Record-setting Ocean Warmth Continued in 2019

Cita: 

Chen, Na [2020], "Record-setting Ocean Warmth Continued in 2019", Chinese Academy of Sciences, Beijing, 14 de enero, http://english.cas.cn/head/202001/t20200114_229374.shtml

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Martes, Enero 14, 2020
Tema: 
Los efectos del calentamiento global sobre los océanos del mundo
Idea principal: 

Sobre la autora
Na Chen es una científica china. En la actualidad se desempeña como profesora asociada en la Escuela de Ciencia e Ingeniería de los Materiales en Tsinghua University. Ha escrito cerca de 99 publicaciones científicas. Su área de investigación se centra en la microestructura de los materiales, el comportamiento mecánico de los materiales y el procesado de los materiales. Anteriormente desarrolló su trabajo en Tohoku University en Japón.


En este resumen de un estudio publicado en la revista científica Advances in Atmospheric Sciences en enero de 2020, se evidencia que el 2019 fue el año más cálido en cuanto a las temperaturas registradas en los océanos de todo el mundo. El estudio llamado “Record-Setting Ocean Warmth Continued in 2019” fue realizado por 14 científicos y científicas provenientes de diversos institutos de todo el mundo concluyó también que los últimos 10 años han sido los más cálidos registrados para las temperaturas globales del océano, y los últimos 5 años han tenido el récord más alto.

En el estudio las y los científicos señalaron que la temperatura global del océano no sólo está aumentando, sino que se está acelerando causando que los efectos del cambio climático se resientan con mayor fuerza.

Lijing Cheng, autor principal del artículo y profesor asociado del Centro Internacional de Ciencias Ambientales y Climáticas del Instituto de Física Atmosférica (IAP, por sus siglas en inglés) de la Academia China de Ciencias (CAS, por sus siglas en inglés), para destacar el innegable calentamiento oceánico y climático, lo comparó con la energía de la explosión de 3 600 millones de bombas atómicas como las que fueron lanzadas en Hiroshima (véase dato crucial 1).

El método de análisis utilizado por las y los científicos del Instituto de Física Atmosférica es relativamente nuevo y consiste en relacionar los datos potencialmente escasos y las discrepancias de tiempo en instrumentos que se usaban anteriormente para medir el calor del océano, especialmente desde la superficie del océano hasta 2 000 metros de profundidad; lo que les permitió examinar las tendencias de calor que se remontan a la década de 1950. Además, este estudio también incluye los cambios de temperatura del océano registrados por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos. Los dos conjuntos de datos independientes indican que los últimos cinco años han sido los más cálidos registrados en cuanto a temperaturas oceánicas globales.

El creciente aumento de temperatura de los océanos es una clara muestra del calentamiento global en curso, por lo que medir las temperaturas oceánicas es indispensable para entender este fenómeno en su conjunto. John Abraham coautor del estudio y profesor de ingeniería mecánica en University of St. Thomas en Estados Unidos señaló la gravedad de la situación mencionando que "el calentamiento global es real y está empeorando [...] Y esto es solo la punta del iceberg de lo que está por venir”.
Aún así le dio esperanza a la humanidad para revertir los daños. Las y los investigadores señalaron que si bien es posible trabajar para revertir el cambio climático, el océano tardaría más tiempo en responder que los entornos atmosféricos y terrestres; además sus efectos como las olas de calor marino continuarán. Las olas de calor marino son responsables de la gran pérdida de vida marina, desde fitoplancton hasta zooplancton y peces, pasando por animales marinos de grandes dimensiones como las ballenas.

Los puntos de calor en los océanos provocan también huracanes de gran magnitud, los cuales terminan causando miles de pérdidas humanas y materiales (véase dato crucial 4).

Lijing Cheng concluye señalando el precio que pagamos por el calentamiento de los océanos: la reducción del oxígeno disuelto en el océano, las vidas marinas dañadas, el fortalecimiento de las tormentas, la reducción de las pesquerías y el impacto económico relacionado con los océanos.

Datos cruciales: 

1. De acuerdo con el estudio “Record-Setting Ocean Warmth Continued in 2019”, la temperatura del océano en 2019 es aproximadamente 0.075 grados Celsius por encima del promedio de 1981-2010. Para alcanzar esta temperatura, el océano habría absorbido 228.000.000.000.000.000.000.000 (228 sextillones) de Joules de calor.

2. Los investigadores también compararon el período de registro de datos de 1987 a 2019 con el período de 1955 a 1986. Descubrieron que durante las últimas seis décadas, el calentamiento más reciente fue alrededor de 450% del calentamiento anterior, lo que refleja un aumento importante en la tasa de cambio climático global.

3. Desde 1970, más del 90% del calor del calentamiento global se fue al océano, mientras que menos del 4% del calor calentó la atmósfera y la tierra donde se desarrolla la vida.

4. En 2017, el huracán Harvey provocó 82 muertes y causó alrededor de 108 mil millones de dólares en daños. En 2018, el huracán Florence causó tormentas que dejaron 53 muertes y entre 38 y 50 mil millones de dólares en daños económicos.

Trabajo de Fuentes: 

Chen, L., Abraham, J., et al. [2020], “Record-Setting Ocean Warmth Continued in 2019”, Advances in Atmospheric Sciences, Beijing, Vol. 37, 137-142. https://link.springer.com/content/pdf/10.1007%2Fs00376-020-9283-7.pdf

Nexo con el tema que estudiamos: 

A menudo, los efectos del calentamiento global se miden en el impacto de los gases de efecto invernadero en la atmósfera o en tierra firme; hasta ahora poco se sabe sobre sus efectos sobre los mares y océanos los cuales no son menores. Este estudio esclarece nuestra visión sobre la crisis multidimensional en uno de los epicentros de la vida en la tierra: los cuerpos de agua. Los resultados no son alentadores, sino todo lo contrario: los esfuerzos para combatir el cambio climático no están llegando al 70% de la superficie de la Tierra.