¿Se avecina una guerra por las tierras raras?

Cita: 

Bortolini, Camille [2020], "¿Se avecina una guerra por las tierras raras?", Le Monde diplomatique, julio.

Fuente: 
Artículo científico
Fecha de publicación: 
Julio, 2020
Tema: 
China y Estados Unidos entran en contienda por la posesión de tierras raras para el desarrollo de la tecnología
Idea principal: 

Camille Bortolini es un escritor francés encargado de la región de Medio Oriente y Norte de África en la Dirección General de Tesorería de Francia. Tiene una maestría en negocios internacionales y en negocios públicos europeos.


Camille Bortolini pone sobre la mesa la cuestión del dominio de las tierras raras de China a nivel mundial. Esto a partir de un análisis sobre la evolución histórica de su monopolio, y la competencia que esto supone con Estados Unidos y el resto de países que requieren de dicho producto para el mejor desempeño de sus economías internas.

Sobre esta línea, el autor indica que, a pesar del poderío de China en la producción y exportación de las tierras raras, en el 2020 el país asiático tuvo un mayor porcentaje de importaciones que de exportaciones. Por esta razón, se cuestiona el supuesto cambio en el contexto, pues los clientes de China aún dependen de este elemento.

Tomando esto como punto de referencia, el 20 de mayo de 2019 en Ganzhou, al Sudeste de China, el mandatario Xi Jinping hizo una "visita de inspección" en los pasillos de una fábrica de imanes de tierras raras. En dicho recorrido lo acompañó Liu He, su principal asesor político. Al mismo tiempo, días antes de este suceso, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump subió “los derechos de aduana” sobre los bienes chinos. Asimismo, hubo otro golpe a China por parte del país norteamericano, ya que se le negó a “Huawei”, empresa tecnológica china, el acceso a dispositivos estadounidenses relevantes para su desarrollo.

No obstante, el hecho de que China proporcione tierras raras a las empresas estadounidenses hace que el país asiático pueda atacar los problemas que la administración Trump le provoque. En ese sentido, según el profesor Jin Canrong, que enseña Relaciones Internacionales en la Universidad de Renmin de Pekín, considera que, China tiene la ventaja estratégica de poder prohibir la exportación de tierras raras a Estados Unidos.

Así pues, tras las prohibiciones por parte del país estadounidense, la organización que representa a los industriales chinos del sector explicó que la ejecución de dichas represalias por parte de China resultó favorable para derrotar a su adversario estadounidense. Incluso, esta medida ya se había tomado antes para vencer a otras naciones enemigas, (Dato crucial 1).

Ahora bien, las tierras raras, el producto disputado, “son un conjunto de 17 minerales con propiedades químicas similares, indispensables para fabricar tecnologías claves para la transición energética y aparatos electrónicos”. Asimismo, estas tierras funcionan para la industria de la defensa, (Dato crucial 2).

La victoria industrial china

Haciendo un recuento histórico de la situación, a finales de la década de 1980, el Partido Comunista Chino (PCC) adoptó “una política de desarrollo de tierras raras”. En ese momento, Estados Unidos tenía el poderío de la industria de este elemento químico. Empero, el interés geopolítico de China por la exportación de reservas chinas era evidente. En consecuencia, dicho país asiático impulsó todos los medios para desarrollar su industria. Aunque ni las condiciones de trabajo de los mineros, ni la protección del medio ambiente fueron tomados en cuenta.

China protegió “al mercado interno de la competencia externa al reservar las actividades de extracción a industriales chinos”. Mientras Estados Unidos renunciaba a las actividades mineras, China tuvo un gran avance en la producción de tierras raras, (Dato crucial 3) y la producción estadounidense en 2003 se detuvo.

Cabe destacar que, el país asiático atendía la primera fase del desarrollo de este sector, al mismo tiempo que centraba su atención en la atracción de empresas extranjeras que se enfocaran en desarrollo tecnológico para echar a andar su “cadena de valor”. En 1995, la empresa china Zhong Ke San Huan compró a la empresa estadounidense Magnequench. Asimismo, el gobierno chino implementó limitaciones a las exportaciones para “responder a las necesidades crecientes de su mercado interno y encarecer el aprovisionamiento de sus clientes”. En 2010, las cuotas de China descendieron, (Dato crucial 4).

En cuanto a las empresas estadounidenses y japonesas, éstas, temerosas por el riesgo de escasez y el pago de sobrecostos, ubicaron sus "actividades de transformación" en China. Se introdujeron actividades con un valor agregado considerable en la cadena de suministro en beneficio de empresas chinas. Así pues, esta "política de desarrollo" ha sido relevante para el éxito industrial chino. Actualmente, China tiene el poder de manipular sus propias tierras raras. En otras palabras, “es capaz de extraer, separar, refinar y transformar dicho químico”, (Dato crucial 5).

La guerra continua

Sin embargo, las consecuencias a este respecto son negativas para el medio ambiente, pues la extracción de recursos resulta dañina para algunas comunidades. Por ejemplo, en Mongolia aumentaron los lagos tóxicos y los casos de envenenamiento con ácido sulfúrico. Por esta razón, una parte de la población cambió de residencia para alejarse del peligro.

Ahora bien, de acuerdo con el autor, se estima que la demanda mundial de tierras raras seguirá creciendo en el futuro, (Dato crucial 6). Empero, tras el enfoque de China de buscar nuevos socios para asegurar el suministro de minerales, en 2018 la nación asiática se convirtió en importadora de tierras raras brutas, (Dato crucial 7). Por esa razón, el reto del país asiático se centró en trabajar en sus exportaciones para hacerlas crecer.

En 2016, la empresa china Shenghe se convirtió en la primera accionista de la firma australiana Greenland Minerals Ltd, con la que firmó un convenio que le cedió los derechos de producir tierras raras pesadas en la mina de Kyanefjeld en Groelandia. Estados Unidos, por su parte, contribuyó a la reapertura del sitio histórico Mountain Pass, mina que aún no se encuentra equipada para trabajar. Por ahora, Estados Unidos se dedica a exportar tierras raras brutas a China. Posteriormente, los chinos las tamizan, las transforman y exportan el producto ya terminado tanto a Estados Unidos como a Japón, Europa e India.

En relación con el embargo chino, las nuevas medidas de limitación a la exportación podrían beneficiar a las compañías chinas dándoles acceso a productos terminados. Cuestión que probablemente haría que los socios comerciales de dicho país se diversifiquen. "Probablemente, crearían un shock de oferta y como resultado un aumento de las cotizaciones globales", que haría que la explotación de nuevas minas fuera más redituable.

Por otro lado, Estados Unidos pretendía no depender más de China. Como resultado, al retomarse la transformación de minerales de tierras raras originarias de Mountain Pass, el Pentágono estadounidense tenía el objetivo de financiar la construcción de “unidades de refinamiento” en dicho lugar. Con esto es evidente que la administración Trump se preocupa del poder que tiene China sobre las tierras raras.

En 2020, aún no toman cartas en el asunto del embargo, pues hubo un cambio en el contexto de la competencia entre China y Estados Unidos. En dicho año, China no redujo sus porcentajes de producción de tierras raras. Incluso, éste aumentó 10%. Es posible que se trate de una manera de aumentar la oferta para bajar el precio mundial y así frenar los planes que Estados Unidos tiene para el desempeño del sector minero.

Sin embargo, la pandemia por el SARS-CoV19, causante de frenar la actividad en las minas chinas y la economía mundial, pone en tela de juicio estos datos. Pero, “en tiempos en los que el mundo entero se pregunta sobre sus dependencias frente a China, no hay dudas de que las tierras raras volverán a estar en primer plano".

Datos cruciales: 

1. En 2010 Pekín ya había cortado las exportaciones de tierras raras de otra nación, Japón. Tras la detención de un barco pequero chino por parte de la marina japonesa en archipiélago de las Senkaku, Pekín paró sus exportaciones de tierras raras al "país del sol naciente" sin reconocerlo en público.

2. Desde finales de la década de 1990, China provee en promedio 90% de la producción mundial de tierras raras. Sin embargo, solo un tercio de las reservas mundiales comprobadas se encuentran en su territorio. En general hay tierras raras en los subsuelos de Brasil, Rusia, India, Australia y en varios países del sudeste asiático.

3. La producción china de tierras raras fue de 60 000 toneladas en 1998, de 80 000 toneladas en 2002, de 100 000 toneladas en 2004 y de 120 000 toneladas en 2006.

4. En 2010, China disminuyó sus cuotas de exportación a 30 000 toneladas anuales.

5. La fabricación de dichos productos garantiza actualmente 80% de la producción mundial de imanes a base de neodimio, uno de los más utilizados para la telefonía celular, aparatos de resonancia magnética y algunas turbinas eólicas.

6. Se estima que el consumo de tierras raras se multiplique por veinte en 2035.

7. En 2019, según las aduanas chinas, China importó 47 000 toneladas de minerales de tierras raras y 36 000 toneladas de óxidos de tierras raras. En 2020, las importaciones superan las exportaciones.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El texto hace hincapié en una competencia entre Estados Unidos y China, donde se disputan mercados, recursos y tecnologías. En este escenario, participan, empresas y estados que compiten por un liderazgo mundial, el dominio de las tierras raras en este caso. Dichos actores, es decir las compañías y la gobernanza mundial, se expanden a nivel transnacional. Con esto se generan prácticas, alianzas y visiones acerca de cómo deben conducirse las relaciones globales, entre naciones, estados y empresas en torno al comercio y producción de tierras raras.

Asimismo, el artículo da luz a las actividades estratégicas que requieren de tecnología de punta, del sector energético y minerales esenciales para el desarrollo de la red 5G. Es por eso que las formas de guerra sufren un cambio por la cuestión tecnológica y por las relaciones de propiedad y control relevantes para la competencia capitalista y su evolución histórica. En ese sentido, el estado juega un papel importante en la disputa, puesto que regula las relaciones entre los sujetos de la sociedad capitalista, evidenciando la cooperación o el conflicto que se genera entre ellos. Igualmente, los sujetos de guerra, llámese grupos mercenarios, criminales y paramilitares participan en esta situación.