Financial elites and transnational business who rules the world?

Cita: 

Murray, Georgina, John, Scott [2012], Financial elites and transnational business who rules the world?, Cheltenham, Edward Elgar, 269 pp.

Fuente: 
Libro electrónico
Fecha de publicación: 
2012
Tema: 
Se estudia a los que tienen el mando para dirigir el mundo material y su significado en la dinámica de la distribución del poder global.
Idea principal: 

Georgina Murray es profesora en Humanidades de la Universidad de Griffith, en el Centre for Work, Organisation and Wellbeing, Australia.

John Scott es profesor de Sociología y vicerrector de Investigación de la Universidad de Plymouth, Gran Bretaña.

CAPÍTULO 1. Capital mobilization, transnational structures, and capitalist clases (John Scott)

Una pregunta clave para el estudio del control corporativo es ¿quién manda? El libro hace uso de conceptos marxistas para explicar las relaciones entre poder corporativo y clase capitalista. Es central el concepto de “elite” que denota el sistema de las posiciones más altas en destacadas estructuras de poder institucional. Los capítulos del libro se enfocan en el estudio de la transformación de las relaciones económicas en la globalización, el control de las empresas y las reglas en el mundo globalizado, o bien, del impacto global y transnacional de las relaciones económicas en la formación de élites y del ejercicio del poder (p. 1).

El modelo teórico que domina los estudios sobre los negocios identifica un único patrón capitalista que tiene como modelo el industrialismo de Estados Unidos, al cual las sociedades avanzadas en algún momento convergerán en aspectos económicos, políticos y culturales. La caída del comunismo fue un hecho que reforzó lo que los comentaristas populares denominaban la transición hacia el modelo americano de la modernidad, o lo que Fukuyama (1992) llamó el fin de la historia.

La base de esta visión era la tesis gerencial sobre el control y la propiedad del negocio, que muestra que cuando las empresas toman medidas mayores para financiar requerimientos tecnológicos deben expandir sus recursos a través de la emisión de mayores acciones, de esta forma los accionistas individuales deben abandonar sus posiciones de control.

Teóricos de la gerencia concluyen que esta separación del control de la propiedad resulta en una desaparición de la clase capitalista y el surgimiento de una nueva élite gerencial.

Por otro lado, los teóricos marxistas han mostrado que la sociedad capitalista se rige por la clase capitalista y afirman que los controladores del capital corporativo tienen las riendas del poder, mismo que se va concentrando cada vez más ya que ellos poseen el capital y la tecnología de producción, elementos por los cuales no aceptan la idea de dispersión de capital. Quienes colocaron argumentos que influyeron para salir de esta refundación del marxismo fueron Rudolf Hilferding (1910), Bujarin (1915) y Lenin (1917), aportando puntos nodales para las investigaciones sobre la naturaleza y las consecuencias de la monopolización del capital bancario.

De manera paradójica, el modelo marxista al igual que su contraparte gerencial, asume un único modelo de desarrollo capitalista. Quien proporcionó el modelo fue Alemania que en la década de 1890 experimentaba una transición de un capitalismo de formas liberales y competitivas a formas más organizadas y monopólicas: las empresas comienzan a crecer a través de fusiones, conformaron alianzas, cárteles y fideicomisos, los bancos, las compañías de seguros y los fondos de inversión comenzaron a crecer, así como a ganar importancia. El argumento de los marxistas a estas tendencias hacia el monopolio fue que hubo una fusión entre capital bancario y capital industrial al que llamaron capital financiero, que se encuentra en varios sectores de la economía y siempre está buscando las mayores ganancias. Este capital genera actores clave en la economía, que van presentando interconexiones formando grandes grupos que llamaron “grupos financieros” o “imperios de las altas finanzas” que tienen un papel político dentro de la clase capitalista, ellos podían constituir relaciones con el aparato del estado (p. 3-4).

En general la investigación sobre la propiedad y el control ha estado dominada por estos dos modelos (el del gerencialismo y el marxista). Uno de los resultados a los que se ha llegado es que ninguna de ellas es la versión única del modelo hacia donde las sociedades capitalistas convergerán.

En la década de 1970 se formula otro tipo de análisis para explorar las redes del poder corporativo como el de las redes sociales, en el cual la teoría de grafos de las matemáticas es utilizada para investigar estructuras de relaciones sociales de manera sistemática y técnicamente eficiente. El empleo de conceptos como densidad, centralidad y agrupación, comenzaron a demostrar la continuidad histórica de la centralidad de los bancos como una característica de las redes interempresariales en el siglo XX (p. 5-6).

Beth Mintz y Michael Schwartz (1985) usaron el término de “dominación hegemónica” para referirse a una situación en la que una empresa central es capaz de alterar el entorno empresarial, además puede modificar el comportamiento de las otras empresas (p. 6).

Diversas investigaciones muestran que aunque no exista una forma específica de organización empresarial que apliquen todas las sociedades, sí hay una tendencia en la que la mayor parte sigue el patrón de propiedad capitalista. Una investigación comparativa puede trazar las variaciones que existen en los sistemas bancarios y en los sistemas de movilización y propiedad de capital. Las principales variaciones que se han identificado son: constelaciones corporativas [corporate constellations], filiaciones corporativas [corporate filiations], conjuntos corporativos [corporate sets] y tejidos corporativos [corporate webs]. Las trayectorias de desarrollo industrial asociadas con los patrones de movilización de capital de manera vaga se pueden nombrar como anglo-americano, alemán, japonés y latino. Se debe precisar que éstas no son formas de capitalismo, sino simplemente son diferentes sistemas de movilización de capital, así, cada sociedad capitalista sigue un patrón dependiente de la trayectoria de desarrollo que asocia a un sistema particular de la movilización de capital con las características institucionales distintivas que definen el carácter nacional del capitalismo (p. 7).

Sistema de constelaciones corporativas

Investigaciones en Estados Unidos y Gran Bretaña han mostrado que estos países tienen economías que se equiparan (dada su historia económica similar) con Australia y Canadá, dentro de las conclusiones está que no hay señales de una revolución administrativa o de un estricto control de gestión, la situación es un control a través de una constelación de intereses y no hay alguna desaparición de la clase capitalista. El suministro de capital para la expansión se da a través de accionistas institucionales que operan a través de la bolsa de valores. El modelo angloamericano se basa en un marco particular de propiedad, convenios, así como leyes comerciales, y no en una reorganización administrativa de la clase capitalista donde la propiedad personal directa da paso a la despersonalizada propiedad institucional. En estas economías la globalización ha fortalecido el papel de los bancos de inversión (p. 7-8).

Las familias tuvieron que compartir su control con las instituciones financieras. El capital institucional se convirtió en fuerza dominante del control corporativo. Las grandes empresas de las economías angloamericanas tienen un patrón característico, se trata de que un bloque significativo de las acciones está en manos de una diversa constelación de inversores institucionales. En gran parte de los casos las constelaciones tienen hasta el 50% del total de las acciones en una compañía, así tienen poder de voto colectivo o bien una minoría o mayoría base, pero lo que no pasa es que algún miembro de la constelación tenga tanto poder de voto como para ejercer todo el control. Una constelación de intereses no es un grupo de control de cohesión, ya que coincide con otras constelaciones, instituciones líderes son parte de diversas constelaciones, y sus miembros están divididos entre sí por la fuerzas de la competencia comercial. Los inversores institucionales aunque no son tan omnipotentes como los han descrito otros autores, sí limitan el ejercicio de poder de los gerentes corporativos. Estas instituciones tienen interés en la rentabilidad financiera de corto plazo, ellos compran y venden acciones de la compañía en lugar de inclinarse en las inversiones de largo plazo.

Tanto Gran Bretaña, como Estados Unidos, tienen una concepción del Estado limitado, que no se ve como una agencia directiva de acción colectiva. No existe un marco sostenido de la intervención económica y el sistema de negocios es en gran parte de auto-regulación. Cabe señalar que aunque los gobiernos laboristas británicos de los años 60´s y 70´s intentaron construir un sistema de tradición socialdemócrata y desarrollar un sistema de regulación estatal, ésta falló, lo que quedó de la posguerra fue socavado por el crecimiento de una cultura empresarial y la fuerza del Estado se limitaba por las política neoliberales, así como el Nuevo Laborismo (p. 9-10).

Sistema de filiaciones corporativas

El patrón de movilización de capital en Alemania, Austria, Suiza y Suecia, consistió en que el capital para la expansión de las grandes y medianas empresas provino del sistema bancario, mientras que el capital social jugó un papel limitado. El mecanismo de la banca orientó las relaciones de inversión a largo plazo entre los bancos y la industria. Hasta el periodo entreguerras el sistema alemán se impuso en gran parte de Europa Central.

En la mayor parte del siglo XIX la burguesía alemana fue débil, razón por la que el Estado alemán alentó la entrada al capital extranjero. Para minimizar la dependencia estimuló la promoción de nuevos bancos que combinaran la inversión industrial a largo plazo con depósitos y con la banca de negocios, estos fueron los bancos universales, que se convirtieron en el medio para la expansión alemana. La estrecha relación entre la banca y la industria permitió una industrialización organizada, donde no había un control bancario directo, sino relaciones de poder entre los bancos y las empresas industriales. Por su parte, el Estado alemán a diferencia de los estados liberales de Gran Bretaña y Estados Unidos, estaba dispuesto a intervenir para apoyar a la empresa privada (p. 11).

Sistema de conjuntos corporativos

Otro sistema es el de los conjuntos corporativos, desarrollado principalmente en Japón y parcialmente en Corea y Taiwán durante la segunda mitad del siglo XX. En este sistema las empresas no dependen de inversores institucionales, ni de determinados bancos independientes, la inversión industrial se organiza por medio de relaciones de largo plazo entre proveedores y usuarios del capital, a través de la agrupación de empresas con participaciones cruzadas en conjuntos corporativos fuertemente organizados, a su vez cada conjunto constituye un mecanismo para la movilización de capital en forma colectiva o cooperativa (p. 13).

A finales del siglo XIX el débil capital empresarial japonés precisó del Estado para apoyar la acumulación de capital privado y alentar la formación de grupos empresariales fuertes y autónomos para consolidar la industrialización del país. Los zaibatsu (1) surgieron en el periodo anterior a la primera guerra mundial y operaban en varios sectores industriales. Cada uno de estos grupos se organizó como un conjunto jerárquico y estaban controlados por poderosas familias, los miembros se vinculaban a través de acuerdos comerciales recíprocos, por actividades bancarias y relaciones de propiedad. Crearon acciones dentro de un conjunto que formaba una estructura piramidal, con hodings familiares limitados por el holding matriz. Esta estructura permitió fondos externos para la generación de filiales sin socavar de manera definitiva el control familiar. Una característica importante es que las acciones dentro de un zaibatsu se determinaban más por adquirir control que por motivos financieros o de inversión (p. 13-14).

Los bancos japoneses se concentraron casi exclusivamente en las finanzas corporativas, cada banco zaibatsu manejaba los fondos excedentes dentro de su grupo para ponerlos a disposición del grupo, sea para la expansión de actividades o para la creación de nuevas empresas.

Después de la segunda guerra mundial la ocupación estadounidense fragmentó el poder económico de los zaibatsu y en la década de 1950 con el apoyo del Estado comenzaron a restablecer sus conexiones, para las que jugaron un papel de suma importancia los grandes bancos. Los conjuntos corporativos que resurgieron tomaron otro nombre: los kigyoshudan, empresas descentralizadas donde cada uno de los integrantes tenían participaciones transversales de reciprocidad en los otros capitales. Las empresas dentro de estos conjuntos no son controladas a través de constelaciones de intereses, sino a través de coaliciones de intereses alineados, esto es a lo que se ha llamado capitalismo corporativo, como distinción del capitalismo institucional de las economías angloamericanas. En este caso el Estado ha construido una cultura corporativa en torno a las ideas de Confucio de la comunidad, la lealtad y el paternalismo (p. 14).

Sistema de tejidos corporativos

Al último patrón el autor lo denomina como latino. Se encuentra en Francia, Bélgica, Italia y otros países con similitudes en su marco legal. En estas economías los capitales individuales y familiares se han reforzado por las participaciones a largo plazo de las empresas y bancos de inversión, que se unen por medio de tejidos corporativos. Lo cual el libro lo estudia por medio de la economía belga (p. 15).

El inicio del desarrollo industrial fue de carácter empresarial y sin dependencia significativa de capital exterior. El objetivo de los empresarios era mantener el control familiar de sus propiedades, ésta familias sólo utilizaban el sistema bancario y la bolsa de valores para pequeñas inversiones de apoyo. De hecho la bolsa de valores fue débilmente desarrollada y dominada por algunos bancos que negociaban en un número reducido de acciones corporativas. La Société Générale de Belgique (SGB) y la Banque de Belgique, desde la década de 1830 comenzaron a conceder préstamos a las empresas familiares que operaban en las industrias pesadas (carbón, hierro y acero). Estos bancos además de movilizar el capital de préstamo a través de cajas de ahorro, actuaron como garantes de las empresas familiares en busca de expansión, compartieron participaciones y colocaron a sus representantes en los consejos de administración. Los bancos operaban por medio de subsidios a la inversión y sociedades de cartera. El papel de los bancos se amplío al permitir que otros inversionistas participarán indirectamente en la financiación industrial.

Ante diversas limitantes algunos bancos se unían para dividir los riesgos en las grandes empresas de la industria ferrocarrilera, de tranvías y la eléctrica. Los holdings y las familias emprendedoras también dividían el riesgo mediante varias y pequeñas participaciones, cabe mencionar que estos capitales resultaban cruciales para determinadas empresas. Todo esto eran racimos sueltos de empresas distribuidas en una amplia gama de industrias que se enlazaban de manera recíproca por medio de acciones y directores. Estos rasgos dominantes en la economía belga sufrieron un cambio en la década de 1930 que llevó a una reestructuración entre los bancos y los holdings, éstos últimos se convirtieron en los principales accionistas de los bancos, como consecuencia los tejidos corporativos se centraron en los holdings (p. 16).

Aunque este tipo de tejidos corporativos se encuentran unidos a través de participaciones, endeudamiento y conexión entre directores, hay poca coordinación, sus finanzas no se consolidan en un único conjunto de cuentas y no persiguen una estrategia corporativa unificada (p. 16-17).

Este patrón prevalece en Bélgica, Francia e Italia, pero con diferencias. En Francia e Italia, el Estado opera a través de pequeñas participaciones estratégicas en la propiedad de los bancos y los holdings. Empresas estatales, holdings y las familias cooperan para generar las redes corporativas donde se organizan las empresas. En la década de 1980 con la reducción del papel del Estado francés algunos pensaban que se comenzaban a inclinar por el modelo angloamericano, sin embargo, la transición no sólo se da por medio de un modelo orientado al mercado, ya que se trata de un sistema de finanzas corporativas y de gobierno (p. 17).
Las estructuras de negociación y de intercambio han generado mezclas complejas en los mecanismos de relación de los bancos, holdings así como las empresas, que tienen como resultado diferentes formas de capitalismo.

Sistemas emergentes y divergentes

Se asumía que con el desmontaje de las instituciones políticas la economía se dirigiría de manera espontánea a una lógica de industrialismo, sin embargo hay variadas y complejas transiciones, por ejemplo, las economías poscomunistas no comenzaron desde un punto preindustrial y no se han basado en el capital empresarial a pequeña escala. Bajo la época comunista la industria se desarrolló a gran escala y la cuestión era, cómo financiar a las empresas. Los bancos tuvieron un papel de importancia en la reestructuración corporativa de las empresas, pero el capital también se movilizó a través de sociedades de cartera y de inversión.

China, también está moviéndose hacia una forma de capitalismo, sólo que hasta ahora no es clara, lo que es claro es que es una forma distinta a la de los patrones post-comunistas existentes. El regreso de varios chinos de utltramar para manejar negocios ha significado que los negocios que hicieron posible la extensión económica en ultramar fue influyente en sectores importantes estatales. En Hong Kong, Singapur, Malasia y Taiwán, las empresas familiares chinas han mantenido empresas comerciales a gran escala basadas en redes de confianza interpersonal. Con el factor “confianza” se han construido relaciones de parentesco y enlaces de procedencia común, elemento que permite que la cooperación entre empresas sea mayor que la de las empresas individuales (p. 18).

El factor cultural resulta importante en la diversidad de los sistemas de movilización de capital, ya que permite dar distintas formas a los procesos económicos y políticos, por ejemplo, el marco de la compañía inglesa y el derecho comercial son la base del desarrollo de negocios en el mundo angloamericano, estas prácticas de negocio se asocian a las raíces romanas y otras tradiciones jurídicas. Se trata de un modelo de derecho de sociedades de las empresas de negocios. Se da primacía a los derechos de los accionistas donde los gerentes se ven como agentes de los accionistas y hay orientación de búsqueda de ganancias a corto plazo generando poca confianza hacia los empleados. Sucede algo muy distinto en el modelo de comunidad de los japoneses donde los accionistas son intereses externos, el crecimiento se encuentra enfocado al largo plazo y a esto se debe la alta confianza de los trabajadores.

Por un lado se encuentra la cultura como factor de diversidad en los sistemas de movilización de capital, y del otro lado está la globalización que provoca similitudes en los sistemas, por ejemplo, la globalización de las economías nacionales en varios casos ha generado crecimiento de la propiedad extranjera y las acciones, así como las participaciones en las economías nacionales se encuentran disponibles en los mercados de valores globalizados.

En fin, si lo que se busca es un sistema distinto de prácticas económicas, sólo será posible si se logra aislar a las economías de los efectos homogeneizadores de la globalización (p. 19).

Contenido del libro:

Capítulo 2. Estudia por medio de diversas fuentes de datos (actualizados hasta 2009) cómo las corporaciones globales muestran la existencia de una clase capitalista transnacional con diferentes bases de poder económico en una variedad de organizaciones del capital financiero. El capítulo se hace las preguntas:

¿La propiedad de las grandes corporaciones globales está dispersa entre una amplia variedad de individuos, familias y tipos de accionistas? O ¿Se concentra en las grandes corporaciones? La tendencia ¿es hacia una mayor concentración o dispersión?

Las más grandes corporaciones ¿Son dominadas por el capital industrial, el financiero o por algo más?

El Estado ¿aun desempeña algún papel en la propiedad de las grandes corporaciones?

Las finanzas ¿Cómo cambian el carácter del capital y cuáles son las implicaciones en la forma de su control?

¿Qué significa esto en la forma de pensar el debate sobre una clase transnacional?

Capítulo 3. Se analiza la conexión entre administraciones en las redes de corporaciones globales en 2007. Con base en los bancos y otras instituciones financieras, los directores corporativos atan a las grandes empresas en una red estrecha dentro de la cual el carácter distintivo nacional es evidente.

Capítulo 4. Es una investigación sobre la naturaleza y el funcionamiento de los paraísos fiscales internacionales y el papel fundamental en la circulación e integración de capitales nacionales. Se estudia las diferentes estrategias de los grupos capitalistas transnacionales y las formas en que los paraísos fiscales operan en una subpolítica fuera del alcance de los más grandes estados nacionales. Se muestra como la crisis financiera mundial no ha socavado la importancia de los paraísos fiscales.

Capítulo 5. Se analiza el papel de la Rueda de Negocios de Estados Unidos dentro de la clase capitalista transnacional. El autor sostiene que los líderes de esta rueda se concentran en el centro de una red globalizada de cargos directivos y actúan como portavoces de los intereses capitalistas, que se encuentran vinculados a una estructura transnacional.

Capítulo 6. Se examinan las tendencias dentro de la zona euro y se apoya que los vínculos en las redes de administraciones transnacionales suceden de manera predominante en el ámbito financiero pero con las limitaciones de las fronteras nacionales.

Capítulo 7. Se examina el período de 1981 a 2010 en México. El argumento es que los cambios económicos y políticos fundamentales han alterado las formas en que las grandes empresas mexicanas operan, donde han sido especialmente notables los efectos de la privatización de la banca. El sistema corporativo mexicano ha desarrollado gran centralización en la familia.

Capítulo 8. Se trata de una investigación sobre Gran Bretaña que resume gran cantidad de información sobre las conexiones corporativas. Se muestra que la crisis financiera mundial tuvo poco efecto en las empresas y el capital británico.

Capítulo 9. Se muestra que a pesar de que el capital australiano se encuentra distante de las economías centrales, la economía de esta nación es afectada de manera significativa por el capital transnacional

Capítulo 10. Se explora la fuerte alineación de los intereses capitalistas en China con el Estado y el creciente predominio del su capital en la economía mundial. Se examina la división entre las orientaciones neoliberales y las neo-keynesianas. Los intereses capitalistas chinos tienen un corte transversal con los intereses capitalistas de otras economías. Hay un consenso sobre la necesidad de cambiar la política económica en China a partir de un enfoque de industrialización, además, se encuentra la preocupación por la expansión del mercado de consumo interno y sus implicaciones para los patrones en el comercio mundial.

Capítulo 11. Reflexiones finales sobre cómo, por qué y en interés de quién actúan los capitales corporativos (p. 20-21).

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1. Término japonés que literalmente significa “camarilla financiera” / https://es.wikipedia.org/wiki/Zaibatsu

Cápitulos relevantes para el proyecto: 

2. The financialization of global corporate ownership (David Peetz y Georgina Murray) ESENCIAL

3. Capital relations and directorate interlocking: the global network in 2007 (William K. Carroll)ESENCIAL

5. The Business Roundtable and the transnational capitalist class (Clifford L. Staples)

10. Outward bound: transnational capitalism in China (Jerry Harris)

11. Corporate futures and the consequences from the top end of town (Georgina Murray) ESENCIAL

Trabajo de Fuentes: 

Bukharin, Nikolai Ivanovich (1915), Imperialism and World Economy, London: Merlin Press.

Fukuyama, Francis [1992], The End of History and the Last Man, Harmondsworth: Penguin.

Hilferding, Rudolf [1910], Finance Capital, London: Routledge & Kegan Paul.

Lenin, Vladimir Ilyich (1917), Imperialism: The Highest Stage of Capitalism, Moscow: Progress Publishers, 1966.

Mintz, Beth and Michael Schwartz (1985), The Power Structure of American Business, Chicago: Chicago University Press.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Este trabajo ofrece un acercamiento a las relaciones de poder dentro de las empresas. Alrededor del tema clásico de la propiedad - control, señala la existencia de diversas vías de organización. Nos señala la necesidad de enriquecer el análisis en clave marxista pues la dispersión de la propiedad derivada del recurso al crédito y a la emisión de acciones, ha diluido la relación entre propietarios y capital, introduciendo un segmento esencial entre los propietarios: la alta gerencia de las empresas. La propiedad se dispersa y el control cambia de manos.

El libro muestra las distintas maneras en que se organizan los sistemas empresariales en el capitalismo. El estudio se realiza por medio de la identificación de patrones que pueden seguir diferentes naciones en base a similitudes históricas, políticas, sociales y económicas, sin embargo, cada nación tiene diferentes momentos de acuerdo a determinados contextos. Estas diferencias son importantes ya que se sale del modelo teórico homogeneizador de los negocios, que dice que las economías tienen la tendencia a direccionarse hacia el patrón capitalista estadounidense.

Es crucial traer al análisis de la competencia económica mundial el estudio de las conexiones y el manejo de los grandes capitales en relación al Estado y la sociedad. Caracterizar de acuerdo a contextos económicos, sociológicos, políticos, entre otros es indispensable en momentos de cambios, o bien en puntos de declive como las crisis que son un momento de ruptura donde se marcan pautas y transformaciones en las estrategias que tienden a seguir los dueños del capital.

En este sentido cabe preguntarse cuáles son las rutas y las conexiones de los grandes negocios internacionales y las élites financieras, en estas últimas hay que poner atención ya que las cantidades monetarias que manejan determinan qué se va a financiar, dichas élites tienen poder para decidir qué tipo de inversiones se encuentran en marcha y por tanto hacia dónde se dirigen los capitales, quizá una línea de estudio para proyectar cuáles son los sectores clave en desarrollo es identificando dónde se encuentran las mayores inversiones, no todas resultan efectivas, en ocasiones se financian proyectos que requieren de un largo plazo para concretar el resultado, en ocasiones simplemente no darán resultado, pero es una posibilidad para descubrir a las principales innovaciones antes de que se concreten plenamente en el mercado.

Unas precisiones: Propiedad no equivale a control. Las élites financieras se unen y actúan por medio de caminos formales-legales e informales/ilegales. Las barreras nacionales no siempre aplican para comercios y negocios estratégicos. Este juego de diversos actores cambia constantemente, no hay un patrón único, hay tantas variedades como mentes humanas (aquellas que se encuentran en la cima de las negociaciones). Cada vez se rebasan más los límites sociales, morales y naturales para cumplir los grandes proyectos del capital.