El mayor humedal tropical del mundo se ha convertido en un infierno

Cita: 

Einhorn, Catrin, Maria Magdalena Arréllaga, Blacki Migliozzi y Scott Reinhard [2020], "El mayor humedal tropical del mundo se ha convertido en un infierno", The New York Times, New York, 13 de octubre, https://www.nytimes.com/interactive/2020/10/13/climate/pantanal-incendio...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Martes, Octubre 13, 2020
Tema: 
Causas y consecuencias de los incendios forestales en el humedal del Pantanal en Brasil
Idea principal: 

Catrin Einhorn es una periodista de The New York Times con experiencia en narración, audio y cinematografía. En 2018 fue parte del equipo que recibió el Premio Pulitzer por Servicio Público. Ha trabajado temas de violencia urbana, la relación de los estadounidenses con armas de fuego, problemas relacionados con veteranos de guerra, entre otros. Actualmente, trabaja en temas de la vida silvestre y extinción de las especies.

María Magdalena Arréllaga es una investigadora y fotoperiodista independiente establecida en Brasil, en donde lleva a cabo proyectos relacionados con las mujeres, política y la naturaleza. Su trabajo usualmente se enfoca en los impacto de la acción del ser humano en el medio ambiente, desde el cambio climático, los conflictos socio-ambientales, la administración de recursos naturales, uso de suelo y políticas públicas.

Blacki Migliozzi es editor de graficas en The New York Times, en donde su trabajo consiste en proporcionar datos cuantitativos y visualizaciones interactivas a las historias que serán publicadas. Ha trabajado como reportero de datos y trabaja temas de economía política, economía y lo que se conoce como climate science.

Scott Reinhard es un diseñador gráfico y cartógrafo, que trabaja como editor de gráficas en The New York Times. Reinhard ha desarrollado un proceso de mapeo en donde combina un mapa común con información referente a la elevación, lo que ha contribuido a crear mapas más realistas con información geográfica acertada.


En 2020, el mundo ha sido testigo de incendios forestales sin precedentes. La comunidad internacional ha visto imágenes devastadoras de los efectos del fuego en Australia, el Amazonas y el oeste estadounidense; sin embargo, otras zonas de gran importancia para la biodiversidad han sido asoladas por este fenómeno, entre ellas el humedal del Pantanal en Brasil.

Agravado por el cambio climático, desde enero de 2020, una cuarta parte del Pantanal de Brasil se ha perdido en incendios forestales. Como consecuencia, uno de los lugares con mayor biodiversidad en el planeta –con gigantescas concentraciones de flora, fauna e incluso, especies en peligro de extinción– está en riesgo.

Además del peligro a la biodiversidad, los incendios del humedal se presentan como una amenaza para Sudamérica en general –principalmente para Brasil, Paraguay y Bolivia-; ya que el humedal actúa como un regulador para el ciclo del agua, la purifica, previene inundaciones, sequías y estabiliza el clima mediante el almacenamiento de carbono.

Así, debido a prácticas que se han reproducido por siglos y cuyas consecuencias han empeorado por los efectos del cambio climático, lo que eran fuegos controlados para despejar tierras se han convertido en incendios sin control que se extienden diariamente.

De acuerdo con Douglas C. Morton del Laboratorio de Ciencias Biosféricas del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la Nasa, los incendios forestales en el Pantanal se han extendido de forma alarmante, especialmente entre agosto y septiembre de 2020, lo que ha elevado la amenaza sobre la zona.

Los incendios forestales son un fenómeno que históricamente ocurren en el humedal y existen dos causas: se dan naturalmente y/o son provocados por ganaderos de la zona. En el primer caso, son incendios que cumplen con una función específica en el ecosistema; en el segundo, se trata de fuegos controlados por las personas que los iniciaron. En el caso de ambos, la existencia de cuerpos de agua dentro del humedal han servido para extinguir los incendios;función que en 2020 fue imposible debido a una sequía.

La pérdida de las barreras naturales ante los incendios ocasionó que el fuego no solo minará con los recursos del humedal, sino, también arrasó con los asentamientos de los pueblos indígenas que viven en el humedal del Pantanal. De esa forma, comunidades vieron sus hogares consumidos por las llamas y al mismo tiempo, vieron arder sus lazos con la naturaleza en lo que algunos llegaron a expresar: “[…] nuestro Pantanal está muerto”.

Los recientes recuentos de daños aún tratan de estimar el número de animales que han muerto, siendo los reptiles, anfibios y pequeños mamíferos las poblaciones más afectadas. Asimismo, las personas de los asentamientos que se han visto afectados han presentado problemas de salud como consecuencia de del humo y viven de donaciones.

Grupos de voluntarios entre los que se encuentran biólogos, guías de ecoturismo y otros, son los que se han encargado de combatir los incendios en el Pantanal. Como un ejemplo, el grupo de defensa de grandes felinos Panthera, se dedicó en septiembre a la excavación de contrafuegos para proteger las zonas boscosas; sin embargo, el fuego es tan incontrolable que los esfuerzos de Panthera no han rendido frutos. No obstante, en sus palabras, los grupos voluntarios no se han detenido ni detendrán en su lucha por frenar los incendios.

Por su parte, los biólogos esperan por lo que llaman: el efecto cascada. Es decir, predicen que las siguientes especies no morirán por el fuego, sino por inanición: en un principios los herbívoros por la quema de la vegetación y, subsecuentemente los carnívoros, por la falta de herbívoros.

Los voluntarios acuden en masa al Pantanal, entre ellos se han creado divisiones de trabajo y mientras algunos grupos se encargan de dejar víveres para animales que se encuentran huyendo del fuego, otros acompañados por veterinarios se encargan de tratar a los animales heridos. Trabajan sin cansancio en una crisis.

Las acciones gubernamentales para combatir los incendios han carecido de urgencia. Esto se debe, a que se reportó el hecho de que la burocracia brasileña retrasó por cuatro meses el despliegue de los especialistas en extinción de incendios. Dicho obstáculo, se dio bajo una administración que en campaña prometió debilitar las regulaciones en protección al medio ambiente.

No es posible realizar un cálculo de las consecuencias de los incendios en el humedal a largo plazo. Esto se debe a la capacidad de recuperación de los ecosistemas que se encuentran en la zona afectada y, a las latentes amenazas que se encuentran dentro y fuera del Pantanal.

El humedal del Pantanal por cientos de años ha sido una zona de ganaderos y agricultores, poblaciones que saben cuándo y cómo deben ser realizadas las quemas para despejar las tierras. Sin embargo, la demanda ha provocado el aumento de los fuegos controlados y la llegada de nuevos actores que no cuentan con el conocimiento necesario para realizar la práctica de forma segura. Lo anterior ha llevado a pérdidas no solo en la tierra, sino en negocios como el ecoturismo, como resultado del inicio de incendios fuera de la “temporada de hacer quemas”.

La policía se encuentra realizando investigaciones respecto al inicio de los incendios, argumentando que algunos bosques parecen ser víctimas de incendios provocados de manera ilegal.

Se han generado también, divisiones políticas y culturales respecto a los incendios, ya que por un lado se encuentran los grupos que optan por una reserva y los grupos –como los ganaderos- que ven en peligro su sustento.

La amenaza principal del Pantanal se encuentra fuera de él. Los cultivos de materias primas en zonas alrededor del humedal, han robado y obstruido los flujos de agua del Pantanal, además de que la erosión del suelo se ha esparcido.

La deforestación y los incendios en el Amazonas, también han afectado el acceso al agua dentro del humedal. Aunado a esto, el uso del agua del Pantanal en represas ha ocasionado la disminución de agua.

Por último, el cambio climático se posiciona como el mayor peligro para el Pantanal, ya que se han alterado sus ecosistemas y con ello, su capacidad de regular el ciclo de agua y el carbono. Ante esto, el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Humedales de Brasil llama a inmediata acción para evitar “cavar nuestra tumba”; para ello, ofrecen la solución de reducir el cambio climático de inmediato, mediante prácticas sostenibles dentro y fuera del humedal, así como incentivos para la preservación de los ecosistemas y generación de conciencia.

Los resultados dependen no solo de las proposiciones, sino de las acciones que se realizarán al respecto.

Datos cruciales: 

1.- De acuerdo con un análisis realizado por el Laboratorio de Ciencias Biosféricas del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, los incendios del Pantanal han cubierto al menos 22% de su área desde enero a septiembre del presente año.

2.- Siguiendo los datos de los satélites de Tierra y Aqua de la NASA, en 2020 la suma total de incendios detectados en el Pantanal ascienden a más de 11 mil.

3.- Según el Instituto Centro de Vida, los incendios en el Pantanal han acabado casi con la mitad de las tierras indígenas que se encuentran en la zona amenazada. Entre ellas, con al menos 85% del territorio del pueblo de Baía dos Guató.

4.- La Universidad Anhanguera-Uniderp en Brasil, estima que se ha perdido 25% del Pantanal a causa del fuego.

5.- Más de 90 por ciento de las tierras del Pantanal son de propiedad privada.

6.- De acuerdo con el Proyecto MapBiomas, desde la década de 1980 se ha dado un cambio de uso de suelo en Brasil en donde en 2019, los Bosques registraron un uso de suelo en el Amazonas de -11% y en el Pantanal de -24%. Por su parte, la agricultura registró en el Amazonas un uso de +257% y de +259% en el Pantanal.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El artículo, presenta una más de las consecuencias del cambio climático en la biodiversidad alrededor del mundo; dejando en claro que se necesitan acciones de manera urgente para combatir el fenómeno antes de llegar a un punto de no retorno. Sin embargo, también enfatiza el papel de la humanidad en la destrucción del medio ambiente, principalmente por motivos de la producción y la demanda.

Aunque es mencionado de manera breve, se alude a los privados y al uso que éstos le dan a la tierra en busca de ganancias. Las ganancias, se han convertido en un incentivo que ha dejado de lado las consecuencias sobre la naturaleza y, que han provocado cada vez más la búsqueda de la apropiación de la tierra. En este caso, se habla de prácticas de quema “controlada” para hacerse del espacio; no obstante, es claro que corporativos recurren a otros tipos de métodos para adueñarse del espacio y de los recursos.

Además, es importante señalar la existente complicidad entre los gobiernos y privados para la explotación de recursos naturales. En este texto, resaltado por las barreras burocráticas del gobierno brasileño a los cuerpos especializados en extinción de incendios.