Pongamos freno a las corporaciones. ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo?

Cita: 

George, Susan [2012], “Pongamos freno a las corporaciones. ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo?”, América Latina en Movimiento. Capital Transnacional vs. Resistencia de los pueblos, Quito, ALAI, (476): 4-6, junio.

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Junio, 2012
Tema: 
Las grandes corporaciones y el sistema financiero: control y regulación.
Idea principal: 

Las grandes corporaciones buscan mediar en la producción y distribución de bienes y servicios públicos pues existen grandes utilidades en este sector; además, de incurrir en pérdidas, éstas serían absorbidas por el sector público y al final, serían los contribuyentes quienes terminarían enmendando los errores de las empresas en su intento de hacer el trabajo de los gobiernos. Todo este tipo de actos serían respaldados por organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y los programas de ajuste estructural (p. 4).

Además de los recursos naturales, la invasión capitalista también ha encontrado la manera de adueñarse de aforos que antes concernían exclusivamente al Estado, como los servicios de salud o educación. El nuevo renglón donde el capital posa su lente son los servicios financieros (p. 4).

“Cualquier sistema requiere reglas y en los países más ricos hay un nivel razonable de regulación de las corporaciones industriales; por esta razón, entre otras, se desplazan a los países más pobres” (p. 4). Atendiendo a esta premisa, las corporaciones financieras han logrado eliminar los controles y la regulación. El sistema corporativo está interconectado y altamente concentrado, por lo que cualquier desequilibro entre estos vínculos, podría afectar la economía real. La base permanente de la economía capitalista es el capital productivo, sin el cual el capital financiero no podría existir. El papel dominante que desempeña actualmente el capital financiero, interviene en la prestación de toda clase de servicios (bancos, seguros, salud, educación, comunicaciones, información, fondos de pensiones, etc.) pasando por la producción de una gran variedad de mercancías (p. 5).

A manera de conclusión, este artículo propone un ideal de acción legal, donde se establezcan leyes internacionales, sin embargo, esta vía es aún frágil si se considera que las grandes corporaciones operan el sistema a su favor. Otra opción para hacer frente a las transnacionales es a través de las relaciones públicas, eliminando paraísos fiscales y exigiendo a los gobiernos que obliguen a las corporaciones a tomar responsabilidades convenientes con hacienda “es necesario crear alianzas globales para controlar las finanzas” (p. 5).

A manera de conclusión, la autora propone gravar las transacciones financieras para disciplinar la especulación y así reparar el daño ecológico y social que las transnacionales causan a las comunidades y a la tierra. Por otro lado, también es primordial “anular la deuda pública de los países que están bajo los programas de austeridad del FMI” (p. 6). Lo primordial es observar en qué áreas de oportunidad se encuentran aventajadas las corporaciones respecto a las regiones donde están establecidas.

Datos cruciales: 

El comercio en los mercados de derivados es de aproximadamente $ 2,1 billones de dólares por día. El dinero en sí es el commodity más comercializado y las operaciones de cambio llegan a $4 billones por día. Ambos mercados aumentaron en un 25% desde 2008, cuando se desató la crisis financiera.

OCDE: 43,000 Empresas Transnacionales (ETNs), trazaron todas las complejas interconexiones financieras entre ellas y mostraron que 80% del valor de esas 43,000 ETNs está en manos de sólo 737 de ellas.

Es necesario cobrar impuestos a las empresas país por país y cerrar los paraísos fiscales que también impiden que los gobiernos recauden por lo menos $250 billones de dólares por año en impuestos.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Las grandes corporaciones financieras pueden ser incluso más dañinas que las transnacionales que realizan actividades industriales. El acaparamiento de los grandes bancos y los fondos de inversión libres hacen endeble la economía real. Si consideramos que el capital financiero tiene como base toda actividad en la economía real, toda acción especulativa de las corporaciones financieras puede afectar el desempeño económico de los países, principalmente de aquellos que están en vías de desarrollo. Cada vez es más común que comiencen a tejerse redes entre empresas multinacionales de carácter financiero. Para nosotros resulta imperante prestar atención a la actividad de las empresas que operan capital financiero, sobre todo después de lo acontecido en la crisis de 2008, donde el mal manejo de recursos financieros colapsó la economía real.