 millones en 1967, sólo para el sector de traslado de efectivo. En la década de 1980, la industria de la seguridad era uno de los sectores de más rápido crecimiento en Europa y se había transformado en las décadas de la posguerra de una industria de sólo unas pocas pequeñas empresas especializadas en una industria multimillonaria y global. A principios de la década de 1990, la Comisión Europea estimó que había 6 000 empresas de seguridad que empleaban a un total de 500 000 empleados con una facturación anual de 5.6 mil millones de libras. Únicamente en Gran Bretaña, el Policy Studies Institute sugirió que había más de 160 000 personas empleadas en funciones de seguridad.

Sin embargo, el crecimiento de la industria de la seguridad no se extendió por igual en todos los países europeos: el número de oficiales de seguridad por cada 100 000 miembros de la población variaba de 275 en Gran Bretaña a 19 en Grecia en la década de 1990, con un promedio europeo de 160.

También había estructuras de mercado significativamente diferentes: en Bélgica, algunas pocas compañías dominaron la mitad del sector de vigilancia tripulada, mientras que en Gran Bretaña no existía tal dominio en una industria. Al igual que muchos de sus homólogos europeos, los gobiernos británicos de los años setenta y ochenta se comprometieron con un programa de privatización que llevó a las empresas de seguridad privadas a obtener contratos como el transporte de prisioneros y el funcionamiento de prisiones y centros de detención.

Asimismo, mientras crecía esta industria, también se abría paso un debate sobre la regulación, entendida como intervención gubernamental y la creación de normas legales para la entrada y operación de empresas y/o individuos pertenecientes a la industria de la seguridad privada.

Lo anterior solo significaba alguna licencia o registro con regímenes de capacitación obligatorios. Los motivos para que los gobiernos y los parlamentos introdujeran regulaciones eran muchos: la presión externa de la opinión pública, una respuesta a un evento en particular, la preocupación pública y las insuficiencias percibidas de la policía.

Otra razón particular que se ha citado muchas veces como un motor para la regulación, particularmente en América del Norte, ha sido el deseo de evitar que las personas con antecedentes penales ingresen a la industria. En Japón y en otros lugares, ha habido evidencia de fuertes vínculos entre las compañías de seguridad y las organizaciones criminales.

Si bien muchos países europeos introdujeron la regulación hacia fines del siglo XX, Gran Bretaña continuó resistiéndose, y siguió creyendo en la capacidad de la industria para autorregularse. No fue sino hasta 2001, después de una campaña prolongada, que se introdujo un sistema de regulación en forma de la Ley de Industria de Seguridad Privada de 2001. No obstante, esta legislación resultó ser severamente limitada en su alcance. La principal omisión de la legislación fue el sector de seguridad corporativo/doméstico que la ley no tocó en gran medida a pesar de constituir una proporción significativa de la industria de seguridad privada británica. Otros sectores fueron incluidos en la legislación, pero estas regulaciones nunca se han implementado.

Si bien la mayoría de los países europeos han introducido alguna forma de regulación efectiva, existe una variación significativa en los requisitos y estándares. En el extremo superior del espectro se encuentra Rumania, que requiere 360 ​​horas de capacitación antes de la certificación, y Hungría, que requiere 320 horas de capacitación y que debe renovarse cada cuatro años; Suecia requiere 288 horas, mientras que España requiere 180 horas. Chipre es uno de los únicos países europeos que no requieren formalmente ningún entrenamiento, y Reino Unido sólo marginalmente mejor, con un requisito de 20.5 horas para los guardias.

Por otra parte, la industria de seguridad privada estadounidense fue de la primeras en desarrollarse: había una gran cantidad de compañías de seguridad, y competían por los contratos del gobierno de Estados Unidos. La industria ha crecido significativamente, en parte impulsada por las altas tasas de criminalidad.

Según los autores, es una paradoja que el país con la industria de seguridad privada más antigua y probablemente la más grande de la actualidad tenga algunas de las peores regulaciones: como sistema federal, la regulación es una responsabilidad estatal con amplias variaciones en los requisitos de capacitación. Muchos de los regímenes regulatorios establecidos por los estados son una vergüenza con estándares de capacitación por debajo del ejemplo establecido en Gran Bretaña. El estado de Washington (a partir de 2011-2012) requiere sólo ocho horas de capacitación previa a la asignación para aquellos que buscan obtener una licencia como guardia de seguridad en el estado.

La codificación de la industria y su difusión en todo el mundo

El colapso de la Unión Soviética y la lenta aparición de un sector privado chino han sido motores importantes para la industria. Después de que el Muro de Berlín se derrumbó y la Unión Soviética se desintegró, hubo un aumento dramático en Rusia en el número de compañías de seguridad privadas; estaban dominados por ex miembros de la KGB y la corrupción se convirtió en un problema grave para la industria.

Bajo Boris Yeltsin se permitió la creación de compañías de seguridad por primera vez. La Duma hizo grandes esfuerzos para aprobar la legislación reguladora, y en 1992 pasó la Ley de actividades de investigación de seguridad privada. Muchas compañías de seguridad occidentales acudieron en masa a este gran mercado, a veces asociándose con nuevas empresas rusas, para proporcionar servicios de seguridad en ese país.

En China, la industria de la seguridad privada ha crecido a un estimado de dos millones en un período de sólo diez años y se espera que crezca entre 20% y 25% en los próximos cinco años. La industria se ha expandido a un ritmo igualmente notable en muchos países latinoamericanos: es en parte un reflejo de las altas tasas de delitos violentos. En Guatemala, el personal de seguridad es cuatro veces mayor que el de la policía y el ejército combinados, mientras que en Brasil es de cinco a uno.

Algunos autores califican este crecimiento como la "revolución silenciosa" de la seguridad privada. Lo que hace que este incremento sea tan significativo es la cantidad de infraestructura nacional crítica que ahora está protegida por esta industria. Según una estimación, posterior al 11 de septiembre de 2001, aproximadamente 80% de la infraestructura nacional en Estados Unidos ahora es administrada por el sector privado.

África también es testigo de un notable crecimiento dentro del sector: a menudo se creaba un vacío de seguridad, paramilitares y golpes de estado. En este entorno, la industria de seguridad privada creció significativamente. Como en Estados Unidos, el crecimiento de la industria también fue impulsado por las altas tasas de criminalidad. Esto es especialmente cierto en Sudáfrica; actualmente hay 9 000 compañías de seguridad registradas que emplean a un total de 400 000 guardias de seguridad activos.

La seguridad privada se extiende a los militares y la inteligencia

A medida que la industria de la seguridad privada ha crecido exponencialmente en las últimas décadas, ésta se ha extendido a otros sectores que anteriormente eran dominio exclusivo del Estado, a saber, los servicios militares y de inteligencia. Las compañías militares y de seguridad privadas fueron revividas por Estados Unidos y Reino Unido, comenzando en los años de Thatcher y Reagan, cuando el neoliberalismo estaba siendo impulsado.

Pero las corporaciones militares y de seguridad privada han crecido a un ritmo significativo. Primero, al finalizar la Guerra fría, cuando los militares se redujeron significativamente y luego, en los últimos 15-20 años, alimentados por conflictos que involucraron a Estados Unidos y el crecimiento del terrorismo internacional. Con intervenciones militares en Irak y Afganistán, las compañías militares privadas buscaron explotar las oportunidades que estos conflictos les ofrecían.

Su nuevo mandato también abrió puertas para operaciones de inteligencia, dirigiendo cárceles, participando en un creciente conjunto de compromisos de seguridad internacional, incluso ayudando a organizaciones humanitarias en sus operaciones en regiones peligrosas: el tamaño de la industria militar privada contemporánea es asombroso. En particular, Reino Unido y Estados Unidos han subcontratado grandes secciones de su provisión de seguridad nacional e internacional al sector privado.

Empresas de inteligencia privadas y seguridad nacional de Estados Unidos

No solo los militares se han vuelto dependientes de los contratistas privados; los servicios de inteligencia de Estados Unidos también gastan cada vez más miles de millones de dólares en compañías privadas de inteligencia ya que han estado cerca de las principales empresas de seguridad.

En las últimas décadas, los servicios de inteligencia de Estados Unidos, en sus múltiples formas, comenzaron a emplear grandes cantidades de empleados privados. Tim Shorrock ha descrito este proceso como "el complejo industrial de inteligencia". En los últimos diez años, el sector privado se ha convertido en un importante proveedor de herramientas y capacidad intelectual para la comunidad de inteligencia.

A diferencia de gran parte de la seguridad privada, la industria militar y de seguridad privada ha permanecido en gran medida desregulada. Si bien ha habido intentos de regular a las corporaciones militares y de seguridad privada a nivel internacional, incluidos los intentos del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas y el gobierno suizo que trabajaron estrechamente con el Comité Internacional de la Cruz Roja en la llamada Iniciativa Suiza. Hasta ahora, en gran medida no han logrado ninguna regulación real.

Seguridad privada en una era de terrorismo

El evento particular que tuvo un impacto significativo en el desarrollo de la industria fue el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001. Por supuesto, el terrorismo había golpeado a Estados Unidos y otros lugares antes esa fecha, principalmente a través de Al-Qaeda y una variedad de yihadistas, pero fueron los ataques al World Trade Center los que cambiaron sustancialmente el entorno de seguridad.

Las compañías de seguridad privadas vieron oportunidades comerciales cuando la "guerra contra el terror" asumió una cantidad cada vez mayor de trabajo que anteriormente era el dominio de las fuerzas controladas por el Estado. En Reino Unido, un excelente ejemplo de esto es el importante papel de las compañías de seguridad privadas (G4S en particular) en las operaciones de seguridad para los Juegos Olímpicos de 2012.

Conclusión

En este capítulo, los autores señalaron la longevidad de la industria de seguridad privada, con muchos elementos del sector que se remontan a miles de años y se ha adaptado constantemente a lo largo de la historia y ha respondido a la naturaleza cambiante de la sociedad. Ya sea en la ola de industrialización, el colapso de la Unión Soviética o el 11 de septiembre y el crecimiento del terrorismo internacional, la industria ha crecido y se ha adaptado.

De la misma forma, la cantidad de servicios diferentes que ofrece ha aumentado. La seguridad privada en todas sus formas es ahora casi omnipresente. En el clima económico actual, hay límites a lo que el gobierno puede proporcionar (o en algunos casos, está dispuesto a proporcionar) y esto ha permitido que la industria de la seguridad privada se expanda a un ritmo significativo.

A medida que la sociedad continúa evolucionando, la industria también cambiará. Ha demostrado una capacidad increíble para adaptarse a las nuevas tecnologías, como el CCTV, y a las nuevas amenazas, y continuará brindando el mismo servicio fundamental que siempre ha prestado: proporcionar protección contra amenazas internas y externas.

A medida que la industria se desarrolla es importante que se continúe estudiando su historia para aprender algunas lecciones muy necesarias del pasado. Muchos de los problemas de la industria (falta de regulación, capacitación deficiente, corrupción) continúan existiendo en varios Estados, y mirar estos problemas históricamente debería darnos orientación para el futuro.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Es un texto que pone en perspectiva histórica el desarrollo de la industria de seguridad privada principalmente en Reino Unidos y Estados Unidos. Es de gran utilidad para quienes estudian las Corporaciones Militares Privadas (CMP). De esta manera, teniendo una visión global del desarrollo histórico de la industria de seguridad, las CMPs se pueden situar en su respectivo contexto coyuntural donde intervienen procesos como la globalización capitalista y desarrollo de tecnología en el ámbito militar. Así, el análisis y estudio de las corporaciones militares se puede llevar a cabo de una forma integral.