El diario The Economist visulmbra los fraudes que cometió el ex presidente de la compañía China Huarong Asset Managment, Lai Xiaomin, así como algunas otras faltas a la ley que otras firmas han cometido como HNA Group, las cuales amenazaron la estabilidad financiera del país asiático. En ese sentido, de acuerdo con The Economist, el banquero chino fue arrestado en 2018 por los delitos de robo y soborno, y luego fue condenado a pena de muerte, (Dato crucial 1). Posteriormente, el 29 de enero de 2021 fue ejecutado.

No obstante, cabe mencionar que según expertos, Xiaomin cometió otras ofensas de mayor gravedad que pudieron haber provocado su arresto antes de 2018. Cuando el grupo financiero Huarong Asset se quedó a cargo de Xiaomin, “éste se convirtió en el prestamista de último recurso para los prestatarios corporativos más riesgosos de China”. Y a pesar de que los bancos estatales se negaron a otorgar este tipo de préstamos, Huarong no detuvo sus transacciones. Incluso, éstas ayudaron a conglomerados privados a evadir el control del capital y así poder obtener activos internacionales. Lo cual contribuyó a que algunos expandieran sus balances hasta llegar a un punto de ruptura. Sin embargo, a nivel estatal, las tensiones arriesgaron la solidez del sistema financiero y a su vez alteraron la supremacía del régimen comunista de Xi Jinping que se caracterizaba por apreciar la “estabilidad financiera”.

Por otro lado, después de la ejecución de Lai Xiaomi, un conglomerado financiero llamado HNA Group que opera en Haikou China desde 2000 y que cuenta con intereses en algunas industrias como la de aviación, bienes raíces, servicios financieros, turismo, logística, entre otros, puntualizó que “sus acreedores habían solicitado a un tribunal local iniciar la declaración de bancarrota y de reestructuración”. Huarong era uno de esos acreedores que buscaba recuperar los préstamos de la empresa en quiebra HNA Group.

No obstante, conviene subrayar que, HNA contaba con una gran cantidad de deudas, (Dato crucial 2) y estaba corto de efectivo. Es por eso que, en 2019, el gobierno tomó cartas en el asunto y el conglomerado tuvo que ser dirigido por un equipo de gestión estatal implementado para contener la “podredumbre” y evitar que llegara al resto del sistema financiero. Sin embargo, la situación empeoró según divulgaciones publicadas el 30 de enero de 2021, pues se reveló que algunos accionistas y asociados de HNA “hicieron mal uso” de una cantidad considerable de dinero de la empresa, (Dato crucial 3).

Por esta cuestión, puede decirse que con el desvanecimiento de HNA y la ejecución de Lai, el periodo de ambiciones en el extranjero para China se terminó. Empero, algunos años antes la situación era distinta. El conglomerado estuvo en su mayor auge en el año 2015, después de dar una gran suma de dinero a Avalon, una compañía irlandesa de arrendamiento de aviones, (Dato crucial 4). Como consecuencia de esto, las adquisiciones de China en el exterior aumentaron. En 2016, algunas empresas chinas gastaron millones de dólares en tratados con países extranjeros, (Dato crucial 5).

Aunque ciertos importes resultaban ser estrategias sólidas. Un ejemplo de esto puede verse con la compra china de Syngenta, una firma química suiza, (Dato crucial 6). Aunque, había otras compras que parecían ser menos controladas. Por ejemplo, “la adquisición de activos trofeo “como el hotel Waldorf Astoria en Nueva York (comprado por Anbag, grupo de seguros y finanzas) y Club Med (comprado por Fosun, una sociedad de cartera difícil de manejar)”.

Así pues, las adquisiciones de China fueron bajando con el paso de los años, pero este periodo benéfico para el país asiático duró poco. En 2018, se comenzó a sospechar de los resultados de dichas “aventuras imprudentes en el extranjero” de acuerdo con la perspectiva de las autoridades chinas. Asimismo, algunos funcionarios de Estados Unidos y Europa temieron que las implicaciones de seguridad nacional de algunas inversiones chinas les afectaran.

Por otra parte, después de la captura de Lai en abril de 2018, en julio de ese mismo año, el copresidente de HNA, Wang Jian murió en la campiña francesa en Bonnieux. Cuestión que fue considerada como un accidente. Posteriormente a esto, HNA tuvo que vender bienes. También, hubo otra detención a inicios de 2018. Esta vez fue del presidente de CEFC Energy, un conglomerado con intereses en petróleo y finanzas. Este empresario fue acusado tras intentar comprar una participación de 9 mil millones de dólares en Rosneft, una compañía petrolera rusa. Por consiguiente, los reguladores chinos tuvieron que hacerse cargo de Anbang para controlar estos problemas. Se estima que incluso después de que transcurrieron dos años, los reguladores aún no pueden eliminar algunos activos que resultaban atractivos.

No obstante, pese a los fracasos que tuvieron estas adquisiciones, hubo algunas otras que no resultaron en catástrofe. El primer éxito se dio con la marca sueca Volvo que obtuvo beneficios al haber comprado el gigante chino de fabricación de automóviles Geely en 2010. El segundo, se dio en 2016 cuando Midea, una empresa fabricante de electrodomésticos, adquirió a Kuka, un fabricante de robots alemán, (Dato crucial 7).

Sobre esta línea, la empresa química ChemChina parece ser la indicada para estar a cargo de Syngenta, ya que se ha registrado que el 2 de febrero de 2021 tuvo un aumento en los ingresos de su negocio minorista internacional, (Dato crucial 8). Según la firma dijo que su incremento se debió al desempeño de Lazada, una plataforma de compras en línea que ChemChina obtuvo hace cinco años, y al de Trendyol, la plataforma de comercio en línea más grande de Turquía en la que la empresa china invirtió en 2018. Finalmente, se admite que a pesar de que estos casos de triunfo ayudaron a China, los fracasos como el de HNA llaman más la atención del ojo público.