Brain-computer interfaces. Elon Musk's vision of the future takes another step forward?

Cita: 

The Economist [2020], "Brain-computer interfaces. Elon Musk's vision of the future takes another step forward?", The Economist, London, 2 de septiembre, https://www.economist.com/science-and-technology/2020/09/02/elon-musks-v...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Miércoles, Septiembre 2, 2020
Tema: 
Las interfaces cerebro-computadora presentadas por Neuralink y sus posibles usos.
Idea principal: 

Según The Economist, Elon Musk está tratando de hacer realidad con sus empresas lo que muchas personas sueñan: autos que se manejan a sí mismos (con Tesla), viajes interplanetarios (con Space X) e incluso la capacidad de mover objetos con la mente (con Neuralink). La nota trata sobre los avances presentados recientemente por esta última empresa de Musk.

El 28 de agosto de 2020, en una transmisión por internet, Musk mostró el más reciente avance de Neuralink: el implante de una interfaz cerebro-computadora [brain-computer interface] en una cerda llamada Gertrude. El dispositivo que Gertrude lleva en la cabeza es una forma de electroencefalografía -una técnica para leer las señales eléctricas del cerebro- invasiva. Además, los implantes fabricados por Neuralink podrían ser permanentes.

Las señales de implantes como este podrían usarse para controlar una extremidad con una prótesis e incluso para controlar maquinaria no médica. Estos implantes podrían servir también para que el cerebro reciba instrucciones, no sólo para que las envíe; de esta manera, se podría atender a pacientes con epilepsia, mediante la aplicación de señales eléctricas que supriman posibles crisis convulsivas.

La interfaz cerebro-computadora de Neuralink, del tamaño de una pequeña moneda, tiene mil “hilos” [threads] flexibles de electrodos, cuyo diámetro es de aproximadamente una cuarta parte el de un cabello humano. El dispositivo se comunica de forma inalámbrica y se recarga por inducción. A diferencia de implantes previos, este no requiere un cable que penetre permanentemente la cabeza y que podría ser un foco de infección.

Además de la interfaz cerebro-computadora, Neuralink está perfeccionando al robot que la implantará. Este robot elabora un escaneo de alta resolución del cerebro de quien recibirá el implante. Mediante este escaneo, el robot puede colocar cada hilo de electrodo en su lugar con suma precisión, sin tocar ninguna vena o arteria en el área. Según Musk, el robot puede conectar la interfaz al cerebro en menos de una hora, aunque aún no puede abrir un cráneo para hacerlo. Para el procedimiento no se requeriría anestesia general.

El momento estelar de la noche sucedió cuando Gertrude entró en escena. Mientras husmeaba en su jaula en busca de comida y olía la mano de su entrenador, un dispositivo mostraba la actividad eléctrica de su cerebro ante esos estímulos.

Las críticas a la presentación de Musk no tardaron en llegar. Según Andrew Jackson, profesor de interfaces neurales en la Universidad de Newcastle, los avances presentados por Neuralink eran “ingeniería sólida, pero neurociencia mediocre”.

El camino para implantar interfaces cerebro-computadora en humanos aún parece largo. No obstante, una señal prometedora es que en julio de 2020, la Administración de medicamentos y alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) estadounidense otorgó a la interfaz de Neuralink una “designación de dispositivo prometedor”. Esta designación significa que desde la FDA se considera que el dispositivo de la empresa de Musk tiene un gran potencial para el tratamiento de enfermedades como paraplejías y que le ofrece un camino rápido en su revisión regulatoria.

Entre los retos que tiene delante Neuralink está el envío de señales eléctricas hacia el cerebro. Por ahora, esto ofrece significativas dificultades de ingeniería, pues algunas áreas del cerebro requieren estimulación delicada y otras necesitarían impulsos eléctricos más intensos. Si se logra transmitir señales eléctricas al cerebro, podría haber novedosos tratamientos para la epilepsia e incluso para la ansiedad y la depresión. Además, esto abriría la puerta a muchas otras aplicaciones, como la vinculación entre humanos y máquinas a nivel neurológico, a la descarga y almacenamiento de los recuerdos de las personas y a una simbiosis de los humanos con la inteligencia artificial.

Los críticos consideran que Neuralink actúa de forma poco transparente y que Musk podría estar prometiendo más de lo que puede lograr. No obstante, The Economist estima que Musk suele cumplir lo que ofrece, aunque a veces le toma más tiempo del que prometió, por lo que invita a no apostar contra el fundador de Tesla y SpaceX.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Los avances presentados recientemente por Elon Musk llevan un paso adelante la pretensión de poner implantes tecnológicos en los cerebros de los seres vivos; esto desdibuja cada vez más la frontera entre lo orgánico y lo inorgánico, lo natural y lo artificial.

Aunque se vislumbran algunos posibles usos de estos avances tecnológicos, sus implicaciones éticas, económicas, políticas y militares aún no son claras. Tampoco es claro aún si se trata de una tecnología cuyo uso podría ser generalizable. Es importante dar seguimiento a empresas como Neuralink, por la relevancia de sus descubrimientos y por las potencialidades que estos representan para la acumulación de capital y la concentración en el ejercicio del poder.