Vladimir Putin es un político, abogado y exagente del KGB. Es el actual presidente de la Federación Rusa desde 2012, cargo que ejerció anteriormente entre 1999 y 2008.

El Valdai Discussion Club se estableció en 2004. Lleva el nombre del lago Valdai, que se encuentra cerca de Veliky Novgorod, donde tuvo lugar la primera reunión del Club. Más de 1 000 representantes de la comunidad académica internacional de 85 países han participado en las actividades del Club. Fue fundado por el Consejo Ruso de Asuntos Internacionales, un think tank compuesto por académicos y diplomáticos.

El tema de 2021 es la Sacudida global en el siglo XXI: el individuo, los valores y el estado. El programa de cuatro días incluye más de 15 sesiones presenciales y en línea.

Vadimir Putin, presidente de Rusia

En este discurso, Vladimir Putin pone de manifiesto que la humanidad enfrenta una crisis, lo que significa un momento de peligro, pero también de oportunidad. Este momento es una nueva era también, donde se observa un nuevo balance en las relaciones sociales, económicas, políticas, militares y culturales. Lo que se enfrenta ahora la sociedad internacional es a la inconstancia, imprevisibilidad y al permanente estado de transición. Para el presidente ruso, la transformación que se atestigua es de un calibre diferente a los cambios que ocurrieron repetidamente en la historia de la humanidad.

Eso no es simplemente un cambio en el equilibrio de fuerzas o en los avances científicos y tecnológicos; en la actualidad se observan cambios sistémicos en todas direcciones: desde la condición geofísica cada vez más complicada del planeta hasta una interpretación más paradójica de lo que es un ser humano y cuáles son las razones de su existencia.

Uno de los primeros temas a los que el mandatario ruso le dedica su atención en este discurso es al cambio climático. La crisis climática y ambiental es tan obvia que ya no se puede negar. Los desastres como las sequías, las inundaciones, los huracanes, etc., cada vez tienen efectos más devastadores y es necesario hacer algo al respecto. Así, Putin observa que las rivalidades geopolíticas, tecnológicas o científicas no tienen sentido, si no hay aire qué respirar o agua qué beber.

En este tenor, la pandemia de COVID-19 es otro recordatorio, según el líder ruso, de la fragilidad del sistema. Por tanto, es necesario repensar la forma en la que se vive, cómo se desarrollan las ciudades, cuáles son las prioridades económicas, etc., con el fin de aumentar las oportunidades de enfrentar el cataclismo.

En segundo lugar, Putin pone énfasis en los problemas socioeconómicos que la humanidad enfrenta: la desigual distribución de la riqueza, la cual ha exacerbado la desigualdad de oportunidades al interior de las diversas sociedades, así como internacionalmente. Debido a la pobreza, se dan altas tasas de desempleo, así como la falta de atención médica adecuada.

Los países del Sur global son plenamente conscientes de ello y están perdiendo la fe en las perspectivas de ponerse al día con los líderes. Según Putin, esa decepción estimula la agresión y empuja a la gente a unirse a las filas de los llamados extremistas.

Asimismo, Putin señala que las personas provenientes de estos países tienen una sensación de expectativas incumplidas y fallidas. Esto es lo que les hace buscar una vida mejor, lo que aumenta la migración descontrolada que, a su vez, crea el descontento social en los países del Norte global.

Respecto a la revolución tecnológica, el mandatario ruso opina que ésta provoca preguntas espirituales, morales y filosóficas debido al desarrollo de la inteligencia artificial, la electrónica, las comunicaciones, la genética, la bioingeniería y la medicina.

Putin opta por convocar a la cooperación ante estos cambios tecnológicos, debido a que sus consecuencias tendrán que ser atendidas por todos, sin importar el sistema económico o la ideología prevalente. Por tanto, se debería optar pensar en el bien común y así, cada gobierno, cada líder debe ser el principal responsable ante sus propios compatriotas para garantizar su seguridad, paz y prosperidad.

Debido a lo anterior, el mandatario ruso subraya que los asuntos internacionales y transnacionales nunca serán tan importantes para un liderazgo nacional como la estabilidad doméstica. Asimismo, es necesario poner sobre la mesa que las instituciones de gobernanza global no siempre son eficaces y sus capacidades no siempre están a la altura del desafío que plantea la dinámica de los procesos globales.

Por otra parte, Putin señala que el dominio occidental de las relaciones internacionales, que comenzó hace varios siglos y fue casi absoluto a fines del siglo XX, está dando paso a un sistema mucho más diverso. Esto provoca una transformación que no tiene paralelo.

Por ejemplo, la historia política no tiene ejemplos de un orden mundial estable que se establezca sin una gran guerra, como fue el caso después de la Segunda Guerra Mundial. Entonces, Putin aprecia la oportunidad de sentar un precedente extremadamente favorable al crear un nuevo orden mundial sin un gran conflicto bélico, debido a que el occidental fracasó. Así, el momento actual de las relaciones internacionales es producto de ese mismo fracaso, una experiencia de la cual se puede aprender.

Así, Putin apunta a que esta situación es paradójica: por un lado, el mayor poder militar del mundo pudo realizar dos campañas en dos países (Iraq y Afganistán), lo que no tiene comparación. No obstante, estas campañas militares llevaron a su fin después de 20 años y su retirada causó daño a la potencia militar tanto como a otros.

Y aunque anteriormente perder la guerra significaba que alguien resultaba ganador, ahora las cosas son diferentes: no importa quién tome la delantera, la guerra no se detiene, sino que simplemente cambia de forma y el ganador hipotético es incapaz de asegurar una recuperación pacífica de la posguerra. Para Putin, este tipo de caos y de vacío representa un peligro para el mundo.

A partir de aquí, Putin procede a hacer un recuento de los puntos sobre el complejo proceso de realineación.

Primero, la pandemia de COVID-19 ha mostrado que el orden internacional está organizado alrededor de los Estado-nación. Por otra parte, Putin se aventura a argumentar que el orden actual tiene contradicciones. En las últimas décadas, muchos han afirmado que el papel del estado era obsoleto: la globalización supuestamente hizo de las fronteras nacionales un anacronismo y de la soberanía un obstáculo para la prosperidad.

Sin embargo, Putin muestra que sólo los estados soberanos pueden responder eficazmente a los desafíos de los tiempos y las demandas que se les presente. En consecuencia, cualquier orden internacional efectivo debe tomar en cuenta los intereses y capacidades estatales y proceder sobre esa base.

En segundo lugar, el presidente ruso habla sobre la escala del cambio que obliga a actuar con extrema cautela (por razones de autoconservación). Para Putin, el estado y la sociedad no deben responder de manera radical a los cambios (tecnológicos, ambientales, o a la destrucción de los sistemas tradicionales). En la opinión de Putin, las revoluciones no son formas de aplacar la crisis, sino de agravarla.

En tercer lugar, Putin argumenta que apoya la esfera de la moral, la ética y los valores en un mundo frágil y moderno. Asimismo, menciona que si alguien intenta imponer sus valores ante los otros, se podría crear una situación contraria a la intención que se tenía en primer lugar. El líder ruso hace referencia a los impactos culturales que se viven en Europa occidental y Estados Unidos, donde hay cambios en cómo se concibe a la familia nuclear o en cómo se abordan los temas sobre el racismo.

Putin reafirma que la sociedad rusa tiene una opinión diferente al respecto y que ésta recae en sus propios valores espirituales y tradiciones históricas que son parte de la cultura nacional rusa. Para el presidente ruso, la lucha por la igualdad y en contra de la discriminación se ha vuelto un dogmatismo agresivo que ronda el absurdo. Así, hace una referencia a la cultura de la cancelación al mencionar que se ha convertido en un racismo inverso.

En este sentido, Putin también está sorprendido por la cuestión del género: para él es demasiado que se le permita a los y las niñas concebir que su género no está establecido y que no se les dé un acompañamiento psicológico. En este contexto, Putin opta por un conservadurismo saludable, ya que es razonable y guía los proyectos nacionales al colocar metas.

Por último, Putin asume una postura que aboga la cooperación internacional en la medida en que el Estado sea la estructura social que represente la transferencia de soberanía de los ciudadanos. Así, el Estado y los resultados de las políticas públicas responden a los intereses de los ciudadanos. Aunado a lo anterior, Putin menciona que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) brinda también un toque de conservadurismo en las relaciones internacionales en el momento turbulento que se observa en la actualidad.

Así, defiende a la ONU de las críticas que señalan que esta organización internacional no se adapta al rápido cambio del mundo. Por otra parte, la ONU también promueve un cuerpo de normas y respeta el espíritu del principio de igualdad que considera la opinión de todos. De esta manera, el presidente ruso hace un llamado a la acción colectiva para hacer frente a los problemas que continúan aplicándose.

Al final de su discurso, Putin apunta que todos están buscando las respuestas a los retos más urgentes de nuestros tiempos. Putin afirma que eso es relevante debido a que las personas en general aprecian la estabilidad y la capacidad de vivir una vida normal. Por tanto, Putin defiende un punto de vista conservador que al mismo tiempo es optimista.

Entrevista a Vladimir Putin

Después de la conferencia, Fyodor Lukyanov le preguntó a Vladimir Putin: ¿Le asusta el conservadurismo malsano? ¿Dónde se ubica el límite?

A lo que Vladimir Putin contestó: "Cuando hablo de conservadurismo saludable siempre me viene a la mente Nikolai Berdyayev, quien fue un notable filósofo ruso expulsado de la Unión Soviética en 1922. Era progresista, pero también estaba del lado del conservadurismo; él decía: '¡Conservadurismo no es algo que impida el movimiento hacia arriba y hacia adelante, sino algo que evita que te deslices hacia el caos'".

Lukyanov continuó preguntando a Putin, "¿cómo pueden todos unirse alrededor de los valores tradicionales, si todos tienen sus propias tradiciones?"

El mandatario ruso mencionó que "por supuesto hay mucha diversidad y cada nación del mundo es diferente. Aún así, algo une a todas las personas. Después de todo, todos somos personas y todos queremos vivir. La vida tiene un valor absoluto".

A continuación Lukyanov preguntó "¿a dónde nos dirigimos con el modelo capitalista disfuncional?"

Putin mencionó que durante la crisis económica de 2008 "las compañías mantuvieron los negocios, mientras que el Estado pagó sus préstamos y asumió la responsabilidad, hasta cierto punto. ¡Junto con las empresas, encontramos una solución! Como resultado, salvamos a las empresas privadas más grandes de Rusia y permitimos que el estado obtuviera ganancias después. En este sentido, se necesita trabajar juntos y explorar la experiencia de los demás. La República Popular China es otro ejemplo de ello: si bien el Partido Comunista conserva su papel de liderazgo, el país tiene un mercado viable y sus instituciones son bastante efectivas. Por esta razón, no hay recetas preparadas. Y el capitalismo salvaje tampoco funciona".

Lukyanov preguntó si eso quiere decir que avanzamos, no sólo hacia una conservación optimista, sino también hacia un capitalismo operacional.

Putin reaccionó y dijo que "es necesario construir un Estado de Bienestar. Solo un pequeño grupo de personas que ya eran ricas se beneficiaron durante los últimos años. Su riqueza aumentó exponencialmente en comparación con la clase media y los pobres. Este problema existe claramente allí, incluso si no es tan urgente en Europa, pero aún existe".

Lukyanov trajo a colación al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien mencionó que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe ser reformado porque un grupo de países vencedores de la Segunda Guerra Mundial monopolizó el poder. Al respecto, Lukyanoy preguntó a Putin si estaba de acuerdo con esta afirmación.

Putin respondió: "No. Recientemente Erdogan visitó Rusia y tuve una reunión con él. Yo mismo planteé esta pregunta, diciendo que vi sus puntos principales. Estoy de acuerdo con algunos de ellos. Podemos entender por qué un líder turco plantea este problema. Probablemente crea que Turquía podría convertirse en miembro permanente del Consejo de Seguridad. Sin embargo, no le corresponde a Rusia decidir. Los asuntos de este tipo deben decidirse por consenso. También están India y Sudáfrica. Verá, esta es una cuestión de justicia, de lograr un equilibrio. Diferentes soluciones son posibles".

Otro de los asistentes a la conferencia, Piotr Dutkiewicz, comentó que le gustaría preguntarle a Putin qué pensadores, eruditos, antropólogos y escritores rusos consideraba más cercanos a su visión del mundo.

Putin contestó que preferiría no decir que se trata solo de Ivan Ilyin. Putin agregó "lo leo hasta el día de hoy. Tengo su libro en mi estante, lo tomo y lo leo de vez en cuando. También he mencionado a Berdiáyev, pero hay otros pensadores rusos. Todos ellos son personas que estaban pensando en Rusia y su futuro. Estoy fascinado por el hilo de sus pensamientos".

Por su parte, Orietta Moscatelli le preguntó a Putin lo siguiente: "¿Cree que Rusia ha superado por completo la experiencia soviética como sociedad?"

El presidente de Rusia contestó mencionando que las características positivas de la época soviética se reflejan en el pueblo ruso. Y continuó diciendo "¿qué eran? Patriotismo inherente a nuestros pueblos, supremacía de la dimensión espiritual sobre las cosas materiales, todos estos valores que mencioné, incluidos los familiares. Pero las cosas negativas en la vida y el destino de la Unión Soviética también se pegaron al pueblo soviético, que fue privado de la propiedad". Y terminó mencionando que "la Unión Soviética tuvo muchos problemas. Desencadenaron los eventos que llevaron al colapso de la URSS. Sin embargo, es incorrecto, tosco e inapropiado pintar todo de negro".

Después, Robert Legvold, preguntó a Putin: "¿cómo evalúa la evolución de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia desde su reunión con el presidente Biden en junio de 2021?"

El mandatario ruso mencionó que la reunión en Ginebra fue en general productiva, y dijo que le pareció que la administración de Biden estaba interesada en construir lazos, "reviviéndolos al menos en algunas áreas importantes". Continuó mencionando "¿en qué estuvimos de acuerdo? Acordamos iniciar consultas sobre estabilidad estratégica, y las consultas comenzaron y se llevan a cabo regularmente, también sobre cuestiones de ciberseguridad. Por lo tanto, podemos decir con seguridad que, aunque el alcance de los asuntos en los que acordamos fue limitado, estamos en el camino correcto".

Por su parte, Zhou Bo habló de la situación en Afganistán al señalar que ese país "se encuentra en el corazón de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS). Entonces, si Afganistán tiene un problema, la Organización de Cooperación de Shanghai tiene un problema. Ahora Estados Unidos se ha retirado de Afganistán. ¿Cómo puede la Organización de Cooperación de Shanghai, dirigida por China y Rusia, unida con otros países, ayudar a Afganistán a lograr la estabilidad política y el desarrollo económico?"

Vladimir Putin respondió mencionando "ahora estamos viendo lo que está sucediendo dentro de Afganistán. Desafortunadamente, diferentes grupos, incluido ISIS, todavía están allí. Ya hay víctimas entre el movimiento talibán, que, en su conjunto, todavía está tratando de deshacerse de estos elementos radicales. Esto es muy importante para Rusia y China. Por nuestra parte, podemos implementar grandes proyectos específicos y ocuparnos de los problemas de seguridad domésticos (...). En el proceso, asignaremos los recursos necesarios y crearemos todas las condiciones para que nuestros ciudadanos se sientan seguros independientemente de lo que esté sucediendo en Afganistán".

Después, Mark Champion mencionó el tema de la posibilidad de enviar gas extra a Europa, un tema bastante confuso (a veces, los funcionarios rusos indican que hay gas adicional disponible que se puede enviar si se abre Nord Stream 2, y en otras ocasiones, han sugerido que no hay gas disponible para enviar a Europa). Champion preguntó si hay gas adicional disponible que Rusia puede enviar a Europa.

Vladimir Putin dijo que no se trata solo de fuentes de energía o gas, sino también del estado de la economía mundial: "la escasez está aumentando en los principales países económicamente avanzados. El caso estadounidense es muy ilustrativo: Estados Unidos recientemente ha tomado una decisión más para aumentar su deuda nacional. Para aquellos que no se ocupan de la economía, les puedo decir lo que significa una decisión de aumentar la deuda nacional: la Reserva Federal imprimirá dinero y lo pondrá a disposición del gobierno. Así, el déficit aumenta y la inflación aumenta como consecuencia de las emisiones. Esto conduce a aumentos de precios de las fuentes de energía, de la electricidad".

El mandatario ruso amplió su argumento diciendo que "esta situación se deteriora debido a las realidades del mercado energético. En cuanto a lo que pasa en Europa, la filosofía de la Comisión Europea se dedicó íntegramente a regular el mercado de las fuentes de energía, incluido el gas, a través de una bolsa de productos básicos, a través del llamado mercado al contado. Intentaron persuadir a Rusia de renunciar a los contratos a largo plazo en los que los precios estaban ligados al intercambio, es decir, a las cotizaciones de mercado del petróleo crudo y los productos derivados del petróleo".

Por cierto, Putin señala que esta es la formación de precios de mercado: "dado que los precios del gas se establecen con un rezago de 6 meses después de un cambio en los precios del petróleo, esta es una situación más estable; un rezago de seis meses permite a los consumidores y proveedores realizar ajustes en función de la evolución de los mercados mundiales". Putin siguió explicando que "todo comenzó a llevarse a este mercado al contado, pero en gran medida se habla de gas en papel, no de gas real. Estas no son cantidades físicas: se escribe una cifra en papel, pero no hay cantidad física, está disminuyendo".

Asimismo, Putin apuntó que se observa una disminución de la producción en los países productores de gas. La producción en Europa se redujo en 22.5 mil millones de metros cúbicos durante los primeros seis meses. Por otra parte, las instalaciones de almacenamiento de gas solo están llenas en 71%. Las instalaciones de almacenamiento de gas se llenaron menos de 18.5% durante los primeros seis meses del año. Si se observa el consumo anual, este número debe duplicarse.

Además, las empresas principalmente estadounidenses, junto con las de Medio Oriente, retiraron 9 mil millones de metros cúbicos del mercado europeo y redirigieron el gas a América Latina y Asia. El mandatario ruso añadió: "por cierto, cuando los europeos estaban formulando los principios que gobiernan la formación del mercado del gas en Europa, partían del supuesto de que el mercado europeo es un mercado premium. Pero el mercado europeo ya no es un mercado premium. El gas se redirigió a América Latina y Asia".

Putin se pregunta "¿Qué tiene que ver Rusia con eso? Este es el resultado de la política económica de la Comisión Europea. Rusia no tiene nada que ver con eso. Rusia, incluida Gazprom, ha aumentado las entregas al mercado europeo en 8.7%, creo". Y continúa diciendo "Rusia está aumentando las entregas al mercado global y aumenta las entregas al mercado europeo en 8.7%. En términos absolutos, esto representa más de 11 mil millones de metros cúbicos de gas. Las empresas estadounidenses y de Medio Oriente sufrieron un desabastecimiento de 9 mil millones, mientras que Gazprom aumentó sus suministros en más de 11 mil millones".

Por otra parte, bajo los llamados contratos a largo plazo, el precio del gas ahora es de 1 150 o 1 200 dólares por mil metros cúbicos, señala el mandatario. Las empresas europeas que tienen contratos a largo plazo con Gazprom lo reciben cuatro veces más barato que el precio actual. Según Putin, Gazprom no obtiene ganancias extraordinarias. "No nos preocupa esto porque estamos interesados en contratos a largo plazo y compromisos mutuos a largo plazo. En este caso, aseguramos la oportunidad de invertir en producción y producir las cantidades requeridas para nuestros consumidores de manera constante y confiable", dice el presidente ruso.

Así, es posible aumentar los suministros. Según Putin "el oleoducto Nord Stream-2 puede entregar 17.5 mil millones de metros cúbicos de gas pasado mañana, hipotéticamente". De esta manera, los trabajos tecnológicos para el llenado de la segunda línea de Nord Stream-2 se completarán antes de finales de 2021, a mediados o finales de diciembre, según Putin. El volumen total es de 55 mil millones de metros cúbicos de gas. Putin argumenta que "considerando que en nuestra estimación la escasez de gas en el mercado europeo alcanzará 70 mil millones de metros cúbicos, 55 mil millones es una cantidad decente".

Y concluye diciendo "una vez que se llene la segunda línea y el regulador alemán emita su permiso, podemos comenzar con los suministros al día siguiente. ¿Es esto posible o no?, preguntaste. Sí, es posible, pero hay que tener una actitud responsable con los compromisos y trabajar en ello, señala el mandatario".