A grand bargain. Democracies must team up to take on China in the technosphere

Cita: 

The Economist [2020], "A grand bargain. Democracies must team up to take on China in the technosphere", The Economist, London, 21 de noviembre, https://www.economist.com/briefing/2020/11/19/democracies-must-team-up-t...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Jueves, Noviembre 19, 2020
Tema: 
El crecimiento tecnológico de China y las negociaciones entre Estados Unidos con aliados para mantener un dominio tecnopolítico mundial
Idea principal: 

Por años, Estados Unidos ha mantenido un dominio mundial sobre la tecnología de la información (TI). Por su parte, China cuenta con significativos recursos tecnológicos, entre ellos, una población de 1 400 millones de personas que le facilita el acceso a una gran cantidad de datos, lo cual le ayuda a desarrollar sus propios modelos de inteligencia artificial. Todo esto dentro de un marco de legislaciones y reglamentos por parte del gobierno, sobre el internet y las empresas tecnológicas.

El desarrollo tecnológico de China sigue en ascenso, con inversiones de miles de millones de dólares. Y con ayuda de acciones como, piratear sistemas informáticos de otros países, arrebatar propiedades intelectuales ajenas, y atraer a otras naciones para así impulsar la construcción de su infraestructura digital por medio de iniciativas como la “Ruta de la seda”.

Debido a la gran amenaza que China representa para Estados Unidos, respecto al dominio mundial sobre el sector tecnológico, han acontecido distintos roces y desacuerdos entre ambos países. Lo cual ha llevado a que, por ejemplo, las cadenas de suministro de distintos fabricantes se dividan y en el proceso dejen fuera a China. No obstante, existen otros actores importantes desde países hasta empresas como India, Unión Europea, Japón, Alphabet, Apple y Microsoft.

Sobre los actores mencionados, es necesario un sistema regulatorio con acuerdos internacionales afines a valores democráticos, antes de que se realice uno con valores que apoyen las autocracias. En el caso de Europa, los países han buscado la manera de proteger a su ciudadanía en el ámbito digital, por medio de la “soberanía digital”.

Se podría llegar a un pacto tecnológico y político entre Estados Unidos y países aliados, si se llegan a buenos términos, particularmente en los temas de privacidad y competencia. Esto le permitiría a Estados Unidos mantener su posición como superpotencia en el ámbito tecnológico. Una propuesta, de acuerdo con un informe del Consejo de Relaciones Exteriores, un centro de investigación, sería crear una “zona de comercio digital”.

En dicha propuesta, Estados Unidos tendría la oportunidad de promover los valores democráticos, la protección de datos y la seguridad cibernética. Las reglas establecidas deberán ser cumplidas por los miembros, a su vez, las infracciones serían por medio de aranceles y sanciones.

Otra propuesta, por parte de otros centros de investigación (también conocidos como think-tanks), es la creación de una “alianza tecnológica”, sin estar sujeta a un tratado de manera formal. En esta se realizarían reuniones de manera periódica, así como opiniones de consenso; y se invitarían a participar a actores internacionales del sector tecnológico.

Es útil comenzar a ver a la tecnología desde una perspectiva geopolítica, para así observar los alcances, límites, puntos críticos, y estrategias para la alineación de intereses al perseguir objetivos. Más si se contempla el aumento exponencial del uso del mundo digital a raíz de la pandemia del virus sars-cov-19.

La plataforma más grande es el Internet. Y cada nación tiene sus propias políticas y leyes; códigos, usuarios y empresas. A su vez, conforme cada plataforma se va construyendo, establecen y definen sus relaciones entre sí. Tienen sus propios sistemas de gobernanza, ya sean “abiertos” o “cerrados”.

Poco a poco, la economía de los países se ha digitalizado, al grado de entenderse como sistemas operativos nacionales. Los recursos naturales con los que cada nación cuenta, ya no es lo único valioso, también se valoran los recursos digitales (por ejemplo, el acceso a grandes cantidades de datos, la política industrial o el capital de riesgo con el que cada nación cuenta), su gestión y la capacidad de multiplicarlos.

El crecimiento de la nube informática y su aplicación en la inteligencia artificial es de vital importancia para generar servicios en distintos ámbitos, desde la medicina hasta la educación. Entre mayor acceso a grandes cantidades de datos, mayor es el avance en la inteligencia artificial y la competitividad de quien la desarrolla (ya sea empresa o país). En el caso de Rusia, el país busca crear un “internet soberano”. Esto le permitiría separarse del resto del mundo; no obstante, los demás países lo ven contraproducente por la posible ralentización del flujo de datos y de la innovación, y el aumento de costos.

Un buen acuerdo sería que, para garantizar que los intereses de Estados Unidos sean tomados en cuenta, obtuviera garantías de seguridad y órganos normativos; a su vez, dicho país tendría que reconocer la privacidad de la información europea, y se tratarían otros temas a regular. En el caso de los países de desarrollo, su inclusión les daría la garantía de no ser sólo bancos de datos, a cambio, pagarían por la inteligencia digital que las grandes empresas tecnológicas producen.

De ser creada una alianza tecnológica, en términos de seguridad, se deberá tomar en cuenta la organización de cadenas de suministro con instalaciones en todo el mundo, y con diversos proveedores, que les permita establecer una infraestructura abierta para no generar dependencia ni limitaciones. Asimismo, al momento de crear una tecnosfera como contrapeso al exponencial crecimiento tecnológico de China; inevitablemente se crearía una interdependencia, a la cual Estados Unidos tendrá que ceder.

Se han tratado temas sobre frenar a las grandes empresas tecnológicas, para evitar monopolios. Tanto en Europa como en Estados Unidos, han pensado en crear una legislación para que los medios sociales eviten incluir discursos de odio en sus servicios. También se ha planteado establecer impuestos a las empresas tecnológicas, sin embargo, de parte de Estados Unidos no hay nada resuelto, hasta el gobierno de Biden se verá de qué manera se lleva a cabo este tema.

Sobre las negociaciones entre países, si se realiza de manera formal habrá mayor claridad sobre los compromisos acordados y los actores participantes; no obstante, también podría representar un nivel de negociación más complicada a tratar. Es probable que, en el caso de Estados Unidos, con la administración de Biden se lleve a cabo una negociación más flexible.

Las negociaciones podrán ser complejas, pero no difíciles de consolidarse para obtener beneficios mutuos. Por parte de Europa, debido a la administración de Trump, será complicado retomar rápidamente la confianza en Estados Unidos y su compromiso por otorgar garantías para la protección de datos de la población europea.

Asimismo, de manera general será necesaria la cooperación flexible, negociaciones sólidas y especializadas, y acuerdos bilaterales. Por lo que, la propuesta de Ian Bremmer (del Grupo Eurasia) sobre realizar una Organización Mundial de Datos o algo parecido, puede ser la clave para establecer un orden más duradero y evitar crisis tanto política como económica, en caso de que el proteccionismo predomine

Datos cruciales: 

-Gráfica 1. Selección de plataformas globales, con valores económicos arriba de los 3 mil millones de dólares.

-Gráfica 2. La cantidad de regulaciones para la protección de datos en todo el mundo, desde 1972 hasta 2019.

-Gráfica 3. Porcentaje de acumulación de datos en todo el mundo.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La hegemonía que ha mantenido por años Estados Unidos en el mundo, ahora se ve amenazada por el alcance de China en el ámbito digital, desde el desarrollo tecnológico que ha tenido, hasta la gran cantidad de datos a los que el país tiene acceso. Desde la dialéctica cooperación-competencia es como Estados Unidos ha buscado negociar con la Unión Europea (y países afines a valores democráticos) para lograr acuerdos que les beneficien, dentro de la disputa con China, por el dominio en la tecnología de la información y la inteligencia artificial.