La gran brecha de la desigualdad económica global: la “clase de Davos” al descubierto.

Cita: 

Buxton, Nick [2014], “La gran brecha de la desigualdad económica global: la ‘clase de Davos’ al descubierto”, Papeles de relaciones ecosociales y cambio global, California, Transnational Institute, 127:45-53

Fuente: 
Artículo científico
Fecha de publicación: 
Miércoles, Enero 29, 2014
Tema: 
Las élites corporativas, su influencia en la política estatal y en la gobernanza mundial.
Idea principal: 

Nick Buxton es responsable de comunicación del Transnational Institute (TNI) y editor del informe anual del TNI State of Power

El Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), es según Nick Buxton, el lugar en el cual se entretejen las relaciones entre la élite que dirige las grandes corporaciones en la actualidad y aquella élite encargada de la administración y dirección de la política en los Estados. Es decir, el poder económico y el poder político encuentran el sitio y el momento indicado para establecer contacto y entrelazar la defensa de sus intereses.

La "clase de Davos" representa la élite económica y política del siglo XXI. La cita anual en Davos es el espacio donde los intereses de “directivos de grandes corporaciones, presidentes de Gobierno, académicos de renombre y alguna que otra celebridad del rock” (p. 46) encuentran su punto en común. Asimismo, es el espacio donde una pequeña élite corporativa que concentra cantidades exorbitantes de riqueza, expande y amplifica su poder de influencia en el espacio político con el fin único de incrementar aún más su poderío económico. “Las corporaciones han conseguido ese poder sin precedentes a través de la apropiación del Estado, igual que un virus infecta un cuerpo” (p. 47).

Sobre esta línea, las grandes compañías han buscado, por medio de su relación con la élite política de los Estados, eliminar cualquier barrera regulatoria que limite sus ganancias. Además han utilizado un conjunto de tácticas para insertarse en la política gubernamental, a través de grupos como think-tanks, personal que trabaja en los gobiernos con un ánimo de defensa oculto para con las empresas, entre otras funciones que involucran el control del aparato estatal con el fin específico de beneficiar a los intereses de las grandes corporaciones económicas.

La captura de la política por las grandes empresas produce que las políticas gubernamentales elaboradas por el gobierno afecten en lugar de beneficiar a las poblaciones de los países. Tales políticas generan un estado de privación social alrededor del mundo. Un caso representativo de lo anterior es el cambio en la política financiera adoptada por el gobierno y financiada por el sector de servicios financieros en Reino Unido que facilitó la reducción de impuestos corporativos así como la congelación de un plan de pensiones que hubiera beneficiado a millones de trabajadores temporales de bajos salarios (Bureau of Investigative Journalism, 2012) (p. 48).

Sin embargo, el actuar de las grandes corporaciones no se limita al ámbito interno de los países, éstas buscan ampliar su influencia a la gobernanza global a través de estrategias como el “multipartitismo”. Dicha estrategia conjunta propone la participación de gobiernos, corporaciones y ciudadanos en los procesos de toma de decisiones, acercándolos más al ciudadano, y así, volviendo los procesos más democráticos, legítimos y transparentes. Sobre esta línea, aparece la idea empresarial de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), en la cual se considera que las empresas pueden guiarse por factores distintos a la obtención de beneficio, así como que éstas pueden ser actores sociales que deben asumir la responsabilidad de sus acciones e impactos.

Estas estrategias encabezadas por las élites de Davos aprovechan dichos marcos de multipartitismos y de RSC para influir en los ámbitos de política pública. A través de iniciativas como el Global Redesign Initiative, se rechaza la idea de acuerdos intergubernamentales o de marcos internacionales que implanten obligaciones duras y vinculantes que constriñan a las compañías. El modelo de gobernanza global de Davos se guía por los principios de dirigencia astuta, rápida y dirigida por las corporaciones. (p. 49)

De lo anterior, Nick Buxton agrega que “ni la RSC ni las iniciativas con múltiples partes pueden eludir la realidad de que el poder político que ahora tienen los gigantes económicos crea condiciones desiguales en el terreno de juego para otros participantes” (p. 51). De tal forma, la clase de Davos más allá de representar un grupo de propietarios y accionistas de grandes empresas y de representantes de gobierno, representa un lugar en el cual se gestan las nuevas tendencias para expandir el poder corporativo y evitar a toda costa la regulación estatal. Así, las élites políticas y corporativas sólo tendrían que preocuparse por la búsqueda de nuevos acuerdos comerciales, tales como el Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP), legitimando más su campo de acción y sus estrategias de impunidad en contra de las clases menos favorecidas.

Poner la confianza en la clase de Davos y sus modelos de gobernanza no es respuesta a la creciente brecha entre los que ostentan el poder y la riqueza mundial y los que no tienen ni una ni otra. La gran esperanza, concluye Nick Buxton, descansa en la sociedad civil y los movimientos sociales que desafían a las corporaciones y al poder de la élite, “el poder para el 99.9% continúa siendo un eslogan tan relevante como lo ha sido siempre” (p.53).

Datos cruciales: 

La riqueza está concentrada más allá de lo generalmente se cree, no en el 1%, sino en el 0.001%: 111.000 personas controlan 16.3 billones de dólares, equivalente a una quinta parte del PIB mundial. (p.47)

Según Nick Buxton, aludiendo al informe de 2014 del Transnational Institute, titulado State of Power-Exposing the Davos Class , en 2012 la riqueza de los más ricos aumento un 11%, mientras que los ingresos de los hogares en la Unión Europea y en Estados Unidos se estancaron o en algunos casos descendieron (Buxton, 2014).

La línea que antes ayudaba a distinguir el campo político del campo económico cada vez es menos visible, pues día con día es más difícil distinguir quién es funcionario y quién es directivo de una compañía. Un ejemplo que recoge el informe State of Power es de la European Round Table of Industrialists (ERT), una red de unas 50 grandes corporaciones europeas que a principios de los años ochenta decidieron unirse para influir en la política de la UE y promover el desarrollo de un ‘mercado interno’ competitivo (p. 48)

Después de años de austeridad en la UE, los griegos son, en promedio, casi un 40% más pobres que en 2008 (P. Eberhardt y C. Olivet, 2014), consecuencia de las políticas fiscales elaboradas entre funcionarios de la Comisión Europea y el conglomerado de grandes industriales en la Unión Europea.

La idea del TLCAN entre Canadá, México y Estados Unidos se gestó en Davos. Veinte años después, (…) el legado se plasma en las menores tasas de crecimiento del continente, contaminación medioambiental severa, devastación de la economía rural y desorbitantes niveles de violencia que han destruido al país. (M. Weisbrot, 2014)

Trabajo de Fuentes: 

Bureau of Investigative Journalism [2012], “Revealed: The €93 million lobby machine”, http://www.thebureauinvestigates.como/2012/07/09/revealed-the-93m-city-l..., 13 de marzo de 2014.

Buxton, N. (ed.), [2014], “State of Power-Exposing the Davos Class”, Transnational Institute, California, http://www.tni.org/briefing/state-power-2014

Eberhardt, P. y Olivet, C. [2014], “Profiting from Crisis-How corporations and lawyers are scavenging profits from Europe’s crisis countries”, Transnational Institute/Corporate European Observatory , California, http://www.tni.org/profitingcrisis

Weisbrot, N. [2014] “20 years of regret for Mexico after NAFTA”, The Guardian, http://www.theguardian.com/commentisfree/2014/jan/04nafta-20-years-mexic..., 4 de enero de 2014.

Nexo con el tema que estudiamos: 

En la actualidad, las grandes empresas han buscado e innovado en formas de intromisión en los asuntos políticos internos de los países, la finalidad siempre ha sido buscar el máximo beneficio para sí mismas a través del control del aparato estatal. En este sentido, entender las relaciones que existen entre las élites que detentan el poder económico y político a nivel mundial, es comprender el grado de injerencia que tienen las grandes empresas y corporaciones sobre la administración gubernamental de los países, en tanto que no sólo capturan la economía del mismo, sino que influyen directamente en la política, en la cultura y en la sociedad de éstos.

El Foro Económico Mundial en Davos representa el hecho de que los grandes corporativos transnacionales, algunos incluso sin nacionalidad específica, además de influir al interior de los Estados, buscan permear sus estructuras sobre la forma de organización de la sociedad internacional. El ejemplo más claro de lo anterior, es la búsqueda de la legitimación de su participación en los asuntos de gobernanza mundial a través de mecanismos como el ‘multipartitismo’, donde gobiernos, empresas y sociedad tienen voz y voto con respecto a los procesos de toma de decisiones.

A través de tales mecanismos, las empresas alcanzan el control de los asuntos políticos en pro de los beneficios económicos, y en contra, por supuesto, de la sociedad que sufre los estragos de las acciones empresariales. Empobrecimiento, contaminación medioambiental, devastación de las economías rurales, han sido sólo algunas de las consecuencias devenidas de la expansión del poder económico y político que las grandes empresas han alcanzado. No obstante, las élites de Davos viven en el constante aprovechamiento de oportunidades que benefician sólo a sus intereses, preocupándose únicamente por la consecución de nuevos acuerdos comerciales o la obtención de las mejores utilidades posibles.

Europa y América Latina constatan el tránsito hacia esta mezcla de la política y los políticos con los empresarios y la economía. La idea de la élite en el poder (Mills) planteó algo similar para el caso estadounidense, donde desde los orígenes del estado independiente, la política es parte de los negocios. ¿Qué tan relevante es la distinción entre ambas esferas? No es la existencia de funcionarios estrictamente políticos lo que los hace susceptibles ante las presiones de la ciudadanía, sino la existencia de organizaciones y actores con capacidad de acción frente a las acciones gubernamentales y empresariales.