Dora Villanueva es periodista y escribe para El Financiero, La Jornada y El Economista.

De acuerdo con Statista, una base de datos global, México se convirtió en el mayor consumidor de agua embotellada en el mundo. Para La Jornada esto es la expresión de un negocio controlado por apenas algunas empresas, la mayoría de las cuales son trasnacionales.

Según el Instituto nacional de geografía (Inegi), tres de cada cuatro hogares, 76 por ciento del total, compran agua, ya sea en garrafón o botella. De esta forma, en un trimestre el gasto de los hogares en agua suma 11 mil 306 millones de pesos, lo cual es más de lo que en el mismo periodo destinan a la compra de enseres domésticos.

Es así como el agua está lejos de ser un bien público en México, pues hasta 4.5 millones de personas, que viven en un millón 215 mil hogares, no cuentan con suministro por tuberías y no tienen otra alternativa que buscarla en pozos y otras fuentes, mientras que empresas multimillonarias, incluidos bancos, concentran la mayoría de las concesiones del país.

De acuerdo con datos del Registro Público de Derechos de Agua (RPDA), sólo 20 empresas concentran las 50 concesiones de uso industrial a las que se permite acceso a un gran volumen de agua nacional para exportar. Dentro de este grupo de empresas destacan las paraestatales Pemex y CFE, pero también otras, incluidas trasnacionales como Proyecto H1, Ispat Mexicana, Acerlormittal, Agroindustrias del Balsas, Industrial Azucarera, Compañía Cervecera de Coahuila, Braskem Kimberly Clark y Scribe. Otras beneficiadas son Coca-Cola, Nestlé, Bimbo, Bachoco y Cemex.

A partir de datos de la Comisión nacional del agua (Conagua), las asignaciones y concesiones para explotar el agua se incrementaron 3 mil 191 por ciento entre 1995 y 2019. En las industrias autoabastecidas, estos permisos aumentaron mil 565 por ciento en cerca de 24 años; de esta manera, 80 por ciento del volumen de agua concesionado en México lo absorben las industrias, incluido el campo. Esto se compara con las tan solo 18 concesiones de agua para conservación ecológica, 18 de entre 554 mil 819 permisos que se han dado en total.

La problemática en México se aúna a la permanente lucha mundial de diversas poblaciones para reclamar acceso a un bien esencial como el agua, privatizado por algunas cuantas empresas. A esto se agrega, el conflicto de la cantidad de años que duran las concesiones, pues según la Ley Nacional de Aguas “la concesión o asignación para la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas nacionales no será menor de cinco ni mayor de 30 años”; además, es permitida la renovación de estas concesiones por otro periodo.

En México, parece que todo alrededor del agua es un negocio. Ejemplo de esto es que el país es el mayor consumidor de agua embotellada en el mundo: las trasnacionales Coca-Cola (Ciel), Danone (Bonafont) y Pepsico (E-pura) concentran 80 por ciento de un mercado que se encarga de extraer agua en el país y venderla 494 veces más cara por ponerla en una botella. De acuerdo con Conagua, en 44 ciudades de México un litro de agua potable para uso doméstico cuesta en promedio 2 centavos, mientras las principales embotelladoras venden este mismo volumen entre 7.50 pesos y 8.25, de acuerdo con precios de supermercado. Esto implica además un uso intensivo de los bienes públicos, pues para fabricar una sola botella son necesarios hasta 3 litros de agua.

Finalmente el artículo menciona la proposición que el presidente Andes Manuel Lopez Obrador hizo a las empresas, invitándolas a dejar extraer el agua del norte del país y concentrarse en el sur. Sin embargo, en la nota se enfatiza, que muchas de estas empresas ya se encuentran en el sur, por ejemplo Coca-Cola en Chiapas. Además, se hace esta invitación mientras que estados como Guerrero, Chiapas y Oaxaca son las entidades en las que existe la mayor carencia de servicio de agua potable para la población.