Business and climate change. The great disrupter

Cita: 

The Economist [2020], "Business and climate change. The great disrupter", The Economist, London, 19 de septiembre, https://www.economist.com/special-report/2020/09/17/the-great-disrupter

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Septiembre 19, 2020
Tema: 
El artículo analiza la necesidad de realizar una transición energética lo antes posible
Idea principal: 

Este 2020, la pandemia por Coronavirus no sólo ha golpeado la salud de millones de personas y arrancado la vida de otras miles, sino que también ha devastado la economía mundial, incluso más que la crisis financiera global de 2008. El impacto de COVID-19 también ha dado una idea de lo difícil que será lidiar con el cambio climático.

A medida que la actividad económica se ha estancado, las emisiones de carbono relacionadas con la energía se han reducido drásticamente (véase dato crucial 1); sin embargo, no es suficiente para detener la debacle medioambiental.

Desde la Revolución Industrial hace 200 años, la humanidad se ha vuelto cada vez más dependiente de los combustibles fósiles. Desde entonces, las emisiones de dióxido de carbono derivadas de su combustión han aumentado de manera continua. A medida que se han acumulado en la atmósfera, el planeta se ha calentado.

El calentamiento global es un asunto que se ha puesto en la agenda internacional recientemente; en 2015, más de 190 países firmaron el acuerdo de París comprometiéndose a limitar este calentamiento por debajo de los 2° C de los niveles preindustriales; y aunque éste significó un paso importante para revertir los efectos del cambio climático, lo cierto es que no es suficiente (véase dato crucial 2).

En 2018, antes de que estallara la pandemia, el mundo emitía gases de efecto invernadero con un potencial de calentamiento equivalente a unas 55 gigatoneladas. Aproximadamente una quinta parte proviene de cambios en el uso de la tierra y la agricultura. El resto está compuesto en gran parte por emisiones derivadas del consumo de energía y los procesos industriales.

La transición del uso de combustibles fósiles hacia fuentes de energía limpia es un desafío enorme. El uso de la energía debe ser más inteligente, ahorrando dinero y emisiones. Al hacer que la economía sea más ecológica y eficiente es posible mantener la esperanza de conservar las emisiones por debajo del umbral de 2°C. Sin embargo, la realidad es otra: la tendencia va a la alza, causando el empeoramiento del panorama. Las pérdidas relacionadas con el clima ya están presentes (véase dato crucial 4).

La pandemia de COVID-19 ofrece ahora la oportunidad de acelerar la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Los ingenieros, científicos y empresarios están ideando formas ingeniosas de ayudar a los gobiernos a llevar a cabo la transición energética, aportando tecnología y capital (véase dato crucial 5). Los beneficios de los proyectos de energías renovables los hacen cada vez más competitivos con los de combustibles fósiles. Sin embargo, se necesita más. La descarbonización de la economía es una tarea enorme y será disruptiva, pero no hacerlo resultará en un clima más severo y riesgos aún mayores.

Para The Economist, las empresas deben preocuparse por el cambio climático por el impacto en sus operaciones, por la intensa regulación gubernamental que se avecina, por los litigios sobre política ambiental y porque el cambio tecnológico creará oportunidades. Por ahora, se debe tomar el cambio climático con toda seriedad, por el hecho de que impacta directamente en nuestra cotidianidad.

Datos cruciales: 

1. Se estima que la caída de las emisiones de carbono en 2020 será entre 4% y 7%. Pero para tener una posibilidad viable de mantener el aumento de la temperatura media de la Tierra en menos de 2° C por encima de los niveles pre-industriales, las emisiones netas de carbono y otros gases de efecto invernadero deben caer a 0 a mediados de siglo.

2. Para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, se requiere una caída del 90% de las emisiones globales durante los próximos 30 años. Sin embargo, parece una cifra ilusoria, pues no se espera una disminución demográfica a la par.

3. De acuerdo con datos del Instituto de Recursos Mundiales los países más contaminantes son: China, con una emisión de aproximadamente 25% de las emisiones mundiales. Estados Unidos es el siguiente, con 12%. La Unión Europea y la India producen alrededor de 7% cada una. En total, los 20 países más contaminantes del mundo producen aproximadamente 80% de las emisiones globales.

4. Entre 2017 y 2019, los costos anuales por pérdidas a causa del cambio climático promediaron 210 mil millones de dólares, el doble de las registradas 10 años antes.

5. De acuerdo con la Iniciativa de Política Climática, la inversión relacionada con el clima creció 70% a 579 mil millones de dólares entre 2013 y 2018.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Las emisiones de gases de efecto invernadero a causa del cambio climático son un tema recurrente en el análisis de la responsabilidad de las empresas sobre el deterioro de la naturaleza. Los grandes avances en la actividad económica han producido altos costos ambientales de los cuales su daño ahora es irreversible. La cobertura crítica de un tema como el cambio climático en un medio como The Economist, hace reflexionar la emergencia por la cual estamos atravesando. Sin lugar a duda, es necesario que se defienda la vida por sobre los intereses de las grandes corporaciones, alejarse de la lógica capitalista es el único medio para revertir satisfactoriamente la huella ecológica, si es que no se desgasta antes el planeta.