Dawn L. Rothe es profesora asociada de Criminología en Old Dominion University, en Norfolk, Virginia.
David O. Friedrichs es profesor de Sociología y Justicia criminal en University of Scranton, Pensilvania.

Los autores proponen aplicar un enfoque alternativo a la criminología tradicional para incluir delitos que se han vuelto recurrentes y cuyo impacto es mayor en el contexto de globalización. La naturaleza novedosa de los crímenes de la globalización, exige no sólo ampliar la definición de crimen, sino cambiar el foco de atención del crimen convencional (street crime) al crimen de los poderosos (crimes of the powerful), de los individuos a las organizaciones, así como pasar de la escala local o nacional a la global.

El tipo de delito al que se hace referencia ocurre en el contexto de un mundo globalizado, principalmente en los países más pobres del mundo (sur global) (p.5) Sin embargo, se reconoce que el sur global no es el único afectado: “en el Norte global hay millones de pobres, algunos son migrantes ilegales; y en el sur global hay personas extremadamente ricas y una acomodada clase media. No puede pensarse el norte global y el sur global en términos exclusivamente geográficos, sino en términos de
distribuciones asimétricas de poder y privilegios”. (p.7)

Además de los postulados de la ideología neoliberal (libre mercado, reducción del Estado), la sociedad contemporánea se caracteriza por lo que Manuel Castells denomina sociedad en red (network society), es decir, vivimos en un mundo de redes globales gracias al avance de la tecnología en comunicaciones, lo que desafía a las jerarquías tradicionales de gobernanza (governance). Este término es aplicable para los crímenes de la globalización porque las redes globales de los actores y las entidades hacen posible tales delitos. (p.7-8). Ulrich Beck usa el término sociedad de riesgo (risk society) para explicar la intensificación de los peligros ambientales, financieros, terroristas, entre otros, cuyas consecuencias son dramáticas y transforman la manera en que la gente concibe la existencia social contemporánea. (p.8)

Para los autores, las corporaciones transnacionales o multinacionales son actores especialmente potentes en el mundo moderno. (p.8) Sin embargo, los daños provocados por las corporaciones multinacionales en los países desarrollados no son el tema del libro. (p.9) Por el contrario, el libro se enfoca en instituciones financieras internacionales: el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. (p.9) así como las políticas y prácticas de estas instituciones en el sur. Es decir, mientras sus acciones son justificadas como promotoras del desarrollo y el crecimiento, con frecuencia el desarrollo y el crecimiento se promueven de una forma sesgada, de tal modo que los principales beneficiarios son los países ricos, las corporaciones multinacionales, los hombres y mujeres poderosos y los políticos corruptos del sur global. (p.10)

Para los autores, la gobernanza global existe desde el fin de la segunda guerra mundial en un amplio rango de redes políticas, instituciones y agencias que buscan soluciones colectivas a temas globales. En este sentido, las instituciones financieras internacionales han sido jugadores clave en la gobernanza global desde su establecimiento. Las formas existentes de gobernanza global, con frecuencia, permiten los crímenes de la globalización en lugar de prevenirlos o castigarlos. De hecho, son los países del norte global y de occidente, así como las corporaciones asentadas en esos países quienes dominan la gobernanza global. “En el curso del siglo XXI es bastante probable que los llamados para un gobierno mundial aumenten. Tal gobierno podría actuar fuertemente para reforzar los intereses de los ricos y poderosos”(p.12-13)

Para los autores, el único contrapeso a los intereses alineados del Estado, las instituciones financieras internacionales y las corporaciones transnacionales, reside en la sociedad civil (aquellas instituciones, organizaciones y redes que, por un lado, no son parte del estado o del mundo corporativo, y por el otro, existen fuera de la familia y grupos sociales de pequeña escala). Este tipo de organizaciones no gubernamentales jugarán un papel importante en la movilización de la sociedad en contra de los crímenes de la globalización. (p.13)

En una amplia definición de crimen, las políticas y prácticas de las instituciones financieras internacionales pueden ser caracterizadas como delito, ya que causan un vasto y evitable daño, violan una gran cantidad de tratados y acuerdos internacionales, y son implementados por líderes de instituciones financieras internacionales, sus oficiales o empleados que, saben o deberían saber, las enormes consecuencias que tienen esas políticas y prácticas (p.18). Los crímenes de la globalización son nuevas formas de delitos que son posibles por las condiciones que impone la globalización. (p.22)

Algunos casos en los que se ha verificado la actuación de las instituciones financieras internacionales activamente promoviendo actividades o proyectos que pueden considerarse como crímenes de la globalización son: imposición del servicio de la deuda, el fomento y financiamiento de proyectos mineros, de ductos petroleros, la creación de ciudades rurales, privatización del agua y la promoción de “centros de intervención” para aislar a poblaciones con VIH o en rehabilitación.

Contenido del libro
Capítulo 2. Definición de crímenes de la globalización
Capítulo 3. Ejemplos de crímenes de la globalización cometidos por el BM y FMI
Capítulo 4. Se abordan los enfoques de la criminalística que podrían constituir una teoría de los crímenes de la globalización
Capítulo 5. Describe el papel de la sociedad civil (ONG) frente a las políticas de las instituciones financieras internacionales.