Lunar exploration. There is now cast-iron evidence for water on the Moon
The Economist [2020], "Lunar exploration. There is now cast-iron evidence for water on the Moon", The Economist, London, 31 de octubre, https://www.economist.com/science-and-technology/2020/10/26/there-is-now...
El 26 de octubre de 2020, el periódico Nature Astronomy publicó unos estudios sobre nuevos descubrimientos de agua en la Luna. Un estudio, dirigido por el profesor Paul Hayne de la Universidad de Colorado, muestra que el agua que se encuentra directamente en la superficie de la Luna recibe fuertes radiaciones ionizantes por parte del Sol, lo que provocan su desintegración o dispersión en el espacio.
No obstante, existen más partes de la Luna (que se desconocían) dónde no llegan los rayos solares, por lo tanto, el agua que ahí se encuentra está en estado sólido debido a la baja temperatura presentada. La otra investigación, liderada por Casey Honniball, logró distinguir las moléculas de radical hidróxilo (OH) con las del agua (H2O) en la Luna.
Sobre las investigaciones del espacio exterior, la Luna ha sido la más estudiada; sin embargo, tuvo que haber un cúmulo de evidencia para confirmar la existencia de agua en este satélite. El Mapeador de mineralogía lunar (M3) utilizó un espectrómetro para hallar ondas longitudinales de tres micras absorbidas por la superficie, lo que indicaba una absorción, señal de que pudiera tratarse de hidróxilo o de agua.
En 2018, la doctora Honniball dirigió el telescopio SOFIA (Stratospheric Observatory for Infrared Astronomy) que fue introducido en un Boeing 747, para ser volado a una altitud de 13 km, esto está por encima del 99.9% del vapor del agua de la atmósfera de la Tierra. Al observar el cráter Clavius, se descubrieron ondas longitudinales de seis micrones, característica de absorción del agua. Así que, por lo pronto se sigue buscando la forma de extraer el agua de los regolitos de la superficie.
Existen muchos rincones donde la luz del Sol no llega a la Luna, donde el agua se concentra como hielo. El equipo de la doctora Hayne utilizó el Orbitador lunar de reconocimiento de la Nasa para buscar conductos de agua o de hielo, sin embargo, no se ha hallado nada significativo todavía.
Se espera encontrar agua tanto en la superficie de la Luna, como en los lugares con sombra y bajas temperaturas. Así pues, se piensa en la posibilidad de asentamientos humanos en el satélite, puesto que, con la cantidad de agua que pueda haber, significaría tener al alcance un recurso indispensable en favor para la sobrevivencia humana y para su uso en el combustible de las aeronaves.
1. En 1999, una nave de la NASA llamada Cassini detectó indicios de la existencia de agua mientras volaba en su camino hacia Saturno.
2. La investigación del profesor Hayne, de la Universidad de Colorado, calcula alrededor de 40 mil kilómetros cuadrados de conductos de agua congelada en la Luna.
3. En noviembre de 2023, NASA tiene previsto lanzar una misión llamada VIPER (por sus siglas en inglés), hacia el polo sur de la Luna.
La importancia de encontrar agua en la Luna radica en la expansión misma del capital, al ampliar sus fronteras hacia el espacio exterior. Los asentamientos futuros en el satélite serán controlados por los actores que tengan mayor poder económico y posicionamiento geoestratégico en la carrera espacial. Esto implica no perder de vista el orden internacional en el planeta Tierra, puesto que, influirán mutuamente con lo que suceda en la Luna.