Viejos intereses desplazados del poder se reacomodan en ONGs

Cita: 

Delgado Gómez, Álvaro [2021], “Viejos intereses desplazados del poder se reacomodan en ONGs”, Sin Embargo, 10 de mayo, https://www.sinembargo.mx/10-05-2021/3972774

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Lunes, Mayo 10, 2021
Tema: 
Los vínculos entre la cúpula empresarial y política mexicana con organizaciones no gubernamentales.
Idea principal: 

Álvaro Delgado Gómez es periodista y escritor. Ha sido colaborador en el semanario Proceso y en diarios como El Universal y El Heraldo de México. En 2003 publicó El Yunque: La ultraderecha en el poder, libro con el que ganó el Premio nacional de periodismo.


Álvaro Delgado analiza los vínculos de una red de organizaciones no gubernamentales que han destacado por su oposición, mediática y jurídica, a las políticas del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. Delgado presenta las conexiones que estos representantes civiles guardan con la cúpula empresarial y política de México.

A través de su activismo en redes sociales digitales, estas organizaciones han lanzado campañas en contra del gobierno de la cuarta transformación (4T) supuestamente en defensa de los organismos autónomos, la libertad de expresión y la democracia, usando etiquetas como #NoALaGuardiaNacional, #NoMasDerroches o #UnaFiscaliaQueSirva.

Signos Vitales es una de las organizaciones más activas en la oposición. Presidida por Enrique Cárdenas, quien aspiraba a ser candidato por Morena a la gubernatura de Puebla, fue creada para “evaluar” al gobierno de López Obrador. Delgado señala que en su comité nacional se encuentran María Amparo Casar Pérez, ex coordinadora de asesores de Santiago Creel en la Secretaría de gobernación, durante el gobierno de Vicente Fox, y quien sustituyó a Claudio X. González Guajardo como presidente de Mexicanos contra la corrupción y la impunidad (MCCI). María Elena Morera Mitre, también parte del consejo nacional de Signos vitales, es dirigente fundadora de Causa en Común, partidaria y amiga de Genaro García Luna y contratista del gobierno de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto. Otros notables de este comité son: Julio Frenk, exsecretario de salud con Fox; Valeria Moy, directora del Instituto mexicano para la competitividad (IMCO); Federico Reyes Heroles, exmiembro de Transparencia mexicana y de la iniciativa Impunidad cero; Jorge Suárez Vélez, colaborador de la revista Letras Libres, y Duncan Wood, director del Instituto México en el Wilson Center y consejero en el sector energético.

Entre sus asesores aparecen exfuncionarios vinculados a los últimos tres gobiernos neoliberales. Eduardo Sojo, Rogelio Gómez Hermosillo y Carlos Elizondo Mayer-Serra, ocuparon puestos en la secretaria de economía, de desarrollo social y de relaciones exteriores, respectivamente, con Vicente Fox. Del gobierno de Felipe Calderón aparecen: Alejandro Poiré, secretario de gobernación; Salomón Chertorivsky, de la Secretaria de salud; Alejandro Hope, directivo del Cisen y colaborador de Margarita Zavala, y José Antonio Polo Oteyza, coordinador de asesores de García Luna. Además, son asesores Lourdes Melgar Palacios, subsecretaria de energía en el gobierno de Peña Nieto; Edna Jaime, de México Evalúa; Jaqueline Peschard, expresidenta del Instituto federal de acceso a la información y Luis Carlos Ugalde, quien fue presidente del Instituto federal electoral en la fraudulenta elección de 2006.

Usando datos de la consultoría que preside Carlos Ugalde, Integralia, Signos Vitales presentó un informe en el que acusa al presidente de haber mentido 80 veces durante cada una de sus conferencias matutinas.
Delgado rastrea a los aliados de Ugalde, entre los que se encuentran magnates como Claudio X. González Laporte, y su hijo, o Alberto Baillères. Además, según Delgado, Ugalde cuenta con el apoyo del expresidente Ernesto Zedillo; Pedro Aspe, secretario de hacienda con Carlos Salinas, y el publicista Issac Chertorivski, padre de Salomón Chertorivski Woldenberg, secretario de salud de Felipe Calderón.

Estos y otros nombres de “notables” (como Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín, Denise Dresser, Jacqueline Peschard, José Woldenberg, Federico Reyes Heroles, Roger Bartra, Raúl Trejo Delarbre, Leo Zuckerman y Jorge G. Castañeda) han firmado desplegados para exigir respeto a la autonomía del Instituto nacional electoral y en julio de 2020 varios de estos personajes propusieron a todos los partidos de oposición unirse contra Morena, el partido del presidente López Obrador, para “corregir el rumbo y recuperar el pluralismo político y el equilibrio de poderes que caracterizan a la democracia constitucional”.

Esta alianza se concretó con la activa participación de Claudio X. González Guajardo, cuyo padre fue asesor de Carlos Salinas. En casa de González Guajardo los presidentes de los partidos Revolucionario institucional, Acción nacional y Revolución democrática, acordaron la coalición “Va por México” que compite en más de 219 distritos y en 11 de 15 gubernaturas.

A esta coalición formal, le antecedió el movimiento “Sí por México”, una red de intereses empresariales, liderada por Gustavo de Hoyos y González Guajardo, que delineó la agenda de la coalición partidista. Según Delgado, entre las organizaciones que conforman Sí por México están el Frente nacional por la familia dirigido por panistas; el Frente nacionalista de México, que reivindica a Porfirio Díaz y a Victoriano Huerta; la Fundación Carlos Abascal, del exsecretario del trabajo de Fox; Chalecos México, un grupo defensor del aeropuerto de Texcoco; Futuro 21, creada por políticos como Gabriel Quadri, entre otras.

Entre los operadores de Sí por México están Max Kaiser, subsecretario de la función pública con Calderón y empleado de MCCI, así como Lázaro Ríos, exdirector del diario Reforma y coordinador de “Dices”, el brazo propagandístico de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

Álvaro Delgado recuerda que, en 2018 González Guajardo y De Hoyos ya habían movilizado organizaciones de la sociedad civil para sumar el componente ciudadano a las coaliciones de oposición, en ese año, para apoyar la candidatura presidencial de Ricardo Anaya. Entre ellas se encontraban MCCI, IMCO y México unido contra la delincuencia.

Después de las elecciones de 2018, estas y otras organizaciones (Comisión mexicana de derechos humanos, Coparmex y el Consejo general de la abogacía mexicana) se agruparon en el colectivo “No más derroches” para interponer más de 150 amparos contra la construcción del aeropuerto en Santa Lucía.

Se trata, en palabras de Delgado, “de organizaciones y personajes que comenzaron a agruparse desde el gobierno de Fox y que organizaron, en 2004, una marcha ante la inseguridad y que se enfocó en López Obrador como jefe de Gobierno (...) Los mismos también se opusieron a crear la Guardia Nacional (…) Estos personajes volvieron a ser abajofirmantes, en septiembre de 2020, con el desplegado que titularon ‘Esto tiene que parar. En defensa de la libertad de expresión’, que firmaron 667 personas”.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Estudiar los mecanismos a través de los cuales se agrupa y cohesiona la élite dominante fuera del espacio económico es fundamental para la prefiguración de los escenarios que abre el colapso del capitalismo. El desenvolvimiento del capitalismo dependiente en México dio lugar a una clase burguesa subordinada al capital extranjero pero con fuertes vínculos con el poder político nacional. La nota refleja los esfuerzos de reorganización de una fracción de la clase burguesa que ha sido golpeada por la cancelación de rentables contratos al sector privado por el gobierno en curso, bajo el discurso de la defensa a la democracia y la exigencia por la transparencia. Sin escrúpulos, esta fracción recurre a los partidos políticos que suscriban su agenda neoliberal a pesar de la crisis política por la que atraviesa el país.

Otra síntesis que presenta los vínculos entre el poder político, empresarial y los medios de comunicación en México puede consultarse en: http://let.iiec.unam.mx/node/3586